Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de las desventuras de Don Antonio de Berrio.
0:00:06 Éramos soldados español que había llegado a las Indias a sus 60 años, allá por 1580.
0:00:14 Había luchado para España contra los piratas berberiscos, había luchado también en Alemania, en los países bajos,
0:00:22 y en Granada incluso bajo las órdenes del duque de Alba contra algunos musulmanes que todavía se resistían a entregar las tierras.
0:00:32 No habrá sido una lucha muy épica, imagínense. Hacía bastante.
0:00:44 Estoy pensando si en el 1580 tenía 60, nació por el 1520, ya los musulmanes no presentaban una lucha seria.
0:00:53 En 1492 se la tomaron. Después habría alguna clase de litijo individual, me imagino, pero importa.
0:01:01 Berrio se casó ya mayor, a los 54 años. Su mujer era sobrina del famoso conquistador y viajero Jiménez de Quezada.
0:01:12 Este Jiménez de Quezada era un tipo que había fundado el reino español de Nueva Granada y había capturado un tesoro muy interesante, que era el de los chinchas.
0:01:28 Pero en realidad la ambición de Jiménez de Quezada era convertirse en el tercer marque del nuevo mundo, después de Cortés y Pizarro.
0:01:40 Y para eso que se buscaba el dorado. Aquí la famosa ciudad donde cada año había una ceremonia, cuyos procedimientos delataban la enorme riqueza de la región.
0:02:00 Ya que un príncipe era hecho milanesa con polvo de oro y después de unos ires y venires era sumergido en una laguna y se jugaba el oro.
0:02:15 Y el oro andaba por ahí caminando por la calle. Este era el dorado. Quezada buscó el dorado y sabía que si lo encontraban no solo iba a ser inmensamente rico,
0:02:29 sino que se iba a convertir en el tercer marque de América. La expedición que hizo Jiménez de Quezada, de la que hablamos aquí, duró tres años y participaron dos mil personas.
0:02:43 Sobrevivieron 25.
0:02:46 ¿Para qué pasó?
0:02:47 Parece que no anduvo muy bien. Lo peor es que nos encontraron el dorado.
0:02:53 ¿Fueron muriendo de camino?
0:02:55 Sí, por distintas causas. Quezada murió poco después de su regreso, desfigurado por la lepra, si había agarrado la lepra, sí no me encontraba nada.
0:03:07 Las tierras de Quezada pasaron a su sobrina y a su marido, este que les nombró ahora, Antonio de Berrio.
0:03:14 En cuanto Berrio se enteró de la herencia, dejó las geras de Europa y viajó a la cien.
0:03:21 Cuando llegó a Nueva Granada descubrió que había una cláusula en el Testamento de Quezada que le exigía que continuara la búsqueda del dorado.
0:03:30 Dicen, no le damos nada.
0:03:32 Berrio hizo tres viajes en búsqueda del dorado.
0:03:36 El primer duró 17 meses. No encontró nada.
0:03:40 El segundo duró 18 meses. No encontró nada.
0:03:45 Inició su tercer exploración 10 años después de haber llegado a las Indias y ya tenía 70.
0:03:52 Y, momento, el plan de aquel viaje consistía en bajar por el orinoco.
0:03:59 No, hasta la fuente del orinoco y bajamos.
0:04:01 En determinado momento debían bajar e salir del cauce central y desviarse hacia donde, según algunas notas que había encontrado, estaba la ciudad dorada.
0:04:14 Era una extradición pequeña esta.
0:04:17 Solo 120 hombres.
0:04:19 La mitad de ellos fueron por el río, en 20 canoas.
0:04:24 Y la otra mitad con 200 caballos por la orilla.
0:04:29 A las órdenes dio un viejo soldado de Quezada que más o menos mallaba la ciudad.
0:04:34 Así viajaron durante un año y seguían empezando los problemas.
0:04:39 Primero apareció una peste que mató a 30.
0:04:42 Muchos desertaron y para evitar las deserciones o cualquier idea de regreso, Berrio ordenó que sacrificaran a todos los caballos.
0:04:54 Y después se los comieron a los caballos.
0:04:57 Más tarde, incluso fueron comidos algunos de los soldados, pero no por ellos mismos, sino porque tuvieron la mala suerte encontrarse con tribus de Caribe
0:05:06 que eran entusiastamente antropófagos.
0:05:11 Bueno, la expedición continuó maltricha sin destino.
0:05:14 Finalmente lo único que se pretendía era seguir el orinoco hasta el mar.
0:05:18 Y chau, rajemos.
0:05:20 Y pudo llegar Berrio al mar.
0:05:22 Cruzó a la isla Trinidad y luego a Margarita.
