Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy, querido Rolón, de la vida cotidiana en la Edad Media.
0:00:05 Haremos una semblanza, no ya de los sucesos históricos de la Edad Media, sino de ciertos usos que eran comunes a todos los pueblos.
0:00:16 Hablaremos en principio de las campanas que sonaban, así, o más o menos así, en las horas canónicas que eran grandes divisiones del día.
0:00:28 Maïtínez era la hora cero, después Laudre eran las tres horas, a las seis de la mañana era Prima, la hora tercia a las nueve,
0:00:42 la sexta a las doce del mediodía, la nona a las quince horas, las vísperas a las dieciocho y las completas a las veintiuna.
0:00:53 A estas horas los monjes de los conventos oían las campanas y lesaban.
0:01:00 El Islam tenía desde luego una metodología diferente, como usted sabe, había cinco oficios por día, porque esta era una rebaja que Mahoma había conseguido durante su viaje a la región celestial.
0:01:23 Sabe que Mahoma viajó a los cielos con la ayuda de la yegua al Burak, acompañado por Gabriel, el arcángel, y durante ese viaje por todos los cielos tuvo una entre, por decirlo así, con la Divinidad.
0:01:45 En principio la Divinidad le impuso 50 oraciones por día a él y a todos los musulmanes.
0:01:53 Dico, mire, disculpe, me voy a profetar, 50 oraciones por día me parece que está bien.
0:01:59 Salió Mahoma y se encontró con Moisés en la antes sala.
0:02:04 Y Moisés le dijo, mire, 50, son poco muchas, bueno, entras de nuevo y se le pedís que había una rebaja.
0:02:14 Entonces entró nuevamente Mahoma y consiguió 40, después 30, y así hasta que quedaron las cinco oraciones clásicas del Islam, la primera antes de la salida del sol.
0:02:29 Ahí estaba el almüedano que llamaba a los fieles desde lo alto de Faro, donde fuere.
0:02:37 En general el almüedano era ciego, era elegido ciego, para evitar que tuviese un conocimiento de la geografía vecina, pero también para que no pudiese ver desde lo alto de las torres a las mujeres que oraban en los patios, casi siempre sin verlo.
0:02:52 Hubo algunas modificaciones en esto de las horas primas, teres y asectas, etc.
0:03:01 Digo, ya no con respecto al Islam, sino con respecto al cristianismo.
0:03:05 La hora sexta dio su nombre a un pequeño descanso que se tomaba después del mediodía.
0:03:12 Y como la hora era sexta, ese descanso se llamó siesta.
0:03:17 En algunos países resultó ser que la hora sexta se adelantó para ubicar al fin de la mañana, coincidiendo con la hora nona del mediodía.
0:03:27 Y por eso en inglés mediodía se dice nón, en noruego es nón y nógen en holandés.
0:03:33 Digo por si este viaja por Inglaterra, por Noruega o por Holanda, y no sabe cómo decir la palabra mediodía.
0:03:41 Ahora bien, ¿cómo se medían estas horas ante la total ausencia de cronómetros de la fama de marca elección?
0:03:49 Los árabes usaban mayormente la clepsidra, el reloj de agua, y así parece que Harun Al-Rajid, nuestro amigo, le mandó de regalo a Carlos Magno,
0:03:59 que reinaba en esos mismos años, alrededor de los 800, un poco después de los 800 en Europa, le mandó a Carlos Magno, Harun Al-Rajid,
0:04:09 una clepsidra de regalo. Toma, dice, esta clepsidra es de la manda Harun Al-Rajid.
0:04:15 También había en aquel entonces relojes de arena y desde luego velas, que se utilizaban como relojes,
0:04:23 simplemente haciéndole una raya a la vela y calculando más o menos cuánto tardaba una vela en consumer.
0:04:31 Eso con respecto a las horas en la Edad Médida.
0:04:36 Algunas noticias munícipes también podríamos dar, particularmente en París.
0:04:43 Parece que cuando suena la última campanada de la Ángelus, en París se cierran todos los comercios en la Edad Médida.
0:04:53 Estaba prohibido trabajar a la luz de las velas, no se podía laburar de noche en París,
0:04:59 porque decían que la obra resultante de un trabajo así sería necesariamente mediocre.
