Transcripción automática
0:00:00 La virginidad como castigo en el antiguo Israel.
0:00:06 Si tuémonos entonces, a donde se ha dicho en el antiguo Israel, si una novia era soltera,
0:00:13 la noche de bodas implicaba pasar por una auténtica prueba en la que se verificaba
0:00:21 si en verdad había llegado virgen al matrimonio.
0:00:25 Podía ocurrir que después de dishacer juntos, el no lo denunciara a la musulacia diciendo que no era virgen.
0:00:36 Imagínense, el tipo, la noche de bodas muy bien, buen atarde, buena noche, buenos días.
0:00:44 Acá me constituyen la comisería para declarar que esta tira se acasó conmigo, no era virgen,
0:00:54 ni cosa que se le parecía.
0:00:56 Sí, mucho menos.
0:00:59 Y muy lejos estaba estaba.
0:01:02 Bueno, en este caso, podían ocurrir también que los padres de la mujer consideraran infundadas la acusación.
0:01:11 Comenta, como está diciendo esto, etcétera.
0:01:15 En ese caso, podían promover un juicio por disfamación, tiene que ser presentada ante los ancianos de la ciudad,
0:01:23 las pruebas de virgenidad de su hija.
0:01:27 Dice, las pruebas eran las sábanas donde los recién casados habían pasado su encuentro inaugurado.
0:01:35 Vale, parece bastante problemático confiar únicamente a las sábanas.
0:01:45 Si la tela presentaba rasco en el sangre, el esposo era castigado con una multa que se entregaba al padre de la novia.
0:01:53 También era obligado a recibir a su mujer sin derecho a separarse de él en toda su vida.
0:01:58 En cambio, si la acusación tenía fundamento de ofrecer una sábana impoluta,
0:02:02 la joven era sacada la puerta de la casa de su padre y apedreada hasta la muerte por los hombres de la ciudad que estaba siempre
0:02:10 ganoso de recitar su puntería para fomentar la justicia.
0:02:15 Como se ve, algo bastante complicado, no?
0:02:22 Y aquí no sé, una sábana, que sabemos, pero una sábana más salida de nuestro pasado.
0:02:29 Bien, como se ha visto, la virgenidad estaba asociada a la pureza ritual y era obligatorio que la novia soltera llegara a la vieja y la labora.
0:02:41 Pero la verdad, esta novia estima por la virgenidad, no significaba que fuera considerada un estado ideal.
0:02:48 No, por el contrario, justamente si se hacía tanto lío, era para hacerle grusar de la virgenidad a las muchachas.
0:02:57 No se consideraba un estado ideal por el contrario, una estado de imperfección que había que abandonar cuanto más rápido y mejor,
0:03:04 pero había que abandonarlo también conforme a derecho.
0:03:08 Yo, una mujer permaneciera soltera, se consideraba una terrible desgracia,
0:03:13 porque la soltería estaba asociada con la falta de desendencia, una de las peores paldiciones que podrían caer sobre una mujer.
0:03:22 Si la mujer recibiera certeza de que ella nunca podría unirse a un hombre,
0:03:28 prorumpía en lo que se llamaba un santo de virgenidad.
0:03:33 Así lo cuenta en el siguiente relato que proviene en parte del libro de los jueces.
0:03:39 Que usted, juez que es la herida, próximo a entrar en guerra con la nación amonita, hizo un voto allá a ver.
0:03:48 El voto decía más o menos así,
0:03:50 si pones a mis manos a los hijos de Amón, es decir, los amonitas,
0:03:56 es decir, si triunfabas sobre ellos,
0:03:59 el que al volverlo de la expedición saliera a mi encuentro lo entregaré al ya ver en sacrificio.
0:04:07 Se le prometía que si le daba la victoria en la guerra iba a entregar un sacrificio al primero que encontrará al regreso de aquella expedición.
0:04:17 Ese sacrificio estaba aclarado de siguiente modo.
0:04:22 Si Jebte se encontraba a un hombre, debía matarlo,
0:04:26 y si encontraba a una mujer, debía entregarla a la duración casta de ella de para siempre.
