Transcripción automática
0:00:00 Nuevos datos acerca de las etáiras.
0:00:04 Las etáiras no son como podría suponerse
0:00:07 una medida de superficie
0:00:10 que comprende un cuadrado de unos 100 metros de lado.
0:00:16 Esas son hectáreas.
0:00:19 Estas son etáiras.
0:00:22 Hemos hablado de las etáiras griegas
0:00:24 cuando nos referimos a los imposios.
0:00:27 En esos lugares destinados a la conversación,
0:00:32 allí las etáiras brillaban
0:00:36 porque eran mujeres de una gran belleza.
0:00:38 Una etáira es una especie de prostituta, digamos lo de una vez.
0:00:42 Estas en Grecia eran de una gran belleza,
0:00:45 pero también de una gran inteligencia y solvencia intelectual.
0:00:52 Como las mujeres en general
0:00:55 estaban marginadas del simposio
0:01:00 y como solamente podían concurrir allí las etáiras,
0:01:04 ellas se entrenaban para brillar en tales foros
0:01:07 y desde luego lo conseguían.
0:01:10 Aquellas cortesanas refinadas
0:01:13 se diferenciaban de las pornai.
0:01:16 No eran todas la misma clase de mujer.
0:01:19 La atención, señor, no me confundan.
0:01:22 Las etáiras eran las mujeres de un gran refinamiento
0:01:27 y las pornai eran las meretrices comunes.
0:01:30 Aquellas que carecían de todo conocimiento acerca,
0:01:33 por ejemplo, de la sección áurea.
0:01:36 Las pornai trabajaban en casas reconocidas
0:01:41 y sometidas a determinados impuestos por el gobierno.
0:01:46 Eran empleadas nacionales.
0:01:48 Puede decirse que quien pagaba por ellas,
0:01:52 pagaba por un encuentro,
0:01:55 realmente estaba contribuyendo.
0:01:58 Era un contribuyente porque ese dinero
0:02:00 iba a engrosar el tesoro público, el tesoro de los alcontes.
0:02:05 En estas casas de tolerancia,
0:02:09 vestidas con poco más que un velo,
0:02:11 las pornai se sometían al examen de los eventuales clientes.
0:02:15 Se venían los tipos y desfilaban las minas
0:02:19 ante el observador.
0:02:21 Me está gustando la petizona de cogote ancho.
0:02:31 Eso ya me gusta para todos.
0:02:33 Ya lo juro.
0:02:35 Dado que estas mujeres proporcionaban buenos ingresos al Estado,
0:02:41 su suerte solía mejorar con el curso de los años.
0:02:45 Ascendiendo en el escalafón,
0:02:47 percibían un subsidio cuando los encantos se perdían.
0:02:51 Imagínense, la mina ya no tiene cantos,
0:02:54 no le elegía ningún acto.
0:02:56 Entonces el Estado,
0:02:58 bueno, muy bien, a partir de ahora,
0:03:00 le damos un subsidio por caída de prestigio.
0:03:08 La mayoría de las casas de las pornai estaban en el Pireo,
0:03:17 en el puerto del Pireo,
0:03:19 el barrio portuario, allí donde se acuerda...
0:03:22 Bueno, allí estaban estas casas de tolerancia.
0:03:29 O sea que usted llegaba a Tena,
0:03:31 ha sido en Astar, en el barrio del Pireo,
0:03:33 y a la casa de tolerancia contribué,
0:03:35 y el Estado agradecido.
0:03:53 Había propagandas, incluso, ¿no?
0:03:56 Sí, como dice la propaganda de la lotería de la provincia de Buenos Aires,
0:04:00 con la cual contribuimos cuando jugamos.
0:04:02 Juntos por un juego responsable,
0:04:04 lotería de la provincia de Buenos Aires.
0:04:06 Juntos por un acto venerio responsable.
0:04:13 Y hay uno que dice, la emoción de jugar,
0:04:16 era ayudar.
0:04:17 Esta era la emoción.
0:04:20 Lo que sea, y ayudar también, lo mismo.
0:04:24 Jugando oficial, ganamos todos.
0:04:26 Ganamos todos.
0:04:33 Está muy bueno.
