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30 de Septiembre de 2008

las campanas

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos hoy de las campanas.
0:00:03 No se sabe quién inventó las campanas.
0:00:07 Tampoco hay mitos
0:00:10 que se ocupen de esta invención.
0:00:12 Se sabe por su aparición arqueológica y por su
0:00:17 presencia en algunos escritos
0:00:19 que ya en la China había campanas
0:00:22 allá por el 2000 a.C.
0:00:24 en tiempos de la
0:00:26 casi mítica dinastía Sia.
0:00:32 Pero los testimonios
0:00:34 que puede haber sobre la China en esa época son más bien dudosos.
0:00:38 Algunos siglos más tarde existieron en el Egipto, en la India, en Grecia y en Roma.
0:00:43 Desde los primeros tiempos las campanas se usaron naturalmente para la
0:00:47 comunicación, para que otra cosa la va a usar.
0:00:50 Para cortar tapa empanada.
0:00:55 Pero también como objetos rituales
0:00:58 o amuletos mágicos protectores.
0:01:01 Fundamentalmente servían para ausentar malos espíritus.
0:01:05 Ustedes colgaban las campanas
0:01:09 en la puerta de la casa que se agitaban
0:01:13 no es que sirvieran para advertir que llegaban visitas como ahora,
0:01:18 sino para ausentar a los malos espíritus.
0:01:20 El uso de las campanas en las iglesias se extendió en Europa
0:01:25 durante largísimo tiempo.
0:01:27 Las campanas parecen que llegaron desde Vicencio.
0:01:30 Las primeras de Europa occidental
0:01:33 se fabricaban en la región italiana de Campania
0:01:37 y de ahí su nombre,
0:01:39 Barton,
0:01:40 a nombre, de ahí el nombre de las campanas.
0:01:44 La costumbre de colocar varias campanas afinadas en una torre
0:01:48 apareció relativamente tarde en el siglo XIII en el norte de Europa.
0:01:53 Antes te conformaba con una campana sola afinada de cualquier manera
0:01:57 talantalan y chao.
0:01:59 En la edad media existía la siguiente costumbre.
0:02:02 De acuerdo con determinadas reglas, se hacían sonar las campanas
0:02:06 cuando un señor se moría.
0:02:09 He escuchado un tipo talano.
0:02:11 Pero en Inglaterra surgió la costumbre
0:02:14 de hacerla sonar también durante la agonía de un señor.
0:02:19 Esto tenía dos propósitos.
0:02:21 El primero, que todos dejeran al oír las campanas,
0:02:24 de alguna palabra o algún reso por el alma del que se las estaba tomando.
0:02:30 El segundo, era otra vez para abusentar los malos espíritus,
0:02:34 porque parece que estos tenían la costumbre de ponerse al pie de la cama del agonizante
0:02:40 listos para importunar al recién finado.
0:02:44 Al hacer sonar las campanas, como bien sabemos,
0:02:47 los demonios permanecían lejos
0:02:49 y las almas, entonces, salían al galope del cuerpo y ganaban sin obstáculos el cielo.
0:02:57 Pues llegaba el caso, el infierno.
0:02:59 Semejante creencia causó algunos problemas.
0:03:03 Parece que en la iglesia empezaron a cobrar para hacer sonar las campanas.
0:03:08 ¿Crees que te abusentemos los malos espíritus?
0:03:10 Doluca.
0:03:13 En el año 1216 se creyó inminente la muerte del rey Juan,
0:03:18 el hermano de Ricardo, el rey Juan Cintiérra,
0:03:22 que venía a medio maltrecho, medio fulero por las guerras y los excesos.
0:03:28 Los ingleses hicieron entonces sonar campanas por todo el rey,
0:03:33 para que el alma del rey Juan tuviera una salida digna,
0:03:36 pero aquel rey tenía muchos enemigos.
0:03:40 Juan había perdido territorios conquistados en Francia,
0:03:43 entonces los enemigos del rey se trabaron en lucha con los que los defendían
0:03:48 y para detener el sonido de las campanas.
0:03:54 Querían que se fuera el infierno, los enemigos políticos del rey.
0:03:57 Bueno, en aquella disputa alrededor de los campanarios murieron 200 personas
0:04:02 en los líos que se armaban para ver si tocábamos o no tocábamos la campana
0:04:10 en la agonía del rey Juan.
0:04:12 El caso es que algunas campanas sonaron, otras fueron detenidas.
