Transcripción automática
0:00:00 Voy a comenzar con una pequeña charla inicial del día de hoy.
0:00:05 Vamos a hablar de las prostitutas de Boulogne.
0:00:08 Veníamos bien.
0:00:13 Estamos banquineando ya.
0:00:15 No de las prostitutas de Boulogne en el Gran Buenos Aires.
0:00:23 Sino de las prostitutas de Boulogne-Siegmer.
0:00:27 Son muy distintas de...
0:00:34 Me parece incluso que Boulogne-Siegmer es más pequeño que Boulogne.
0:00:40 Yo estoy seguro que Boulogne debe tener más población que Boulogne-Siegmer.
0:00:44 Es un pueblo...
0:00:45 Es un puerto ahí en el canal de la mancha.
0:00:50 Muy famoso, muy...
0:00:52 Por distintas causas históricas.
0:00:56 Y sin embargo debe estar menos poblado que la localidad de Boulogne.
0:01:01 Que no sé si he servido por el ferrocarril Belgrano o por el Mitre.
0:01:08 El Belgrano me aporta.
0:01:10 En cualquier caso el Belgrano me dice alguien ahí.
0:01:13 No se trata de las prostitutas de esa pujante localidad,
0:01:17 sino de las prostitutas de Boulogne-Siegmer.
0:01:20 Así que ubiquemos en Francia en el año 1804.
0:01:24 Por esos tiempos Napoleón dejó París para ir a Boulogne,
0:01:28 donde 60.000 hombres esperaban que la flota francesa fuera suficientemente poderosa
0:01:36 como para permitir un desembarco en Inglaterra.
0:01:39 Es decir, el gran sueño, jamás cumplido, de Napoleón de invadir a Inglaterra.
0:01:44 En todos los puertos franceses del canal se construían desesperadamente muelles,
0:01:50 y barcos, y botes destinados a trasladar la expedición más ambiciosa
0:01:56 de todas las planeadas por Napoleón.
0:02:00 Cuando Napoleón llegó, empezó a inspeccionar
0:02:04 que era encantado por la fuerza que tenía y por la forma en que iba creciendo.
0:02:12 Estaba contento.
0:02:13 Pero también estaba contento porque ingresaba de nuevo en una atmósfera militar.
0:02:18 Había estado ocho meses sin salir del palacio,
0:02:21 me refiero al palacio de la estallería de ahí en París.
0:02:24 Fueron ocho meses venturosos, meta-intrigas, amores cortesanos, bailongos, etcétera,
0:02:31 pero estaba aburrido.
0:02:32 Y cuando salió y se juntó con sus compañeros de armas, le sintió el gusto.
0:02:37 Creí yo que tendría un tiempo para eludir asuntos de amantes,
0:02:43 intrigas para las ciegas, y concentrarse únicamente en la invasión de Inglaterra.
0:02:49 Pero no pudo ser así.
0:02:51 Estos 60.000 hombres que se encontraban en Boulogne ocupaban la preocupación
0:02:57 de las damas de Boulogne, quienes en realidad deseaban ser víctimas
0:03:02 de las deliciosas brutalidades, de un articiero, un furiel o un corneta.
0:03:10 Cuando los regimientos llegaron a Boulogne, las ciudadanas más serias
0:03:14 habían sentido asomarse a los balcones, cuando vieron a los soldados, pasar frente a ellos,
0:03:22 un delirio, un delirio que el solo patriotismo no alcanzaba para explicar,
0:03:28 dice el cronista, no atemplando aquellos soldados,
0:03:32 algunas habían sentido correr por su espina dorsal,
0:03:36 un temblor voluctuoso.
0:03:42 Cómo me gustan las mujeres que sienten un temblor voluctuoso en su espina dorsal.
0:03:49 Cuando alguien en un bailongo me dice, metiendo los ojos para adentro...
0:03:54 Ay, qué feo, parece demoníaca.