0:05:25 Y allí se refugió con sus hombres.
0:05:28 Pero ya una semanita, dos semanitas ya le agarró la gana de volver a buscar al Dorado.
0:05:34 Pero, ché.
0:05:36 Y contaba que había aparecido por allí un tipo llamado albúger que había sobrevivido en la selva 16 años y que había estado, según él decía, en el Dorado.
0:05:48 Por toda la isla se contaban historias distintas de aquel sujeto.
0:05:53 Se decía que albúger había estado a cargo de las municiones de la expedición, que las municiones se habían explotado,
0:06:02 que albúger había sido condenado a muerte de un modo especial, que lo metieron solo en una canoa para que se ahogara,
0:06:10 los indios lo habían rescatado, que lo habían cuidado, que lo habían llevado con los ojos vendados de un poblado a otro,
0:06:17 que un día llegó a un sitio que no sabía dónde quedaba desde luego, pero que era la ciudad del hombre dorado,
0:06:25 que era la ciudad donde una vez por año tomaban a un príncipe y como se ha dicho lo hacían milanesa con polvo de oro.
0:06:32 Albúger aprendió entre los indios la lengua, se casó con una India y un día que así que le preguntó si quería quedarse o regresar a la civilización.
0:06:42 Albúger dijo que quería volver, entonces le regalaron objetos de oro como despedida, pero a la mina la dejó ahí, me imagino.
0:06:51 En el camino lo afanaron, venía con todas las cosas de oro en una canoa, lo afanaron, lo tipo trae por acá todo esos objetos.
0:07:00 Pero había chorro como ahora. Sí, ni por el orinoco.
0:07:03 Y no dice por el orinoco, estaba solo el tipo que venía lo más tranquilo, ahí la canoa, todos unos cacharros de oro.
0:07:09 Trae para acá, le quiero, te meto un tiro en el mate o lo que sea.
0:07:16 ¿No se resistió?
0:07:18 No, lo afanaron. Y cuando llegó a la isla Margarita contó todas esas cosas y muchas otras.
0:07:25 No ofrecioso sin ninguna prueba, pero todos le creyeron, incluso perro.
0:07:30 Tanto le creyó que preparó otra expedición, consiguió la ayuda económica de un tal domingo de vera que creía en la veracidad como su nombre indica,
0:07:41 y en las virtudes exploratorias de verro, y mejor todavía de Berrio.
0:07:45 Así, Berrio y de vera, con una hueste de 60 hombres, ya que a veramos menos, cruzaron de Margarita a Trinidad para hacer así lo preparativo.
0:07:56 Pero, yo se dio algo.
0:07:59 Llegó nada menos que un amigo de este programa, el amigo Walter Raleigh,
0:08:05 que con todo el apoyo de la reina Isabel de Inglaterra, llegaba para descubrir lo mismo que buscaba Berrio.
0:08:13 Hubo un enfrentamiento entre españoles ingleses, ganaron los ingleses.
0:08:20 Berrio terminó preso de Raleigh y lo trató con toda consideración e incluso escribió.
0:08:26 Este Berrio es un caballero de buen linaje, muy valiente, de gran corazón.
0:08:31 Le he tratado según su situación en todo cuanto he podido.
0:08:36 La verdad es que se trataban con toda cortesía.
0:08:40 Muy bien, la verdad que es muy buen trato.
0:08:42 Sí, era un hombre que trataba bien a la gente de Raleigh.
0:08:46 Aparte, digamos, por más que estuvieran en bando contrarios,
0:08:51 ¿de qué se podía hacer cuando estaba ante un hidalgo?
0:08:57 Está bien, no como otros, yo que seguía, te escupen eso.
0:09:01 Pero tampoco de tenerse, a largar al otro.
0:09:05 La mitad tampoco.
0:09:07 Raleigh encontró en su destino, después de las confesiones del preso,
0:09:13 que le contó sobre el dorado, los viajes de albuja, los viajes que él mismo había hecho,
0:09:18 le advirtió por qué rutas no debía ir.
0:09:21 No, no, no, Raleigh, tanto le llamó la caballadete que continuó la búsqueda.
0:09:26 No encontró nada.
0:09:30 Lo que nunca hayó Raleigh fue el desprecio de la reina,
0:09:34 que terminó por mandarlo preso a la Torre de Londres.
0:09:37 Berrio obtuvo su libertad tras la paga en un rescate.
0:09:42 Antonio de Berrio se refugió entonces en una islita cerca del delta de Lórien Occo,
0:09:47 y decía, espero, tenía ya casi 80 años,
0:09:51 espero que llegara a ayuda de España para emprender una nueva expedición.
