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22 de Noviembre de 2004

Las ambiciones de Carolina

Transcripción automática

0:00:00 Las ambiciones de Carolina Mirá. Vamos a ubicarnos en Francia, Napoleón era el emperador.
0:00:09 En el año 1606, Napoleón otorgó el reino de Holanda a su hermano Luis.
0:00:16 Carolina, también hermana del emperador, tuvo un violento ataque de celos que la enfermó y la obligó a guardar cama.
0:00:26 Para calmarla, Napoleón se dio a Carolina que estaba casada con uno de sus generales, Joaquín Mirá.
0:00:35 Concedió, digo, a Carolina los grandes educados de Berge y Plerz. Pero Carolina se indignó todavía más.
0:00:44 Ella quería ser reina, recibir los homenajes de algún pueblo, elegir a sus amantes con órdenes y utilizar en su progreso el tesoro del Estado que le tocará suerte.
0:00:58 A principios de 1807, una noticia falsa le dio a Carolina una idea.
0:01:04 Corrió el rumor de que Napoleón había sido herido en Batalla.
0:01:08 Carolina se preguntó de qué modo ya podía suceder a Napoleón si finalmente resultaba muerto en el frente.
0:01:16 Y lo que había que José, que Luis, José de la Trombada, donde me lo pese.
0:01:21 José, Luis y los herederos ya estaban designados por Napoleón, tenían sus reyes y los etc.
0:01:28 Pero debía existir un modo de apoderarse de la corona sin seguir la línea legal que había establecido Napoleón.
0:01:38 Dice el cronista que Carolina le dio algunos libros de historia y llegó a la siguiente conclusión.
0:01:44 El único modo de hacerse de un imperio sin respetar la sucesión era dando un golpe de estado.
0:01:50 Entonces lo planeó.
0:01:52 Para transformar necesitaba asegurarse la colaboración de Juno, que era por entonces gobernador de París,
0:02:00 y un estrés o colaborador de Napoleón desde hacía mucho ya.
0:02:04 Carolina asegura de su atractivo índico al dino a su palacio.
0:02:09 ¿Cuál era la idea? Bueno, se lucía al dino hoy en el caso de muerte de Napoleón en el frente.
0:02:15 Tenía nada menos que al cierto de la gobernación de París de su lado, hacía muy buen chince,
0:02:21 y nos quedábamos con la sucesión. Dice la crónica.
0:02:27 Lo invitó a su no, la misma, ¿no?
0:02:30 Lo impresionó y se con un escote que pareció un escaparate.
0:02:34 Su burto estaba expuesto como sobre un plato.
0:02:40 Hizo en rogestina Juno con unas miradas inmodestas, que son las que más me gustan.
0:02:46 Y lo arrastró finalmente hasta un lecho.
0:02:49 Juno, que estaba lejos de sospechar el plan de Carolina, se puso muy contento.
0:02:55 Él le decía todo el tiempo que era un amante maravilloso,
0:02:59 y que volviera a verla cuando lo deseara.
0:03:02 Juno se fue y regresó a las dos horas.
0:03:10 Pero sucede que otra mujer había tenido la misma idea que Carolina.
0:03:15 Y esa mujer era nada menos que la esposa del emperador, José Fina,
0:03:19 y ya no andaba bien con Napoleón, y no pensaba que podía ser repudiada en cualquier momento.
0:03:26 José Fina había imaginado que su sector de Napoleón, si me pasaba algo,
0:03:31 debía ser su hijo de Eugenio, no le dijo Napoleón.
0:03:34 El hijo de Eugenio se había tenido con un matrimonio anterior al de Napoleón,
0:03:39 el problema que el amigo Juan Juan.
0:03:42 Para tener esto en esa operación, José Fina también pensó en ganarse la colaboración de Gilo.
0:03:48 Aclaremos que, en tanto de la gobernador de París,
0:03:52 el amigo Gilo tenía su disposición de una guarnición muy importante.
0:03:58 José Fina lo invitó a cenar y le expuso con toda tranquilidad su proyecto.
0:04:03 Pero, si equivocó, Gilo sentía por Napoleón una auténtica adoración.
0:04:08 Sobre saltado le dijo a José Fina que el orden su tesorio ya había sido determinado
0:04:14 y se las tomó enojado.
0:04:16 José Fina, rechazada en sus ambiciones, no lo molestó más.
0:04:20 Después de que se des una frustrada, Gilo, escandalizado,
0:04:24 corrió junto a su nuevo amante Carolina y le contó todo.
0:04:28 Mirá vos lo que me dijo esta, ¿no?
0:04:33 Carolina se enteró entonces de dos cosas, que tenía un rival
0:04:36 y que Gilo sería difícil de convencer para llevar adelante su plan.
0:04:41 De todo modo, siguió amándolo para ganarse su corazón
0:04:45 y patinarlo a dos siglos en el momento indicado.
0:04:48 Los encuentros entre Carolina y Gilo fueron cada vez más frecuentes.
0:04:52 Todas las noches, el gobernador salía en su espacio
0:04:55 y llegaba a los aposentos de Carolina que lo esperaba con unos trajes escalofriándoles.
0:05:02 Ella le preguntaba con falsa angustia si se habían recibido noticias en Napoleón
0:05:07 y Gilo, creciendo reconfortarla, se apresuraba a comunicarle
0:05:11 los mensajes victoriosos que habían creado hasta sus manos.
0:05:14 Entonces Carolina se supiraba con toda hipocresía.
0:05:17 El caso que Gilo terminó por enamorarse locamente de Carolina
0:05:22 y, ya que lo sabía, estaba a punto de contarle
0:05:26 cuáles eran sus planos verdaderos cuando algo vino a frustrarlo todo.
0:05:31 Los amoridos entre Gilo y Carolina fueron conocidos por muchos personajes de la corte
0:05:37 y las noticias llegaron a Napoleón, que estaba de campaña en Pilski,
0:05:41 por entonces de una región de Prusia oriental, que después perteneció a Rusia.
0:05:46 Napoleón se indignó.
0:05:49 Le resultó intolerable la conducta de su hermana.
0:05:54 En realidad no sabía lo que Carolina estaba tramando.
0:05:58 Le molestaba que su hermana tuviera con tipos,
0:06:01 que esos tipos fueran mariscales como Gilo.
0:06:06 Se nos coja una hermana por Libiana.
0:06:10 No vio ninguna cosa política.
0:06:13 Se nos coja uno con la hermana cuando andaba con muchos cintos, un medio fácil.
0:06:21 Finalmente Napoleón llegó a París y le reprochó a su hermana
0:06:24 esta conducta con los términos más vulgares.
0:06:28 Carolina dejó pasar en estallidos hermanos,
0:06:32 se mostró dulce, cariñosa,
0:06:34 y conociendo a Napoleón le explicó con su puesta franqueza
0:06:38 que había llevado Ginoa a la cama por motivos humanitarios.
0:06:42 Le dijo que el gobernador se quejaba con tristeza de no poder amar más
0:06:47 y que ella había sentido piedad.
0:06:51 Y Napoleón se lo crió.
0:06:54 Quedó estupefato y maravillado al mismo tiempo.
0:06:59 desde aquel día concilió la más alta idea de la capacidad solidaria de su hermana
0:07:04 y la felicitó por ayudar a un amigo.
0:07:08 Carolina salió intembre como hemos visto, es decir, justicia.
0:07:13 Pero Gino no.
0:07:15 Para que estos amores no continuaran,
0:07:17 Napoleón lo convocó y lo mandó a dirigir operaciones militares en Portugal,
0:07:22 que era un destino horroroso.
0:07:24 Gino aceptó la suerte en el sugero y abandonó París el 21 de agosto de 1807.
0:07:30 Carolina no renunció a sus ambiciones.
0:07:33 Poco después buscó otro amante poderoso que la ayudara,
0:07:36 miró a unos funcionarios austríacos, pero esa es la historia.
0:07:41 La historia del Gino también no hay, cuando Napoleón se enteró.
0:07:46 ¿A quién quiere dedicar esta constiración?
0:07:51 Como al paso atrás tuvo Gino en la cama.
0:07:55 Gino tuvo el piso hoyo, pero...
0:08:01 Gino porque no gusta las personas leales.
0:08:05 Me parece que fue leal a un amigo, y eso fue valorable.
0:08:09 A José Tila que se retiró, admitiendo una derrota tranquilamente.
0:08:14 ¿Y a las mujeres y a los que están, Alejandro?
0:08:17 Claro, a las mujeres que por lástima le considera uno el privilégio a ese su amante.
0:08:23 Yo que llegaba no he conocido otra clase de mujer.
0:08:31 Gracias a la piedad de Mélvina, he anotado algunos días de inmensa felicidad,
0:08:40 que si fuera por otras virtudes, por ejemplo, el buen gusto, no hubiera podido disfrutar.
0:08:48 Espero que siga prevaleciendo la piedad sobre los otros sentimientos.
0:08:55 Hemos ido a la discoteca, le escuchamos al discoteca de un asunto,
0:09:01 y nos dio el tango de retinja, que si tenés el retin de sermina de gran brillo,
0:09:08 ese no es el tango de retin, pero usa la palabra de retin,
0:09:12 que quiere decir un deseo desmesurado, un capricho,
0:09:19 una especie de desmesura de lo que uno pretende.
0:09:24 Ese es un buen retin.
0:09:27 Y efectivamente, Carolina tenía el retin de sermina.
0:09:33 Escucharemos la versión que este bellísimo tango ha hecho Astor Piazzolla
0:09:40 con el quintet, ese es el quintet con el tango.
0:09:45 Creo. No, no es el quintet con el tango.
0:09:49 Aquí está el brazo malo y sin guitarra, chicho de gás, es clásico, con trabajista,
0:09:55 y Astor, sin un modo más duro y violín, y Jaime Gossis, el piano.
0:10:00 He tenido el gusto de tratarlo, Jaime Gossis, una persona muy sencilla y muy especial,
0:10:10 y al sentarse al piano se transformaba en una.
0:10:15 Escucharemos, entonces, Astor Piazzolla con su quintet en el tango de retin.
0:10:30 Escucharemos la versión que este bellísimo tango ha hecho Astor Piazzolla.
0:11:00 Escucharemos la versión que este bellísimo tango ha hecho Astor Piazzolla.
0:11:30 Escucharemos la versión que este bellísimo tango ha hecho Astor Piazzolla.

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