0:03:57 Sí, ay, dice, siento que un temor... no, un temor no, un temor me acomete a mí.
0:04:04 Un temblor voluctuoso me corre por la espina dorsal, me corre.
0:04:09 Y entonces ahí me enamoro.
0:04:12 Bueno, después de una semana, como ninguna mujer había sido abordada por los soldados,
0:04:21 algunas que eran muy entusiastas, fueron a encontrarse ellas mismas con los muchachos al campamento militar.
0:04:28 Bueno, muchachas que vivían ahí en Boulogne-Sismar, me decían, me voy a pasear por la vereda,
0:04:33 ver si alguno me dice algo. Muchachas serias, ¿eh?
0:04:37 Pero cuando llegaron, se encontraron con un problema,
0:04:41 o mejor ellos se encontraron con la explicación de aquella aparente indiferencia de los soldados.
0:04:48 Dentro mismo del campamento, había un ejército de unas 200 prostitutas...
0:04:54 Que vigilaban a los soldados y tenían la exclusividad sobre ellos.
0:04:59 Si las damas que no eran prostitutas se entregaban por amor, o por gusto, por placer,
0:05:09 las que si eran prostitutas temían perder su negocio.
0:05:14 Entonces, cuando estas señoras respetables se acercaron a los soldados,
0:05:20 fueron brutalmente alejadas por aquellas que comerciaban con su amor y hacían de eso un modo de vida.
0:05:27 Con violencia, bruto.
0:05:29 Y la vamos a ver que sí.
0:05:31 Bueno, si las empujaron, las echaron, que quieren acá, acá, laburamos nosotros, no vengan a levantar tiempo.
0:05:39 Así fue, unos empujones que se llevaron.
0:05:42 Y una que sorprendida por esta expulsión, las damas, digamos, amater,
0:05:48 regresaron al pueblo un poco decepcionadas, pero algunos días después, ya muertas de amor,
0:05:58 que me importa, algunas volvieron.
0:06:00 Y una, por lo menos una de ellas, logró iniciar conversación con un militar.
0:06:06 La entrevista no duró mucho porque una horda de prostitutas salió de una tienda de campaña
0:06:13 y se precipitó sobre la dama.
0:06:15 La mina pudo huir.
0:06:17 Por unos días, las damas del pueblo no volvieron a meterse.
0:06:22 Entonces, cada noche, las prostitutas se disponían en sus tiendas respectivas
0:06:28 y alrededor de las nueve de la noche recibían a los hombres.
0:06:32 Y llegaban de diez en diez.
0:06:35 Minutos?
0:06:36 No, hombres.
0:06:38 Cada una de estas muchachas de bulón consolaba a treinta o cuarenta por noche.
0:06:47 Habían puesto unos cartelitos que decían,
0:06:50 Soy una chalupa inglesa dispuesta a ser hundida.
0:06:55 Cartelitos provocativos, ¿me entiendes?
0:06:58 Pero pruebe sus armas antes de la conflagración
0:07:03 y otro que me estoy imaginando ahora que no.
0:07:06 No puedo decir.
0:07:09 Pero vino a suceder algo curioso.
0:07:11 Después de pasar ocho días entre los soldados,
0:07:14 Napoleón quiso conocer a una muchacha
0:07:17 y le dijo al mariscal,
0:07:19 ¿mi va lo siguiente?
0:07:22 Viene, desde hace algunos días,
0:07:24 no veo más que tipos vivotudos y ya estoy podrido.
0:07:28 El mariscal le dijo que conocía a una hermosa pueblerina
0:07:32 que también tenía deseos de conocerlo.
0:07:35 Napoleón se entusiasmó y le preguntó qué tal era.
0:07:38 El mariscal, mi edad,
0:07:40 que como buen cortesano había tomado la precaución de sondear a la muchacha
0:07:44 antes de entregarla,
0:07:46 dio numerosos detalles muy estimulados.
0:07:49 Me daba la idea de que era muy lindo.
0:07:52 Mira, etcétera.
0:07:55 La misma noche el emperador envió a buscar a la dama
0:07:58 y ya la traemela.
0:08:00 La dama se presentó acá a López
0:08:02 y lo amó a los pocos minutos.
0:08:07 Sólo sabemos que se llamaba Henriette
0:08:10 y que era verdaderamente hermosa
0:08:12 y que no pertenecía al grupo de prostitutas.
0:08:15 Era una dama del pueblo.
0:08:18 Y todas las prostitutas enteraron
0:08:21 de que una mujer que no pertenecía a su grupo había amado a un hombre
0:08:25 y encima que ese hombre era el emperador,
0:08:28 se armó la pobrilla.
0:08:30 Según el cronista, el bando de las enamoradas impagas
0:08:35 y las damas
0:08:38 se mandó allá el campamento de las prostitutas
0:08:42 para burlarse maliciosamente por el triunfo que habían obtenido
0:08:47 y que ellas había sido homenajeada por Napoleón.
0:08:51 Cuando las prostitutas huyeron las burlas y las rimas,
0:08:55 salieron de sus tiendas furiosas
0:08:59 y se precipitaron sobre las visitantes.
0:09:03 La colisión fue terrible.
0:09:06 Hubo lucha.
0:09:10 ¡Perea de mujeres, perea de mujeres!
0:09:13 Después de un par de horas,
0:09:16 cuando por fin pudieron ser separadas,
0:09:19 se dieron bastantes.
0:09:21 Imagínense que los soldados que estaban para invadir en la terra
0:09:24 tuvieron que utilizar sus armas para separar a estas medidas.
0:09:28 Cuando las separaron, una había muerto,
0:09:32 30 habían perdido los dientes,
0:09:35 18 estaban medio estranguladas y cinco no tenían pelo.
0:09:39 ¿Y los soldados que se admiraban mientras estaban?
0:09:43 ¡Pero no!
0:09:45 ¡Napoleón ha sido informado de esa terrible noticia!
0:09:50 Se asustó.
0:09:52 ¿Por qué pensó que un inconveniente de esa naturaleza
0:09:55 podía distraer a los soldados?
0:09:58 Entonces hizo dos cosas.
0:10:00 Primero abandonó a Rietl
0:10:03 y dio orden de que nadie amara a nadie.
0:10:07 Terminó. ¡Chao!
0:10:09 Primero hasta después de la expedición en Granterra.
0:10:14 Y así entonces las tiendas de las prostitutas de Boulogne
0:10:17 fueron cerradas.
0:10:19 Las muchachas se perdieron por distintos caminos de Francia.
0:10:24 Las otras mujeres, las damas, las mujeres comunes,
0:10:28 debieron clausurar su entusiasmo
0:10:31 y solo vitoreaban desde los balcones,
0:10:34 castamente a las tropas.
0:10:36 ¡Adiós, adiós!
0:10:38 Y eso se hizo para hacerlo que no ganar nada más vale ser honrada.
0:10:43 Lo curioso es que la expedición en Granterra
0:10:48 nunca se concretó como todos sabemos.
0:10:51 Napoleón decidió guardarse aquellos ejércitos
0:10:54 para marchar hacia el ring
0:10:56 y luchar con los austríacos y los rusos
0:10:59 con suerte cambiante, como sabemos.
0:11:02 Pero me gustó esta brevísima anécdota
0:11:07 que elude lo general y lo filosófico.
0:11:11 No hemos dicho que va a la barbaridad, etc.
0:11:17 La copiamos de Michelet, que la cuenta así también.
0:11:22 ¿Qué debe hacer un historiador con esta anécdota?
0:11:28 A lo mejor integrarla a una colección de otras anécdotas,
0:11:33 colección que esté dirigida o guiada por determinadas estrellas.
