El programa de anoche fue muy grato; apenas algún imberbe granizo que de inmediato dio de beber.
Nada que se pareciese a la miseria.
Pensar, sentir, imaginar, sonreir intelectualmente, reir emocionalmente, conectarse ( sin electrocución ) a algún cable sutil o seductoramente alargado...
Disfrutar de la voz serena de Dolina ( como a resguardo de la lluvia pero, mirándola caer, invocándola y evocándola, con ese tono zumbón de la dínamo...
Con terrones de azúcar con forma de pececitos derritiéndose en humeante café - poco a poco sus decires y los coreutas decires ensamblándose -
Chispas cantando en morse siguiendo el ritmo del punto de unión lejano entre, la lluvia surgente de arriba hacia abajo y del adentro hacia el afuera,... del sístole y el diástole, en la fina cucharita de plata tintineando contra el vidrio de una copa con líquidos diálogos, mágicamente lloviendo sobre su fondo...
Y el cálido murmullo, sin alteraciones disonantes, narrador construyendo un teatro de aire, presente, sin interrupciones ni saltos bruscos que nos despidan de la concentración, de su voz, de su cuento, de sus historias entrelazándose como dedos de amigos, de amantes...Capitán en la niebla, manos de voz con la textura de un pullover de lana, cabina de oloroso cedro, mesa de bar de roble pulido, árbol puesto a secar no a quemar, pino fragante...
Café irlandés, otra vez... y la elegancia sobria de la conversación, del humor...
Oh capitán mi capitán, perecería que ha vuelto usted.
Se dejaron llevar por la hipnótica dínamo, por el zumbante hechizo, los contramaestres...Qué placer.
De tanto en tanto un embrague en Dorio que no resbala progresiva y suavemente, me devolvía al calleján material, a la rueda haciendo estallar el charco, y el motor acelerado perdiendo las ricas palabras que debía conducir, ahogándose en la aceleración.
Pero luego amainaba y la atmósfera interdimensional del delta en el aire, volvía.
Nadie dirá que una vulgaridad soez, rompió el vidrio del ojo de buey, hirió el casco bajo la línea de flotación, empapó los libros deshaciendo las palabras, echó dentro del café astillas de vidrio en vez de pececitos de azúcar.
Algunos sonidos submarinos, interceptados por sonares de delfines, de energías que abrían la puerta, la escotilla, que entraban y salían...
Se agitó el aire, cambió la atmósfera, y la música entró al círculo... Y, ¡ qué lástima, la transmisión terminó !
Salgo, bajo a Pan: La niebla cerrada en lo alto no deja ver la Luna. Que, estuvo en la rueda del programa.
Viyi el martes, 29 de mayo de 2012 a las 07:33 PM
en La venganza será terrible del 28/05/2012 dijo: