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7 de Diciembre de 2007

Las primeras amantes de Napoleón Bonaparte

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos de no las primeras, sí, las primeras amantes de Napoleón Bonaparte,
0:00:08 no amores juveniles sino amantes, acto venéreo consumado.
0:00:14 Así que vamos a París y nos escondemos en noviembre de 1787 bajo las arcadas del Paléro
0:00:22 Allal, lugar donde solían reunirse, como sabrían ustedes las prostitutas.
0:00:27 El Palé, contraebidamente a lo que anuncia su nombre, era la sede de las muchachas, no del gobierno.
0:00:36 Trabajaban allí, tenían frío en invierno, imagínense, debían estar con poca ropa para hacer ostensibles sus virtudes
0:00:43 y esto les producía muchísimo frío.
0:00:45 Entonces entretenían corriendo por las galerías, que usted creo que estuvo allí y las vimos.
0:00:49 Tuvimos, tuvimos galerías allí que hay.
0:00:52 Me armaban carreras, carreras de postas, de segun al entregaba un palo a la otra y corrían por equipos para entrar en calor.
0:01:02 Cuando aparecía algún cliente, paciente, muchas veces en medio de la carrera se detenían
0:01:08 y por lo general un equipo perdía porque algunas de las muchachas abandonaban la carrera para irse con un tipo.
0:01:17 El procedimiento era para arreglar el tratamiento, era el siguiente.
0:01:24 El hombre se acercaba, pedía un presupuesto, se discutía un poco y después seguían alguna escalera mal iluminada
0:01:32 o a veces seguían escaleras delante y se llevaban a alguna habitación.
0:01:39 Y allí al individuo se le suministraban los placeres prometidos.
0:01:45 A eso de las 11 de la noche ya no quedaba bajo las arcadas de las galerías casi nadie.
0:01:52 El día que comienza nuestra historia también hacía mucho frío.
0:01:57 Había una chica que estaba allá por rajarse para su casa porque la cerqué a las 11.
0:02:01 Y parece que apareció un muchacho, un lugar teniente de caballería, pequeño, injusto, muy flaco.
0:02:07 Era en Aspoleó.
0:02:09 ¿Para qué? Vamos a andar haciendo ostentación de mala literatura.
0:02:13 El título dice, las primeras amantes de Napoleón Monaparte y luego no empezamos a ser los misteriosos.
0:02:21 Un extraño personaje.
0:02:23 Y son los recitales.
0:02:27 Usted dice, por ejemplo, Valeria Lynch, recital de Valeria Lynch.
0:02:32 No, un cartelio grande de media cuadra.
0:02:35 Usted saca la centrada con 9 años de anticipación.
0:02:39 Le gusta mucho.
0:02:40 Se presenta con toda su familia, con su cuneado.
0:02:43 Vamos a ver a Valeria Lynch.
0:02:44 Le da la entrada de leer un programa.
0:02:47 En la puerta hay fotos de Valeria Lynch.
0:02:49 El tirón cerrado dice, Valeria Lynch.
0:02:52 Si abre el telólogo, aparece un tipo y dice...
0:02:57 ...la artista que presentamos esta noche.
0:02:59 Jajajajajajaja.
0:03:01 Es alguien que viene desarrollando su actividad, bla bla bla bla bla bla.
0:03:07 Señores, voy a nombrarles y hacer un suspenso.
0:03:11 Jajajajajaja.
0:03:13 Y todos sabemos que Valeria Lynch.
0:03:17 Qué negros son.
0:03:18 ¿Por qué hacen eso?
0:03:20 Tío, la verdadera sorpresa es que anuncié a la otra.
0:03:23 Por ejemplo, todo una gran estafa.
0:03:24 Claro, gracias.
0:03:25 Una estrella que parece...
0:03:27 Ruth Altagüe.
0:03:33 Bueno, eso me quedo.
0:03:34 Bueno, yo también.
0:03:36 Bueno, al final, ¿de qué estábamos hablando?
0:03:38 Bueno, de Napoleón Bonaparte.
0:03:41 Disculpe, lo pise.