0:11:40 ¿Qué es lo que hace un historiador?
0:11:42 Junta varias anécdotas y no dice nada,
0:11:44 pero usted conocele yo diez, dice, caramba,
0:11:47 este hombre me quiere decir que verdaderamente
0:11:50 en forma indirecta la mujer influyó
0:11:53 en el nacimiento de las nacionalidades en el siglo XIX.
0:11:58 Por decir las diferentes cosas.
0:12:00 Pero no, esta no.
0:12:04 No dice nada.
0:12:05 No hay criterio central,
0:12:08 no hay una visión de la historia.
0:12:13 O parece que no hay, pero hay.
0:12:16 Que es lo que a mí me gusta.
0:12:18 Cuando parece que no hay, porque está bien escrita.
0:12:22 Pero hay porque está bien escrita.
0:12:26 Siempre hay, aunque parezca que no hay,
0:12:29 una constelación que nos rige.
0:12:32 Lo que pasa es que no es una constelación evidente.
0:12:36 Una constelación evidente cuál sería.
0:12:38 Qué mal trataban los soldados a las prostitutas.
0:12:42 Entonces juntamos diez anécdotas de prostitutas mal tratadas.
0:12:46 Pero lo mejor la constelación es más rara.
0:12:50 Las líneas que unen a las estrellas no son tan visibles.
0:12:56 Y por ahí la idea es otra.
0:13:02 Qué otra idea.
0:13:04 Lo que acostumbra hacer debe ser.
0:13:12 ¿Cuál es el alcance del Estado?
0:13:14 Y no nos damos cuenta.
0:13:16 Esas son, a mí me parece,
0:13:19 líneas de pensamiento más atrayentes que las más evidentes.
0:13:25 Lo que quiero decir es que para que una colección de historias
0:13:32 tenga una rima interior,
0:13:36 esa rima no puede ser nunca un ripio.
0:13:40 No puede rimar frontón con colón.
0:13:44 Es mejor incluso si no hay del todo rima,
0:13:47 sino más bien a sonancias,
0:13:49 sino sombras de la sombra de una rima.
0:13:53 Y entonces así nuestro camino será menos evidente, pero más inteligente.
0:13:59 Es como pasar con las músicas demasiado simplas.
0:14:04 Así que le agradezco a Michelet que no haya cometido el error
0:14:09 de ser edificante, de ser groseramente edificante con esta historia.
0:14:13 Me gustó mucho.
0:14:14 Pero a quién dedicarlo?
0:14:15 A la mina que se levantó al soldado y tuvo que salir rajando.
0:14:20 Aquella que salió con un militar,
0:14:22 estaba ahí con el dipo y cayeron las prostitutas.
0:14:25 Ni su nombre quedó, pero yo le dedico esto.
0:14:28 Me gustó esa mina.
0:14:31 A la banda entera de las enamoradas impagas
0:14:35 y aquellas que lo hacían por amor.
0:14:40 Es que se tuvieron que ir de bulón a Villadelina,
0:14:42 no sé dónde se habrá.
0:14:43 No, no, no. Yo estoy hablando de las impagas.
0:14:46 Las prostitutas y su narco están bien,
0:14:48 pero de las enamoradas impagas,
0:14:49 porque tenían ganas de meterse en uno soldado
0:14:51 y grataró la locos.
0:14:55 Eso me gustó también. Me gustó.
0:14:58 ¿Qué otro pago puede pedir un enamorado
0:15:01 si no es el amor que se le da?
0:15:05 Digo yo, digo yo que tengo alma de aficionado
0:15:09 en ese menester.
0:15:11 ¿O a usted le gusta lo profesional?
0:15:16 Cuanto menos se han estudiado mejor, en mi caso.
0:15:23 Ana Alfabetta.
0:15:30 No, pero yo hablaba de profesionales del amor,
0:15:32 no de abogadas.
