Se plegaron "con buena onda" a todo lo que el público ofrecía y la situación sugería ( incluso, previos 3 segundos de respiración contenida, "qué tal Leopoldo" - importante - ). Otro estilo de programa, en relación a los últimos tiempos; pero LVST incluye a casi todos. Había alguien de Huanguelén, que saludó. Recordé la vieja estación de trenes, que aparece en un video de Mañanita de campo, la preciosa rancherita.
Junto con la muchachada revoltosa y bullanguera, cariño, intimidad y ¡los músicos de honores de El Trío Sin Nombre!. "Ese rincón que es mi sueño de amor" termina la letra del tango - qué delicadeza los arroyitos de arpegios en el piano - del que interpretó exquisitamente el maestro Gancé, un fragmento.
Me dio pena que, hecho el trencito, no lo presidiera el ministro Randazzo : es lo único que sonó injusto, porque si "cayó en desgracia" no cometió ningún delito contra nadie; LVST no se caracteriza por "ser más papista que el papa", sino por esconder la piedra y tirar la mano... Me pareció que Dolina lo pensó un segundo. ¿Fue por la gente entonces?.
Me gustó el programa. :) ♥