0:03:43 Napoleón Bonaparte que estaba mirando a una chica que estaba frente al palé de Royal.
0:03:50 Vi parecio que no se animaba Napoleón a pedir presupuesto, era tímido.
0:03:55 Entonces pasaba, las miraba y después se iba.
0:03:57 Era flaquito, tenía una apariencia física no muy agraciada.
0:04:02 Tampoco era muy simpático, se presentaba mal.
0:04:06 Yo había intentado enamorar a algunas chicas por ahí, pero todas se le reían.
0:04:10 Y entonces decidió ir al palé de Royal a ver si trababa relación con alguna de las prostitutas del lugar.
0:04:17 Bueno, al final se armó de valor y esa noche se acercó a esta chica.
0:04:21 Se ha perdido el nombre de ella y con ella el futuro emperador perdió la virginidad.
0:04:31 Anteriormente Napoleón apenas si se había acercado a la pina señorita Caroline de Colombia y él mismo escribió.
0:04:42 No podíamos ser más inocentes.
0:04:46 Tratábamos de darnos algunas breves citas y toda nuestra diversión se basaba en comer juntos algunas cerezas.
0:04:54 ¿Qué nos estaba viendo usted?
0:04:57 Cuando visitó el palé de Royal Napoleón tenía ya 18 años y hacía dos que habían ingresado al ejército.
0:05:03 Aquel primer contacto con lo que él llamaba gente del sexo sería el comienzo de una extraordinaria carrera amorosa.
0:05:12 Decía que en vez de perder el tiempo en la cama, buena parte forjaba allí su destino.
0:05:18 Casi todas las mujeres de las que fue amante entre 1789 y su caída le abrieron una puerta o lo acercaron al camino que él deseaba.
0:05:28 Allá a finales del verano de 1789 Napoleón decidió ir a Córsega.
0:05:35 Pidió un permiso, se marchó a Jacho y allí como miembro de la Guardia Nacional
0:05:44 se dio y cuáles limpió la isla de malechores y bandidos.
0:05:49 Se encontró con la que iba a ser su primera amante consistente.
0:05:56 Parece que un día se encontró con una chica de apellido Daletti.
0:06:00 Un lindo apellido para ser amante.
0:06:06 Lo dirían en italiano, en Córsega. Daletti o Daletti.
0:06:11 Daletti es todavía mejor.
0:06:15 Y Dalettu no le digo nada.
0:06:19 Parece que era generosa de busto, dice el cronista, sin que yo sepa si con esto quiere decir que tenía el busto grande o que era liberal con el busto.
0:06:29 O que ambas cosas probablemente.
0:06:33 Que es la mejor combinación.
0:06:35 Tenía una mirada sentenciante, lo cual también cuesta imaginarse.
0:06:39 El caso es que buena parte se sintió muy atraído.
0:06:43 Y dejó a un lado la organización de la Guardia Nacional para dedicarse a estos menesteres.
0:06:51 Muy pronto Napoleón y la Daletti se hicieron amantes.
0:06:56 Pero acá debo decir que esta muchacha era casada.
0:06:59 Casada con el señor Givorni Daletti.
0:07:04 Que parecía ser el único ignorante de la relación esta que duró varios meses.
0:07:09 Ocurre siempre así, el marido es el último que se entera, pero no porque sea el más onzo, sino porque es el único a quien no se lo cuentan.
0:07:21 El caso es que Napoleón estaba todas las noches en casa de este matrimonio y iba a comer ahí en las fiestas.
0:07:29 Y ni siquiera la presencia del marido evitaba que la muchacha recibiera a Napoleón.
0:07:33 Parece que la mina estaba totalmente enamorada.
0:07:36 Un tiempo más tarde Napoleón conoció a otra chica de ojos dorados.
0:07:42 Entonces abandonó un poquito a la Daletti, empezó a visitarla menos.
0:07:48 Y Daletti se dio cuenta de que había una rival.
0:07:52 Ah, sí, porque yo me doy cuenta enseguida.
0:07:59 Y decidió asesinar a Napoleón, redondamente.
0:08:04 Para que aprendiera con quien se estaba metiendo.