0:15:35 La abogada es un poco legulea,
0:15:37 para... hablemos generalidades, sin sentido.
0:15:42 Las abogadas.
0:15:44 Mucha hora y viene una cosa así.
0:15:47 Yo anduve con una abogada, dice el tiempo, ¿no?
0:15:50 Todas, tal cosa.
0:15:53 Claro, lo que pasa es...
0:15:55 O también por rasgo físico, también las rubias.
0:15:59 Las rubias.
0:16:03 O también por sitios geográficos, ¿no?
0:16:07 Las rosarinas.
0:16:08 O las amiguelenias.
0:16:10 ¿Qué tal citas son?
0:16:15 ¿Cómo vos las decúnelo?
0:16:18 Bueno, nada de eso tiene sentido.
0:16:21 Ni siquiera tiene sentido hablar de una persona, calcule.
0:16:25 Decirlo de una persona ya es riesgoso.
0:16:28 Sí, porque la persona cambia todo el tiempo.
0:16:30 Exactamente, muy bien.
0:16:31 Cuando alguien me dice,
0:16:33 fulana flor de loca,
0:16:35 yo digo, no generalicés.
0:16:44 Porque tenemos, contenemos multitudes, como decía Wegman.
0:16:47 Entonces, no solo que flor de loca, sino que llegado el caso,
0:16:50 el flor de casta.
0:16:53 O flor de pelmaso.
0:16:55 O flor de tenacidad o flor de un día.
0:16:58 Vaya a saber cuántas clases de flores
0:17:01 hay dentro de una dama.
0:17:03 Entonces, el que dice fulana flor de loca generaliza.
0:17:07 Algunos días el flor de loca,
0:17:10 cuando se encuentra conmigo generalmente,
0:17:13 hay no.
0:17:15 Contenemos multitudes y además,
0:17:18 también somos observados por individuos
0:17:20 llenos de multitudes.
0:17:22 Llenos de multitudes, que a veces no se observan
0:17:24 desde una colina y otras veces desde otra.
0:17:27 De manera que imagínese la enorme posibilidad
0:17:30 de contactos diferentes que hay entre solo dos personas.
0:17:36 Usted contiene mil y do mil.
0:17:39 Hay un mizón de por maldictas de vernos.
0:17:45 He ido, he ido con paso vacilante
0:17:49 a la discoteca pensando...
0:17:52 Debe haber algún tango de...
0:17:54 Había profesionales en la discoteca.
0:17:57 Había dos discotecarios,
0:17:59 uno profesional y otro amateur.
0:18:02 El amateur no sabía qué disco darme
0:18:05 y el profesional no quería darme ninguno.
0:18:09 Así que entre el no saber y el no querer,
0:18:12 entre el no saber de los amateurs
0:18:15 y el no querer de los profesionales,
0:18:17 tuve que traer un disco yo y más o menos tiene que ver.
0:18:22 Vamos a escuchar a Nibaltroilo Roberto Grela,
0:18:26 el bello corteto,
0:18:28 en un tango que se llama pa' que bailen los muchachos.
0:18:31 Era otro de los carteles
0:18:34 que fueron puestos en la tienda de las prostitutas.
0:18:37 No está mal, ¿no?
0:18:39 Pa' que bailen los muchachos.
0:18:41 Aníbal Tróilo, Roberto Grela.
0:19:04 El bello corteto
0:19:06 es un tango de la tienda de las prostitutas.
0:19:09 La tienda de las prostitutas
0:19:11 es una tienda de la tienda de las prostitutas.
0:19:14 La tienda de las prostitutas
0:19:16 es una tienda de la tienda de las prostitutas.
0:19:19 La tienda de las prostitutas
0:19:21 es una tienda de la tienda de las prostitutas.
0:19:31 es una tienda de las prostitutas.
0:19:35 es una tienda de las prostitutas.
0:19:39 es una tienda de las prostitutas.
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