Un libro parlante con fotografías, atravesado de poesía, de diseño dramatúrgico, donde los actores son objetos simbólicos; los actores son la ambientación, la luz, los colores; es actor la Música, fantasma encarnado, metanarrador ( también apuntador) ...
Una comedia musical dramática, señalando en la comedia su elemento de amargura y, en el drama, la tensión rota por el absurdo.( En la construcción del estilo de A.Dolina, esa oscilante imprecisión como la neutralidad del tiempo, vuelve relativo al Sol y absoluta a la niebla; es su sello personal y su talón de Aquiles ).
¿Hay poesía en la mirada que ejerce la política sobre lo popular ? Lo considera incapaz del auténtico arte de la poesía y por si llegara a ser capaz, se la niega; oculta la poesía, porque evoca el anhelo doloroso de la verdad ... Y la celebración popular, debe aludir al goce por la mentira, sin verla.
La política es la esgrima, la destreza del engaño; fue degradado skermjan: no defiende al pobre espiritualizado, sino que avala la pobreza de espíritu.
Claro que sabían dónde estaba el encuadre a la obra teatral de Dolina...
Ambigüedad, diplomacia : la obra excede al marco o, el marco es a la vez lo enmarcado.
Sin embargo, antes de fundirse en el espectáculo, un sombrero que cae, una máscara que se quita, el reconocimiento de la inteligencia de la mirada que no tiene ojos,... existen, vibran elocuentes en el espacio sólo para: Recordando el Show de Alejandro Molina, para Alejandro Dolina ...
Luego, ese juez, ese acorde del destino, se coloca el sombrero y la máscara, y ya es otro el personaje y otro el parlamento, fiesta adentro.