Transcripción automática
0:00:00 Las idas y venidas de Mustafa I es loco.
0:00:05 Vamos a contar una historia del Imperio Otomano.
0:00:09 Tuvo lugar a comienzos de siglo XVII en el palacio de Topkapi,
0:00:14 que era como saben ustedes donde vivían los sultanes y donde ahora hay un museo.
0:00:20 En aquel palacio de Topkapi había una institución que una vez nombramos y que era la Jaula.
0:00:28 Era ciertamente un lugar de encierro, más o menos digno,
0:00:32 que estaba reservado a los hermanos varones de los sultanes,
0:00:38 porque estos siempre intrigaban para llegar al poder.
0:00:43 Hay que pensar que en una estructura poligámica eran muchos los hermanos que postulaban su primogenitura,
0:00:50 o simplemente su derecho por mérito para gobernar.
0:00:54 Es decir, casi siempre un sultán tenía muchos hermanos
0:00:56 y los hermanos estaban interesados muchas veces en que insulta muriera para acceder ellos al trono.
0:01:04 Así que se los encerraba directamente para que no pudieran conspirar en un lugar que era esta jaula,
0:01:10 supongo yo que estaría más o menos bien provista, pero que finalmente era una causa.
0:01:19 Desde tiempos de Mehmet, el conquistador, se optó por encerrar en la jaula de los hermanos de sultán
0:01:26 en vez de directamente asesinarlos, verdaderamente un gesto de muy humanitario.
0:01:36 La jaula consistía en un edificio sin ventanas y una única puerta custodiada que llegó en alguna oportunidad a accedarse
0:01:45 y se procedía entonces a alimentar al encerrado arrojándole cosas desde una abertura en el techo.
0:01:52 No es la mejor manera de hacer llegar a alguien a la comeda.
0:01:57 Los angullitos arrojados desde una abertura en el techo se desarman.
0:02:04 Cuando el sultán, Ahmer I, de Gualtrón del Imperio 1603,
0:02:09 su hermano menor de 11 años que era este, Mustafa, fue recluido en la jaula.
0:02:15 Parece que Mustafa ya era loco cuando encerraron.
0:02:19 Las condiciones en que vivieron en la jaula desde luego no hicieron mucho para mejorarlo.
0:02:24 Los médicos que lo atendían desde chico decían que ya entonces tenía miedo de ser delinado,
0:02:31 lo cual no significaba, después de todo, que estaba loco.
0:02:35 Lo cierto es que vivían en un pánico, no estaba de pánico, justificado, no vale saber.
0:02:43 Según cuenta el cronista, el sultán Ahmer había dado dos veces la orden de que su hermano Mustafa fuera estrangulado,
0:02:51 aún cuando estuviera en la jaula, ¿no?
0:02:54 Pero en ambas ocasiones cambió de opinión, al último momento,
0:02:58 por creer en señales de malos augurios que se presentaron.
0:03:04 Cuando lo mandó matar por primera vez, Ahmer sufrió un ataque repentino de dolores de estómago,
0:03:12 y entonces mandó que los asesinos se detuvieran cuando ya le estaban anudando una soga al cuello, Mustafa.
0:03:20 ¿Qué otra cosa hace uno cuando siente repentinos dolores de estómago?
0:03:26 Precisamente en el momento en que ha mandado asesinadas a su hermano, pues,
0:03:30 suspende esa actividad.
0:03:32 El dolor de estómago es un mala augurio cuando uno ha encargado que, o al menos eso le parecía Ahmer.
0:03:42 En la segunda ocasión, el sultán suspendió el asesinato a causa de una violenta tormenta eléctrica que se desató,
0:03:51 justamente cuando los asesinos entraban a la jaula de Mustafa, también justificado el temor.
0:03:58 A las debilidades propias del pobre Mustafa se agregó entonces un pánico que no se le fue en Múnica.
0:04:04 En 1617 el sultán Ahmer murió sorpresivamente.
0:04:09 Bueno, dado lo que hemos leído hasta ahora de este informe, los sorpresivos deberían haber llegado hasta el final.
0:04:18 Además, si estamos por hablar del sultán Mustafa, primero loco, y estamos con Ahmer,
0:04:27 es de esperar que Ahmer múgara en algún momento para que el título de la charla tenga algún sentido.
0:04:34 Así que, al menos los asesinos del programa no se han sorprendido en absoluto.
0:04:38 Tenía 28 años.
0:04:41 Acá dice murió sorpresivamente a los 28 años de fiebre tijoeiga.
0:04:45 Bueno, desde luego aguantar una fiebre tijoeiga durante 28 años que realmente termina con la muerte.
0:04:54 El caso es que se armó un lío con la sucesión.
