Transcripción automática
0:00:00 ¿Usted tiene idea de cuáles pueden ser nuestras próximas actuaciones fuera de Buenos Aires?
0:00:07 No, ahí tengo algunos rumores, pero no sé.
0:00:11 A ver qué rumores tiene.
0:00:12 No, no sé, no sabría.
0:00:14 Porque acá hay gente muy interesada.
0:00:15 Bueno, sí, acá hay gente en San Nicolás, por ejemplo.
0:00:18 No, yo no escuché ningún rumores.
0:00:20 No, pero por el rumores.
0:00:21 San Nicolás fue muy pasado.
0:00:22 Está mi amigo Rodrigo ahí en San Nicolás que...
0:00:24 No podemos ir este año también.
0:00:26 ¿Evamos a ir algún lugar dentro de Río o no?
0:00:28 A Concordia, me parece.
0:00:31 Sí, yo escuché ese rumores.
0:00:32 Sí, yo también escuché, pero...
0:00:34 No tengo mayor expresición.
0:00:36 ¿Y cómo nos enteramos de dónde vamos?
0:00:38 No sé, a veces vamos a contarle al público.
0:00:41 A veces para un hombre y buscamos.
0:00:43 Si, a veces a nuestras casas nos subimos y los que manejan son tipos enmascarados.
0:00:49 Son los de la radio.
0:00:51 Ellos saben.
0:00:52 ¿Dónde vamos?
0:00:53 ¿Dónde vamos?
0:00:54 Preguntamos.
0:00:55 No dicen nada, en sí que la contestan.
0:00:57 Sí, deja.
0:00:58 No lleva.
0:00:59 Recién cuando subimos al escenario...
0:01:02 ¿Dicen qué localidad es?
0:01:04 Sí, que pueblo está.
0:01:05 A veces nos mienten porque...
0:01:07 Porque son ánimos sin ventanilla.
0:01:09 Y a veces nos mienten.
0:01:11 Nos hacen dar vueltas manzanas durante un largo rato y después nos dicen...
0:01:15 Nueva York.
0:01:20 ¿Y ustedes creen que es una broma?
0:01:24 Señoras, vamos a hablar un rato acerca de ladrones y bandidos mitológicos.
0:01:36 Que son los peores.
0:01:37 En los mitos griegos aparecen personajes marginales, podríamos decir.
0:01:44 Y también otros que solo por ambición han robado y han maltratado a dioses y héroes.
0:01:51 Así vamos a hacer un pequeño catálogo.
0:01:54 Comencemos por Celeo.
0:01:57 Era un cretense con tres compañeros llamados.
0:02:02 Lajo, Cervero y Egolio.
0:02:06 Y trataron de robar la miel de la Gruta Sagrada, donde allá en el monte Hida,
0:02:13 Rea había dado a luz a Zeus.
0:02:18 Esta caverna, usted sabe, estaba prohibida a los dioses y a los mortales.
0:02:24 Cada año se veía brillar en su interior un fuego misterioso,
0:02:30 justo el día del aniversario del nacimiento de Zeus.
0:02:35 Allí fue amamantado Zeus por la cabra amaltea de quien hablamos el otro día.
0:02:41 Bueno, estos tipos, Celeo, Lajo, Cervero y Egolio,
0:02:49 tuvieron la idea de entrar a Fana.
0:02:53 Claro, no entrará, pero hay nadie.
0:02:56 Entonces se revistieron con planchas de bronce para protegerse de unas abejas.
0:03:02 Abejas que eran las que en otro tiempo habían suministrado la miel
0:03:07 con la que se había nutrido Zeus.
0:03:11 Llegaron hasta el mismo lugar donde estaba la cuna del dios.
0:03:17 Y en ese momento las láminas de bronce se desprendieron solas de sus cuerpos
0:03:23 y comenzaron a retumbar los truenos de Zeus.
0:03:27 Celeo y sus compañeros temblaban de miedo y pensaron que inmediatamente serían fulminados.
