Transcripción automática
0:00:00 Las primeras 10 venturas de Enriqueza de Inglaterra en la Corte de Francia. Atención.
0:00:07 En marzo de 1671 se celebró un matrimonio en la Corte de Francia.
0:00:13 Se casaba Felipe de Orleans, conocido como Mechiel, y hermano del rey Luis XIV.
0:00:21 Se casaba con Enriqueza de Inglaterra, hija nada menos que el del rey Inglés Carlos I,
0:00:26 que acá entre nosotros había sido decapitado algunos años antes.
0:00:33 La boda tuvo lugar en una caprisa del palerro allal.
0:00:39 La crónica cuenta que todos los asistentes cuchichaban acerca de la sorpresa que se iba a llevar en Enriqueza,
0:00:46 porque como ya saben los más antiguos de nuestros asistentes,
0:00:51 a Felipe, a Mechiel, me gustaban los muchachos, y jamás se había estado con una mujer.
0:00:58 Cuando Felipe era un chico y para que el rey Luis, su hermano, no pareciera la presidencia de un personaje peligroso en su corte,
0:01:06 se sabe que tradicionalmente los hermanos de los reyos son personajes muy peligrosos.
0:01:11 Entonces, así que como hemos explicado alguna vez,
0:01:15 entre los otros manos, solía confinarse al hermano de un príncipe en un lugar que llamaba la jaula,
0:01:30 donde tenían todo cuanto necesitaban menos la libertad.
0:01:34 Se van a cerrar para que no pudieran confiar.
0:01:36 Es decir, siempre se creyó que el hermano de un rey era un tipo peligroso.
0:01:41 Y entonces, para que el rey Luis no soportara un personaje desaíndole,
0:01:47 se creyó conveniente a pagar en Felipe todo género de habilidad.
0:01:54 Se creía por entonces que la política era solo un trabajo de hombres,
0:01:59 y de hombres con los gustos constituidos conforme a una supuesta regularidad.
0:02:05 Por odio entre el ministro Masalino, entonces, se vistió a Felipe con trajes de dama,
0:02:11 y se le dio el gusto por las cincas, los perfumes, las cremas y los aros.
0:02:17 Las sobrinas de Masalino, de larga fama,
0:02:22 de larga fama digo porque anduvieron con el rey, con el otro hermano,
0:02:25 pero a éste lo peinaban y lo distraían todo el día en su tocador.
0:02:30 Además, lo hacían jugar con un personaje complicado, que era el abatechó así,
0:02:35 que vivía travestido.
0:02:38 El éxito del ministro Masalino, en esta mengo de la habilidad de Messi, fue completo.
0:02:48 El hermano del rey despreció las damas y también despreció la política.
0:02:54 Ahora bien, la novia con la que casaban a Felipe para guardar las formas era hermosísima.
0:03:00 Dice la crónica que era graciosa, delgada, elegante y que su mirada aturbaba a los más castos.
0:03:07 Tenía ojos negros.
0:03:10 Algunos contemporáneos dicen que por entonces era la mujer más hermosa de Europa,
0:03:14 pero esto es siempre muy difícil de sostener.
0:03:18 ¿Cuál es la mujer más hermosa de Europa hoy, por ejemplo?
0:03:21 ¿Cuál es la mujer más hermosa de Casillo?
0:03:24 ¿Cuál es la mujer más hermosa de este lugar?
0:03:30 ¿Y quién lo dice? ¿Dónde está la oficina? ¿Dónde se decide en esas cosas?
0:03:36 En todo caso parece que estaba bien.
0:03:39 Enriqueta había llegado a Francia en 1646 cuando tenía dos años,
0:03:44 expulsada de una terra junto con su madre, la esposa del fin de la U.S. Carlos I.
0:03:49 La noche de bogas entre Enriqueta y Felipe fue una porquería.
0:03:54 Madan de la fallez en su historia de Enriqueta escribió,
0:04:00 no sintió más que un placer mediano.
0:04:03 Hay gente que no siente en toda su vida más que un placer mediano, ¿qué va a ser?
0:04:09 El milagro de inflamar el corazón del príncipe no estaba reservado a mujer alguna sobre este mundo,
0:04:15 opinó Madan de la fallez.
0:04:18 Muy pronto Felipe volvió a sus andanzas con los jóvenes de la corte, muchas.
0:04:23 Enriqueta, que quedó un poco desesperada y ansiosa, se dedicó por su lado a buscar consuelos y encontró uno inesperado.
0:04:34 La corte se trasladó un tiempo a Fontainebleau, donde fueron organizadas fiestas grandiosas.
0:04:42 Enriqueta y Inglaterra estaban todos los bailornos, graciosa y radiante.
0:04:48 Y el rey, sucuneado, quedó maravillado y se enamoró.
0:04:54 Una tarde, durante una fiesta campestre, la llevó al bosque.
0:05:01 Y no volvieron hasta las tres de la mañana.
0:05:06 Con aire abatido, abatido del récord.