0:04:57 El sultán Ahmer tenía dos favoritas.
0:05:01 La favorita y la enemiga.
0:05:05 Cada una de ellas quería que su hijo fuera el sucesor, pero pasaba algo.
0:05:09 Los hijos de esas favoritas eran muy chicos.
0:05:13 Durante los tres primeros siglos de la dinastía Osmanli, la sucesión había pasado de cuadre a hijo.
0:05:20 Pero ahora, a causa de la juventud de los hijos de las favoritas, era junto al final también.
0:05:27 El consejo imperial decidió que el trono debía pasar al hermano del final Ahmer.
0:05:34 Él encerrao Mustafa, que tenía 25 años y que se había pasado 14 en la chaula.
0:05:42 Y se cumplió lo más con lo que dijo el consejo.
0:05:44 Mustafa fue consagrado sultán.
0:05:48 Para entonces, este muchacho ya tenía visión.
0:05:52 Ya no era un bloqueo, era un loco de cartel.
0:05:56 Conversaba con sujetos inexistentes y se tragaba pequeños objetos para calcular el tiempo que tardaban en regresar de su cuerpo.
0:06:07 Trataba de adivinar.
0:06:13 Nombró a dos países favoritos suyos, como gobernadores de Damasco y El Cairo,
0:06:20 y reemplazó a un alto funcionario de confianza por un hombre que en una ocasión le había regalado un refresco.
0:06:27 Tras sólo tres meses de desórdenes y disparates, y también por decisión del mismo consejo que lo consagró,
0:06:35 Mustafa primero fue destronado y remitido a la chaula, otra vez.
0:06:40 Aunque en esta ocasión dejaron que dos esclavas le hicieran compañía.
0:06:46 Se aceptó que reinar, entonces, un chico de 13 años, que se fue el nombre de Osman II,
0:06:52 y que era uno de aquellos hijos de Ahmed, supuestamente incapacitados para gobernar.
0:06:58 Como parece que Mustafa, con su 25, era un menos idóneo que su sobrino,
0:07:04 hubo resignación entre los consejeros y pasó a reinar este adolescente.
0:07:09 Pero cuatro años más tarde, por un maltrato a los genístaros,
0:07:14 que eran militares que custodiaba al sultán, Osman II fue asesinado.
0:07:20 Otra vez se planteó el problema sucesorio, y una vez más se planteó la necesidad de ir a buscar a Mustafa.
0:07:27 Cuando abrieron la caula para sacarlo, Mustafa no quiso salir.
0:07:32 Se había creenciado.
0:07:35 Vivía desnudo y sucio con sus dos mujeres, que según la crónica reían acarcajadas del susto.
0:07:43 En su extravagancia y en su terror, a que detrás de la puerta lo esperaran para matarlo,
0:07:49 Mustafa aceptó que se hiciera algún agujero en el techo de la caula,
0:07:54 pero sacaran por allí, en una canasta que se elevó con sobras.
0:08:01 Una vez en el trono, la locura de Mustafa no fue sólo simpática.
0:08:07 Maldó a ejecutar a todos los que habían conspirado para matar a su sobrino Osman.
0:08:12 Pero luego se olvidó de que Osman estaba muerto,
0:08:16 y parece que corrida a gritarlo su nombre por el palacio en una búsqueda sostenida.
0:08:22 En esos mismos arranques de locura, pero un poco más melancólicos,
0:08:26 Mustafa llamaba a Osman para pedirle que lo relevaran los dolores de ser sultanas.
0:08:33 Mustafa cambiaba de vestir todo el tiempo,
0:08:37 y la cosa se puso rancia con un hombrón conductor de mulas como jefe de la mezquita principal.
0:08:43 A todos estos los gobernadores que sabían del estado mental de Mustafa,
0:08:47 se negaban a enviar su tributo.
0:08:50 Finalmente, en agosto de 1623 intervino otra vez el consejo imperial,
0:08:56 que lo sacó del poder para nombrar sultan a un hijo segundón de aquel azmer primero,
0:09:02 que era el hermano mayor de Mustafa.
0:09:05 Y el sultan depuesto, es decir, Mustafa, con la razón completamente nublada,
0:09:11 voluntariamente se fue a meter a la jaula donde nunca más volvió a sommarse,
0:09:16 y en la cual murió completamente desquiciado a los 47 años de edad.
0:09:23 Esta es la historia del querido Mustafa primero, el loco.
0:09:29 Querido roló, que todo sube lo que va.
0:09:37 ¿Qué tendría este muchachón?
0:09:39 ¿Qué le podemos dar?
0:09:43 ¿Usted que hubiera resultado?
0:09:46 Ya que no se había explicado y se había recetado.