0:03:33 Sin embargo, eso no sucedió.
0:03:37 Los destinos lo impidieron,
0:03:41 objetando que no estaba permitido matar a nadie en un lugar sagrado.
0:03:46 Zeus escuchó a los destinos, pero quiso que los ladrones sorprendidos fueran castigados.
0:03:52 Entonces los transformó, los transformó en aves.
0:03:57 Lajo fue convertido en tordo.
0:04:01 Celeo en corneja,
0:04:05 ególio en quebrantas huesos y cervero
0:04:09 en una especie no identificada que en griego llevaba su mismo nombre, cervero.
0:04:15 Entonces el cervero, por haber salido de la gruta sagrada,
0:04:22 fueron considerados aves de buen agurio.
0:04:26 Recuerda en este momento el episodio de Tántalo,
0:04:32 que también quiso robar a los dioses.
0:04:36 Esto no sabía muy bien lo que iban a panar.
0:04:40 Tántalo le robó, si había hecho amigo de los dioses, amiguete,
0:04:45 y se sentaba a la mesa de los dioses.
0:04:49 ¿Qué se sirve en la mesa de los dioses?
0:04:53 Nectar y ambrosía.
0:04:56 Se cabe a Nectar y se molja ambrosía.
0:05:00 Una especie de aguamiel por un lado y una torta de queso por el otro.
0:05:06 Pero tienen la virtud, esos mancares y esa bebida, de mantenerte siempre joven.
0:05:12 Se afanó Tántalo, el nectar y la ambrosía,
0:05:17 y después los convidó a sus propios amigos.
0:05:21 Esto fue descubierto por los dioses, que lo mandaron famosamente al infierno.
0:05:25 Pero no forma parte de nuestro catálogo de hoy.
0:05:29 Otro ladrón muy astuto fue Caco,
0:05:33 que era un héroe romano que vivía en una gruta de la ventina.
0:05:38 Cierta vez, Heracles regresaba de su expedición
0:05:43 al occidente mediterráneo, conduciendo los huelles
0:05:47 que había sustraído a geriones.
0:05:50 Estaba cansado, Heracles, y dejó pasar a las reses
0:05:54 y se durmió a orillas del tíver.
0:05:59 En ese momento apareció Caco y le afanó cuatro vacas y cuatro huelles.
0:06:03 Y la ocultó en su caverna.
0:06:11 A fin de no dejar huellas, arrastró a los animales por la cola,
0:06:15 llegándolos a caminar hacia atrás, con lo cual las pisadas
0:06:18 parecían dirigirse en sentido contrario a la gruta.
0:06:21 Claro, bueno, esa vigiativa igual.
0:06:24 Cuando Heracles se despertó, se dio cuenta del robo,
0:06:28 y se puso inmediatamente en busca de los animales de su propiedad.
0:06:35 Estuvo a punto de ser engañado por el ardil de Caco,
0:06:39 me refiero a las pisadas invertidas, pero en un momento
0:06:43 cuando los animales se pusieron a mugir dentro de la gruta,
0:06:46 ya se sabe cómo son los animales, que mugen en cualquier falta
0:06:50 y arruinan toda una construcción de mentiras.
0:06:54 Heracles descubrió entonces el lugar y desafió a Caco a luchar.
0:06:59 Pero Caco se encerró en su caverna,
0:07:03 a mantejó cientos de piedras en la puerta,
0:07:07 y desde dentro respondía a las acometidas de Heracles.
0:07:11 Este arrancó de cuajo las peñas,
0:07:14 que formaban parte del techo de la cueva.
0:07:17 Es decir, le sacó el techo a la cueva y mató a Caco sin dilación.
0:07:21 Un ladrón famoso fue Hermes, nada menos que un dios.
0:07:25 Un hijo de Zeus.