0:04:35 Claro, porque había pornai clandestinas.
0:04:39 Laburaban en negro.
0:04:40 Claro, laboraban en negro, fue ilegal.
0:04:42 Es como a más le gustaba el uno.
0:04:46 Como dice, a mí me gusta.
0:04:48 Por encima de las pornai, si me permite la metáfora.
0:04:59 Se encontraba la Auletris,
0:05:01 que era la animadora adiestrada,
0:05:05 experta en tocar la flauta,
0:05:09 en la danza y en el amor.
0:05:12 Yo, sin temor, era la redundancia.
0:05:16 Pero más arriba, en esta especie de jerarquía,
0:05:19 ahí estaban las famosas estayras.
0:05:21 Tenían el don de la conversación ingeniosa.
0:05:25 Por ejemplo, usted decía,
0:05:30 ha venido el doctor Neruda,
0:05:32 y ella decía, la túnela me sacuda.
0:05:39 Gran educadita.
0:05:42 Esa era la conversación ingeniosa.
0:05:46 Mientras las estayras se deducían a los ciudadanos
0:05:49 con su ingenio y con su música,
0:05:52 puesto que también tocaban la lira,
0:05:57 para las pobres esposas o muchachas decentes,
0:06:01 el callar o la brevi loquencia
0:06:04 se consideraban el mejor adorno.
0:06:08 En realidad, las esposas estaban obligadas
0:06:11 a la fidelidad con yugal.
0:06:13 El marido, en cambio, estaba autorizado a tener una mantida.
0:06:17 Estamos hablando, yo creo, del siglo de pericles
0:06:20 y sus alrededores.
0:06:22 De Mosten, era teórico de estas costumbres.
0:06:26 Decía que un hombre, para estar bien,
0:06:29 debía tener alguna cortesana
0:06:31 con la que mantenerse en forma espiritual y sensual.
0:06:35 A la esposa, la ley le prohibía,
0:06:37 incluso, ir al teatro y presenciar deportes.
0:06:41 Su condición, dice Robert Greifes,
0:06:44 era regresiva desde los tiempos de la ida.
0:06:47 Y, por lo tanto,
0:06:49 el hombre, que era el hombre,
0:06:51 le dio una cortesana para que se lo pudiera hacer.
0:06:54 Y, por lo tanto,
0:06:56 el hombre, que era el hombre,
0:06:58 era regresiva desde los tiempos de la ida heroica.
0:07:02 Cuando, por ejemplo, por una mujer,
0:07:04 se desencarenaba en guerra, el ena.
0:07:07 Y Homero les daba un lugar prepordenante sus historias.
0:07:10 La mujer griega del siglo pericles
0:07:12 estaba reducida al ámbito del gineseo,
0:07:16 que es, como decir, la cocina.
0:07:18 La mujer decente a la cocina.
0:07:20 Para progresar, había que perder la decencia.
0:07:24 Así que, ojo con estos griegos
0:07:26 que tan simpático no resultan.
0:07:29 Las etáiras,
0:07:31 que eran los posibles amantes de los maridos autorizados.
0:07:34 Suponía que un marido, una buena familia,
0:07:36 tenía que tomar por amante a una etáira,
0:07:39 no a una pornai,
0:07:41 que eran las de grados inferiores.
0:07:44 Digo, eran las mujeres que sobresalían
0:07:46 por la gracia de su espíritu
0:07:48 y, como se ha dicho,
0:07:50 las únicas a las que se le permitía
0:07:52 dialogar en ese imposio.
0:07:55 Vestían túnicas de acuerdo a las prescripciones legales
0:07:58 que no se cuareceran.
0:08:01 Aunque eran mujeres libres,
0:08:03 se las excluía de los templos,
0:08:05 excepto de un templo que era, naturalmente,
0:08:08 el templo de Afrodita, la diosa del amor.
0:08:11 Dice Burhard, me refiero a Jacob Burhard,
0:08:14 que no era estrictamente el trato sensual
0:08:17 el que determinaba sobre los atenienses
0:08:21 el favor a ellas.
0:08:23 Para eso ya estaban las pornai.
0:08:25 Ciertamente existía, para los griegos,
0:08:27 un agregado de refinamiento que los enamoraba.
