Transcripción automática
0:00:00 Continuamos, en la venganza Celebr terrible. Estamos en vivo, en nuestro auditorio,
0:00:06 en el galponcito de la calle Gorriti 59 63, aquí, en Radio del Plata, este programa se hace con público presenté.
0:00:13 La entrada es libre y gratuita y aquí los esperamos.
0:00:17 Hablemos esta noche de las venganzas de arte, MIEES.
0:00:21 Hablemos de venganza, ya que este programa se llama más o menos así y elegimos, entonces,
0:00:29 una diosa griega que es la más vengativa de todas, más vengativa que la propia Némesis,
0:00:36 ya que Némesis casi carece de leyenda propia. Entonces, Artemis era la diosa de la caza,
0:00:44 no de la caza con ese, como dice la bestia que copió, que copió de la radio estos de
0:00:55 cine, de la caza de los cazadores, Diana para los latinos, para los romanos. Era la hermanita
0:01:04 de Apolo, fueron mellizos a Apolo y Artemis, y Artemis nació primero, es decir, fue la menor.
0:01:10 Se sabe que en ciertas curisprudencias se considera que el mellizo que nace primero es el menor,
0:01:17 porque se entiende que la píldora metida en segundo lugar en un tubo es la que sale primero. Como se
0:01:24 ve tenían una idea de la anatomía femenina parecida a la del paquete de pastillas. O sea,
0:01:33 cuál es la última pastilla, una vieja cuestión filosófica. Pero el caso es que Arte, me
0:01:40 es que nació en primer término, ayudó en el parto de su hermano, nació e inmediatamente,
0:01:47 asendoza, se puso a ayudar en el parto de su hermano Apolo. Aprendan algunas, que tienen 20 años y
0:01:56 dicen, hay todavía soy chica para decidir lo que voy a hacer en la vida. Esta típica no terminaba de
0:02:04 nacer y ya ayudaba en un parto. Era protectora de los niños pequeños, de todos los animales que
0:02:12 mamán y también de los que lloran, pero esencialmente era cazadora de venados. Algunos la identificaban con
0:02:20 la luna, decían que Arte era redondamente la luna. Era patrona de los partos, pero ella era quien
0:02:28 enviaba a las mujeres esas desagradables fiebres y enfermedades que hacían morir de parto a tantas
0:02:35 en aquellos años en Grecia. Pero su principal condición era la venganza, era vengativa y también
0:02:44 era codiciosa. Cuando era muy niña, su padre Zeus le preguntó qué regalo le gustaría. Ella era
0:02:54 hija de Zeus y leto. Bueno, Arte me inspidió tímidamente en los siguientes regalos que pasó a
0:03:01 leer. Le dijo, te ruego que me concedas la virginidad eterna. Bueno, ese es un regalo que yo no pediría.
0:03:10 Te pido también que me des tantos nombres como a mi hermano Apolo, que me des un arco y una flecha,
0:03:18 que me des el cargo de llevar la luz, que no es un malcargo. Una túnica de caza zafranada con
0:03:27 bordes rojos que lleguen hasta la rodilla y 60 jóvenes ninfas oceánicas todas de la misma edad,
0:03:35 como damas de honor, y 20 ninfas fluviales en creta para que cuiden de mis borsiguilles y
0:03:45 alimenten a mis abuesos cuando salga de cacería, cacería con C, y no con ese como pones la bestia.
0:03:54 Su somentada. Quiero además, dijo, de regalo todas las montañas del mundo. Humilde para el mundo.
0:04:07 Y finalmente pidió cualquier ciudad que quisiera elegir para ella, solo una, porque con todo lo que
0:04:14 me diste antes, para que quiero más. Y Zeus le dijo, tendrás todo esto y todavía más. No una,
0:04:19 sino 30 ciudades. Bueno, en fin, la diosa permaneció eternamente virgen y joven. Bueno,
0:04:28 ser joven no dependía de un regalo de Zeus, ya que los dioses eran perpetuamente jóvenes,
0:04:34 porque manjaban ambrosía y escabiaban néctar, y con eso se mantenían fenómenos. Pero con el
0:04:42 tiempo, como hemos dicho, se convirtió en una diosa vengativa y caprichosa, lista de venganzas.