0:08:06 Un día Napoleón recibe un mensaje de Daletti que lo invitaba a su casa.
0:08:12 Allí le hizo saber que su marido se naría en otra parte.
0:08:16 Napoleón llegó, la cena trascurría alegremente, la mina parecía un poco preocupada.
0:08:23 Terminó la comida y Napoleón se volvió a su casa.
0:08:26 Y se acostó.
0:08:28 A las dos horas, un dolor en las entrañas lo atacó con tal intensidad que empezó a pedir socorro a los gritos.
0:08:36 Socorro, socorro!
0:08:38 Bueno, parece que sentía un gran dolor.
0:08:43 Aparecieron los criados, llamaron al médico.
0:08:46 El médico le dio un específico que lo calmó un poco.
0:08:49 A la mañana siguiente, si algunos vecinos se habían enterado de la descompostura de Napoleón,
0:08:54 que no era emperador aún, pero ya siguieron militar conocido, entonces los fueron a visitar.
0:09:00 En un momento apareció la mismísima Madame Daletti con su esposo.
0:09:06 Y la mujer le preguntó a Napoleón con toda ingenuidad.
0:09:08 ¿Qué os sucede, mi pobre amigo?
0:09:11 Napoleón respondió.
0:09:13 Lo ignoró, pero sufro cruelmente.
0:09:17 Lo dijo con cara de que estaba viendo el diablo en canzoncillo.
0:09:22 Y entonces la mina se le acercó y le dijo al oído,
0:09:26 Me habéis abandonado cobardemente,
0:09:30 Y yo que lo sacrificué todo,
0:09:34 Lleváis a mis rivales un amor que me habíais jurado tan solo a mí,
0:09:39 Pero me he vengado o sé envenenado.
0:09:43 Y dijo, ojo, ojo contraitar mi crimen.
0:09:48 Y señaló al marido, le dijo,
0:09:51 Un corso sabe como castigar la perdida de su amor.
0:09:55 Entonces una parte comprobó la estatura del marido
0:09:59 Y resolvió que valía la pena callarse.
0:10:03 Llamó al médico y le dijo que la noche anterior,
0:10:06 Senando en su casa se había mandado un plato de champiñones,
0:10:09 Que seguramente no eran comestibles.
0:10:12 Entonces el médico le dio unos contravenenos
0:10:15 Y días más tarde Napoleón estaba vivito y coleando
0:10:19 Para disgusto de Madame Daletti.
0:10:21 Por supuesto decidió no visitar nunca más aquella dama.
0:10:25 Terrible cosa tener una novia que cuando se enoja tembe en nena.
0:10:29 Que estaríamos todos muertos.
0:10:33 Buena parte tenía un permiso de seis meses para quedarse en Córsia.
0:10:37 Finalizó ese tiempo, regresó a Lyon, donde se encontraba su regimiento.
0:10:43 Sus camaradas no encontraron muy cambiado.
0:10:46 Parece que las mujeres corsas le dejaron en el corazón
0:10:50 Una amargura o un deseo de mostrarse amargo.
0:10:54 Como suele ocurrir con los jóvenes cuando tienen algunos lances amorosos.
0:11:00 Les acomete la tentación de ser desvichados
0:11:04 Y de hacer comentarios amargos sobre el mundo.
0:11:08 Por las noches escribía algunas ideas sobre el amor.
0:11:12 Lo que le permitió ganar incluso un premio en la Academia de Lyon.
0:11:15 Por una declamación sobre la pasión amorosa.
0:11:18 Estas adquíridades paralelas parece que al ejército no le molestaban.
0:11:23 Así que lo nombraron Lugar Teniente de Primera.
0:11:26 Muy contento.
0:11:28 Napoleón decidió tomarse un descanso.
0:11:30 Y pidió un nuevo permiso para regresar a Yacho.
0:11:34 Allí había decenas de señoritas que le hicieron no olvidar los plazos de tal permiso.
0:11:42 Por tal motivo a principios de 1792 fue apartado, fue castigado.
0:11:47 Tuvo medio suspendido.