0:08:31 Las más famosas etáiras fueron Aspacia,
0:08:34 que fue favorita de pericles, nada menos,
0:08:37 y Friné, ya hemos dicho algo acerca de ellas,
0:08:40 pero también,
0:08:43 hay muchas otras,
0:08:45 pues los nombres han quedado,
0:08:47 transmitidos por poetas, cronistas,
0:08:50 filósofos que tuvieron intimidad con ellas,
0:08:54 y que nos dejaron algunas historias.
0:08:57 Se dice que Platón iba a reposar
0:09:00 en la residencia de Arquenasa.
0:09:04 Epicuro reconocía de ver buena parte de sus teorías
0:09:08 sobre el placer, Adanae y Leóncia,
0:09:11 que, según el cronista,
0:09:13 le habían proporcionado
0:09:15 las más elocuentes aplicaciones del mundo.
0:09:18 Sopocles mantuvo prolongadas relaciones con Teóridas,
0:09:23 y una vez cumplidos los 80 años,
0:09:26 inició otra con una tal Arquipas.
0:09:29 Mira Sopocles,
0:09:31 pero si tenemos algunas de las que se sabe algo más.
0:09:35 Ahí estaba Clepsidra,
0:09:37 que como su nombre parece indicar,
0:09:39 colocaba un reloj de arena junto a la cama,
0:09:43 y despachaba a los amantes cuando había caído toda la arena.
0:09:48 Y después, terminado el tiempo,
0:09:51 ella no admitía prolongaciones, un asco ese.
0:09:55 Una tal sirene era muy solicitada.
0:10:01 Se decía que conocía 26 formas distintas
0:10:04 de efectuar el acto amoroso,
0:10:07 y que obligaba a sus acompañantes
0:10:09 a recorrer esa serie de movimientos.
0:10:13 Estaba la AMIA,
0:10:15 que exigió que Demetrio Poliorcete
0:10:18 es el rey de Macedonia del que hemos hablado,
0:10:20 le pagara nada menos que 250 talentos.
0:10:23 250 talentos era mucho.
0:10:25 Imagínense, 25 millones de dólares más o menos.
0:10:29 A cambio de sus favores.
0:10:32 Demetrio, 25 millones de dólares mucho.
0:10:36 No sé cuánto era, pero quiero decir que era...
0:10:38 mucho, mucho.
0:10:40 Trate de imaginarme.
0:10:42 Demetrio excedió y reunió,
0:10:44 dicha que no sabía el precio del talento,
0:10:46 pero lo que nos es el precio del dólar.
0:10:50 Excedió Demetrio y reunió esa cantidad
0:10:56 imponiendo un impuesto sobre jabón.
0:11:00 Así que calcula que era mucha guita.
0:11:02 Hubo de imponer un impuesto a todos los habitantes de Macedonia para juntarlas.
0:11:07 Una tasa sobre jabón.
0:11:09 Una tasa en el sentido de impuesto.
0:11:13 El precio del jabón subió tanto en virtud de este impuesto
0:11:18 que se acusó a Demetrio y a sus amores
0:11:21 de hacer de los Macedonios las personas más sucias de Grecia.
0:11:25 Nadie compró a jabón porque era carísimo.
0:11:28 Todo para que Demetrio Poliorcete
0:11:31 le pagara los 250 talentos a la AMIA.
0:11:34 Otra famosa fue Laida.
0:11:37 Cuando el viejo escultor Mirón,
0:11:39 qué lindo nombre por un escultor.
0:11:41 Vio llegar a su casa como modelo a Laida,
0:11:48 le ofreció todo lo que poseía
0:11:51 con tal de que se quedase con él aquella noche.
0:11:54 Y Laida lo rechazó.
0:11:57 Al día siguiente Mirón se cortó la barba,
0:12:00 se tiñó el pelo, se puso una túnica juvenil,
0:12:03 con el color púrpura y se pasó una capa de carmíneas
0:12:07 tuque sobre el escracho.
0:12:09 Entonces fue a buscar a Laida
0:12:11 y le pidió lo mismo que el día anterior
0:12:13 y ella le contestó como ya casi todos sabemos
0:12:15 porque es una historia muy conocida.