0:05:06 Además, se buscaba evitar incendios. Imagínense antorchas iluminando el laburo de esta gente, casas de madera.
0:05:16 Enseguida sobrevenía un incendio y de tal modo se tenía miedo al incendio que la hora de la queda en francés se dice cubrefren.
0:05:26 ¿Cubrefren? ¿Qué significa cubrefren?
0:05:29 La gente se acostaba muy temprano a las 9 de la noche como las galinas.
0:05:36 A las 9 de la noche estaban todos a Policia.
0:05:40 Y decían, la noche es el reino del diablo y del temor.
0:05:44 O sea que de noche salían solamente los malandras.
0:05:49 Y además había pinas severas para los crímenes cometidos de noche.
0:05:54 Cometer un crimen de noche era un agravante.
0:05:56 Usted por ejemplo, ah está, ha saltado un tipo a las 3 de la tarde, más o menos bien, ponenle tres años de prisión.
0:06:05 Al mismo tipo, ¿eh?
0:06:08 Lo ha saltado a la noche, o al mismo no. Si ya lo había saltado a las 3 de la tarde, no lo había saltado a la noche.
0:06:12 La conozco nada.
0:06:14 Pero cometía el mismo asalto a las 9 de la noche y eran 6 años de prisión.
0:06:19 Así que naturalmente casi todos se asaltaban de día.
0:06:25 Al revés que ahora la gente vió tratando de oscurecer en vez de alumbrar las casas.
0:06:29 Así es. ¿Cómo?
0:06:31 Vió que ahora para seguridad hay gente que cuando usted pasa va a ver que algunas...
0:06:37 En la inteligencia que cuando hay luz la gente siente que la honradecia puede la ver.
0:06:41 Porque a la Iba Cari no al revés.
0:06:45 Allá era al revés, como se sabía que no se cometía en delitos de la noche, se ponían todos los...
0:06:52 Se apagaban todas las luces.
0:06:55 De modo tal que la oscuridad venía a despertar en el ladrón el temor de una doble condena.
0:07:02 Y esto si uno cree que el temor de la condena es lo que evita los delitos.
0:07:05 Ahora, ¿cómo se hace?
0:07:07 Disculpe, voy a hacer una pequeña interrupción en esta monografía sobre la edad media.
0:07:13 Para preguntar cómo este logran que la luz de una casa
0:07:18 se prenda cuando uno pasa por la vereda.
0:07:21 Porque yo me pego unos cabones de padre y señor nuestro, cada vez que paso ante una casa
0:07:26 y veo que la luz se prende sola, a veces me voy con una dama o me voy pensando...
0:07:30 ¿Quién es una persona contratada?
0:07:32 Para mí tienen un tipo que está mirando.
0:07:34 A mí me ha pasado mucho a ver si es con una dama del brazo, ¿no?
0:07:38 Y por ahí yo alejo las calles más oscuras...
0:07:41 Para?
0:07:43 Para cosechar el beso que crece en la tinia.
0:07:46 Entonces yo le digo que hay las calles oscuras y cuando veo que hay un lugar muy oscuro
0:07:53 ya procedo a indagar bajo los pliegues de la vestimenta.
0:08:02 O a madameña.
0:08:04 Revolquemos no en esta aligustrina o lo que fuera.
0:08:10 Pero de golpe se enciende la luz y aparece un farol brutal,
0:08:19 una especie de sol de noche que primeramente muestra mi cara,
0:08:24 muestra los ojos desorbitados, la absección, una media la madre, una cosa falsosa.
0:08:32 La dama que viene conmigo me ve tal cual soy y sale huyendo hacia barrios y novios más prometedores.
0:08:37 ¿Pero cómo logra entonces?
0:08:40 Hay un dispositivo o es como dice, un señor.
0:08:45 Para mí también.
0:08:47 No se trata de para mí, o sea la vida no funciona para mí.
0:08:50 La cosa tiene una explicación real, no? Es cuestión opinableza.
0:08:53 No, funcionan con una célula fotoléctica que hace la vez de ojo electrónico.
0:08:59 Ah, ojo, ¿eh?
0:09:01 Es un ojo electrónico.
0:09:02 ¿Cómo voy a burlar del público?
