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0:00:00 Vamos a hablar de la vigilancia del amor carnal a través de la iglesia, a través de las costumbres
0:00:11 y particularmente en la Edad Media, cuando esta vigilancia era muy estricta.
0:00:19 La palabra amor estuvo durante muchos siglos vinculada a un sentido negativo,
0:00:27 sobre todo cuando no tenía que ver con el fervor religioso, con el amor a Dios.
0:00:32 El diccionario universal de Furetier de 1690 dice,
0:00:38 Amor se dice principalmente de esa violenta pasión que la naturaleza inspira en los jóvenes de ambos sexos para unirse.
0:00:49 Ejemplo, ese ha casado por amor, es decir, desventajosamente y arrebatado por una pasión sierra.
0:01:00 Amén den la idea del amor cortés del que hemos hablado, que era un amor obsequente y la mayoría de las veces casto.
0:01:08 Durante mucho tiempo pervivió esta implicancia pecaminosa entre amor y carnalidad.
0:01:17 Los eruditos antiguos aseguraban que el amor carnal era venenoso, me refiero a los eruditos cristianos.
0:01:24 Escribió San Pablo, si vivís según la carne moriréis.
0:01:31 San Agustín decía que el deseo era una enfermedad, libidinis morbus.
0:01:38 La escena aseguraba que el amor era una melancolía, el sírul humor negro, que se llevaba a la palidez y a la pérdida del apetito.
0:01:47 También Galeno, Maimónides y Constantino el africano creían que las uniones sexuales reiteradas podían llevar a la muerte.
0:01:57 Alberto Magno, San Alberto Magno, relató la historia de un hombre que había hecho el amor 66 veces en vida.
0:02:07 Y la última...
0:02:16 Y ganas de arruinar mi carrera y decirlo como termina, eh.
0:02:25 Di a lo con otra voz.
0:02:28 En la autopsia.
0:02:31 O sea que se curió.
0:02:38 En la autopsia se vio que su cerebro había quedado reducido a muy escasas proporciones.
0:02:43 Y no se imaginaron de modo.
0:02:44 Si, se creía que la simbiente masculina la producía el cerebro.
0:02:51 La lujuria jamás se sitó como el primero de los pecados, puesto que ese lugar estaba reservado al orgullo o a la avaricia.
0:02:59 Pero todo lo concerniente al pecado carnal se consideraba indigno.
0:03:04 Incluso, eh.
0:03:07 Algunos pensadores creían que los animales también participaban de esa opinión y que preferían la castidad.
0:03:15 Pedro Damián, un monje que llegó a ser cardenal de hostia, decir el pueblo que quede el puerto de Roma, ¿no?
0:03:23 A mediados del siglo XI, sostenía que los elefantes sentían vergüenza.
0:03:29 Que eran castos.
0:03:31 Escribió.
0:03:32 Se cuenta que el elefante ama la pureza de la castidad de un modo tan excepcional.
0:03:39 Y va muy lejos en la execración de la usenidad.
0:03:44 Que cuando está obligado a unirse para perpetuar la especie, imagínense.
0:03:50 Gira la cabeza y mira hacia un costado.
0:03:54 Especialmente el que lleva la parte pasiva en aquella relación.
0:04:00 En la India está el dicho, mira hacia el costado como elefante que lo están amando.
0:04:11 Me imagino en la mirarita.
0:04:27 ¿Es como hacer celoso?
0:04:30 Pero a mediados de seres antiguos respecto de las consecuencias del amor carnal,
0:04:37 existemos unas curiosidades históricas respecto al despliegue que debían desarrollar las parejas
0:04:42 si querían tener una conducta pura.
0:04:45 Había que hacer mucho esfuerzo.
0:04:47 Debió limitarse las ocasiones para la unión.
0:04:50 Sara Agustín, que había sido en la juventud un cadavera, decía que cuanto más frecuentemente
0:04:57 los esposos se actuieran el uno del otro, mejor sería.
0:05:02 El radar media produjo un conjunto de prohibiciones, referidas a lugares, momentos, modalidades y posturas.
0:05:11 Se prohibió la unión sexual durante un determinado número de días al año.
0:05:15 Sin duda, la que más se respetó fuera del domingo.
0:05:23 El que vino el sábado decía que fue el domingo, no, el domingo, nada.
0:05:27 No se debía ensuciar desde luego el día del señor con contactos indecentes.
0:05:31 San Cesario lo había pedido en el siglo VI.
0:05:36 Dice, ante todo, ante todo buenas tardes.
0:05:40 Ante todo cada vez que llegue el domingo que nadie conozca a su mujer.
0:05:44 Lo cual podría ser equívoco porque, a lo mejor, aún no por la palabra conocer, sino por su mujer.