0:12:17 Ella le dijo, amigo mío,
0:12:19 no pienses obtener hoy lo que ayer reuse a tu padre.
0:12:23 Laida fue una mujer extraordinaria
0:12:29 y no solamente por su belleza.
0:12:31 Muchas ciudades se disputaban el honor de haber sido su cuna.
0:12:35 Finalmente dicen que nació un corinto,
0:12:37 resolvió haber nacido un corinto
0:12:39 después de examinar propuestas de muchas ciudades.
0:12:42 Eso sí, rechazó ofertas millonarias
0:12:47 del ya mencionado de Móstenes,
0:12:49 pero se entregaba gratis al pobre Diógenes,
0:12:52 mitad porque Diógenes no tenía con que pagarle.
0:12:55 De Móstenes tampoco, ¿no?
0:12:57 Pero no, parece que Diógenes le gustaba.
0:13:02 Está muy bien esto.
0:13:04 O sea, está muy bien, realmente.
0:13:08 ¿Qué me quieren decir con todo esto?
0:13:14 ¿Qué me quieren decir con todo esto?
0:13:16 No, ya lo vamos a examinar al final.
0:13:19 A ver si es tan simpático
0:13:22 que una dama rechazó ofertas millonarias
0:13:27 de uno que no le gustaba.
0:13:29 No. ¿De qué laburás?
0:13:32 Sí, de ese punto de vista.
0:13:34 Está bien. ¿Cómo vas a rechazar un tipo?
0:13:37 Puedes feo.
0:13:39 A lo mejor lo rechazaba por lo de la segunda página.
0:13:44 Porque de Móstenes fue el que pregonaba la necesidad
0:13:49 que el hombre pudiera ser infiela y la mujer no.
0:13:51 Eso me parece una de las peores injusticias
0:13:56 perpetradas contra la mujer.
0:13:58 Mucho más allá de los sueldos menores,
0:14:01 hay igual tarea.
0:14:03 Digamos para terminar que la ida murió pobre.
0:14:06 Claro, todo eso por no haber agarrado la guita
0:14:08 que le quería dar de Móstenes.
0:14:13 Se gastó todo lo que había ganado
0:14:15 empecesiendo templos.
0:14:17 Aquellos templos donde no podía entrar.
0:14:20 Y también ayudando amigos caídos en la miseria.
0:14:23 Bueno, pero realmente hacía todo lo contrario
0:14:26 de un buen empresario, esta chica.
0:14:28 Rechazaba las ofertas millonarias
0:14:30 y después donaba cosas a los templos
0:14:32 y ayudaba amigos en la miseria.
0:14:35 Ayudar a amigos en la miseria
0:14:37 es una de las actitudes más caras de este mundo.
0:14:41 Si lo digo yo.
0:14:43 Si lo digo yo.
0:14:45 Nada más salió más caro que ayudar a amigos en la miseria.
0:14:48 Si quiere después, te tiene tiempo
0:14:51 y voy a decir cuánto me viene saliendo.
0:14:55 Atenas le ofreció unos magníficos funerales a la ida
0:15:00 como jamás no estuvo el más grande hombre de Estado
0:15:03 o el general más afortunado de eso.
0:15:06 También estaba de más.
0:15:08 Lo que se quiere decir
0:15:11 es que las etáiras estaban bien consideradas en Grecia
0:15:14 y lo que nos enteramos
0:15:17 es que la mujer estaba muy mal considerada,
0:15:19 salvo que fuera etáira.
0:15:21 Esto es un asco de la mancha.
0:15:24 Pero no por las etáiras sino por las mujeres.
0:15:27 Usted sabe que no podían ir a los Juegos Olímpicos.
0:15:30 Como si el Juegos Olímpicos de Olimpia, de donde sino.
0:15:39 Eran solo para hombres.
0:15:42 Sólo podían ir los hombres.
0:15:45 Y le voy a dar unos datos más sobre aquellos Juegos Olímpicos
0:15:49 para que no les dé tanta gana de ir.
0:15:53 Olimpia es una ciudad medio omisia.
0:15:57 Entonces, en épocas de las olimpiadas, cada cuatro años,
0:16:03 caían todos ahí.