0:04:49 Primera venganza. Recordemos a Gamenón, el jefe de las tropas griegas que iban a Troya. El tipo
0:04:56 estaba allí en Auledi, en Auledi, no, en Aulide, de Sauledi. Estaba a Gamenón en Aulide, que era
0:05:05 una playa. Estaba con su flota y un día fue a cazar. Cazó un venado y dijo, ¡eh, ni Ártemis
0:05:17 lo hubiera cazado también, cazado con zeta! Y la diosa dijo, ¿cómo? ¿Qué te pasa conmigo? Y le mandó
0:05:26 una calma chicha, o sea, una ausencia de vientos que ya lo hubiera querido para sí billagese. Claro,
0:05:36 sin vientos los griegos no podían mover la flota y finalmente el adivino que algunos dicen que
0:05:43 eran tiresias y otros calcantes, tiresias dicen que la tiresia es lo que no saben que era calcante.
0:05:52 O sea, calcante les dijo que esa calma era por el enojo de Ártemis y que este enojo se le iba a pasar
0:06:01 cuando el autor de la ofensa, a Gamenón, sacrificara nada menos que a su propia hija y fiscina. Después,
0:06:09 como ustedes saben, en algunas correcciones del mito reemplazaron a yfigenia por una sierva,
0:06:19 una sierva en el sentido de animal. No, en el sentido de servidumbre. Y se acá, en el sentido de animal.
0:06:27 Y lo escribo con ese.
0:06:29 ¿No le andaba la C en el...?
0:06:36 El dios fluvial al feo, si me permiten, la aliteración. Se atrevió a enamorarse de Ártemis.
0:06:48 Y estos dioses fluviales cuando se enamoran son bravos, no son como uno que es cuidadoso y atento.
0:06:56 No, directamente persiguen a la mina y cuando la mina no quiere, corre, huía.
0:07:04 Así era.
0:07:06 Ah, chifaz.
0:07:08 El tipo te corría para atropellarte. Y vos si no lo querías, salía arrajando.
0:07:14 Así ocurrió con Ártemis y él la persiguió por toda Grecia.
0:07:18 Debió ser algo digno de verse, ¿no? A Ártemis por delante y al feo por detrás.
0:07:25 Cansada de huir, se metió con unas nínfas, amiga de ella, que estaban todas juntas.
0:07:31 Las obligó a ponerse barro en la cara y ella también se puso barro en la cara.
0:07:35 Al feo entró, obvio, 20 minas embarradas. No reconoció a la mina de la que estaba enamorado.
0:07:41 Mala al feo, ¿no? Porque un verdadero enamorado reconoce a la mina de la que se enamoró por más barro que en la cara se pusiere.
0:07:52 Y después de todo, si uno se equivoca, mala suerte.
0:07:55 Un buen enamorado elige. Y si el bueno era, no importa. Sigue adelante.
0:08:02 Bueno, al feo se retiró, sin embargo, de la persecución para siempre.
0:08:07 Ártemis exigía a sus compañeras la misma castidad que practicaba ella.
0:08:13 Si vos sos mi compañera, tenés que ser también casta.
0:08:18 Y una vez, el mismísimo Ceu, padre de Ártemis, sedujo a una de las compañeras de ella, una de las nínfas.
0:08:26 Se llamaba Calisto. Calisto con S, ya que Calisto con X es el nombre de un señor.
0:08:32 Bien. Cuando Ártemis vio que Calisto estaba embarazada, se enojó muchísimo y la convirtió en una osa.
0:08:40 Y después llamó a la jauría de perros que tenía siempre con ella y se los largó.
0:08:47 Ceus, apiadándose de Calisto, la convirtió en una constelación muy conocida en mi ferio norte,
0:08:55 que es completamente invisible desde aquí, la osa mayor.