0:04:16 Lo que no sabemos es qué pasó finalmente con el alma de Juan,
0:04:19 que murió nomás en aquel año.
0:04:22 Otro asunto tuvo lugar en España, en el reino de Aragón.
0:04:27 Ramiro II gobernó entre 1134 y 1137 y cuenta la crónica
0:04:32 que lo rodeaba un grupo de nobles poco dóxiles,
0:04:35 como casi todos los varones de aquella época,
0:04:39 nobles que pidieron algunas posesiones para secundar, para seguirlo,
0:04:45 para ser fieles a Ramiro.
0:04:48 Y Ramiro fingió aceptar aquellas imposiciones.
0:04:51 Les entregó algunos castillos y fortalezas.
0:04:54 Los nobles entonces empezaron a creerse más importantes que el propio rey.
0:04:59 Ramiro II, un poco desplazado finalmente,
0:05:03 esperó el momento propicio para vengarse.
0:05:07 Un día reunió a todos los nobles y les dijo que pensaba ser una gran campana,
0:05:13 pues yo sonido llegaría hasta el rincón más lejano del reino.
0:05:19 La crónica dice que todos rieron a lo ir aquellas palabras.
0:05:23 ¡Jaja da jaja!
0:05:26 Pensaron que era una expresión de debilidad y de fantasía.
0:05:30 Pero un día Ramiro volvió a llamar a los nobles más turbulentos.
0:05:35 Con engaños los hizo pasar a una cripta, donde un neato les cortó la cabeza todo.
0:05:41 Un plan muy sencillo.
0:05:44 Y con cada una de esas cabezas Ramiro hizo badajos para probar el sonido de su campana.
0:05:52 Y dicen que quedó finalmente como badajo oficial por su gran sonoridad,
0:05:59 la cabeza del obispo de la diócesis de Aragón.
0:06:05 Unas siglos más tarde hubo otro problema con las campanas, esta vez en Roma.
0:06:11 La embajada de España ante el Vaticano estaba en la que es conocida hoy como Plaza de España.
0:06:18 Es un lugar lindicio, una escalera.
0:06:23 Hasta fines del siglo XVIII toda la plaza y las áreas limítrofes estaban bajo jurisdicción española.
0:06:32 La corona espalhola se hizo de ese lugar en 1647 y mudó allí a sus embajadores.
0:06:39 Las relaciones entre los embajadores de España y los papas fueron buenas,
0:06:45 hasta que llegó como embajador el conde de Olivares, que era medio compadrón el tiempo.
0:06:51 Tenía una extraña costumbre. Convocaba a la servidumbre con la campana del palacio,
0:06:58 en vez de llamar al mosaico con un chistido o con una campanita chiquita,
0:07:03 el tipo hacía de amargo en la campana del palacio, se enteraba todo Roma,
0:07:11 temblaba Roma cada vez que el tipo necesitaba cualquier cosa.
0:07:15 Y bueno, el papa se indignó porque además parece que el conde de Olivares tocaba la campana a cualquier hora.
0:07:21 A las tres de la mañana se le ocurría cualquier cosa y...
0:07:24 Y entonces le dijo que sonar las campanas era un privilegio reservado a pocas órdenes religiosas
0:07:33 y al propio papa y prohibió que tocaran la campana. El conde apeló a la benevolencia para que a España
0:07:41 se le otorgase también aquel privilegio, pero el papa se negó. Entonces el conde hoy deseó pero se vengó.
0:07:48 En el patio del palacio instaló un cañón y cada vez que quería llamar al sirviente empezaba a los cañones.
0:07:59 De modo especial cuando eran muchos los sirvientes que convocaba.
0:08:04 Entonces el papa volvió a llamar al embajador, imagínense, y por el bien de la paz municipal y europea
0:08:12 le concedió al embajador español eso lémbro y privilegio de la campana prerrogativa que aún conserva el palacio de la embajada del palacio.
0:08:22 Puede tocar la campana para llamar al sirviente.
0:08:26 ¿De gusto?
0:08:28 Bueno, ¿de gusto eran estas historias de si campanas muchísimo?
0:08:32 Y ser ese campanario porque hay una iglesia ahí, ¿no? En esa zona.
0:08:39 No sé si ese es el...
0:08:41 ¿Vio cómo es?
0:08:43 ¿Una de postal? ¿Hay un campanario de quizás sea ese?
0:08:47 Me gustaron las dos últimas historias quizás un poco más.
0:08:51 La antiguima, el de la que le cortaba las cabezas.
0:08:56 Es una linda historia.
