Transcripción automática
0:00:00 Hemos estado hablando en estos días, o la semana pasada,
0:00:04 vi el Imperio Encaico, también llamado Taguantinsuyu, como sabe usted, ¿no?
0:00:10 Creo que hablamos la semana pasada de médicos o de algunas...
0:00:16 Algunos episodios o algunas...
0:00:19 Algunos distritos de la cultura en el imperio.
0:00:25 Y hoy hablaremos de las mujeres.
0:00:28 No de las mujeres en general, ¿no?
0:00:30 Y lo cual es una tentación permanente para conductores de programas masculinos.
0:00:36 Hacer consideraciones, ya sabe cómo son las mujeres, las mujeres son así, o así, o así...
0:00:42 Ay, jaja, jaja...
0:00:45 Nosotros...
0:00:47 No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, microw...
0:00:49 No, qué sé yo.
0:00:51 No nos provoca mucha risa eso.
0:00:54 Ni muchas otras cosas que general son muy graciosas para casi todo el mundo.
0:01:01 Hablaremos de las mujeres o del papel que cumplían las mujeres en el imperio Encaico.
0:01:06 El primer personaje femenino que aparece en las crónicas de Linka Garcilazo de la Vega
0:01:11 es la colla Mamá Oclo Waco, que era esposa y hermana de Linka Manko Kapak.
0:01:18 En la leyenda juntos Mamá Oclo y Manko Kapak fundaron la dinastía de los Incas y el Imperio.
0:01:28 Manko Kapak y Mamá Oclo eran hijos del Sol y de la Luna.
0:01:32 Vamos a contar algo muy breve acerca de esta cusmogonía en Caica, ¿no?
0:01:37 Cuando solo existía la nada, el dios Viracocha apareció ahí en el Lago Titicaca,
0:01:45 que por cierto formaría parte de la nada.
0:01:50 Ya que si solo existía la nada, no se ve como alguien puede aparecer en el Lago Titicaca.
0:01:56 Es decir, era una nada bastante poblada, ya que al menos había dos entidades.
0:02:00 A saber, el dios Viracocha y el Lago Titicaca.
0:02:05 Incluso, dado el enunciado, parece anterior al Lago Viracocha.
0:02:11 Porque dice, apareció Viracocha.
0:02:14 Podemos suponer que no existía este momento.
0:02:17 Pero si apareció en el Lago Titicaca, el Lago existía, aún junto con la nada.
0:02:24 Y realizó su acto creativo, me refiero al dios Viracocha, en Tiaguanaco.
0:02:31 Creó primero un mundo oscuro y nebuloso, cuyas gentes no lo reverenciaban suficientemente.
0:02:39 Por tal motivo, lo hizo desaparecer.
0:02:42 Bueno, hasta que uno cree un mundo y luego este mundo que no ha creado con tanto esfuerzo, se niega a reverenciarlo.
0:02:49 Después conformó un género de gigantes, que también pasó a convertir en piedra por la misma razón.
0:02:56 Parece que no eran tampoco muy reverentes.
0:02:58 Suele ocurrir con los gigantes, que a favor de su tamaño, profecen la ingratitud.
0:03:03 Viracocha hizo entonces una creación más perfecta, a su imagen y tamaño.
0:03:10 Pero esos hombres resultaron malos y el dios les envió un diluvio que duró 60 días.
0:03:16 Incluso 50% más que el clásico.
0:03:20 Después del diluvio, seca la tierra, Viracocha mandó salir al sol, la luna y las estrellas para dar luz al mundo.
0:03:29 En cierta ocasión, Viracocha dispuso que el sol y la luna, que estaban siempre distantes,
0:03:34 como parece indicar la experiencia cotidiana, cuando hay sol no hay luna, etc.
0:03:40 Dispuso que se conociera.
0:03:42 Y así lo hicieron.
0:03:44 El sol y la luna se amaron y nacieron dos hijos, justamente los ya lamentados, Manco Capac y Mamá Oclo.