0:05:53 Anda con ostras, ¿no?
0:05:55 Pero Roma nunca convirtió esto en una prohibición expresa.
0:05:58 Más bien fue una recomendación, una invitación a la buena conducta.
0:06:02 Hacia el siglo IX, la doctrina de la continencia periódica desarrollada en los penitenciales había alcanzado una exigencia insoportable.
0:06:11 Porque, además, desde desaconsejar el domingo se añadió, se añadió, sería mejor.
0:06:16 El miércoles, que era un día de penitencia.
0:06:19 El viernes, que era el día de la muerte de Jesús.
0:06:22 Y el sábado, dedicado al recuerdo del Cristo ya siente.
0:06:26 Se prohibió también el amor carnal durante las tres cuaresmas del año.
0:06:30 Y en la semana de Navidad, en San Esteban, en San Juan, en el día de los Inocentes, en los días de Epifanía,
0:06:39 en el día de la purificación de la Virgen, en la Asención, en Péter Cotés,
0:06:43 la festividad de los apóstoles, Pedro y Pablo, San Miguel, todos los santos, San Martín y San Andrés.
0:06:49 Pero que había un día especial, un día que...
0:06:51 Un ficturo, tenía.
0:06:53 Una vez restados todos esos días que daban cada año 91 o 93 días para unirse,
0:06:59 siempre y cuando la esposa no estuviera embarazada o en sus jornadas impuras.
0:07:03 El resultado, entonces, era una media de 44 días al año para el amor.
0:07:08 Para mí sigue siendo extraordinario.
0:07:16 Estamos hablando de...
0:07:17 Estamos hablando de...
0:07:18 Cuatro veces por mes, más o menos.
0:07:23 Tales prohibiciones no podrían ser respetadas y no lo fueron.
0:07:27 De lo contrario, el mundo cristiano hubiese sucumbido, imagínense.
0:07:30 Hay una historia interesante, a este respecto, que es la historia del caballero Charles de Marrillon,
0:07:36 que participó de la primera cruzada a mediados del siglo XI,
0:07:41 bajo las órdenes del hace poco mencionado Guadofredu de Boullon,
0:07:46 que lo subió a su mujer en territorio franco y estuvieron separados por seis años,
0:07:51 que por fuera cruzada seis años.
0:07:54 Charles de Marrillon luchó con enorme frenes.
0:07:58 Cuentan que tras en una ocasión horas de combate contra los arrasenos
0:08:05 y la sangre seca de sus manos al finalizar la batalla,
0:08:09 no le permitía soltar la empuñadura del espada.
0:08:13 Cuando no había batalla de Marrillon, cargaba el estandarte de la cruz
0:08:18 y emulaba el último andar del Cristo.
0:08:21 Se confesaba en cada iglesia del camino, no eludía ninguna obligación litúrgica.
0:08:28 Parecía no haber en toda la cruzada un hombre más fiel a su fe,
0:08:33 dice el cronista.
0:08:35 De Marrillon regresó a su hogar años más tarde,
0:08:39 tras sido por cicatrices, pero con su entusiasmo pleno.
0:08:44 Quería ver a su esposa llamarla después de tanta lucha.
0:08:49 Cuando llegó a su pueblo de la Borgoña, luego de la Encuentra Emocionada,
0:08:55 Charles de Marrillon quiso abrazar a su esposa y que el abrazo lo llevara a la intimidad.
0:09:03 Y segundo mismo, no me dio.
0:09:05 Pero la mujer le dijo al cruzado que era el día de San Esteban.
0:09:09 De Marrillon, desesperado e indignado a la vez,
0:09:13 nadie como él había defendido la fe con tanto ardor,
0:09:16 forzó a su esposa y luego, arrepentido, hizo su confesión en la iglesia de su pueblo.
0:09:24 El párroco, que se llamaba Gilom de Newly,
0:09:28 lo retó violentamente y amenazó con escribir al cardenal de Borgoña por semejante falta.
0:09:35 Entonces, Charles de Marrillon, tuvo un ataque de higra,
0:09:40 mató al religioso, decapitó las figuras de la iglesia,
0:09:45 volvió a estizar los bancos, escupió el agua bendita y se fue de la Borgoña para siempre.
0:09:51 El rey Felipe I llegó a enterarse del asunto y mandó a apresarlo,
0:09:56 pero la verdad es que nadie supo más nada del caballero Charles de Marrillon.
0:10:02 Para terminar, haré un brevísimo catálogo de personas que desoyeron estos convites a la castidad
0:10:12 y tuvieron por el contrario un desempeño prolongadísimo, riquísimo en lances sexuales.
0:10:26 El primero de la lista es Zeus.
0:10:29 Zeus enamoró a Alcmena.
0:10:38 Alcmena.
