Transcripción automática
0:00:00 Las enamoradas de Napoleón cuando Napoleón murió.
0:00:04 ¿Quién lo lloró? ¿Quién lo lloró más?
0:00:08 Aquí hemos hablado sobre muchas enamoradas de Napoleón y hemos hablado también sobre el episodio de su muerte.
0:00:18 Incluso el posible envenenamiento allá en la isla de Santa Elena, 1821.
0:00:25 Pero hoy vamos a ver si podemos registrar la reacción de alguna de sus amantes cuando se enteraron de que Napoleón era finado.
0:00:37 Bien, con respecto a sus esposas debe decirse que José Fina no lo lloró porque tomó la precaución de morirse antes.
0:00:49 María Luisa de Austria tampoco lo lloró porque no lo quería más y andaba con un general austríaco.
0:01:01 Entre las amantes, tal vez la más importante María Valesca, aquella poraquita.
0:01:08 Bueno, no, tampoco lo sobrevivió. Ella había muerto de parto en 1817.
0:01:14 Se había casado con un conde.
0:01:17 Pero vamos a ver con algunas de las que estaban vivas.
0:01:22 Ahí estaba Mademoisel George, que fue una de las muchas actrices que amó una parte.
0:01:31 Él rompió con ella cuando se coronó emperador para cuidar las formas.
0:01:36 Imagínase un emperador no iba a andar con una actriz. Y ella se ofendió.
0:01:42 Y se puso de novio, mejor dicho, de novia con otro emperador.
0:01:47 Si que fiquese, terminó una relación con un emperador y se puso de novio con otro, no con un feriante, con otro emperador.
0:01:56 Lo cual es difícil. Primero porque hay pocos emperadores.
0:02:01 Y segundo porque generalmente viven en diferentes países.
0:02:06 No hay dos emperadores en un mismo país.
0:02:09 Bien, el caso es que esta chica no se puso de novia con un feriante, sino con otro emperador.
0:02:16 Aunque también es posible pensar que muchas veces algunos feriantes hemos usufruituado las migrajas de emperadores exantes.
0:02:27 Yo conozco, muchas chicas que han andado con emperadores.
0:02:31 Y por suerte para uno que es feriante.
0:02:35 Por suerte después se ponen de novio con tipos como uno y hasta resulta que le gustamos más.
0:02:44 Algunas le quedan mejor los feriantes que los emperadores.
0:02:47 Bien, esta chica se puso de novio con Alejandro de Rusia.
0:02:52 Nada menos que no solo era emperador que como se ha dicho hay pocos, sino que era muy enemigo en Apoleón.
0:02:59 Muy enemigo.
0:03:00 Por lo cual ponerse de novia con un enemigo de novia anterior es muy usual también.
0:03:08 Y a veces sucede que la enemistad surque precisamente en esas circunstancias.
0:03:12 Pero en este caso era una enemistad preexistente.
0:03:15 De todos modos cuando Apoleón solidificó su imperio, volvió a recibir ley, volvieron a amarse por no decir otra cosa.
0:03:24 Cuando Apoleón cayó, cayó en el sentido de su destitución.
0:03:30 Ni siquiera estoy hablando en el sentido de una caída y sería poco gracioso hacer notar este giro.
0:03:39 Si no que el cayó entre nosotros en Argentina tiene que ver con el arribo imprevisto de una persona.
0:03:47 Si cayó en Apoleón, antes sugir que ha llegado imprevistamente, sino que ha perdido su imperio.
0:03:55 Cuando usted cayó a Estronatio, mirase a la puerta.
0:04:02 C cayó con las manos vacías.
0:04:05 Claro, no es que Estronatio, a pesar de su apellido, haya perdido su trono.
0:04:16 Cuando Apoleón cayó, en el sentido de su destitución, esta chica solicitó el honor de seguirlo en el despierro.
0:04:32 A ver, lo esterraron y ella pidió a los ingleses que la dejaran seguir a Apoleón.
0:04:39 Los ingleses de luego se lo negaron.
0:04:42 La muchacha se fue el actriz, representar dramas a Bélgica.
0:04:49 Y ahí conoció a un escritor, un polémista llamado Carlos Jarrell, que se convirtió en su amante.
0:04:59 Cuando uno conoce a un polémista, enseguida este se convierte en su amante.
0:05:07 Como sabe cualquiera que haya sido polémista.
0:05:12 Pero allá, por 1821, los dos, el polémista y mamá José Jolce, volvieron a París.