0:07:28 Sí, sí. Cuando nació Hermes, en el monte Silene,
0:07:31 su mamá Maya, que se había unido a Zeus,
0:07:35 lo dejó envuelto en pañales sobre unos arbustos.
0:07:39 Era muy diose, pero de lo más roñosos y descuidados.
0:07:45 Tan pronto Maya se distrajo, Hermes, había nacido ese día,
0:07:51 se escapó y fue en busca de aventuras.
0:07:55 Llegó a Piedria, donde Apólo, otro de los dioses,
0:07:58 guardaba su rebaño y se afanó todo el rebaño.
0:08:02 Y se fue cuatrero el día mismo de su nacimiento.
0:08:05 Temiendo que descubrieran sus huellas, que era el temor...
0:08:09 De todos, al menos de todos, los que formaban parte de este catálogo.
0:08:12 No había DNA en esa época.
0:08:14 Temiendo que lo descubrieran a todas las patas de los animales,
0:08:19 unas hierbas que al arrastrar las borraban todo rastro.
0:08:23 Entonces Apólo, desesperado, buscó por todas partes,
0:08:27 pero la treta de Hermes había funcionado a la perfección.
0:08:31 Al final Apólo se había obligado a ofrecer una recompensa
0:08:36 por la captura del ladrón.
0:08:40 Y aparecieron Sileno y sus sátiros ansiosos por obtener el premio.
0:08:46 Y empezaron a caminar en distintas direcciones para ver qué pasaba.
0:08:52 Poco después, un grupo de ellos oyó el sonido de una música...
0:09:01 Una música que nunca había noído hasta entonces.
0:09:05 Salió de una gruta.
0:09:07 Una ninfa llamada Silene le dijo que un niño de extraordinario talento
0:09:12 había nacido allí y que ella lo estaba cuidando.
0:09:16 El bebé no era otro que Hermes,
0:09:19 que había construido con la que se había construido
0:09:24 una música que nunca había noído hasta entonces.
0:09:28 Y había construido con la que aparezca una tortuga
0:09:32 y con tripas de vaca la primera Lira.
0:09:44 Parece guitarra mía.
0:09:47 Los sátiros fueron a ver al niño
0:09:54 y cuando estaba a punto de atraparlo apareció Apólo.
0:09:57 Tomó a Hermes y se lo llevó a lo limpo.
0:10:00 Y así lo acusó formalmente de robo.
0:10:03 Tenía tres días.
0:10:05 Dijo, este desgraciado, dice que se lo...
0:10:10 Apareció Zeus y poco dispuesto a creer que su hijo era un ladrón.
0:10:15 Como todos los padres.
0:10:18 Entonces le dijo de clarate inocente, oh hijo mío.
0:10:22 Sin embargo, Hermes confesó.
0:10:24 Era muy chiquito.
0:10:26 Yo que fácil.
0:10:28 Fue callado, sí.
0:10:30 Entonces regresó al Montes y Lénez con Apólo.
0:10:36 Pero parece que tomó la Lira y tocó con ella una tonada.
0:10:54 Guitarra tuya.
0:10:56 Apólo le gustó.
0:10:58 A Apólo le gustó la tonada
0:11:02 y lo perdonó inmediatamente.
0:11:04 Cuando ustedes descien ser perdonados inmediatamente,
0:11:07 muy sencillo.
0:11:17 Tan complacido estaba Apólo,
0:11:21 que le pidió a Hermes
0:11:23 cambiarle su Lira por todo el ganado.
0:11:26 Quedate con el ganado
0:11:28 y dame la Lira.
0:11:30 Y eso fue lo que se hizo.
0:11:32 Desde entonces Apólo se convirtió en el mejor tañedor de Lira.
0:11:42 Zeus advirtió a Hermes
0:11:45 que en adelante debía respetar los derechos de propiedad
0:11:48 y obtenerse de cilmentiras completas.
0:11:50 Este agregado, la fábula,
0:11:53 es evidentemente un anexo sugerido por el comisar.
