Esto no solo es el cuento del lobo --"Viene el Lobo!"--, sino que es una variación en la que Pedro y su amigo Juan se acusan mutuamente de ser el lobo. A partir de eso, todo el pueblo chico toma partido. Y ya no importa nada, sólo el pensamiento chico del pueblo chico.
Y qué hacer? Nada, esperar, pensar fuera de esos términos, ver el fiel de la balanza de reojo todo el tiempo, ir aprobando o desaprobando, si se quiere con los trapos a mano -el que los tenga-.
No intento ser ecuánime -imposible-, tengo mi posición. Pero salgamos de la batalla subacuática y al menos vayamos a pelear en la playa. Como mínimo a un lugar en el que se pueda pensar, respirar entre sablazo y sablazo.
Alfaraguas el jueves, 01 de abril de 2010 a las 04:57 PM
en La venganza será terrible del 31/03/2010 dijo: