Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de Teófila y felicidad Fernick. Dos hermanas, de apellido Fernick,
0:00:06 una llamada Teófila y la otra felicidad.
0:00:10 Uniquérmelo allá por 1792 en tiempos de la revolución francés.
0:00:15 Francia estaba en guerra con algunos países monárquicos.
0:00:18 Los Reyes de Prussia, por ejemplo, y los aburgos,
0:00:22 no soportaban que los preceptos revolucionarios llegaran a sus países.
0:00:29 Entonces no solamente cuidaban sus fronteras, sino que además trataban de invadir Francia.
0:00:36 Como ha sucedido en muchos conflictos históricos aún en nuestro país,
0:00:40 los enemigos internos de los gobernantes franceses se aliaron a las monarquías extranjeras.
0:00:48 En julio del 92 tuvo lugar en la jambrea una proclama que se llamó atria en peligro.
0:00:57 El ejército cruzano del Duque de Drózvik, que era el mejor armado y más disciplinado de Europa,
0:01:04 había cruzado la frontera, apoyado por un ejército de emigrados que dirigía el Príncipe de Condé.
0:01:12 En Francia se llamó a una leva para encender a la revolución y la cantidad de voluntarios fue notable.
0:01:20 Dicen que en los primeros días de agosto de 1792 quedó sellada la suerte de Luis Isis,
0:01:25 de María Antonieta, que sin tener todavía condena, había impactado con los enemigos externos de Francia.
0:01:33 Parece que María Antonieta había pedido a los reyes de otros países una declaración amenazadora
0:01:43 y la redactó un emigrado, el manifiesto amenazado de muerga a los guardias nacionales y a los vacilantes
0:01:52 que se atreviesen a defenderse contra el invasor.
0:01:55 Aquel manifiesto exástero al verlo.
0:01:59 Se multiplicaron los alistamientos para el ejército de defensa que se hacían en las plazas.
0:02:06 Se organizaron nuevos batallones de voluntarios y muy pronto la guardia nacional quedó bien constituida.
0:02:13 En aquellos días hubo, dentro de aquel fenómeno, algunos acontecimientos particulares que valen la pena.
0:02:19 Si todo esto era pantesada, ahora viene lo que queríamos contar.
0:02:25 Aparecieron algunas mujeres que se alistaron junto con los soldados.
0:02:33 Dos de estas heroínas se llamaban Felicidad Fermig, que tenía 22 años,
0:02:39 y Teófila, su hermanita, que tenía 17.
0:02:43 Eran extraordinariamente hermosas, pero parece que las dos preferían distracciones viriles
0:02:50 antes que los juegos de la muerte, y desde luego no les añadiaban.
0:02:53 Cuenta Roland Joanard, que escribió el libro Las mujeres soldados durante la revolución,
0:03:00 que Felicidad sabía disparar con el arco, y Teófila era adpicionada a las espadas,
0:03:07 a los sables y a los trabucos naranjeros.
0:03:11 Los domingos las hermanas iban con unos muchachos labrigos al campo,
0:03:17 y organizaban batallas en los prados que rodeaban voltaño su pueblo.
0:03:23 Los habitantes del lugar se burlaban de ida,
0:03:27 y decían que aquellas niñas terminarían en la Guardia Nacional.
0:03:30 Y esto fue cierto, ya vamos a ver qué modo.
0:03:34 En agosto de 1792, el general Dígond estaba en dificultades frente a los austríacos
0:03:40 en la localidad de Mons.
0:03:42 Corrió el rumor de que el ejército cansej iba a la derroja.
0:03:46 Como eran muy patriotas, Felicidad y Triófila decidieron hacerse militares.
0:03:52 Tomaron vestimenta de hombre, y sin decir nada a su papá,
0:03:58 partieron hacia donde estaba la fila francesa.
0:04:02 En aquel primer intento no le joía, sino a suceder un episodio en la ciudad de Valenciano.
0:04:09 Parece que como no sabían bien dónde estaba el campo,
0:04:13 el entrenamiento, el campo de alistamiento, entraron en una caverna para preguntar.
0:04:18 En un boliche, un dragón de la Guardia Nacional que estaba bebiendo las invitó a brindar.
0:04:24 Estaban pesadas de hombre las mujeres.
0:04:26 No sabía que las mujeres, el tipo.
0:04:30 Las invitó a brindar.
0:04:32 Las dos jóvenes aceptaron y llegaron el caso una, ofreció pagar una ronda para que la vía.
0:04:40 El saber ésta cobre meramente.
0:04:42 Y en el momento de pagar, Felicidad, quiso tomar el dinero que tenía escondido en un bolsillo
0:04:49 que había cocido en su camisa y sin quererlo, desabrochó su cúnica inserida.
0:04:55 Dice el Croneta, entonces un pecho que había estado comprimido salió en dirección al dragón.
0:05:05 Que primero quedó asombrado y luego empezó a gritar.
0:05:10 Que había una mujer allí.
0:05:12 Los soldados rodearon a Felicidad.
0:05:15 Teófila entonces para defenderla, reveló su identidad sexual y ofreció sus encantos
0:05:22 para que no fuera solo su hermana, la receptora de los embates de aquellos soldados.
0:05:27 Para defenderla era.
0:05:29 Bueno, después de algunos malos tratos se acusó a Teófila y a Felicidad
0:05:35 despiar para los austríacos y la llevaran en gana.
0:05:39 A los pocos días la soltaron y volvieron a su hogar derrotada por Fiat.
0:05:45 Pero tuvieron revanza.
0:05:47 En su pueblo conteraron que el señor Fernet, el padre de ella,
0:05:55 su propio padre estaba organizando un ejército voluntario
0:05:58 y tuvieron la idea de combatir clandestinamente contra su padre.
0:06:03 La Martínez cuenta lo que sucedió.
0:06:06 Parece que decidieron inirse, sin que lo supiera el señor Fajnick,
0:06:12 a los labradores que le había convertido en soldados.
0:06:16 Y se proponía en él a luchar en ese grupo,
0:06:19 proteger a su padre e interponerse entre la muerte y el deteriorado,
0:06:25 si es que los enemigos lo amenazaban a él mucho.
0:06:28 Solo revelaron la decisión a los habitantes del pueblo
0:06:32 cuya complicidad les era necesaria para que los de cara esconderse del padre.
0:06:37 Bueno, otra vez se vestieron de soldados
0:06:41 y siguiendo durante varias noches la reducida columna encabezada por el señor de Fajnick,
0:06:47 dispararon contra unas austríacos balabundos que encontraron por al,
0:06:53 y se acostumbraron a andar y a ver morir.
0:06:58 Con su ejemplo, cuenta la Martínez,
0:07:01 saltaron a los labradores de la aldea.
0:07:05 El secreto se guardó fielmente.
0:07:07 El señor Fajnick, cuando volvía a su casa por la mañana y contaba sus aventuras,
0:07:12 no sospechaba que sus propias hijas habían combatido en primera fila con sus tiradores
0:07:17 y habían preservado a veces su propia vida.
0:07:20 Pero un día, el general Bernuivil,
0:07:24 quien encabezaba el campamento de Saint-Armand,
0:07:28 al conocer el heroísmo de los voluntarios del señor Fajnick, fue a visitarlos.
0:07:35 Muy bien, al amanecer, cerca de Mortagne, se encontró con la famosa columna de voluntarios.
0:07:42 La tropa volvió al pueblo después de una noche de lucha y de fatiguas.
0:07:47 Bernuivil, los detuvo, queogracias al señor de Fajnick, en nombre de Francia,
0:07:52 y para agradecer el valor de los campesinos, quiso pasar la revista con todos los honores de la guerra.
0:07:58 Bueno, los voluntarios se alinearon ahí, que se yo, maravillados por ser tratados como miembros del ejército.
0:08:07 Bernuivil notó que entre los más jóvenes voluntarios sabíados que se escondían detrás de las filas
0:08:15 y pasaban de un grupo a otro para evitar que él les hablara.
0:08:20 Entonces, encantado por la humildad de aquellos dos soldados,
0:08:23 Bernuivil pidió al señor de Fajnick que se amara aquello dos muchachos.
0:08:30 Las chicas aparecieron con las caras tapadas de barro y los labios ennegresidos por los cartuchos
0:08:35 que habían abierto con los rientes. El señor de Fajnick se extrañó al no reconocer a esos soldados.
0:08:41 ¿Quiénes son, preguntó?
0:08:43 Esas palabras provocaron un cuchicheo acompañado por risas entre las filas.
0:08:49 Entonces, Teófila y Felicidad cayeron de rodillas, lloraron, se denunciaron
0:08:55 y rodeando con sus brazos las piernas de su padre les duplicaron que las perdonase.
0:09:00 Bernuivil también lloró y Bernuivil con toda escena a la convención
0:09:07 y la convención situa a las dos chicas les mandó caballos y armas en nombre de la parte.
0:09:13 Pero que no termina la escena.
0:09:15 Poco después de la escena, Teófila entró definitivamente en las milicias
0:09:19 y lograron algunos tributos.
0:09:22 Se fijó en ellas el general Dimourieu, que era un señor que apreciaba a las chicas porque era valiente
0:09:34 pero además sentía atracción, le gustaba la manera.
0:09:40 Entonces, las mandó a llamar y ante las tropas reunidas declaró que las adoptaba como hijas.
0:09:46 Según el cronista Joan Ard, el general se distrajo con la señorita, digamos,
0:09:51 se distrajo del modo que ustedes se están pensando.
0:09:57 Parece que después de la adopción las muchachas perdieron la más hermosa de las batallas.
0:10:03 Y a partir de entonces Teófila y Felicidad siguieron a Dimourieu en todos sus combates
0:10:11 de día y de noche.
0:10:13 Y el amor por aquel general las hacía más bellicosas todavía,
0:10:18 mostraban un valor poco corriente.
0:10:20 Una batata famosa fue la de Balmy.
0:10:23 Sus consecuencias fueron inmensas.
0:10:25 Gracias a una audacia impresionante, las hermanitas se arriesgaron de tal forma
0:10:32 que pudo ofrecerse resistencia al primer Ejercito de Europa.
0:10:36 En septiembre de 1792 el Ejercito Prusiano se vació en retirada,
0:10:41 destrozado por una marcha penosa, bajo el suelo empapado por la subia,
0:10:47 diezmalo por la disentería espidémica, pero siempre llegaron también por los campesinos del área.
0:10:55 El Dimourieu junto con las sicas siguió lentamente al Ejercito Prusiano
0:11:02 hasta la frontera sin querer aprovechar sus dificultades para aplastarlos.
0:11:07 Aquella victoria fue la más importante contra las tropas extranjeras.
0:11:11 Por la noche, después del triunfo, el general Dimourieu agradeció a las muchachas de la manera más grande.
0:11:21 Pero las complicaciones eróticas del militar terminaron aquella misma noche de manera grotesca,
0:11:29 parece que la tienda de campaña, bajo la cual estaban disfrutando, se cayó a causa de los juegos amorosos.
0:11:39 Poco después, que ófira y felicidad, terminaron sus andanzas militares cuando el general Dimourieu fue acusado
0:11:47 de tratar con unos enemigos extranjeros y debió exiliarse.
0:11:51 Ellas silenciosas volvieron a mortales, el pueblo, y vivieron allí sin que sepamos cómo.
0:12:01 Estas son las dos chicas que se hicieron amantes del general Dimourieu,
0:12:09 hicieron además muy valientes en la gaza.
0:12:13 ¿Te gustó esto, perdón?
0:12:15 Bueno, ya que de mujeres trata esta historia de que me dedicárselo a tres mujeres,
0:12:21 dos de ellas Juanas, que también luchadora por sus ideales, como el que está usando Juan Agarco y el que está usando Juanas Urduy,
0:12:27 y si lo permite usted, a la señora Marceso, a que podguen interpretar el personaje de Juanas Urduy en el anto de la espada.
0:12:35 Bueno, hemos elegido para ilustrar esta historia protagonizada por dos mujeres,
0:12:48 una canción que también alude y es protagonizada por dos mujeres, que es llamada Llegó a la decepción.
0:12:56 Son dos personajes femeninos, bien rayosíne, y es una breve canción de dos mujeres que están enamoradas de uno o más hombres.
0:13:11 Los dos papeles femeninos son representados por Ruth Acaíles y María Marta Fischi.
0:13:18 Así que escuchamos ya mismo Llegó a la decepción.
0:13:53 Una canción que los mujeres enamoradas de su hija, de su hija, de su tienda, de su espada, de su espada.
0:14:10 Me suelo, me suelo encender a la vida, y el de ese mario rogerán los papá y los papá no traen.
0:14:53 Una canción que los mujeres enamoradas de su hija, de su espada, de su espada, de su espada, de su espada.
0:15:08 Una canción que los mujeres enamoradas de su hija, de su espada, de su espada, de su espada, de su espada, de su espada.
0:15:24 ¡Hemos escuchado Llegó a la decepción de Alejandro Dolina por Ruth Acaíles y María Marta Fischi!
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!