0:12:01 Cualquier poeta aficionado se la cuenta.
0:12:03 ¿Qué necesidad había?
0:12:05 Ya se había terminado.
0:12:07 Lo perdonó.
0:12:13 Además, como sabe cualquiera que haya vivido en Grecia
0:12:15 en esa época como nosotros,
0:12:17 tiempo después el mismo cegulo
0:12:19 para que Hermes que le haga gambas para afalarle la vida a Fitrión.
0:12:24 Y pronto lo lucharía.
0:12:26 Haciendose el homogarito fue regregado.
0:12:28 La semana pasada, además, por el día.
0:12:30 Sí, por Filmos.
0:12:32 Quiere democratizar la justicia.
0:12:40 dejaremos esto,
0:12:42 daremos por bueno este final
0:12:44 y pasaremos a otro ladrón.
0:12:48 De esta manera que lo voy a saltear.
0:12:50 Y a este sí me gusta.
0:12:56 Mejor dicho,
0:12:58 serie de bandidos.
0:13:00 Los bandidos que se interpusieron
0:13:02 en el camino de Tecio
0:13:04 cuando, desde Tresen,
0:13:06 se dirigía a Atenas.
0:13:08 Hubo varios.
0:13:10 Pero empecemos con Sinis,
0:13:12 con ese.
0:13:14 Era hijo de Posidón
0:13:16 y era un gigante
0:13:18 dotado de una fuerza extraordinaria.
0:13:20 Lo llamaban
0:13:22 el doblador de Pinos.
0:13:26 Qué cabía.
0:13:28 Porque tenía la costumbre de doblar los Pinos.
0:13:30 Caramba, qué consecuente.
0:13:32 Pero aquí
0:13:34 el asunto se torna siniestro.
0:13:38 Ataba previamente a un hombre.
0:13:40 Que era realmente una de sus víctimas.
0:13:42 Venía un tipo, lo desvarejaba
0:13:45 y después, para divertirse, lo ataba un Pino.
0:13:47 Lo doblaba el Pino.
0:13:49 Entonces se doblaba el Pino
0:13:51 y lo soltaba de golpe.
0:13:53 Una catapulta.
0:13:55 El tipo se haría despedido.
0:13:57 Realmente caía en el mar
0:13:59 o en casa, vecinas.
0:14:01 O vaya a ser de donde.
0:14:03 Qué re que te suene.
0:14:07 A veces incluso obligaba los viajeros
0:14:09 a doblar el Pino con él.
0:14:11 Y después, una vez doblado el Pino,
0:14:13 lo ataba allí, lo llegaba a perrarse al Pino
0:14:15 y ahí salía el tipo.
0:14:17 Como escupida de músicos.
0:14:21 Ahí termina la historia.
0:14:23 Teceo venció a todos ellos.
0:14:27 Otro era Esigón.
0:14:29 Vivía en Megara,
0:14:31 en un lugar llamado Rocas Esigonias.
0:14:33 Por donde pasaba
0:14:35 el camino que bordaba la costa.
0:14:37 Que fue el que tomó.
0:14:39 Teceo.
0:14:41 Y ahí fue el pico de Iren Barco.
0:14:45 Este muchacho, Esigón,
0:14:47 asaltaba a los viajeros
0:14:49 y lo obligaba a que le lavaran las patas.
0:14:51 Me encantó este bandido.
0:14:53 Costumbre que los ladrones han perdido.
0:14:57 Es el buen ladróleo.
0:14:59 Sí, solamente realizan la mitad
0:15:01 de este protocolo.
0:15:03 Se afanan, pero luego no te obligan.
0:15:05 Es una mejora.
0:15:09 Lo han reducido a la mitad.
0:15:11 Podrían haberse limitado a hacer
0:15:13 de seclavar los pies.
0:15:17 Pero este tipo
0:15:19 hacían más cosas.
0:15:21 Te choría a veces,
0:15:23 y te obligaba a que le lavaran las piernas.