0:11:49 Finalmente viajó a París, pidió al reintegro, qué sé yo.
0:11:53 Pero resolvió pasar por Marsella.
0:11:56 Y allí conocí a una mujer muy hermosa, llamada Charlotte Middleton.
0:12:01 Que era hija de una venante ingles.
0:12:03 Dice a los cronistas que tenía formas admirables.
0:12:06 Aunque su rostro no fuera perfecto.
0:12:11 Era difícil resistirse a los rayos que lanzaban sus penetrantes ojos negros.
0:12:16 Debía ser fría el pechugo.
0:12:18 Sí, estaba fuerte la furia.
0:12:21 Pero parece que Charlotte era un verdadero espectáculo hablando.
0:12:25 Utilizaba todo el tiempo cientos de metáforas y neologismos.
0:12:30 Para hablar de las inéctoques y de las metonimias.
0:12:34 Era además una excelente lectora.
0:12:37 Eso no ocurría con Napoleón.
0:12:39 Y ella se lo reprochaba.
0:12:41 Le decía, no eres más que un vagabundo.
0:12:44 Yo tengo en mi mente mil veces más pensamiento y palabras que la aquí hay en vuestro idioma.
0:12:50 Le decía, la mina oculta a Napoleón.
0:12:55 Así que Napoleón se enamoró de Charlotte.
0:12:59 Sólo le hablaba de amor, pero ella le pedía algo más.
0:13:02 Le mostró a Shakespeare, le habló de Middleton.
0:13:05 Le regaló un viejo ejemplar de la comedia.
0:13:09 Y Napoleón se interesaba, pero nada más que para levantársela.
0:13:14 En una de esas lo nombraron jefe de batallón, alguna parte.
0:13:18 Con ese grado estaba él cuando participó del sitio de Tolón.
0:13:23 Allí estableció un regimiento con el cual aplastó a los enemigos.
0:13:29 Y aquí empezó la carrera triunfal que lo hizo famoso.
0:13:33 Parece que Napoleón hizo construir la batería que lo llevaría al triunfo
0:13:37 siguiendo los consejos de Charlotte.
0:13:40 Y ella parece que no lo abandonó en ningún momento.
0:13:45 Incluso durante la batalla estaba con él.
0:13:48 Y Napoleón veía morir a sus mejores cañoneros
0:13:51 y allí estaba la hermosa Charlotte cargándole los cañones, como quien dice.
0:13:58 Cuando se tomó Tolón, el nombre de Napoleón comenzó a huirse dentro del ejército.
0:14:03 Pero el placer que experimentaba a Bonaparte sufrió un contratiempo.
0:14:07 Charlotte, imprevistamente, se tomó un barco y se fue a América.
0:14:11 Y nunca más Bonaparte volvió a verla.
0:14:16 Algunos dicen que la muchacha ya estaba en condiciones de desaparecer
0:14:21 porque acababa de lanzar a Bonaparte hacia su destino prodigioso.
0:14:26 Qué raro que la mina haya hecho esto.
0:14:29 Esa mina a la Charlotte la de las formas admirables
0:14:32 y los ojos negros y rayos en la mirada.
0:14:36 Pero está bien, ¿eh?
0:14:38 Una mina que te enseña un poco y después se va a hacer.
0:14:44 Lo dije como si tú eras harto de ella, ¿no?
0:14:47 Es un absoluto.
0:14:51 ¿A quién quiere dedicar?
0:14:55 Me quedé triste con la partida de Charlotte.
0:14:58 Sí, hice un silencio porque lo vi que estaba meditando.
0:15:02 Cada vez que una gama llamada Charlotte parte hacia América
0:15:06 para nunca más volver, me siento triste.
0:15:10 No se ponga así, Alejandro.
0:15:12 No, es que uno tiene esa sensación, esa empatía, si usted quiere con Bonaparte,
0:15:16 porque hemos visto muchas mujeres amadas partir hacia América a lo largo de nuestra vida.
0:15:23 Sí, le diré que todas las mujeres que se involucran conmigo más tarde o más temprano
0:15:28 parten hacia América.
0:15:31 Porque en definitiva, bueno, América es cualquier lugar.