0:05:21 Y estaba en su departamento, cuando apareció el vecino de arriba, que en realidad el departamento de arriba era una guardilla,
0:05:30 y bajo el vecino, él les comunicó la muerte de Apoleón.
0:05:35 Y luego, cuando se volvió a París, se volvió a Apoleón.
0:05:41 Entonces, mamá José Jolce se puso blanca y cayó sobre el alfombra.
0:05:47 Se desmayó.
0:05:49 Y ocurrió un incidente muy gracioso, de cual la historia tomó la nota.
0:05:54 El polémista, Jarrell, criaba en su casa, en su departamento, con toda libertad, un chanche.
0:06:04 Criaba un chanche en el departamento, que quiere que le diga.
0:06:08 Alarmado por el ruido que hizo la mujer a caer, el chanche entró, con su trote corto, al salón.
0:06:18 Al ver a la mujer tumbada en el suelo, creció que quería jugar.
0:06:23 Naturalmente tenía una relación con esta mujer, el chanche, porque era de la casa.
0:06:27 La vió tirar en el suelo y dijo que era el jugar, y se abalanzó el chanche sobre ella.
0:06:33 Y le dió el vecino de arriba, y Jarrell, el polémista, aterrado, tomaron el chanche por las orejas.
0:06:41 Se intentaron impedir que aplastara la actriz.
0:06:45 Pero el chanche tenía una fuerza poco corriente, y arrastró ambos hombres que cayeron,
0:06:51 incluso volcando algunos muebles que contenían cristales y porcelanas.
0:06:57 Finalmente, un sillón cayó sobre el chanche, que un poco asustado regresó a su guarida,
0:07:05 lanzando gritos de tal naturaleza que realmente parecía un chanche.
0:07:13 En aquel momento volvió en sí Mademoisel George, y vio la casa medio destruida, y a sus amigos medio muertos.
0:07:22 Y creyó que esa era la responsable de todo aquello, tal vez por la impresión que le había producido la noticia de la muerte de Napoleón.
0:07:30 Entonces pidió perdón a los gritos, y juró que no se acordaba de nada, que no recordaba haber tirado todos esos muebles.
0:07:37 Ya me la pensaba ahí, me dijeron, murió Napoleón, y yo de la locura tiré los muebles, ah, qué hace uno.
0:07:43 Se murió un chanche, se murió un Napoleón, y que era 400 muebles.
0:07:48 No se le va a ocurrir que fue un chanche, un chanche en realidad no le importa mucho, se murió Napoleón.
0:07:53 Ni lo entienden, ni siquiera.
0:07:55 Bueno, el amante, el polemista, a un dolorido la condujo a Mademoisel a su aposento, y no le dijo nada, ¿no?
0:08:01 Me está para que nadie le echara la culpa a su chanche.
0:08:05 Es decir, ocultó, ¿no, que el chanche había sido el causante de aquel entrevero,
0:08:11 de modo que Mademoisel George se sintió culpable y estuvo tres días encerrada.
0:08:15 No sé si por el destrozo de su apartamento o si por la muerte de Napoleón, prefiero creer que por lo segundo, ¿no?
0:08:23 En todo caso se quedó encerrada mientras leía cartas de Napoleón, o re leía,
0:08:28 miraba los retratos que él ya había regalado, acariciaba los objetos que le habían pertenecido,
0:08:33 y lloraba desconsolada al saber su destino.
0:08:36 Había amado al emperador, y en verdad tenía esperanzas de que él la volviera a recibir.
0:08:43 Bueno, y ahora ella vivía en una guardicia, y en realidad bajo en la guardicia.
0:08:51 Sería, no sería un lugar muy recomendable, ya que lo compartía, no solamente con un polémista loco, sino también con un chanche.
0:08:59 Aquel polémista, Jarell, parece que adoraba el chanche, porque Alejandro Dumas dijo algo acerca de él, ¿no?
0:09:07 Parece que Jarell era un poco roñoso, y un día le dijo a Alejandro Dumas,
0:09:14 querido Alejandro, y dice, yo amo tanto a mi chanche que durmo con él, y Jima le respondió,
0:09:21 acabo de ver a vuestro cero, y me ha dicho exactamente las mismas palabras.
0:09:26 Bueno, vamos al Giorgio, murió a los 78 años, en 1867, tenía un negocio, un día para agua, parece.
0:09:44 Se cuenta que hasta sus últimos días, cuando habló de Napoleón, era concierto temblor en la voz,
0:09:52 y con una emoción que no fingía. Por cierto, muchas personas, a causa de la edad, tienen siempre, en cierto, temblor en la voz,
0:10:00 y una emoción que no fingía.