0:15:25 Pero durante la operación,
0:15:27 sin dejar que terminaran,
0:15:29 los precipitaba al mar.
0:15:31 Y así una enorme tortuga
0:15:33 los esperaba para devorarlos.
0:15:35 En ese sentido,
0:15:37 no se sabe, no se sabe.
0:15:39 No es nuestra capacidad metafórica
0:15:41 tan tan fuerte todavía.
0:15:43 Por último,
0:15:45 nombremos a perifetes.
0:15:47 Usted se preguntará,
0:15:49 ¿qué perifete?
0:15:51 Bueno, era un salteador de caminos
0:15:53 y no se ha hecho nada.
0:15:55 No se ha hecho nada.
0:15:57 No se ha hecho nada.
0:15:59 No se ha hecho nada.
0:16:05 Un salteador de caminos,
0:16:07 a quien también mató teceo,
0:16:09 vivía en Epidauro
0:16:11 y como tenía débiles las piernas,
0:16:13 se sostenía en una muleta de bronce.
0:16:15 Algunos dicen
0:16:17 que en realidad se apoyaban
0:16:19 un gran martillo de bronce.
0:16:21 Sea como fuere
0:16:23 con el martillo
0:16:25 que finalmente
0:16:27 ahora resulta indispensable.
0:16:29 Perifetes derribaba a los viajeros
0:16:31 que pasaban a su alcance
0:16:33 y le quitaba sus pertenencias.
0:16:35 Cuando teceo lo mató,
0:16:37 el mismo teceo se quedó
0:16:39 con la masa, con el martillo
0:16:41 o con la muleta.
0:16:43 A mí igual el que más me gusta
0:16:45 no está en esta lista.
0:16:47 ¿Cuál es su favorito?
0:16:49 El lecho fatal del finado progusto.
0:16:51 Progusto también estaba...
0:16:53 Ese era un camino fantástico,
0:16:55 parecía un parque de duraciones de la maldad.
0:16:57 Ese era un parque de duraciones de la maldad.
0:16:59 Ese era un parque de duraciones de la maldad.
0:17:01 Terminabas de pasar junto a uno.
0:17:03 Terminabas de arrojarte
0:17:05 con un pino doblado
0:17:07 a forma de catapulta
0:17:09 y te abarajaba del otro, le lavaba las patas.
0:17:11 Hasta la cortuga que te llevaba.
0:17:13 Progusto tenía un lecho
0:17:15 llamado
0:17:17 el lecho de progusto.
0:17:21 obligaba
0:17:23 a los caminantes
0:17:25 a acostarse en ese lecho.
0:17:27 Si el
0:17:29 caminante era...
0:17:31 de estatura pequeña
0:17:33 y sobraba el lecho
0:17:35 entonces progusto estiraba
0:17:37 a este señor
0:17:39 para que se adaptara
0:17:41 a las medidas de este lecho.
0:17:43 Unos estiramentos tan crueles
0:17:45 que generalmente te movían.
0:17:47 Te coyuntaban al tipo, claro.
0:17:49 Especialmente si la diferencia
0:17:51 entre tu estatura
0:17:53 y el largo del lecho era grande.
0:17:55 Por ahí un centímetro te la aguantabas.
0:17:57 Si, pero no hay nunca un centímetro.
0:17:59 Sin embargo, había gente alta,
0:18:01 muy alta
0:18:03 a la que le sobraba
0:18:05 esta estatura.
0:18:07 Bueno, a esos
0:18:09 les cortaba el sobrante
0:18:11 con un simpático serrucho.
0:18:13 Ese era progusto.
0:18:15 El lecho de progusto era ese.
0:18:17 No sé por qué le cae.
0:18:19 El lecho de progusto también
0:18:21 ha servido como cantera
0:18:23 de metáforas.
0:18:25 No sé si la conozco o se me ocurre.