0:05:12 Con aire abatido pero feliz.
0:05:15 Dice que Enriqueta había encontrado el consuelo que buscaba.
0:05:21 Las fiestas de Fontainebleau se transformaron entonces en una especie de homenaje permanente, dado por el rey y la corte Enriqueta y Inglaterra.
0:05:30 Se había dispuesto que Enriqueta, durante cada una de sus salidas, fuera rodeada por músicos que la lagaran constantemente y caballeros que le dedicara al lobo.
0:05:41 Estaba un poco harta, me imagino yo, de esa cojorte de alquilones.
0:05:47 De cuando en cuando, toda la corte salió en carroajes para dispersarse Olga, llevándose a una crónica.
0:05:55 Cada uno del brazo de la fuente próxima a su plaza.
0:05:58 Estas son los peñigues me gustan a mí.
0:06:02 Luis Cator se daba la señänger de la pequeña fiesta llevando a Enriqueta una espesura.
0:06:10 Y al niño todo lo inutaban y pronto un tierno concierto de sus pilos elevaba sobre los matorrales de Contempleau.
0:06:21 Extragrinaria fiesta, estupenda manera de pasar el rato, con buen gusto, con elegancia, con amor, con distinción.
0:06:38 Nunca me invitan a estos lugares, siempre voy a lugares donde todos dicen cosas desagradables en Bosque.
0:06:48 Y estos juegos, ilvestres por la malos a algún modo, duraban una parte de la noche y cuando el rey se sentía fatigado, la que en ese momento regresaba a su caleza,
0:07:01 todos debían interrumpir sus amores y volver al parácio junto a él.
0:07:07 ¿Qué le pasa a este hilastro?
0:07:12 Justo en lo mejor.
0:07:14 Durante la cena se relataban los pormenores de eso sale.
0:07:18 Eh, bueno, resulta que hay un vete para que se me sentiera un hormigrero.
0:07:25 Uhhh, esa clase de pormenores que son muy habitables en la espesura.
0:07:30 El amor entre los matorrales tiene esa cierta respidez.
0:07:36 Esta fiesta, si estas reuniones no tardaron en ser conocidas por María Teresa, la mujer del rey, que permanecía en París, ¿no?
0:07:46 Y además que estaba embarazada, por eso no participaba de todos los maldados.
0:07:51 La reina que amaba muchísimo a Luis, lloró mucho y se quejó a la reina madre, vivía todavía Ana de África, la mamá de Luis.
0:07:57 Y Ana de África, muy molesta, corrió a reprochar agregamente al rey, la vieja.
0:08:03 Puesto que aquella conducta podía fragilizar el trato con España, María Teresa era de la casa de África, con tanto, con tanto lidio.
0:08:15 Como Luis no dio bolilla a los retos de su madre, Ana de África fue a contarle todo a Felipe, a Mesí, al marido de Enriqueza.
0:08:23 Aunque en realidad, Felipe no estaba nada entusiamado con su casamiento, tuvo celos, que nojó y acusó al rey su hermano a viva voz.
0:08:33 Hubo cenas lamentables y escándalos en los que volaban platos.
0:08:40 Luis, el rey que no quería ni expulsar a su hermano ni alejarse de Enriqueza, comprendió que su prestigio estaba en peligro.
0:08:47 Hibocó una solución y la solución se la vio la propia Enriqueza.
0:08:52 Le dijo a Luis que simulara amar a otra mujer.
0:08:57 Entonces cuenta el cronista, convidieron entre ellos que el rey se enamoraría, supuestamente, de alguien de la corte para que se dejara hablar de su relación con su cuñada.
0:09:08 Siempre andar con la cuñada es un poco nojoso y andar con otra buena infosa.
0:09:13 Y empezaron a buscar algunas damas que resultaran aparentes para el kilo de peso.
0:09:19 Dos damas de la corte despertaron su atención.
0:09:23 Vamos a hacer el depón y vamos a hacer el disemero.
0:09:26 La primera aterrada rajo de la corte.
0:09:30 Se asustó y salió rajando.
0:09:32 Es una reacción muy loable.
0:09:36 En el caso de una dama que o que no le gusta el tico o que se va a venir muy bravo, salió rajando.
0:09:45 No mintió, no dijo nada, no se entreveó, salió con ella.
0:09:48 La segunda, que era muy ambiciosa, consideró útil hacer esperar al rey.
0:09:54 Se hizo a la linda y no tuvo nada por su coqueteía.
0:09:58 Puesto que Luis XIV se impacientó y buscó encerrar otra.
0:10:02 Fue entonces cuando Enriqueta pensó en una de sus damas de compañía, una joven inocente,
0:10:08 que son las más peligrosas, de 17 años con grandes ojos azules,
0:10:13 era nada menos que Luisa de la Valiad.
0:10:17 El rey no pudo fingir nada porque Enriqueta se equivocó en la elección de una substituta.
0:10:23 Sabemos que el rey se enamoró perdidamente de la visita de la Valiad,
0:10:27 que fue una de sus amantes más importantes.