0:16:05 Todos los que iban a participar, los amigos,
0:16:08 los caballerísos, los esclavos,
0:16:11 caían también poetas,
0:16:13 aprovechando la gran reunión de gente,
0:16:16 que visitaban sus cosas.
0:16:18 Me imagino que caerían vendedores,
0:16:21 ebanistas, carpinteros, tomadores.
0:16:24 Mucha gente.
0:16:26 Pero la ciudad no estaba muy preparada para recibir a todas esas gente.
0:16:31 Por ejemplo, no había agua para tomar.
0:16:35 Había un río muy chiquito y andaban ahí con grandes dificultades.
0:16:41 La logística era pobre, imagínense.
0:16:44 Era muy difícil de las cosas.
0:16:46 Pero le voy a dar otros datos.
0:16:48 Se competía desnudo allí.
0:16:51 Nada de calzoncillos, adidas, ni nada.
0:16:57 Competía desnudo.
0:16:59 El atleta iba desnudo allí.
0:17:02 Y la mujer no podía entrar.
0:17:05 ¿A dónde va, señorita?
0:17:07 Vengo a ver acá la competencia de salto con galocha.
0:17:12 Era una desnudeza absurda, porque si no podía entrar, no quería.
0:17:16 Bueno, pero a los hombres también les gustaba eso.
0:17:19 Claro, claro, quiero.
0:17:21 Más cómodo.
0:17:23 Más cómodo para saltar con galocha.
0:17:26 En el gimnasio también.
0:17:28 No había esto que le daba.
0:17:31 Pero era la costumbre.
0:17:33 Eso se ha dado loco.
0:17:35 Bueno, una costumbre de Greenpeace.
0:17:39 Oficial por Greenpeace, para que no gastara en agua.
0:17:42 Para limpiar la ropa deportiva.
0:17:44 Que veo cómo se pone.
0:17:46 Tanto que uno se hizo nunca.
0:17:48 La ropa se pone imposible de sudada.
0:17:50 Bueno, esto no, ¿visto?
0:17:52 Ahí, así no más.
0:17:54 Bueno, las mujeres no las dejaban entrar así.
0:17:57 Yo por eso también estoy hablando en Greenpeace.
0:18:02 No, no digo para remediarlo, porque ya no se puede remediar.
0:18:05 Lo irremediable.
0:18:07 Aquellas mujeres que fueron marginadas
0:18:09 de los Juegos Olímpicos Griegos,
0:18:11 han muertos ya.
0:18:13 Como los mammuts.
0:18:15 Como los que las marginaron.
0:18:17 Pero lo que sí podemos hacer
0:18:19 es un scratch entre la embajada de Grecia.
0:18:29 Le preguntaría a Rolón, a quién...
0:18:32 Y a todas, seguramente.
0:18:34 No, a él le gustaba mucho Friné.
0:18:36 Friné, que la mencionamos así de costado,
0:18:38 era la que...
0:18:40 fue a declarar en un juicio.
0:18:44 Y para hacerse creer, se desnudo al prestar testimonio.
0:18:48 Y todos le creyeron.
0:18:54 Y con qué vamos a ilustrar, ¿eh?
0:18:57 Porque luego,
0:18:59 en el terreno de meretrices, de tairas...
0:19:03 por no hay...
0:19:05 por nadie, en realidad.
0:19:08 Vamos a escuchar la rumba que se llama
0:19:11 Por Tus Ojos Negros.
0:19:13 Que ha sido, desde luego,
0:19:16 compuesta pensando en una taira.
0:19:19 Una rumba es...
0:19:25 una forma musical
0:19:27 que seguramente tenía
0:19:29 mucho auge en la antigua Grecia.
0:19:32 Se me dirá,
0:19:34 esto en realidad no es una rumba,
0:19:36 por más que el disco diga que es una rumba.
0:19:38 Yo creo que es una banera.
0:19:40 Y las abaneras no tienen mucho auge en Grecia,
0:19:43 sino más bien en La Habana.
0:19:45 Como su nombre parece en mi casa.
0:19:47 De todos modos, escucharemos esta bella canción.
0:19:50 Que cantará Don Carlos Cantel.
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