0:18:33 El lecho de progusto es también
0:18:35 metáfora
0:18:39 de un pensamiento demasiado rígido.
0:18:41 En el cual nada encaja.
0:18:43 En el cual nada encaja, o peor todavía.
0:18:45 En el cual se pretende hacer encajar
0:18:47 con justeza
0:18:49 cosas que son de bien distinta talla.
0:18:51 Entonces, como quien recorta
0:18:53 con una tijera
0:18:55 el pedazo
0:18:57 de abrigo
0:18:59 que quedó fuera de la balija,
0:19:01 así cortamos el pedazo de pie
0:19:03 del señor que quedó
0:19:05 demasiado largo, o así estiramos
0:19:07 al que quedó corto, o así amaneamos
0:19:09 la doctrina
0:19:11 que viene a hacer demostración
0:19:13 de nuestro pensamiento
0:19:15 para que se adapte exactamente
0:19:17 a él.
0:19:19 A ese vicio de pensamiento
0:19:21 que se lo combate diciendo.
0:19:23 Pero sus argumentos son
0:19:25 como el querido señor
0:19:27 como un lecho de progusto.
0:19:31 Esa invectiva puede ser
0:19:33 reemplazada por otras tales como
0:19:35 imbécil, melón,
0:19:37 mamerto,
0:19:39 otras cosas menos complejas, pero más televisivas.
0:19:43 Y todos uno podría pensar
0:19:45 aprovechando esta metáfora del lecho de progusto
0:19:47 que durante ciertas
0:19:49 épocas, en cualquier región del mundo,
0:19:51 la ley penal,
0:19:53 la justicia, ha sido un lecho de progusto
0:19:55 en el que no se podía ajustar
0:19:57 en realidad ninguna otra cosa
0:19:59 que no fuese el capricho del gobernante.
0:20:01 Comengamos Alejandro que la ley
0:20:03 en general, históricamente,
0:20:05 se ha hecho a voluntad y elección
0:20:07 de aquel que manda, el que tiene el poder
0:20:09 es el que determina qué cosa está bien
0:20:11 y qué cosa está mal. Pero
0:20:13 en este punto específico de los ladrones
0:20:15 que usted ha mencionado hoy, quizás
0:20:17 tengamos que volver al comienzo del programa
0:20:19 una vez más, porque lo que marca el problema
0:20:21 es la propiedad privada.
0:20:23 Así donde no hay propiedad privada, difícilmente
0:20:25 alguien puede arrogar el derecho de decir
0:20:27 bueno, esto era mío y aquel me lo sacó.
0:20:31 ni siquiera si se agota la cosa.
0:20:33 Hemos visto que además esa especie de sentencia
0:20:35 de Zeus es inadmisible.
0:20:37 Además, siendo uno Dios y el otro mortal
0:20:39 ¿qué tribuna lo podría juzgar?
0:20:41 Seguramente aquel mismo que no lograba
0:20:43 establecer ley alguna en una caverna.
0:20:45 Una caverna donde reina un territorio sagrado
0:20:47 no sólo
0:20:49 no admite robo alguno por su condición
0:20:51 sino que tampoco admite castigo alguno.
0:20:53 No admite la ley.
0:20:55 Lo que lo admite es la ley. Está por fuera
0:20:57 de la ley. Lo que es sagrado
0:20:59 está por fuera de la ley.
0:21:01 Y si uno
0:21:03 se abroga
0:21:05 la posibilidad
0:21:07 o el derecho
0:21:09 de decidir qué territorio
0:21:11 son sagrados, es uno entonces
0:21:13 el que está por fuera de la ley.
0:21:15 Por encima de la ley.
0:21:17 Y esto es bueno de recordar
0:21:19 sobre todo porque una cosa que no aparece
0:21:21 ninguno de estos personajes.
0:21:23 De hecho vemos que los que van a la primera caverna
0:21:25 ni siquiera sabía que iban a robar.
0:21:27 Sabían que había algo valioso.
