El mundo es la metáfora del sueño de cada uno, no del sueño de todos : ¿qué esta dispuesto a dar cada uno por vivir este instante?...
El observador neutro y desapasionado podrá percibirlo si espera lo suficiente.
El parcial y condicionado, demora la permanencia del eclipse, verá lo que quiere ver; obnubilado maniqueo, todas las piezas son la misma presa para él.
Y aquél a quien nada importa excepto obtener una ventaja, lo que otros ven y no ven moverá las piezas convenientes, hasta que la posición en el tablero desemboque lo que busca, el diseño sea la persuación, lo que persuada.
El cínico acaso se divierta moviendo las piezas verbales de un discurso que ni afirma ni niega, juega; vive de proyectar sombras chinas, de escribir guiones para trasnochados a los que aburren las constelaciones y las estrellas parecen roturas de la noche, del telón de fondo que cubre la luz que molesta : esperan el día para comer su bocado, la oscuridad ambigua les ha dado las especias para condimentarlo.
A cada uno lo suyo y a ninguno lo del otro. Pero ¿qué significa?.