0:10:41 Era una señora casada que después quedó embarazada de él y fue la mamá de Heracles.
0:10:49 Y como la verdad le tenía muchas ganas, ordenó al sol que no saliera por nueve noches,
0:10:57 que hiciera una noche que durara nueve y estuvo nueve noches, homenajeando a Alcmena.
0:11:08 Ese es un dato y no le agarró ninguna melancolía.
0:11:13 Según el emperador amarillo, el legendario emperador amarillo de los chinos,
0:11:19 siguiendo, según se dice, los preceptos del Tao del cual hemos hablado aquí, o quizá en algún otro lado,
0:11:28 estaban en condiciones de amar a sus 1200 concubinas, una tras la otra, sin despenalces.
0:11:40 Utilizaba una metodología que aún puede adquirirse en la buena farmacia,
0:11:48 en algún libro de instrucción, que consistía en la retención del fluido vital
0:11:58 y que le permitía al tipo efectuar estos homenajes.
0:12:02 Lo deseable para los taboístas era que el hombre efectuara esa retención
0:12:07 y no se lo hubiera por el contrario.
0:12:12 No retuviera nada.
0:12:14 No retuviera nada ni en su alma ni en su cuerpo.
0:12:17 El tercer ejemplo es más histórico.
0:12:22 Se dice que Cleopatra era insaciable
0:12:26 y que una noche en Alejandría fue homenajeada sucesivamente por 108 hombres, por 108 personas.
0:12:38 Y finalmente contaré lo que le pasó a César Borja, el hijo del Papa Borja,
0:12:48 que se casó con una princesa francesa.
0:12:53 Entonces, queriendo impresionar la consumididad,
0:13:00 fue haber a un farmacéumto y cómigo para que le recetara algo
0:13:03 y lo mantuviera en situación galante durante aquella noche de bodas.
0:13:08 Pero el farmacéutico por malevolencia o por inactitud le recetó en realidad un purgante.
0:13:18 No, no lo es.
0:13:20 Y parece que César Borja tuvo toda la noche de la cocina a la sala.
0:13:26 Sin embargo, le escribió una carta a su papá, el Papa Borja,
0:13:30 y le dijo, es curioso el lenguaje que utiliza, porque dice,
0:13:35 he hecho ocho viajes esta noche.
0:13:40 He dejado bien alto el prestigio de nuestras familias, he hecho ocho viajes,
0:13:46 dice viajes, ahora digo al baño, lo siento.
0:13:51 Bueno, esos son cuatro ejemplos, cuatro historias de personas
0:13:56 que no se ocupaban de su castigada lo suficiente.
0:14:02 ¿Y los 108 quiopatra, a menudo de pensando? ¿Quién los contó?
0:14:05 La propia quiopatra, seguramente.
0:14:08 Iba marcando.
0:14:09 Iba marcando.
0:14:10 No habla muy bien de los amantes de Egipto.
0:14:14 108 en una noche nos deja muy poco tiempo a cada uno.
0:14:19 Esa noche le interesaba por alguna razón, tenía interés en cambiar de amante
0:14:25 cada momento, dice, uno tiene la preferencia que quiere, señor.
0:14:29 A usted le gusta estar con el mismo amante de 17 horas, a mí no, dice quiopatra.
0:14:34 A mí me gusta que vengan unos detrás de otros como puñaladas de manco.
0:14:41 La metáfora es muy cercana, ¿no?
0:14:49 ¿A lo referido?
0:14:52 Hemos ido a la discoteca y nos dieron este disco.
0:14:57 Este que tengo acá en la mano.
0:14:59 ¿Es casto el discotecario?
0:15:01 Es muy casto.
0:15:03 Es muy casto.
0:15:05 Es la frase que las mujeres deben decir para mantener la castidad.
0:15:09 Es una canción que se llama No Mi Amor y que canta ahora mismo el mundo de video.
0:15:15 ¡No mi amor!
0:15:45 No mi amor.
0:15:50 No me dejes nunca.
0:15:55 Porque si así te aleja,
0:15:59 me matará la guste.
0:16:05 No mi amor.
0:16:08 No mi amor.
0:16:10 Vas a estar.
0:16:13 Demasiar de sufrir.
0:16:17 Si te vas
0:16:19 para nunca volver.
0:16:25 Vivi al menos por ti.
0:16:30 No me dejes nunca.
0:16:38 He querido robar al silencio
0:16:43 la verdad de tu ausencia
0:16:47 que he querido apagar mi instancia
0:16:51 la verdad es de amor.
0:17:00 No me dejes nunca.
0:17:04 Porque si así te aleja,
0:17:08 me llamaré
0:17:12 a la luna.
0:17:20 Vivi al menos
0:17:23 por ti.
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