Es interesante el tema, habría que fijarse de dónde viene esa estigmatización que en los grupos se hace de quienes admiten disfrutar de algunas manifestaciones, que para generalizar, digamos que tienen la calidad de lo clásico, y no quedan hipnotizados por los estímulos de lo que es vertiginosamente actual. Esa actitud amenazante, pero a la vez amenazada, que dice "no te creas mejor que yo, y no te atrevas a tomar un camino distinto al que tomamos nosotros" bajo pena de segregación o expulsión. Supongo que se nota más en la adolescencia, pero creo que ocurre también después, y entonces lo más cómodo es ir a menos y hacerse pasar por un (en palabras de Dolina) gil más, y festejar los chistes de Corona.