0:09:56 Qué fe que se entreguía, ¿no? 80 perulos.
0:09:59 Y llegaron, llegaron la fuerza de la colonia española, casi 800 hombres,
0:10:03 pero llegaron demasiado tarde.
0:10:05 Berrio estaba loco.
0:10:07 Si había vuelto loco, estaba medio moribundo también.
0:10:10 Estaba débil, desnutrido, se...
0:10:13 estaba sinquita, se tapó a los pies con mapas.
0:10:16 El panorama horrible, ¿eh?
0:10:19 Era el año 1598, y el dorado les confesamos a todos ustedes, no sin dolor.
0:10:25 No fue encontrado jamás.
0:10:27 ¿Habrá existido?
0:10:31 Hasta este momento creía que sí.
0:10:33 Pero cómo puede ser que una persona de la plantilla...
0:10:35 ...de la plantilla de Alcalde, y allá Leo, y me arruinó...
0:10:38 ...me arruinó la vida, una vida, años y años.
0:10:41 Pachando el día de mañana, lo voy a ir a buscar el dorado,
0:10:44 y voy a venir, y les voy a dar piz, y a todos los vecinos,
0:10:47 que me miran cómo se supo era un poligrillo.
0:10:49 Y ahora no, no cuenta que no existe el dorado.
0:10:53 Confirmado, eh, la producción lo acaba de confirmar.
0:10:56 Y bueno, ahora ya... no sigo.
0:10:58 No, no sigo, no sigo.
0:11:00 No existe, ¿para qué vamos a andar perdiendo el tiempo?
0:11:02 Se arremo la historia, por lo menos.
0:11:04 Bueno, no, que era la dedicatoria solamente.
0:11:07 Dedicarlo a Rale, y me parece.
0:11:10 Es un amigo de este programa, y últimamente hemos hablado mucho de él.
0:11:14 Y fuimos a la discoteca.
0:11:21 ¿Qué pasó? ¿No le ganaron tampoco?
0:11:23 El dorado, dice ¿cómo va a haber disco sobre el dorado?
0:11:26 Me dice, si el dorado no existe hoy.
0:11:30 Me lo fui a buscar ahora.
0:11:32 Por eso ya lo sabía.
0:11:37 Y medio una milonga que canta en el Iomar,
0:11:40 y que se llama Tu Vuelta.
0:11:43 Y está bien, hablar de la vuelta,
0:11:46 cuando se trata de expediciones, en donde de mil vuelven 25.
0:11:51 Tu Vuelta se refiere a la ausencia de un amor.
0:11:57 Y bueno, ahí de mil vuelven 17.5.
0:12:01 Menos, ¿todavía?
0:12:02 Sí, bueno, mucho menos.
0:12:05 Y bueno, escucharemos tu Vuelta,
0:12:07 dedicado a aquellos que están esperando,
0:12:09 que vuelva Rale y del dorado,
0:12:13 que vuelva a Berrio, que vuelva a Himérez de Quechada,
0:12:16 o que vuelva un tipo, que por este caso, que se fue,
0:12:20 y que no viene, y uno se asoma.
0:12:23 Y no viene, y no viene, y no viene.
0:12:28 Hasta que, ya cansado de esperar, uno dice,
0:12:33 el dorado no existe.
0:12:36 Cantan el Iomar, Tu Vuelta.
0:12:54 Tu Vuelta vivo esperando, y a pesar de tu tardanza,
0:13:01 acaricio la esperanza,
0:13:04 de que me sigas amando, de noche al diario, mi coro,
0:13:11 cuando un galo pares puyo,
0:13:14 y se me hace que estupucho,
0:13:17 cual es cierto y chisto el lujo.
0:13:29 A veces he visto a mamá, como sus lágrimas secas,
0:13:35 corteando un medio culeca, y toso mucho en la cama,
0:13:42 y sonzala en la estrella, en la última pamperada,
0:13:49 por salir desabrigada, creyendo que había chiflado.
0:13:58 Mi tensa negra es amata, de juenidad, de tus besos,
0:14:17 y el van a en pausencia de los mal llamados,
0:14:22 y los de plata, plecos del poncho plateado,
0:14:27 de la luna, mi aparcera, que alguna noche de esfera,
0:14:34 ven los agrados sequías.
0:14:46 A veces se me figura un mostrador, la tranquila,
0:14:53 al demborracho mi esfera, entre vasos me amarguran,
0:15:00 no quería incomodarte, pero hoy me animé a crebirte,
0:15:06 porque tengo que decirte que somos dos, a esperarte.
0:15:23 Nelly Omar, en la venganza será terrible tu vuelta.
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