0:10:07 Otra mante, a ver, recuerdan de Polín y Fouret, aquella que Napoleón amó en Egipto,
0:10:14 la mujer del, creo que la tenía en Tifuré, aquí en Napoleón lo mandó en una comisión,
0:10:24 lo mandó en una comisión a llevar a un papel de portería, a que cruzara el Mediterráneo,
0:10:30 y él mientras tanto se levantó a la mujer. Pero lo agarraron los ingleses a Fouret,
0:10:35 y estaban advertidos de que Napoleón tenía una mante, que era esta meina,
0:10:42 y lo dejaron libre al tipo pero en Egipto otra vez.
0:10:46 Los ingleses lo bajaron en Egipto, pero, vaya, vaya, vaya, vaya bueno, el tipo llegó a la casa y estaba en Napoleón,
0:10:52 y que se, yo se enteró de todo.
0:10:54 Bueno, esta chica, que sufrió mucho, pero parece que ocultó sus lágrimas por lo siguiente.
0:11:05 En 1821, Polín, le ofrecía una profesión un poco insólita, vendía maderas, maderas preciosas, maderas caras,
0:11:15 y por ese motivo iba de vez en cuando al Brasil a comprar palo santo o caoba, no se ver qué.
0:11:25 La duquesa de Arran, en sus memorias, afirma que en realidad este comercio con maderas era una tapadera,
0:11:33 que Polín viajaba a América para organizar el raje de Napoleón de Santa Elena.
0:11:39 El rumor, este se esparció por los salones de París,
0:11:43 Polín sufrió la persecución de Luis 18, el bormón restaurado, que le acusaba de confirar contra el régimen.
0:11:51 Pero, Paulina redactó una memoria pública para afirmar que Napoleón la había abandonado después del 18 de verumario,
0:12:01 y que era la última persona a quien ella haría escapar, etc.
0:12:06 Pero cuentan los vecinos que cuando se enteró de la muerte de Napoleón se encerró en su casa y nadie la vio salir por varias semanas.
0:12:17 No hubiera sido muy prudente llorar en público a bona parte en esos días de julio de 1821.
0:12:23 Si quemos por último a la primera novia importante de Napoleón, de Siria, no vio nunca la película, de Siria y la mantena de Napoleón.
0:12:30 Trabajaba más nombrando así de Napoleón, pero esa quién era?
0:12:42 No, no, no, no, era una morocha muy linda.
0:12:47 Bueno, de Siria Clagry, la que lo ayudó justamente en los días del 18 de verumario, tenía un marido que era un funcionario francés llamado Bernardo Ost,
0:13:01 que sustituyó a Carlos III de Suécia, se convirtió en rey de Suécia, y fue el hombre que originó la dinastía que aún no es gobierno en Suécia.
0:13:11 Por lo tanto, de Siria fue reyna, Bernardo odiaba a Napoleón, si bien Napoleón lo puso en el trono, Bernardo lo odiaba,
0:13:20 pero de Siria continuó viviendo en París, pese a que era reyna de Suécia, y las malas lenguas decían que estaba enamorada del duque de Richelieu,
0:13:28 un ministro del 2018, y que seguía a todos lados, al duque.
0:13:33 Como era tímida y sabía que el duque no la quería, parece que no le dirigía la palabra.
0:13:40 Pero lo relojaba con mucha intensidad, y el duque estaba medio enojado porque le molestaba que el culto es molesto.
0:13:49 Y allá por 1820, de Siria seguía tanto al duque que este le empezó a llamar la reina loca, malo, maloado.
0:14:01 Y algunos andaban explicaciones muy diferentes de este supuesto enamoramiento.
0:14:05 En el Siria pretendía que la situación de Napoleón en Santa Elena fuese menos cruel, menos afrentosa, y quería seducir al duque para conseguirlo.
0:14:16 Sin tales circunstancias, es fácil imaginar el dolor que debió experimentar cuando se enteró de la muerte del emperador.
0:14:24 Parece que se vistió de luto por un mes, y después ya no miró más al duque de Richelieu.
0:14:33 Todos nosotros nos hemos preguntado alguna vez en ocho de aburrimiento,
0:14:38 ¿qué dirán nuestras amantes, nuestras novias, nuestras cuasinovias, nuestras vicenovias?
0:14:44 Allá cuando reventemos, la boca se me haga un lado.
0:14:50 Es un pensamiento peresoso, inconducente, pero es una fantasía que muchos de sus pacientes le contarán.
