Transcripción automática
0:00:00 Las frustraciones de Andersen, las referimos a Hans Christian Andersen, que era un hombre
0:00:11 cuya mayor ambición era de convertirse en dicta, es decir, un escritor tenido en la más alta estima.
0:00:19 Y a tal fin escribió poemas, obras teatrales, libros de viajes, alguna novela, y unos 160
0:00:28 acuentos acerca de lo que él mismo decía que eran fluslerías o agatenas y no precisamente aquello
0:00:35 por lo que quería ser adorado. Entre esos cuentos están el patito geo, el soldadito de plomo,
0:00:43 las zapatizas rojas, el sastresillo valiente, el hermoso sastresillo valiente, cuyas aventuras me
0:00:50 contaban mi madre cuando era chico, la sireñita, el traje nuevo del emperador, la princesa y
0:00:57 el guisante, etcétera. Andersen nació en la ciudad anesa de Orénse en 1905 y creció en una casa
0:01:07 de una sola habitación en la zona más pobre de la ciudad. Su padre era zapatero. Primero era zapatero,
0:01:14 después loco, ya que enloqueció y después de un alto ya que murió. Cuando Hans tenía 11 años,
0:01:23 acerca de la madre no se sabe nada. La abuela paterna que lo cuidaba era una embustida y el abuelo tenía
0:01:31 fama de ser loco de la ciudad. ¡Liudance! Andersen tenía pocos amigos y pasaba casi todo el tiempo solo.
0:01:40 Para ayudar a su familia entró a trabajar en una fábrica de panios en la que los obreros lo cargaban
0:01:46 todo el día. Parece que Andersen tenía cuando era chico una voz extraordinaria de soprano y le gustaba
0:01:55 cantar mientras trabajaba. Lo hizo hasta que los muchachos le bajaron los pantalones para ver si no
0:02:01 era una muchacha. A los 14 años, casi como por dios cero, viajó a Copenhagen en busca de trabajo.
0:02:12 Encontró un patrón en la persona de un cantante de ópera italiano que lo tuvo como asistente,
0:02:20 hasta que empezó a tomar elecciones de canto en el teatro real de Copenhagen. Allí el director,
0:02:26 Jonas Collin, entusiasmado con lo bien que cantaba Andersen, se convirtió en su tutor y también
0:02:35 en una especie de padre. Pero Andersen no se dedicó al canto. Por esos tiempos empezó a escribir.
0:02:42 A los 17 años publicó una narración corta, después vino un libro titulado, un viaje a
0:02:48 Piedres del Canal de Holman al punto oriental de Amager, que era una historia fantástica
0:02:54 imitando el estilo de Holman. Después vino la novela El Improvillador, que fue bien recibida
0:03:00 por la crítica, pero que casi no fue recibida por el público. El momento decisivo de su carrera
0:03:06 se produjo al publicarse en el primer volumen de sus cuentos de hadas. Pero esa fama vino a compensar
0:03:12 que con él mismo lo decía, la desvicha que le provocaban su aspecto y su timidez. Andersen
0:03:20 era un hombre alto y frágil. Sus frazos y piernas resultaban desproporcionadamente largos y sus pies
0:03:26 eran gigantescos. Por la calle los desconocidos se detenían y lo señalaban. Mira esa es la pata que
0:03:35 tiene. Sus ataques de depresión eran muy frecuentes. Tenían muchas jovias, la tuve que no se encuentre
0:03:46 solo. Aterrorizaban de la posibilidad de que lo enterraran vivo, pidió a sus amigos que le
0:03:53 cortaran una arteria antes que lo metieran en el cajón. Dice, si me muero, vos, dice, pon las
0:03:59 dudas, cortame la arteria, cosa que, si me pierde, por lo menos que seguro de estar mal.
0:04:07 Al de cualquier indisposición solía dejar una nota encima de su mesa de luz en la que decía,
0:04:12 estoy muerto solo en apariencia. Andersen fue uno de los autores más judiciales, tuvo asuncia
0:04:20 con un amigo de Liszt y de Dickens y fue huésped de la realeza de muchas cortes, pero sufría,
0:04:27 sufría mucho. Andersen nunca tuvo una experiencia sexual. Una vez en Nápoles en 1834 escribió
0:04:36 un subviario, tremendo sentimientos de deseo sensual y de la casa interna. Soy todavía inocente
0:04:43 de cromear de la sangre, estoy enfermo, feliz de que tiene mujer. Temeroso de acercarles su presencia
0:04:52 de la que decía que nadie era merecedor. Andersen no era capaz de iniciar ningún relación sentimental.
0:04:59 Escribió, tendré que permanecer solo toda la vida como un pobre cardo y ser escupido por los demás
0:05:06 porque tuve la desgracia de tener espinas. Hubo tres mujeres en la vida de Andersen a las que
0:05:13 apenas se asomó. La primera fue Reborn Boyd, de 24 años, hermana de un compañero de estudios.
