Transcripción automática
0:00:00 Bueno, hablaremos, ya que estamos, de las prostitutas de Boulogne. Señor.
0:00:15 Vamos a ubicarnos en Francia en el año 1804. Por esos tiempos Napoleón dejó París para dirigirse a Boulogne,
0:00:24 60.000 hombres esperaban que la flota francesa fuera suficientemente poderosa como para permitir un desembarco en Islaterra.
0:00:35 En todos los puertos franceses del canal se construían apresuradamente barcos, cañones, botes,
0:00:45 destinados atrás a dar la expedición más asombrosa, ambiciosa de las planeadas por Napoleón.
0:00:57 Cuando Napoleón llegó y empezó a infeccionar, quedó encantado por la fuerza que tenía y la forma en que iban creciendo.
0:01:09 En realidad estaba muy contento porque ingresaba de nuevo en una atmósfera militar después de ocho meses de no salir del palacio.
0:01:23 Había estado ocho meses ahí encerrado en el palacio, te acudo en las tuberías, ¿eh?
0:01:29 Meta, intrigas, amores cortesanos, bailongos, fiestas de disfraz, cantantes.
0:01:43 Cuando salió y se juntó con sus compañeros de armas, le hicieron gusto a eso, fue de todo, pero no de armas.
0:01:54 Creí yo que tendría un tiempo para eludir asuntos de amantes y concentrarse únicamente en la invasión en Islaterra, pero no pudo ser así.
0:02:07 Sucedía lo siguiente.
0:02:09 Estos sesenta mil hombres que estaban acantonados en Boulogne ocupaban la preocupación de las ramas de Boulogne, quienes en realidad todas o casi todas deseaban ser víctimas de las deliciosas brutalidades,
0:02:29 de un artillero, de un furiel o de un corneta o de un vandaliza.
0:02:40 Cuando los regimientos llegaron a Boulogne, las ciudadanas más serias habían sentido a la tomarse a los balcones y a los desfiles y a los soldados un delirio que el solo patriotismo no alcanzaba para explicar.
0:02:55 Dice Cronica, contemplando a que los soldados, algunas, habían sentido correr a lo largo de su espina dorsal un temblor voluctuoso.
0:03:07 Como me gusta que las ramas sientan correr por su espina dorsal un temblor voluctuoso.
0:03:18 Después de una semana como ninguna mujer había sido todavía tocada por los soldados del emperador, algunas que eran muy entusiastas, fueron a acercarse ellas mismas al campamento militar, pero se encontraron con un problema.
0:03:37 Existía un ejército de unas 200 prostitutas que vigilaban a los soldados y que creían tener exclusividad sobre ellos.
0:03:47 Si las damas que no eran prostitutas se entregaban por amor o por gusto a aquellos muchachos, las que sí lo eran temían perder el negocio a esos 60 mil energuémenos.
0:04:01 Entonces cuando estas señoras respetables se acercaron intrudentemente a los soldados fueron brutalmente alejadas por aquellas que comerciaban con su amor y hacían de eso en un modo de vida, no por espor.
0:04:17 Muy sorprendidas por la violenta expulsión las damas del pueblo regresaron a sus casas un poco decepcionadas.
0:04:24 Pero algunos días después, ya desesperadas de amor, algunas volvieron y una de ellas logró iniciar conversación con un militar.
0:04:35 La entrevista no duró mucho porque una bordo de prostitutas se dio hoy una tienda de campaña y se precipitó sobre la dama que estaba conversando hacia el soldado.
0:04:45 La mina se dio rajando.
0:04:48 Por unos días las damas del pueblo no volvieron a entrometerse más.
0:04:52 Entonces cada noche las prostitutas se dijo, mían en sus tiendas respectivas y alrededor de las nueve de la noche recibían a los hombres.
0:05:01 Llegaban de diez en diez. Imagínense, éramos sesenta mil. Teníamos que hacerlo rápidamente.
0:05:10 Cada una de estas cantineras de bulón consolaba treinta o cuarenta.
0:05:16 Habían puesto unos cartelitos que decían, soy una calupa inglesa dispuesta a hacer un vida.
0:05:23 Puedes usar más antes de la conflagración y otros carteles que me sois imaginas.
0:05:30 Pero vino a suceder algo curioso.
0:05:36 Después de pasar ocho días entre los soldados Napoleón, se hizo conocer a una muchacha.
0:05:42 Y me dijo al mariscal Niva lo sigue.
0:05:47 Desde hace algunos días no veo más que el tipo vivo tuvo.
0:05:55 Y el mariscal Niva le dijo que conocía a una hermosa pueblerina que sentía el más grande de los deseos de verlo.
0:06:03 Napoleón Centusias Moi preguntó qué tal era.
0:06:07 Mira, como el corpés se nos había tomado la precaución de sondear a la dama antes de proponerla,
0:06:15 dio numerosos detalles muy similantes.
0:06:19 La misma noche el emperador envió a buscar a la dama que se presentó al galopre y lo amó a los pocos minutos.
0:06:26 Sólo sabemos que se llamaba Agrié, que era verdaderamente hermosa y que no pertenecía al grupo de prostitutas, la dama del tierra.
0:06:37 Cuando las prostitutas enteraron de que una mujer del pueblo que no estaba en su grupo había amado a un hombre,
0:06:42 y que ese hombre, el emperador, se armó la pueblera.
0:06:46 Según el cronista, el bando de las enamoradas impagas se encaminó hacia el campamento de las prostitutas
0:06:55 para burlarse maliciosamente por el triunfo que habían obtenido al ser una de ellas la homenajeada por la poleo, pero la cargada.
0:07:04 Al oír las canciones y las rimas, las prostitutas salieron de sus tiendas furiosas y se precipitaron sobre las visitantes.