0:08:59 Lástima que terminó rápidamente.
0:09:02 ¿Dedicamos estas historias a Pichicampana?
0:09:05 A Pichi.
0:09:07 No, a la cuasi modo el que dos otros, ¿de acuerdo?
0:09:10 Tocaba las campanas desde arriba, sin soga.
0:09:12 Al amigo Hemingway también, ¿no?
0:09:15 La palabra campana pasó a designar también a la persona que en los latrosiños se queda afuera para avisar si viene la policía.
0:09:26 Y de allí el estupendo verbo campanear, que es también vigilar, mirar con atención.
0:09:34 Campanear.
0:09:36 Campanear en realidad originalmente es ponerse en la puerta mientras afanamos y gritar si viene la cama.
0:09:45 Hay otra institución campanera que también...
0:09:50 ahora en desuso ya que no hay más trambías, pero la campanita era propia de la trambía.
0:09:58 Era propia de la trambía.
0:10:00 Para bajar tenía que tocar la campana.
0:10:02 Pero además siempre el trambía venía con un poco de campana en su boato.
0:10:08 Por más parte del boato trambiario, el sonido de la campana.
0:10:14 Le hemos dicho estas últimas palabras al discotecario y aprovechó este para amueblar esta charla con un tango que llama Talan-Talan.
0:10:26 Tengo que haber perdido también vigencia de dar a la total ausencia de trambías.
0:10:31 Claro, en la capital.
0:10:33 Hay trambías sin embargo, está el trambía histórico.
0:10:36 Sí, el de caballito, el histórico y el turístico.
0:10:39 Sí, está el premetro que de algún modo es un tranguay.
0:10:42 Pero, y hay otro no importa o madero.
0:10:47 Ah, y sí.
0:10:49 Pero el premetro que tiene la intención de ser metro alguna vez.
0:10:52 Sí, es un metro afuera.
0:10:54 Es un metro que lo sacaron para afueras.
0:10:57 Sí, lo echaron.
0:10:59 En París hay muchos tramos del metro que salen a la superficie, con gran estupor de las personas.
0:11:07 Y el POS Metro, que sería algo...
0:11:10 El POS Metro ya es mucho más profundo.
0:11:13 Casi el centro de la tierra.
0:11:15 Casi de infernales.
0:11:17 Igual a aquellos que quieran ver un trambía histórico, ahí en primera junta, todos los aos y todos los domingos,
0:11:22 hay un pequeño...
0:11:24 Sí, un poco...
0:11:26 Me he ruido a Davia, me he ruido a Mítre.
0:11:28 Sí, son, creo que, 20 metros.
0:11:34 Pero bueno, vale la pena igual, ¿no?
0:11:36 Bueno, escuchemos entonces este tango que se llama Talantalan,
0:11:40 en la interpretación onomatopésica de Jorge Vial.
0:11:53 Talantalan, Talantalan,
0:11:57 pasa el gran vía por Tucumán.
0:12:01 Prensa nación y Argentina,
0:12:05 gritan los chicos de esquinesquinas.
0:12:09 Rangue manana, toras nueve veras,
0:12:13 no pierden tanto en la venera.
0:12:16 Detrás del puerto, si eso maldilla,
0:12:20 se van los pobres a meravacar,
0:12:23 y acá se vuelven los caraberras,
0:12:27 y mi donguera a descansar.
0:12:32 Talantalan, Talantalan,
0:12:36 sigue el trambía por Tucumán.
0:12:40 De la copla de un banco,
0:12:43 muy pensativo viaja a Longuán.
0:12:47 Un viejo crioso que hace 30 años,
0:12:51 en las estivas de Ganerjá.
0:12:55 Está muy triste este día que el día,
0:12:58 es que soy tan mala de tu hogar,
0:13:01 que sigo el paso y aquel canalla,
0:13:05 que por su puerta lo veo rondar.
0:13:10 Talantalan, Talantalan,
0:13:13 sigue el trambía por Tucumán.
0:13:18 Pero al llegarse el que bajo,
0:13:21 un alto abierto se ve cruzar,
0:13:25 en el que vuelve la desmichada,
0:13:28 mi Dios no mala, veo muy champar.
0:13:32 El pobre viejo le arretonase,
0:13:35 y del otro día se va a largar.
0:13:39 Espevo a ya un amigo que no mortiere,
0:13:43 y el alto abierto no se ve más.
0:13:54 pobre don Juan.
0:14:04 Jorge Vidal en la venganza será terrible,
0:14:07 talantalan.

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