0:14:57 No solo acerca del pensamiento de sus novias, sino la naturaleza de su velórico, quién va a ir, quién va a ayudar.
0:15:04 Y eso.
0:15:27 Las que van a llorar, las que no van a llorar, incluso las que no se van a enterar.
0:15:37 Se tiene que aprender que son con la mayoría de los nuevos.
0:15:41 Pero mejor que pasen divertidos, o velórias, le digo.
0:15:44 Yo creo que sí. Muchos encuentros.
0:15:49 Muchos encuentros y muchas sorpresas.
0:15:52 Si me llevo a morir, me dijo que te vas a divertir.
0:15:55 Yo le dije, perdón, si es verdad.
0:15:58 Si me llevo a morir, me dijo que te vas a divertir.
0:16:07 Cada vez tiende a ser menos divertido porque algunas personas fueron pimientas,
0:16:16 en mi vida ya no le dan sabor a nada.
0:16:22 Como yo tampoco.
0:16:26 Esa sonó de demasiadas vidas en esta...
0:16:34 En esta vida.
0:16:37 Que yo creo que la tristeza lo hace uno bastante menos saleroso, menos sabroso.
0:16:44 Por lo cual yo creo que habría que combatirla.
0:16:47 Bueno, ¿quién quiere dedicar esta...?
0:16:49 Y finalmente no fue una recorrida tan amplia, pero hemos visto lo que pasó con tres.
0:16:54 ¿La Marsella?
0:16:56 ¿La Napoleón sin contar las que se murieron o las que estaban con nosotros?
0:17:00 Como el caso María Luisa, las que se murieron como el caso José Fina.
0:17:04 Déjenme dedicarlo Alejandro a las personas que en vez de llorarnos después nos hacen felices antes de la muerte.
0:17:15 ¿Para qué quiero que me lo...?
0:17:17 No quiero mirar en tantas fotos que me dejan...
0:17:21 Claro, ahora, esa hora, claro.
0:17:23 Si la gente se abarra, espere que me muera.
0:17:26 Además vas a tener que esperar mucho.
0:17:30 No, no va a importar ninguno de los ojos, lo dejes.
0:17:33 No, no es cierto, claro.
0:17:35 Es cuando te importo y es cuando me importás que hay que hacer gracia,
0:17:40 que hay que tocar el cascabel y la corneta.
0:17:43 Vamos a utilizar esta charla para oír el tango a amargura,
0:17:51 que tiene que ver con los sentimientos que acabamos de mencionar.
0:17:56 Es un bello tango.
0:18:00 Carlos Arguey, que escucharemos en la versión del autor y que debe haber sido compuesto pensando
0:18:07 que no estás enamoradas de Napoleón y en la forma en que lo lloraron cuando él falleció.
0:18:15 Carlos Gardel, en una de las versiones del tango, se llama Amargura.
0:18:37 En el caso de Amargura, el rey de los que se abarra,
0:18:42 se llama Amargura.
0:18:46 En el caso de Amargura, el rey de los que se abarra,
0:18:50 se llama Amargura.
0:18:53 En el caso de Amargura, el rey de los que se abarra,
0:18:57 se llama Amargura.
0:19:04 su boca que reía no pude matar.
0:19:10 Pues su amor de hoy día,
0:19:14 soba mi tortura.
0:19:18 Con diez mi alegría,
0:19:21 al los cargos y a la luna,
0:19:26 por querer la calma,
0:19:31 por enviar enlega,
0:19:34 por viajar mi huella,
0:19:37 solo el arde doble mi dolor,
0:19:40 doliente y abacido mi vieja y la sangre.
0:19:44 Vemos otro serango que yo quiero olvidar,
0:19:48 pero esas penas son tan de amor y de senario,
0:19:53 como las lervas malas son duras de arrancar,
0:19:57 del fondo de mi copa, el frima de Dios me llora,
0:20:01 es como una esfondera, un rima sexual,
0:20:05 boqueta y de fíjara, su boca me encadena,
0:20:09 de burlas a la fuerza, la indra, ten el trista.
0:20:14 Pues su amor de hoy día,
0:20:19 soba mi tortura.
0:20:23 Con diez mi alegría,
0:20:26 al los cargos y a la luna,
0:20:31 por querer la calma,
0:20:35 por enviar enlega,
0:20:39 viajar mi huella,
0:20:42 solo el arde doble mi dolor.
0:20:50 En la venganza será terrible hemos escuchado a Carlos Gardel
0:20:54 interpretando de Gardel y Lepera, Amarragura.
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