0:04:33 Bueno, Jebte aplastó a sus enemigos, ya no.
0:04:36 Pero la alegría de su victoria se convirtió en horror al volver a su tierra.
0:04:41 La primera persona que salió a su encuentro fue su única hija,
0:04:44 y fuera de ella Jebte no tenía más de sentencia.
0:04:48 Cuando la muchacha se aproximó con timpanos y danzas,
0:04:52 Jebte rasgó su vestidura sensual de duelo y grito,
0:04:56 hija mía, me ha sabatido del tolo, y tome en más y ha sabatido al mismo tiempo.
0:05:02 He abierto mi boca y arresobre ti, y no puedo volverme atrás.
0:05:08 Así no terminó el bailero.
0:05:09 No, síguelo mucho.
0:05:10 La muchacha, resignada a su destino, luego de escuchar a su padre,
0:05:15 pidió que por dos meses la dejara ir con su compañera por los montes
0:05:21 para llorar su virginidad perpetua.
0:05:23 Jebte la dejó ir,
0:05:25 al cabo de tiempo estipulado, la chica volvió a su casa, se encerró,
0:05:30 y como dice el libro, la muchacha no conoció malo.
0:05:34 Esto tiene que ver también con tener cuidado con la clase de promesas que uno hace
0:05:41 cuando está deseoso de triunfar ante los amonistas.
0:05:46 Contemos otra historia de alguien que padeció esta escondida a la virginidad perpetua.
0:05:53 La noche nuceal más prolijamente narrada en la Biblia es más bien extraña.
0:05:58 La novia, una hija llamada Sara,
0:06:00 tira una viuda con siete matrimonios a sus cepaldas.
0:06:06 Cuentan que todos sus maridos habían muerto en la noche de bodas
0:06:09 antes de practicar la unión carnal,
0:06:14 que parece que han indicado el carnicero.
0:06:21 El secretario de la Unión Carnal,
0:06:25 el doctor Pascualito.
0:06:36 donde estaba? Me confundí pensando en tantos carniceros amigos.
0:06:40 Digo, antes de practicar la unión carnal, los maridos de Sara se murían.
0:06:45 Eran víctimas en realidad de un demonio celoso.
0:06:49 Había un demonio celoso enamorado de la belleza de Sara,
0:06:52 que provocaba la muerte de cada uno de sus maridos
0:06:56 antes que el tipo pudiera unirse a Sara.
0:07:04 Una mujer, sin embargo, decidió casarse por octava vez que tanto.
0:07:09 Sus padres, en realidad, resolvieron no organizar la fiesta de bodas,
0:07:15 y mopan, andan gastando vistas de gustos.
0:07:19 Hasta ver qué suerte corría el marido, que llamaba Tobías.
0:07:25 Y vamos a esperar a que sus sin ideas ya se les de un hombre con esa.
0:07:29 La más esperada ansiosa a perderla a 11 es, y dar descendencia.
0:07:35 La madre de Sara conduja a su hija la posión pronunciada.
0:07:38 Más tarde, después de comer y beber, los padres de Sara condujeron a Tobías,
0:07:43 a la posión donde permanecía la muchacha.
0:07:46 Saludaron, dieron ánimos...
0:07:49 Este es el hombre.
0:07:52 ¡Ah, el hombre!
0:07:55 Y se retiraron tras cerrar la puerta, a secundir.
0:07:59 ¡Qué creyendo lo dijo!
0:08:01 Entonces, Tobías, asustado ante la posibilidad de tener mismo fin
0:08:07 que los siete mobios anteriores, puso en tráquico un conjuro
0:08:11 que le había indicado el ángel Rafael, a base de hígado y corazón de pescado.
0:08:18 Según dice el libro, el demonio que mataba a los esposos de Sara,
0:08:23 y yo espantado por aquella mezcla, al Egipto superior,
0:08:29 que es donde usen los demonios enamorados de mujeres
0:08:34 que acostumbran dar muerte por celos a los maridos obvientes.