0:03:52 El sol envió a los hermanos del cielo a la tierra para que fundaran una ciudad,
0:03:59 precisamente en el lugar en que pudieran hundir de un solo golpe una varilla de oro.
0:04:07 Bueno, debían además reunir a los hombres y mujeres que estaban desparramados por la tierra
0:04:12 para cumplir la alta misión que se les encomendaba.
0:04:16 Sacara la creación humana de la baja condición en que se contraban
0:04:21 y enseñarles oficios y normas que les permitieran vivir como seres humanos y no como bestias.
0:04:28 Al final, los esposos llegaron a un lugar en cuyo suelo fue aratil, la varita, según Dios sin problema.
0:04:36 Era el cusco, que en que hecho significa, ombligo del mundo.
0:04:41 Allí empezó a gestarse el imperio.
0:04:44 Las mujeres, discípulas culturales de Mamá Oclo eran su engranaje fundamental.
0:04:51 Servían como fuerza laboral, ciertamente, y aunque estaban eximidas de pagar tributo a línca,
0:04:57 indirectamente lo pagaban porque contribuían con su trabajo a reunir lo que debía tributar el hombre.
0:05:05 Las chicas trabajaban desde los cinco años.
0:05:09 Tan importante resultaba el trabajo femenino para el funcionamiento general de la comunidad
0:05:13 que el Estado controlaba su cumplimiento.
0:05:17 Unos visitadores observaban y iban a las casas, para ver inspectores.
0:05:24 Ahí está, es mucho mejor que visitador.
0:05:26 El visitador puede ver si estamos enfermos, pero estos chanchos venían a ver si trabajaban.
0:05:32 Y observaban que las mujeres se encargaran de limpiar las casas,
0:05:36 que hilaran una cierta cantidad de metros de tela por día,
0:05:40 y que se ocuparan de los deseos nocturnos del marido.
0:05:45 ¿Qué serán los deseos nocturnos, doctor?
0:05:48 Hemos traído al sexólogo oficial del programa,
0:05:55 el doctor Gabriel Rollón, para que nos explique algunas cosas
0:05:59 que nuestra ignorancia no alcanza a percibir con corrección.
0:06:02 ¿A qué se refiere el cronista cuando dice deseos nocturnos?
0:06:06 ¿Un deseo de comer pan a la noche?
0:06:12 ¿Cualquier deseo verificado durante las horas de la noche?
0:06:17 Se refiere a aquellos deseos que tengan que ver con la actividad veneria.
0:06:23 ¿Por qué dice entonces deseos nocturnos?
0:06:25 Porque en otras civilizaciones la gente tenía por costumbre hacerlo de noche.
0:06:32 Por discreción.
0:06:34 Sí, a favor de la oscuridad.
0:06:36 A favor de la oscuridad era en algún caso por asco.
0:06:39 A tu verse.
0:06:42 Permían que el sol con su nitidez viniera a eliminar lo que de imaginario tenía su novia.
0:06:51 Bueno, no está raro.
0:06:56 Más allá de estas exigencias las mujeres se daban tiempo para las coqueterías.
0:07:01 Una de ellas, no una mujer, sino una coquetería,
0:07:07 consistía en tener el cabello renegrido.
0:07:10 La palabra renegrido siempre me ha producido una cierta inquietud.
0:07:16 En mi barrio jamás se utilizaba renegrido para aplicarlo al cabello.
0:07:21 Generalmente cuando se hablaba de algo renegrido era ante un enemigo.
0:07:29 Bien, en todo caso para obtener esta propiedad practicaban una maniobra muy peligrosa.
0:07:42 Los pelos se les ponían castaños.
0:07:44 Así de ese color rojo sadaí.
0:07:55 Lo cocinaban al fuego en una caldera con hierbas dentro de la caldera.
0:08:09 Parece que la India se ponía de espaldas, le ponían un artel en el cogote para que el fuego no la quemara
0:08:15 y procuraban que el agua hirviendo no llegase a cocinar las carnes.
0:08:19 Entonces ahí como podían estaban tardes enteras y después sacaban el pelo más negro y más lustroso
0:08:26 que las plumas de un cuervo recién mudadas.