0:09:49 Ya, las dos cosas. Primero una cosa y después la otra.
0:09:52 Primero receta y después lo receta.
0:09:55 No, al revés. Primero lo receta y después lo receta.
0:09:59 Parecía un poquito psicótico al chico.
0:10:02 A mí me parecía también.
0:10:06 Por ejemplo, el que le haces en la señal del psicótico.
0:10:14 A él y a una medicación habría acabado de haberla dado, pero no hacía de ir organizando la navidad.
0:10:18 Ni siquiera se fue con la lista.
0:10:21 Y no se va loco y no se va ni cuento.
0:10:24 Igual que ahora.
0:10:26 ¿A quién se lo quiere dedicarse a este informe?
0:10:29 Bueno, ya que hablamos de encerrados que pasan a los reyes y reyes que pasan a ser encerrados,
0:10:34 hace que el mundo lo está malo.
0:10:38 Que estaba más loco, probablemente, que...
0:10:42 que mostaza.
0:10:44 Efectivamente en alguna sin perpetación.
0:10:54 Hemos ido a la discoteca y desde luego nos dieron parada para un loco, porque otra cosa no se iba a dar.
0:10:59 Lo escucharemos en una escupenda versión de Astor que a su vez en bandoneón solo y Horacio Ferrer en recitado.
0:11:07 Así que es verdaderamente una versión interesante y para nosotros entra en la ley.
0:11:16 Y lo escuchamos por escuchar a nuestro querido, a nuestro queridísimo amigo Horacio Arturo Ferrer con el bandoneón de Astor.
0:11:26 Adelante, muchachos.
0:11:29 Las cervejitas de Buenos Aires tienen ese queso y yo.
0:11:36 Salís de tu casa por arenales, lo decían en la calle y en voz.
0:11:43 Pero de repente, de atrás de un árbol, me aparezco yo.
0:11:48 Mezco la rara decenera que nos entera, y decinar polisones en el día que vemos.
0:11:55 Me dio el nombre de la cabeza, a rayas de la cabeza pintadas en la piel, dos mediasuelas lavadas en los pies.
0:12:04 Y una banderita de táctil libre de palitada, lisa, la mala.
0:12:08 Cerra ellos, pero solo vos, no verás.
0:12:13 Porque los maniquíes me guine, los semáforos verán tres luces celestes y las naranjas en el fruteo de la esquina me tiran a sal.
0:12:24 Y así, medio volando y medio bailando, me saco en el hombro para desargarse, cerregalo una banderita y te digo.
0:12:38 Ya sé que estoy bien caos, bien caos, bien caos.
0:12:45 No ves que va la luna rodando por el salado, que un corso de astronauta sin niñas con un balo me baila el crededor, baila venir, volando.
0:13:01 Ya sé que estoy bien caos, bien caos, bien caos.
0:13:06 Sobí los buracos y lo te lío en el corrío, la voz te evita en sus fríes.
0:13:14 Vení volar, sentí el loco de retiro, lo tengo para vos.
0:13:23 Loco, loco, loco, cuando anochezca en su porteria soledad,
0:13:31 con la lluvia luchada la bendez, con un poema y un trombón, a despegar.
0:13:41 Loco, loco, loco, como una prova carelente, calma, estarela.
0:13:49 Sobre la vista, recorre las pasas de mi tío, con lo que sí tu corazón es de libertad, ya vas a ver.
0:14:02 ¡Ahora, mi amor!
0:14:04 ¡Pero ir a mi vida!
0:14:06 Subí que ambición superforte y vamos a correr por la sorpresa,
0:14:11 con una golondrina en el motor.
0:14:14 De diez de nos aplauden, ¡viva, viva!
0:14:18 Los locos me inventan el amor,
0:14:22 y los ángeles, y un sol raro y una luna,
0:14:26 los dan un baldecinto bailador.
0:14:30 Los calias al lugar la gente linda, y loco, pero tuyo,
0:14:37 que es el yo, provoco campanario con la vista,
0:14:42 del fin que mi amor y canto amén la voz.
0:14:49 ¡Pero ir a mi vida!
0:14:51 ¡Pero ir a mi vida!
0:14:57 Prefacen esta terminura de locos que hay en mi vida.
0:15:03 Ponete esta peluca de Londres, y volá, volá con mi mismo chaval,
0:15:09 venid, volá, venid, venid.
0:15:12 Venid así, venid, venid, venid, venid, venid.
0:15:16 Avisen los amores, te vas a despejar,
0:15:20 la malsmira locura es conal,
0:15:22 ¡Viva, viva, viva! ¡Losca ella y losco yo!
0:15:49 Hemos escuchado a Horacio Ferrer acompañado por Astor Piazola interpretando Valada para un Loco
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!