0:15:34 Si me gusta mucho parte en temprano, si me gusta un poco parte en tarde
0:15:38 y no es que cambien ella su partida.
0:15:42 Está muy bien lo que usted dice, le felicito.
0:15:45 Me gustó como lo dijo.
0:15:47 Bueno, yo voy a dedicar esto a la chica de aquella noche
0:15:51 cuyo nombre se ha perdido, con la que Bonaparte tardió su virginidad.
0:15:55 Aquello del palergo allá.
0:15:57 Sí, que me hace acordar, me dan ansias de que se presenten,
0:16:00 de que pudiera presentarse en algún momento, Alejandro,
0:16:02 y decir como dijo nuestro amigo Carlos Gardel,
0:16:04 yo era el ladrón de aquella noche.
0:16:07 Bueno, me encantaría.
0:16:09 Pero usted no tiene en su vida nombres desaparecidos de su memoria.
0:16:16 O que a lo mejor ni siquiera ha conocido el todo.
0:16:20 Y que, sin embargo, usted recuerda cada tanto,
0:16:28 una que conocí en tal lugar y no me acuerdo cómo se llamaba.
0:16:36 No estaría mal.
0:16:38 Esos fantasmas podrían llegar a aparecer en una noche.
0:16:43 Yo soñaba, pensaba y a veces escribía,
0:16:48 la historia de un especie de mago y medio,
0:16:53 un alquimista y también un hipófono,
0:16:56 que organizaba un regreso de antiguas presencias amorosas
0:17:04 para hacer con eso y regreso un baile.
0:17:11 Pero tiene que ser un regreso fantasmal,
0:17:14 no un regreso de carne y hueso,
0:17:16 porque entonces la que viene es una señora que viene con la hija,
0:17:19 una señora gran.
0:17:21 Ay, yo soy la de aquella noche,
0:17:23 ¿se acuerdas qué vas a hacer la de aquella noche?
0:17:25 ¡Voy!
0:17:28 Y lo peor es que uno tampoco era en aquella noche.
0:17:31 Y entre los fantasmas desconocidos,
0:17:34 de algunas noches perdidas,
0:17:37 es posible que veamos entrar por aquella puerta a nosotros mismos.
0:17:44 Uno está esperando que vengan fantasmas del pasado,
0:17:47 personas que hemos conocido y que ya no están,
0:17:50 y a mí me parece que el primer invitado es uno mismo.
0:17:53 El primer invitado es uno tal cual fuera.
0:18:02 Y pensaba después, Alejandro,
0:18:05 usted nos dijo dos veces que esta chica uno se arremaba
0:18:10 y les pedía presupuesto.
0:18:12 ¿No? Me gustó como lo dijo,
0:18:15 porque el presupuesto, digamos, presupone,
0:18:19 permítame la literación,
0:18:22 el hecho de una evaluación del trabajo realizado.
0:18:26 ¿Qué estaba pensando?
0:18:28 Es decir, que una cosa es decirle a alguien,
0:18:30 bueno, cuánto cobra usted para,
0:18:32 y otra cosa es cuánto me va a cobrar a mí.
0:18:34 Diamo, eso ya involucra el sujeto de un modo muy furioso, ¿no?
0:18:40 Evidentemente porque se van a realizar sobre el cuerpo del sujeto,
0:18:44 y me van a decir que así como usted evalúa la casa que va a pintar,
0:18:47 también tiene que evaluar el cuerpo cuyos goces va a despertar.
0:18:52 Claro, digo, y hay en estos...
0:18:54 Entonces, como usted comprende, no es lo mismo despertar en un cuerpo que otro.
0:18:58 Pues ahí voy.
0:18:59 Así que no podemos tener una tarifa fija.
0:19:03 Ahí voy, Alejandro, digo, me parece que es una exposición del sujeto desayante,
0:19:08 esto de pedir un presupuesto, y que está bien,
0:19:11 porque le da a las mujeres que tenían este trabajo en cuestión,
0:19:15 le da un derecho, ¿no?
0:19:17 Digamos que es el de decir, bueno, cuánto y con quién.