0:08:30 Bueno, tanto como esto y mucho más puede el deseo de hermosura, nos dice Linca Garcilaz.
0:08:36 Había en Cusco determinadas mujeres a las que desde la infancia les estaba negado el derecho de una vida normal por decirlo así
0:08:45 por una disposición del culto instituida por Manco Capac.
0:08:50 Eran las enclaustradas en la Akla Wasi o Casa de las Virgenes de Sol.
0:08:57 La reclusión estaba dedicada a la Divinidad Solar y era precisamente al Sol a quien se le rendía este tributo de virginidad.
0:09:05 Las mujeres no podían hacer otra cosa que quedarse en esa especie de carcel dorada
0:09:14 y así permanecieron cerradas hasta el fin de sus días sin posibilidad alguna de cambiar su suerte.
0:09:20 Las recluidas no tenían lugar alguno por donde pudieran hablar o ver a un hombre o a una mujer libre.
0:09:26 Sólo la colla, es decir, la reina, tenía la licencia para entrar en la casa y hablar con las encerradas.
0:09:33 Esta visita era el único contacto humano directo con el mundo exterior que les estaba permitido.
0:09:38 En la Akla Wasi de Cusco jamás entraban varones.
0:09:42 Las elegidas lo habían sido por su linaje o por su hermosura.
0:09:46 Debían ser virgenes y para asegurarse de ello las recluían cuando todavía no habían cumplido los ocho años.
0:09:52 Los funcionarios recorrieron al imperio para encontrarlas más bellas.
0:09:56 Sólo dos entradas tenían la Akla Wasi.
0:09:59 Una, la principal era la puerta, que se abría solo para la reina, y para recibir a otras que entraban en el encierro.
0:10:07 Y después había una puerta de servicio que estaba custodiada por 20 porteras, cuya función era llevar y traer lo que se necesitase en la casa.
0:10:15 Estas porteras no podían pasar la puerta de servicio y si lo hacían, la pena era la muerte.
0:10:22 Garcilazo relató sin embargo un hermoso detalle que mantenía a estas muchachas despiertas durante muchas noches.
0:10:28 Los incas tenían flautas de 4 o 5 puntos y a las virgenes del sol dedicaban sus cantares, compuestos en verso medido,
0:10:37 los cuales por la mayor parte eran depasiones amorosas, ya de placer, ya de pesar, ya del misterio de aquellas amas.
0:10:46 Y las virgenes se oían a través de las paredes, supongo yo, como alguno le tocaba la flauta.
0:10:51 Existían también lo que los españoles llamaron casas de elegidas para el Inca, que eran otra cosa.
0:10:57 Esto era distinto a lo de la casa del Cusco.
0:11:02 A esas casas entraban virgenes, pero virgenes que iban a dejar de serlo.
0:11:07 Allí, si ha sido una reserva de 11 de ellas, de las que el Inca podía disponer a voluntad.
0:11:14 Cuando él las pedía, se acababan las más hermosas para llevárselas y pasaban a hacer sus concubinas.
0:11:21 El Inca tenía una esposa legítima y tantas concubinas como quisiera, lo cual hacía que frecuentemente tuvieran más de 200 siglos.
0:11:32 Las concubinas de Inca, una vez que este había perdido el interés por ellas, se arrajaban.
0:11:40 Algunas quedaban como criadas en la casa de Inca, al servicio de la esposa legítima.
0:11:50 Después se jubilaban y les daban una gratificación o una casa y la servían con gran veneración.
0:11:59 Garcilazo cuenta que en ciertos casos, al morir en Inca, estas mujeres se mataban.
0:12:05 Y se dejaban enterrar junto a los criados más favorecidos, y a las mujeres más queridas, que deseaban continuar sirviendo a su dueño en el más allá.
0:12:17 No como en la India, que había una obligación de hacerlo, sino que esto era a voluntad.
0:12:22 Y te quiere hacer enterrar con el Inca, con el Inca, es voluntario, no tiene ninguna obligación de hacerlo.