0:09:05 En serio, es un ojo electrónico que registra un sensor de movimiento,
0:09:10 un sensor que cuando pasa algo por ahí, digamos, capta el movimiento y lo censura.
0:09:15 No, y activa entonces, digamos, la perilla que no hay.
0:09:20 Totalmente imposible de creerlo que usted dice.
0:09:22 Como usted no ve los ascensores que se abren solo, como usted se para adelante.
0:09:25 Carmán, carmán, se viste un ascensor que se abrira solo, de lo contrario me hubiera desmallado.
0:09:28 Esa cosa.
0:09:30 Otra cosa que no había en el siglo XIII en París era cloacas.
0:09:36 ¿Y quiénes eran los encargados de limpiar las calles de basura?
0:09:41 Respuesta a los chanchos.
0:09:44 Los inspectores.
0:09:46 No, no, los chanchos en el sentido más literal.
0:09:49 Largaba los chanchos a las calles y estos animales se comían toda la basura comestible que era toda.
0:09:55 No hay como ahora que tiran que se los tubos de dentí, frico,
0:10:01 botezas de plástico, lámparas incandescentes, no.
0:10:06 Ahora la basura consiste en cosas que ni los chanchos quieren.
0:10:09 Pero en aquel tiempo sí.
0:10:13 Las casas de los burgueses en la Edad Media, ya como gran lujo,
0:10:18 empezaban a ser equipadas, disculpe, la expresión con letrinas.
0:10:23 Pero en general no era así. La gente común no tenía eso.
0:10:29 ¿Y cómo se disponía de las aguas menores de una familia?
0:10:33 Si las arrojaba directamente a las calles, allí donde estaban los chanchos.
0:10:38 Y el grito establecido para avisar que uno iba a arrojar las aguas menores,
0:10:46 incluso desde el piso saltos, era aguaba.
0:10:50 Usted gritaba aguaba y el paciente se hacía un lado.
0:10:56 Había en casi todas las calles de París en la Edad Media,
0:11:01 una sanja en el medio.
0:11:04 Las calles venían un poco más altas en el sector vecino a la pared
0:11:12 y en el medio más profundas.
0:11:15 Y por así corría una sanja por donde, si teníamos suerte,
0:11:18 y si llovía, piantaban nuestros recuerdos.
0:11:24 De allí viene la costumbre, probablemente allí, no sé de dónde,
0:11:28 de ceder a las damas el lado de la pared porque era el lado más alto
0:11:32 y más lejano de la sanja.
0:11:35 Pero vino el rey Felipe Augusto y al rey le molestaba mucho el olor de las calles de París
0:11:43 y mandó a pavimentar dos de ellas.
0:11:45 Allí la cosa empezó a mejorar porque todas las calles eran de tierra
0:11:54 y las calles de tierra es más sucia a algunos efectos, le diré yo, a otros no.
0:12:02 Felipe Augusto fue el primero que empezó a pavimentar las calles de París.
0:12:08 Quiero hacer alguna referencia, ya que forma parte de la vida cotidiana,
0:12:15 el régimen que se aplicaba a los judíos, luego eran víctimas de muchísimas arbitrariedades
0:12:26 y estaban establecidos siempre en condiciones muy estrictas.
0:12:33 El rey Oceñor del Lugar donde estuvieran instalados los judíos conservaba el derecho de propiedad
0:12:40 sobre todos los bienes que tenían los judíos y si estos se marchaban,
0:12:43 tanto fuera de buen grado o por la fuerza, el rey Oceñor del Lugar recuperaba esos bienes.
0:12:53 También se les imponían tributos a voluntad, le podían meter cualquier clase de impuesto,
0:13:01 lo que desde luego incitaba a los soberanos a traerlos a sus domeños para después imponerles tributos.
0:13:09 Les estaban prohibidos los trabajos manuales, salvo en Armonio, donde iban casi todos.
0:13:18 No tenían sin embargo el monopolio del préstamo a interés porque la iglesia se lo prohibía a los cresteanos.
0:13:24 El rey Felipe Augusto, recién mencionado, fijó el tope de interés que se cobraba que era del 43% anual.
0:13:31 Sin embargo, cada tanto los reyes anulaban las deudas que ellos mismos contraían.