0:08:40 Derrotados demonios, las historias y Sara se unieron con pasidad, con felicidad.
0:08:49 Entre tanto el precabrido, padre de Sara, ya no solo lo había hecho la fiesta,
0:08:57 sino que también había encargado a sus criados
0:09:00 que cavaran una tumba para ubicar al octavo esposo de su beja.
0:09:07 Una vez abiertas ya tumba, le dijo a su esposa
0:09:11 que mandara a una de sus criadas a ver en qué estado había quedado el muchacho.
0:09:16 A ver si estaba ya suficientemente finado como para enterrarlo.
0:09:20 La criada entró a la habitación y vio que los recién casados estaban alegremente dormidos.
0:09:27 Entonces, felices los padres de Sara, mandaron tapar la fosa,
0:09:33 antes que amancera, para que no se enterara todo el día.
0:09:40 Al día siguiente empezó la celebración de la boda, que duró catorce días.
0:09:47 Uno atrás de los.
0:09:50 Y esas fueron las pequeñas historias que tenían,
0:09:54 lo que contaban, las risas de cerca de virginidades y dificultades para abolirla.
0:10:04 Aquí se los quiere dedicar.
0:10:06 Bueno, la hija de Jaste, pobre condenada a la disminuidad eterna,
0:10:11 solo la vivió en contravisas, pero eso no debe llamar a cierto cuidado.
0:10:18 Primero hay que ya señalé, ya no meterse hacia él.
0:10:22 Promestas sin antes avisar a la familia por lo menos.
0:10:27 No vas a salir primero para ganar y te vas a ressecar para todo el día.
0:10:31 Hay que salir alguno, alguno otro día.
0:10:34 O hacer una salvedad.
0:10:36 Prometo entregarse en su ejercicio al primero que saliera,
0:10:40 menos lo de mi familia.
0:10:44 Menos y sale uno de mi familia, no se encuentra.
0:10:48 Pero no, la otra cosa es no salir.
0:10:53 Primero cuidado a los padres, no prometer.
0:10:56 Pero también los parientes que van a lucar contra los amonistas
0:11:01 tienen que quedarse encerrados.
0:11:04 Hasta que siguen el mismo padre, ya cruzados con el extranjero,
0:11:09 y en el punto de la última piensa, se condena.
0:11:13 Entonces no puedo mandar a alguno a saber si viene mi viejo.
0:11:15 A ver si viene el chévez, supura, no sabe si viene mi viejo que fue a derrotar los amonistas.
0:11:21 Cuando lo veis venir, te escondés.
0:11:24 Hasta asegurarte que se le cruzar con alguno.
0:11:27 Y si no te lo permite, también se lo voy a dedicar a tu vida.
0:11:31 A tu vida.
0:11:32 Voy a dejar una pausa para que te consuelva.
0:11:34 Tu necesidad de consultar al ángel Rafael Rafael
0:11:37 y hacer de ressecar un preparador e pescado eigado
0:11:42 para encontrar demonios celosos.
0:11:45 El desayuno y el demonio celoso se destruirán.
0:11:48 Es un demonio celoso y que no haga nada, simplemente mate los maridos.
0:11:54 Y si quiere algo, porque no.
0:11:57 Yo conozco muchos así, que son como estos.
0:12:01 No hacen nada de eso, pero se encargan de perturbar
0:12:04 a los que sí andan con ganas de hacerlo.
0:12:06 Sí, señor, es cierto.
0:12:10 Hemos elegido para ilustrar a estos pequeños relatos
0:12:16 la boda, una obra de Federico Moreno Torroba,
0:12:19 que escucharemos en la versión del conjunto de guitarras entre cuerdas.
0:12:25 La boda, seguramente, ha sido compuesta por Moreno Torroba
0:12:28 en conmemoración a esta octava boda de saga,
0:12:32 en la que se cortó la serie de muertes de esposos.
0:12:39 Adelante, entonces.
0:14:54 Hemos escuchado al conjunto de entre cuerdas
0:14:57 interpretando de Federico Moreno Torroba
0:15:00 la boda.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!