0:12:30 Y en el caso de las mujeres de la Sacla Guasis delinquían, perdían su virginidad.
0:12:39 Y en el caso de los serrallos de provincia, si resultaban perderla antes de que Inca las tomara, las penas eran terribles.
0:12:52 A las muchachas las enterraban vivas. Al cómplice, que es indispensable en estos casos de perdida de la virginidad, lo aburcaban.
0:13:04 Le mataban la esposa, si es que la tenía, pobre esposa.
0:13:08 Encima, encima.
0:13:10 Encima, le golpeaban la puerta, a la típica, no se había enterado de nada.
0:13:13 Estaba durmiendo.
0:13:14 Se venía mamotada.
0:13:15 También le mataban los hijos, los criados, a los parientes, a los vecinos y a los moradores de su pueblo.
0:13:20 Y a todos sus ganados. ¿Qué culpa tiene la llama?
0:13:25 Y ahí quedaba su parcela de cierta y asolada, tapada por piedras y así.
0:13:33 Esto no evitaba que los que deseaban a una de estas mujeres se valieran de métodos siniestros para llegar a poseerlas.
0:13:44 Y se menciona la conocida versión de que aquel lenguara llamado Felipe Pillo, aquel indio que era el único intérprete entre los conquistadores del Perú y Atáualpa,
0:13:55 intencionalmente falseaba las palabras de Atáualpa para ponerlo en contra de los españoles y contribuir a su ejecución.
0:14:04 Y parece que Felipe Pillo hacía esto porque estaba enamorado de una de las elegidas y una de las chicas de las casas de linka,
0:14:14 y naturalmente sólo podría tenerla si el soberano se moría.
0:14:18 Y en ese caso la elegida quedaba en libertad.
0:14:22 Así que todo eso hacía Felipe Pillo por una mena.
0:14:28 Se ve bien. Pira más una pasión que una llunta de tractores.
0:14:37 Aquí termina el informe que hemos preparado sobre el papel de la mujer en el tabuantín suyo.
0:14:46 ¿Usted tiene alguna dedicatoria que hacer?
0:14:49 Sí, a los inocentes vecinos de...
0:14:52 A los vecinos porque en diner sacara cuenta la mujer del hijo pero el vecino estaba ahí tranquilamente.
0:14:58 La vecino de la cara dice, te voy a matar ¿Por qué?
0:15:01 Porque un vecino tuyo atropelló a una de las menas de linka.
0:15:06 ¡Aguí me importa!
0:15:08 Yo estoy acá ni la tome en el barro.
0:15:11 Por eso convenía a ir y atropellarlas uno, por lo menos.
0:15:14 Ya que me van a orcar.
0:15:17 Por lo menos me divertí un rato.
0:15:21 Así que bueno, a los vecinos y hasta los animales le mataron.
0:15:26 ¿Qué culpa tiene un perro?
0:15:30 Y más, hasta que estoy pensando, digo, el que comenta esa actitud también...
0:15:40 No es porque matar.
0:15:43 El acercamiento de una mujer.
0:15:44 Pero así ya estaríamos muertos hace muchos tiempos.
0:15:47 Por eso, digo, tampoco faltan.
0:15:49 No quedarían vecinos.
0:15:52 Viviríamos en el desierto, evidentemente.
0:15:55 Bueno, hemos resuelto ilustrar esta...
0:15:58 La casa alrededor sí.
0:16:00 Hemos resuelto ilustrar esta interesante información que proviene de linka, Garcilazo de la Vega,
0:16:07 con la samba llamada la compañera, evidentemente en referencia a la mujer en general,
0:16:14 o a una en particular si usted quiere.
0:16:17 ¿No está mal o ocló?
0:16:19 No está mal, claro, la compañera de Manco Capac, fundadores ambos del imperio.
0:16:24 Así que escucharemos la compañera en la versión de Don Ariel Ramírez.
0:16:37 No es porque el perro no es el perro,
0:16:41 sino porque el perro no es el perro,
0:16:45 sino porque el perro no es el perro,
0:16:49 sino porque el perro no es el perro,
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!