0:13:36 No la que contraíamos ni yo ni usted, pero sí la que ellos contraían.
0:13:42 Así que cada tanto de luego todo esto estaba matizado por persecuciones,
0:13:48 que siempre venían precedidas de rumores, profanación de óstias, hechizos, todo eso.
0:13:56 Y se les atribuía la culpabilidad en caso de cualquier pez que veniera.
0:13:59 Y el rey este que veniera a D'Avz, recuerdo a Felipe V, el largo, el hijo de Don Carlos de Valduá.
0:14:06 Durante su reinado, él padeció en carne propia una peste.
0:14:12 Nadie sabía que era, hasta que finalmente resolvieron que la culpa la tenían los judíos.
0:14:17 ¿Cómo funcionaba la justicia?
0:14:21 Bueno, había algunas instituciones interesantes, por ejemplo, de juramento.
0:14:27 Usted podía jurar sobre una tumba, sobre reliquias, huesos de santos, clavos de la cruz, sobre un altar.
0:14:36 Y ese juramento valía como prueba.
0:14:38 Ahora, ¿qué pasaba si yo juraba una cosa y vosotras, Rolón?
0:14:42 Se resolvía con un duelo, o sea, un combate judicial.
0:14:47 Ahora uno solamente se podía pelear o batir a duelo con personas de la misma clase.
0:14:51 Los nobles se batían con espadas, los plebeños con bastones, los ancianos, los clérigos y las mujeres,
0:15:01 si hacían reemplazar por un profesional.
0:15:03 Ah, teniendo mucho.
0:15:05 Viste que laburaba de eso. Buenas tardes.
0:15:07 Buenas tardes, señora.
0:15:09 Laburo de reemplazante en los duels, los jurídicos.
0:15:12 Entonces, usted señora, me mandaba a mí y yo me hacía agarrar trompada poro.
0:15:16 Había también otra clase de desafíos, que era un guante arrojado a la cara del tipo,
0:15:25 pero las más interesantes, seguramente, para nosotros, son las sordalías, las pruebas de Dios.
0:15:31 Y era, consistían en dejar que Dios decidiera.
0:15:34 Pero Dios desde luego recibía algunas ayudas, ¿no?
0:15:37 Por ejemplo, estaba la prueba del fuego.
0:15:39 Había un acusado de un delito cualquiera.
0:15:41 Entonces lo hacían asunar tres días al tipo y después debía tomar con la mano un hierro al rojo
0:15:49 y llevarlo a un lugar determinado.
0:15:52 Entonces venía un tipo y le metía la mano en una bolsa cerrada y presintada.
0:15:57 A los tres días rompían la bolsa y si la mano estaba quemada, era culpable.
0:16:02 Y si no, era inocente.
0:16:05 Había otras variantes, ¿no?
0:16:06 Ponerle al acusado de un guante calentado al rojo, hacerlo caminar sobre barras al rojo, siempre al rojo, ahora todo.
0:16:15 Estaba la prueba del agua también.
0:16:17 ¿En qué consistía?
0:16:19 Metía un anillo en el fondo de un recipiente con agua hirviendo, un tacho con agua hirviendo.
0:16:24 Un anillo y el que estaba acusado de algo, tenía que meter la mano y sacar el anillo.
0:16:30 Si no se quemaba, era inocente.
0:16:31 Si la mano te quedaba un poco apucherada, era culpable.
0:16:39 Había otra que consistía en atarle al acusado la mano derecha con el pie izquierdo y la mano izquierda con el pie derecho.
0:16:47 Y lo tiraban al río.
0:16:50 Ajá, ¿y?
0:16:52 Aquí era así la cosa.
0:16:54 Si salía a flote, era culpable.
0:17:04 Y si se ahogaba, era inocente.
0:17:07 Julió un inocente.
0:17:13 Había un litigio, en caso de litigio solían resolverlo con el siguiente método.
0:17:22 Se colocaban los litigantes, uno junto a otro, con los brazos en cruz, y los dejaban así a ver hartos, hasta que aguantaran.
0:17:31 Parece fácil, al principio, vamos a hacerlo todos.
0:17:35 Es muy difícil.
0:17:37 Pero al agarrar a dos o tres horas, no podés soportar más.
0:17:40 Entonces el primero que dejaba caer los brazos, que bajaba los brazos, perdía el juicio.