0:10:30 Inmediatamente Enriqueta quedó desplazada por aquel plan que sólo había sido diseñado
0:10:35 para que las miradas cortesanas no la molestaran por algún tiempo.
0:10:40 Sin tener al rey como consuelo, Enriqueta, y mientras su esposo nacía,
0:10:47 sostenía sus encuentros con algunos muchachos, volvió a buscar novio
0:10:52 y lo encontró pronto, pero también tuvo mala puntería, que pensé.
0:10:57 Se trataba, no una obra de Enriqueta, era Armando de Gramón, con de De Guiche.
0:11:03 Era un libertino cuyo buen aspecto y elegancia ocultaba una tremenda groserida.
0:11:12 Cuando Enriqueta empezó a interesarse en Armando, Armando ya tenía una relación.
0:11:18 Andaba con Felipe.
0:11:21 Pertenecía al grupo de muchachos que rodeaban al príncipe y hice la crónica,
0:11:28 preferido por su experiencia en el vicio, para eso una propaganda de cerneno,
0:11:35 preferido por su experiencia en el vicio Guiche, vivía en plan de igualdad con el príncipe
0:11:42 y podía permitirse lo todo.
0:11:45 Enriqueta logró enamorar Armando de Guiche, y cuando su marido Felipe conoció la noticia,
0:11:51 se enojo muchísimo, dicen que pateó y gesticuló, que su amado lo engañara con una mujer,
0:11:58 y que además esa mujer fuera la suya, lo descompuso.
0:12:03 Felipe resolió, entonces, echar a Armando el acorde, y la exclusión se cumplió redondamente.
0:12:16 Y así otra vez se quedó Enriqueta y la terra, sin compañero en la Corte de Francia.
0:12:22 Triste volvió a buscar a algún otro amigo, pero eso ya es parte del alterto.
0:12:26 Lo que queríamos contar hoy, ya lo hemos contado.
0:12:31 Qué lindo, feliz lo conocí, el casamento me sigue, lo habían cegado para que no fuera
0:12:38 con qué gente.
0:12:40 Lo lo no está, pero a ver a quién puedo dedicar esto.
0:12:46 Aquí hay algunos que me gustan, momento, momento, momento.
0:12:53 No, a los cortes canos que iban aquella jornada campé,
0:13:00 y que eran interrumpidos, porque el rey había dado por concluir a su faena íntima.
0:13:08 Entonces, cuando el rey se cansaba, había que...
0:13:13 Bueno, por suerte el rey buscó hacerse un hombre de largo aliento.
0:13:19 Un hombre que no se cansaba, no se ha cocinado al primero de vos.
0:13:27 Pero qué ganas de asistir a un asociador, aunque le da levantar campamento rápidamente.
0:13:33 Sí, pero lo hagas.
0:13:35 Y ya pulamos, vamos, que después el rey se...
0:13:37 Claro que pularon a la mina, de ese modo.
0:13:39 No se ha decidido la mina, si le miraba nada de piropo ni de tantas cosas.
0:13:43 Y tanta comerció, porque después el rey dice, bueno, terminó la vuelta,
0:13:46 y nos quedamos mañana, y sin fiesta.
0:13:50 Ya te quitan a andar corriendo, vio que empiezo a la cobre por la tierra.
0:13:54 No, eso, que te respondo, que te respondo, que andas por aquel lado de la fuente, que yo vuelvo y no vengo.
0:13:58 No, que vamos a ver esto.
0:14:00 Después te corro, si quieres.
0:14:03 No, dice la mina, que yo te conozco, voy después a nosorejar.
0:14:10 Después no te conozco.
0:14:13 Y vos quién era el?
0:14:14 Bueno, hemos elegido la valera que se llama por tus ojos negros,
0:14:20 cantada por Carlos Ardell, desde luego en erusión,
0:14:23 a los ya mencionados ojos negros de Enriqueca,
0:14:27 de Inglaterra, la hija del tinado y de capitado, Rey Carlos I,
0:14:32 que según se dice, era la mujer más hermosa del mundo.
0:14:37 Adelante, don Carlos.
0:15:44 Y vos, que jugamos,
0:15:48 por tus ojos negros,
0:15:52 en una tarde de calor,
0:15:55 y que te ilumilaron,
0:15:59 oí de nuevo,
0:16:02 con el tal,
0:16:05 un teletano cielo,
0:16:09 con todo un roncario de cera,
0:16:12 y seguieron tras las huellas
0:16:16 de un migo de dopera.
0:16:23 Y ahora ante tu imagen,
0:16:26 y yo, mi despedida,
0:16:30 la límica abertura,
0:16:33 con mi cuara fecidad.
0:16:44 Y vos, que jugamos,
0:16:48 por tus ojos negros,
0:16:52 en una tarde de calor,
0:16:56 y que te ilumilaron,
0:17:00 oí de nuevo,
0:17:04 con el tal.
0:17:12 Acantado Carlos Gardel,
0:17:14 por tus ojos negros.
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