0:21:29 Que sé que no sabía era yo.
0:21:31 Pero todos hemos...
0:21:33 ¿qué hace uno con la miel, la leche?
0:21:35 Después como la comercialización no había ambición.
0:21:37 No había esa especie de
0:21:39 deseo desenfrenado de acumular riquezas.
0:21:41 Casi ninguno de ellos.
0:21:43 Y por otro parte los castigos también
0:21:45 eran desmesurados.
0:21:47 Pero ahí hemos aprendido con la evolución
0:21:49 del accidente o de la humanidad.
0:21:51 Y esto es evolución que
0:21:53 ese grado de robo aquí es donde la ambición
0:21:55 es lo que más, digamos,
0:21:57 motiva el latrosiño.
0:21:59 No solo, no es delito.
0:22:01 No hay castigo alguno para quien tiene
0:22:03 mucha ambición más. Y en nombre
0:22:05 de las leyes del mercado. Por ejemplo
0:22:07 se permite depredar a diez, tres siniestras.
0:22:09 Para ese tipo de robo, no hay ninguna ley
0:22:11 que pueda establecerse.
0:22:13 Porque una vez más hemos aprendido que
0:22:15 a quien tiene dinero, difícilmente
0:22:17 funciona ante la ley igual que el que es pobre.
0:22:19 Y para el colmo de males, ya que seguimos avanzando
0:22:21 hay otro tipo de robo
0:22:23 que uno ni siquiera puede denunciar.
0:22:25 ¿Qué pasa con quien le roba uno la ilusión?
0:22:27 ¿Con quien le roba uno la alegría de estar
0:22:29 al lado de uno y se las toma, por ejemplo?
0:22:31 ¿O quien le roba uno,
0:22:33 no sé, el final de un chiste
0:22:35 en un escenario?
0:22:37 Debería haber un tribunal
0:22:39 los tribulos que juegan con castigos
0:22:41 igualmente
0:22:43 alegóricos.
0:22:45 Porque si hubiera
0:22:47 una justicia permanente
0:22:49 sabíamos que todos los relatos
0:22:51 del tipo que es delinque
0:22:53 tendría que hacerlos simple, lisa y llanamente
0:22:55 desde la cana.
0:22:57 Y desde la cana se llama la obra musical
0:22:59 que escucharemos ahora en la voz
0:23:01 de Edmundo Rivero. Adelante.
0:23:37 Un limpio algoruta
0:23:39 que lo había castado la llunta
0:23:41 elaborando en sus siete.
0:23:45 Oactile algrones perocas
0:23:47 que quema el bobo en el pío
0:23:49 junto con el sal
0:23:51 subida en piedrada
0:23:53 y la marroca.
0:23:55 Que reduzca, aunque sea poca
0:23:57 la amenaje del bulín,
0:23:59 mi estavo de marrojín, las piches
0:24:01 y las catreras, y vos
0:24:03 y Antá de la Vera
0:24:05 con la mina de Pachín.
0:24:07 Si me sale bien
0:24:09 el tiro
0:24:11 y sobre ser magistrado
0:24:13 creo se ve
0:24:15 jubilado de circular
0:24:17 en el giro
0:24:19 es por eso que
0:24:21 mentiro en la cuestión
0:24:23 del subario
0:24:25 vaqueros al secretario
0:24:27 con trabajés, con cautela
0:24:29 y quien te dice
0:24:31 chegrela de me limpio
0:24:33 un tiempo rotario
0:24:39 En fin
0:24:41 estoy en gallola
0:24:43 sin faso mal empichado
0:24:45 del celador marmilao
0:24:47 por carencia de chirola
0:24:49 traime si es que me da bola
0:24:51 si quiero un goman, mi chita
0:24:53 no faltece la visita
0:24:55 y acordate de este cosa
0:24:57 que aunque chorro
0:24:59 y ronfañoso
0:25:01 me daba a llamarte
0:25:03 Grelita
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