0:17:45 Y así viene la expresión, bajó los brazos.
0:17:49 Podría venir de cualquier otra parte, porque en realidad el que deja de defenderse baja los brazos.
0:17:55 Sega que esté participando de un litigio, de un combate de boxeo o de una tala de bosques.
0:18:03 Y que baja los brazos, pierde eficiencia.
0:18:07 Esta era la vida en la Edad Meiría.
0:18:11 Era muy difícil probar una inocencia.
0:18:14 Era muy difícil ser inocente en la Edad Meiría.
0:18:18 Era una Edad de mucha culpabilidad.
0:18:22 Yo estoy deseando, deseo todas las noches que la Edad Meiría termine.
0:18:41 No es un mal deseo, Alejandro.
0:18:43 Permitido de este programa que va de Maetín, es casi a la UDES.
0:18:47 ¿Y a quién podemos dedicar esta nota de color sobre la vida en la Edad Meiría?
0:18:55 Ya que usted ha hablado de Harumal Rashid, déjenme dedicarle a Jeresade, que era bella y contaba buenos cuentos.
0:19:03 También dedicarle a aquellos príncipes que se preocupan por la belleza de una ciudad, o por el aroma de unas ciudades.
0:19:11 Es algo muy interesante, darle a la gente un lugar digno y bueno donde vivir.
0:19:16 Y eso se hizo acordar, aunque no es lo mismo estos representantes de los duelos, a ciertos guerreros que, en aquella época del amor galante, Alejandro, elegían una dama para pelear en su nombre, dedicarle ciertas gestas.
0:19:31 Eso sucedía al sur de Francia, en el país de la Languedoc.
0:19:36 Era muy usual que un señor saliera a abatirse para acreditar el buen nombre, la fama, las virtudes de la dama que él elegía.
0:19:56 ¿Dama que no tenía nada que ver con él?
0:20:00 No, en general no.
0:20:01 Digo porque esto a veces uno con Melel Quixote y su familia ni la conocía.
0:20:07 Pero no esto era común.
0:20:09 No conseguía justamente esas normas de la Languedoc.
0:20:18 Vamos a hablar de esto.
0:20:20 Vamos a hablar de provincia y de las Cortes del Amor, de todos esos asuntos que son tan interesantes.
0:20:29 ¿Y alguno está purado por eso puede comprarse el libro de Octavio Pajqui?
0:20:39 La llama doble que hay dos o tres capítulos que hablan del amor Cortés y de estas actividades de caballeros que iban por la calle.
0:20:47 Por ejemplo por Mar del Plata, con un paro decía, a ver vos, me estás gustando para que rindas homenaje a mi dama.
0:20:55 Y si el otro decía, yo no voy a rendir homenaje a otra que no sea la mía.
0:20:59 Ahí se producía Fajaba, un entrevero.
0:21:04 Bueno, con qué tango podemos ilustrar esta descripción de la Edad Media, particularmente París.
0:21:12 No, no se, casi limitado a la ciudad de París.
0:21:16 A mí me parece que en atención a esa sanja que corría por el medio de la calle podríamos escuchar el tango que se llama el arrozito.
0:21:26 Que probablemente haya sido compuesto en París allá por el siglo XI.
0:21:32 ¿Por qué hace alguna alusión a París al siglo XI en el tango?
0:21:37 Absoluto, pero qué le acabo de decir, que por las calles de París corría un arrozito.
0:21:43 Agua, Iba.
0:21:45 Iba Agua, como le podemos llamar, arrozito.
0:21:48 Bueno, ¿qué otras pruebas necesita usted, hombre de poca fe?
0:21:51 Tenemos la versión de Juanjo Dominguez, que es uno de los guitarristas oficiales de este programa.
0:21:57 Así que escucharemos el breve y luminoso tango que se llama el arrozito.
0:23:26 Qué bueno que se aplauda Juanjo Dominguez.
0:23:30 Y en la venganza será terrible.
0:23:33 Y en la venganza será terrible.
0:23:36 Y en la venganza será terrible.
0:23:48 Qué bueno que se aplauda Juanjo Dominguez interpretando el arrozito Alejandro.
0:23:54 Un tema de Samuel Castiguita.
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