0:19:21 Porque me imagino un lugar donde diga, bueno, media hora tanto...
0:19:27 Con quién.
0:19:28 Usted cuánto cobra, según con quién.
0:19:30 Según con quién.
0:19:31 Me gusta esta cuestión.
0:19:32 Personal el asunto, sí, señor.
0:19:34 Lo que quiero decirle es que el sujeto desayante está siempre expuesto.
0:19:39 Tanto con las prostitutas, como con las personas que el tipo decía casarse,
0:19:46 por caso.
0:19:47 El que desea está expuesto.
0:19:49 Expuesto cruelmente al rechazo, que ese deseo,
0:19:54 que para el otro es un simple trámite,
0:19:56 y para el desayante, más o menos,
0:19:59 que la interrupción de su discurso,
0:20:01 que la interrupción de su pensamiento,
0:20:04 de su estirarse hacia el futuro,
0:20:06 va a tener que buscar otra constelación que lo guíe,
0:20:09 va a tener que cambiar del rumbo.
0:20:11 Digo eso para que lo pensemos dos veces antes de rechazar a alguien.
0:20:20 Pero con qué vamos a volar esta charla, Alejandro,
0:20:25 que le parece usted?
0:20:26 Y cinco antes de acertar.
0:20:28 Bueno, hemos elegido para hoy el tango viejas alegrías,
0:20:39 que está compuesto en atención a las viejas alegrías de Napoleóvia,
0:20:44 las nuestras también.
0:20:45 No es cierto que todas las alegrías sean viejas.
0:20:48 Es más, yo diría que todas las alegrías son nuevas.
0:20:51 Las alegrías viejas, como creo que decía Páeron.
0:20:54 Los bailos, sí.
0:20:55 Finalmente no son alegrías.
0:20:58 Recordamos cosas que nos alegraron,
0:21:01 pero que ya pasaron,
0:21:02 y este haber pasado es una tristeza.
0:21:06 En cambio, las tristezas nuevas son tristezas,
0:21:09 y las viejas tristezas también son tristezas.
0:21:12 Eso lo dijo Páeron para decir que hay en el mundo más tristeza
0:21:15 que la que a cualquiera se inserba.
0:21:18 Pero él lo decía también.
0:21:21 Lo escuchamos entonces a Charlo,
0:21:25 en esta estupenda versión de viejas alegrías.
0:21:45 La noche cruel,
0:21:47 lleno de frecuentas entre los meus,
0:21:52 la tristeza de pensar en lo más homo,
0:21:56 la primera cana,
0:21:58 mensaje de alberdo en hoy,
0:22:02 mi teyosa engozquía de vivir,
0:22:06 y un terror intenso de morir,
0:22:11 de un campo que este coban sur,
0:22:13 quien no agradece,
0:22:15 todas mis andanzas,
0:22:18 como de una amanecer.
0:22:23 Son mis viejas alegrías,
0:22:28 las que sur que me nombran,
0:22:32 las que moran dos cuantas horas mías,
0:22:36 por saliendo de las sombras,
0:22:41 son mis viejas alegrías,
0:22:46 son las gotas que besado,
0:22:50 con la Roma de otras días,
0:22:53 animada en el sombría,
0:22:56 del espejo evocado.
0:23:02 Tuve hasta distante un nuevo amor,
0:23:09 me hice bachiller en el dolor,
0:23:14 pacaron los tals y tome a fin y tu borrón,
0:23:18 siente al sosuelo procurando una emoción,
0:23:24 cuide cedar rollo hasta el rosa,
0:23:29 le dejo al viento y al pilar,
0:23:33 hoy que te he salto de corme en colgar,
0:23:37 me he quedado preso en mi propia soledad.
0:23:46 Son mis viejas alegrías,
0:23:51 las que sur que me nombran,
0:23:55 las que moran dos cuantas horas mías,
0:23:59 por saliendo de las sombras,
0:24:05 son mis viejas alegrías,
0:24:10 son las gotas que besado,
0:24:14 son la Roma de otras días,
0:24:17 animada en el sombría,
0:24:20 del espejo evocado.

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