0:07:14 La colisión fue terrible.
0:07:16 Después de un par de horas, cuando por fin pudieron ser separadas por los soldados, una había muerto,
0:07:23 30 habían perdido los dientes, 18 estaban medio estranguladas y 5 no tenían pelo.
0:07:33 Napoleón, al ser informado de esas terribles noticias, se asustó.
0:07:37 No quiso que un inconveniente de esa naturaleza distrajeera la atención de los soldados respecto de la misión a Inglaterra.
0:07:44 E hizo dos cosas.
0:07:46 Primero abandonó a Henriette y dio orden de que nadie amara a nadie hasta que la salida al mar se efectuara.
0:07:59 Mira vos, una medida drástica.
0:08:02 De ahora nadie ama a nadie.
0:08:05 Y así entonces las tiendas y las prostitutas de Bulan fueron desmanteladas y las muchachas se perdieron por distintos caminos de Francia.
0:08:14 Las otras mujeres debieron censurar su entusiasmo y solo vitorearon desde los huaycones cáctamente a las romas.
0:08:23 Para hacernos que no ganar nada más vale ser honrada.
0:08:31 Lo curioso es que la expedición a Inglaterra nunca se concretó, se lo todos sabemos.
0:08:38 Napoleón decidió guardarse, aquí los ejércitos, para marchar hacia el ring y luchar con los austríacos y con los rusos, con la suerte cambiante que conocen.
0:08:58 Me gustó esta brevísima negota, que también elude lo general y los filosóficos.
0:09:11 Y también está contada, al referencial de como por uno que estaba parado allí.
0:09:21 ¿Qué debe hacer el historiador con esta anécdota?
0:09:31 Integrarla a un corpus de otras anécdotas, pero que estén dirigidas por un día central.
0:09:44 La sola justa posición de historia de Napoleón con un tipo que cuidaba el polvorín, con unas prostitutas, con una dama, no nos dice mucho.
0:10:03 Pero si esa colección está liada por un criterio central y mejor todavía si ese criterio central implica una visión de la historia y mejor todavía si es una visión del mundo,
0:10:19 entonces estaremos en presencia de algo que sirve.
0:10:27 Lo aspiro a que este programa tenga el odio y una visión del mundo.
0:10:31 Tenga unas mínimas regularidades que lo hagan inteligible.
0:10:40 Se harán sentir a que acuse este programa como participante de una continuidad apiritual.
0:10:50 Muy humilde, ¿eh? ¿Acaso las de unos atorrantes un poco sínicos que no están dispuestos a dejar pasar ninguna intensa test sin señalar?
0:11:04 ¿A quién dedicar esto?
0:11:08 Se me ocurre Alejandro de una...
0:11:11 A la mina que se levantó el soldado y tuvo que salir rasgando.
0:11:14 Exactamente, en esa estaba pensando.
0:11:16 En la mina la mejor del asunto es que tuvo que salir ahí al galote.
0:11:20 Sí, sí, también la bajé y estaba pensando que hay que hacer un nombre esto del abando de las enamoradas impades, no me hizo el nombre, me hizo la cibla.
0:11:29 A ellas también.
0:11:34 ¿Qué otro pago puede querer una enamorada que no sea el amor?
0:11:39 De modo que...
0:11:44 Me parece que entregar uno su amor,
0:11:48 aún con una genelosidad que escandaliza a la galería,
0:11:56 es un acto generoso.
0:11:59 Es un acto...
0:12:04 Tiene que ser aplaudido, más que castigado con comentarios maliciosos,
0:12:09 de quienes no participan de esa generosidad,
0:12:15 sea por una esquina o por falsa al mérito.
0:12:20 A las muchachas entusiastas que querían intimar con los soldados
0:12:25 y a todas las muchachas entusiastas,
0:12:30 nuestro cariño de hoy.
0:12:33 Hemos ido a la discoteca y ahí nos hicimos rápidamente,
0:12:38 en la ausencia del discotecario,
0:12:40 con la milonga de Mariano Mori, que se llama Taquito Militar,
0:12:43 para rememorar la escena de la escena de la escena de la escena de la escena de la escena de la escena de Mariano Mori.
0:12:49 Para rememorar esa especie de ansiedad castrense que tenía Napoleón,
0:12:55 después de tanto andar entre poderes.
0:12:58 Así que la orquesta de Don Mariano Mori, nuestro querido amigo,
0:13:02 toca la hora que también compuso él, Taquito Militar.
0:13:19 La escena de Don Mariano Mori
0:13:21 es una escena de la escena de la escena de la escena de la escena de la escena de la escena de Mariano Mori.
0:13:27 La escena de Don Mariano Mori
0:13:29 es una escena de la escena de la escena de la escena de la escena de la escena de la escena de Mariano Mori.
0:13:35 La escena de Don Mariano Mori
0:13:37 es una escena de la escena de la escena de la escena de la escena de la escena de la escena de Mariano Mori.
0:13:45 es una escena de la escena de la escena de la escena de la escena de Mariano Mori.
0:13:53 es una escena de la escena de la escena de la escena de la escena de Mariano Mori.
0:14:01 es una escena de la escena de la escena de la escena de Mariano Mori.
0:14:09 es una escena de la escena de la escena de la escena de Mariano Mori.
0:14:15 es una escena de la escena de la escena de Mariano Mori.
0:14:21 es una escena de la escena de la escena de Mariano Mori.
0:14:27 es una escena de la escena de la escena de Mariano Mori.
0:14:33 es una escena de la escena de Mariano Mori.
0:14:37 es una escena de la escena de Mariano Mori.
0:14:42 es una escena de la escena de Mariano Mori.
0:15:36 Es la venganza de la terrible Musicado
0:15:39 de aquí con la música de la red por Mariano Mori.
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