0:05:22 Andersen, que tenía un año menos que ellos, se enamoró. Le dedicó unos poemas, pero no hubo
0:05:29 por respuesta más que desdenes por escribir. Vino después Luis Colín, de 18 años, la hija
0:05:38 de su tutor con las colinas. Empezó a hablar con ella acerca de la indiferencia de Reborn y
0:05:45 terminó enamorándose. Luis no mostró ningún interés. Para que Andersen dejara de escribirle
0:05:52 cartas de amor, Luis le dijo que cualquier correspondencia suza tendría que ser revisada
0:05:57 por su hermana mayor. Esta era una costumbre muy común en esa época. Y Hans, avergonzado,
0:06:04 inhibido por la posible lectura pública de sus cartas de amor, dejó de escribirle.
0:06:09 Y entonces, el gollé en el hínder, le decían el ruiseñor sueco, era una cantante maravillosa
0:06:16 y muy hermosa que había viajado a Copenhagen para actuar. Andersen la ilumdó de poemas y de
0:06:24 regalos. La siguió muchas de sus presentaciones hasta que consiguió alguna vez sin dar. El único
0:06:31 registro de esa vez sin dar que captó la cantante sueca fue él de la amistad. Y un día le contó
0:06:37 a Andersen, lo contenta que estaba porque se iba a casar. Andersen quedó destrozado. Su vejez,
0:06:44 aunque llena de halagos y distinciones, fue más bien sórrida en asuntos de amor. Cuando viajaba
0:06:52 a París visitaba a veces un burlel. Así conversaba cortezmente con las prostitutas esnudas. Si
0:06:59 alguien le insinuaba que le viera a hacer algo más que simplemente limitarse a hablar, se escandalizaba
0:07:05 y se ofendía. Vivió sus últimos años en Copenhagen, siempre solaris. Cuando murió en 1975,
0:07:14 llevaba cobrada en el cuello una bolsita de cuero. En su interior había una carta de Rieborg,
0:07:21 la primera de las tres mujeres en las que se enamoró. Algunos dicen que era la carta en que
0:07:27 ella le negaba a Sommers, pero son conjecturas. La carta fue inmediatamente destruida por expreso
0:07:35 deseo del final Andersen. Esta es la historia que queríamos contar. La triste historia del pobre
0:07:44 Andersen, estupendo narrador que fue Hans Christian Andersen. Y tuviera un lón y presentaremos
0:07:55 a quien se le ocurriría de él, Karen Alshard, y seguramente se le negaría el pobre Andersen,
0:08:03 porque verían en él un cliente potencial. Por interés era de que había, por interés.
0:08:10 Si no, algunos de sus amigos, igualdón de quien también.
0:08:16 Bueno, por suerte no está, así que lo estamos por alto, es algo locácia. O a la hermana de...
0:08:25 A la hermana de Rolo. No, a la hermana de... De la hermana de alguien, si es de Andersen, ¿no?
0:08:32 Ya, Andersen. Pero me parece que hermana no tenía. No? No.
0:08:37 Hemos sido la discoteca y el encargado descubrió que las damas que le habían interesado a Andersen
0:08:47 en su vida habían sido tres. Y con que tomó que el tango tres esperanzas no veníamos a
0:08:52 la ilustrar esta historia. Así que vamos a escuchar el tango de dice por lo que se llama
0:08:58 tres esperanzas en la... en su primera versión de Don Jorge Vidal. Adelante.
0:09:28 No doy un paso más la terra que hay en el mismo, me siento desmayar, volámosnos aquí,
0:09:45 si el mundo sigue así, madeciendo a los paquí, si el mundo sigue igual, si el sol vuelve a salir,
0:09:57 la gente no engañaba el día en que aquí la temporada y el burlado, y solo para ti,
0:10:06 no ves que hoy en el alma hay bandias por ser un guí, que hacer bujo su hija, vamos a dormir.
0:10:17 Tres esperanzas, una venida, dos con velacas y una venida, una mi madre, diez con venida,
0:10:31 otra gente, otra una voz. Tres esperanzas, una venida, dos me engañaron y una onburló.
0:10:47 No tengo ni rencor ni veneno, ni balda, son ganas de olvidar, de error al poder ir,
0:10:57 me vuelto pa' mirar y el pasado me sorreír, las cosas que soñaron me cachan diez que sí.
0:11:09 Plantas y aquí nomás al mar, nadie a mí a mí, no es más que pedir, vamos a deslizar,
0:11:17 y aun cuando verá Dios, no ayúdenos por mí, que hacer bujo su hija, vamos a dormir.
0:11:29 Tres esperanzas, una venida, dos con velacas y una venida, una mi madre, diez con venida,
0:11:44 otra gente, otra una voz. Tres esperanzas, una venida, dos me engañaron y una onburló.
0:11:59 Ha cantado Jorge Vidal de Bicepolo, Tres Esperanzas.
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