0:09:00 Parece que el cielo, ante estas historias, todos los mitos griegos, era un desierto negro.
0:09:07 Nada constelación.
0:09:10 Después, para buscarle lugar a los tipos que mataban, los dioses fueron creando las constelaciones.
0:09:16 A otro, al que le fue mal con Ártemis, fue a nuestro amigo Actión, que un día estaba por ahí cerca de Cómenes
0:09:24 y le vio a Ártemis bañándose en un arroyo desnuda.
0:09:31 Se quedó ahí mirando y Ártemis se dio cuenta.
0:09:36 Y para que luego él no anduviere ajactándose ante sus compañeros que ella se había mostrado desnuda en su presencia,
0:09:45 lo transformó en un siervo, en un siervo con C.
0:09:49 Y después le entró la duda de ver si un siervo también podía ajactarse.
0:09:57 Y entonces le largó otra vez a los abuesos para que despedazaran al siervo.
0:10:02 Así que el tipo vio el mismo día dos males, verse convertido en un siervo y ver que los despedazaban.
0:10:09 Lo cual ya es menos si es que a uno lo han convertido antes en siervo, porque casi es como si despedazaran a uno.
0:10:17 Todavía no se acostumbró.
0:10:20 Otra víctima de Ártemis fue Orión, el arqueo de Boca.
0:10:24 No, otro.
0:10:26 El cazador gigante.
0:10:28 Algunos dicen que Orión la ofendió desafiándole a lanzar el disco, pero en realidad trató de seducirla, más o menos violentamente.
0:10:38 El caso es que Ártemis le mandó una escorpión para que lo picara y el escorpión lo picó y Orión se murió.
0:10:48 Pero yo lo que quería contar es la venganza que más me gusta.
0:10:53 Y qué sé.
0:10:55 Había una princesa llamada Cometo, disculpen ustedes, llamaba Cometo, princesa de patras.
0:11:02 Y a la muchacha la amaba un chico de patras llamado Melanipo.
0:11:08 Melanipo y cometo, parecen dos payasas.
0:11:12 En circo de...
0:11:14 Eran un hermoso joven y una princesita que se llamaba Muchísimo.
0:11:17 Yo Melanipo.
0:11:21 Y yo cometo.
0:11:23 Yo las dos cosas decía de otros.
0:11:25 Primero Melanipo y después cometo.
0:11:29 Bueno, los padres de cometo, que también tenían los suyos, se oponían a esta unión.
0:11:35 Quizá para evitar los chistes como los que acabamos de hacer.
0:11:39 Y entonces los dos amantes tenían que encontrarse en secreto
0:11:43 y lo hacían en el santuario de Arte, mis.
0:11:46 Iban los tipos y se ponían a transar todas las noches.
0:11:49 Que hace cometo, que hace Melanipo.
0:11:51 Y Arte me se enteró.
0:11:53 Y dijo, ¿qué están haciendo ahí en mi santuario? ¿Qué se llama?
0:11:57 Entonces como venganza la diosa envió una peste al país
0:12:01 y se apestaron todos.
0:12:03 Por culpa de esto que se encontraba.
0:12:08 Era por eso.
0:12:10 Entonces consultaron a un oráculo y el oráculo les dijo.
0:12:14 La causa del enojo de Arte.
0:12:17 Y el único modo de aplacar el enojo es sacrificar a los culpables.
0:12:23 Dijeron todo, bueno, que soy yo.
0:12:26 En fin, a los pocos días cometo y Melanipo fueron sacrificados
0:12:30 y la peste se detuvo.
0:12:35 Pero no terminaba ahí el sacrificio.
0:12:37 A los años había que sacrificar a la más linda y al más lindo.
0:12:43 A la joven más hermosa y al joven más lindo de Patras.
0:12:48 Así. Año tras año.
0:12:50 Año.
0:12:52 Esto es impresionante, ¿no?
0:12:55 De dramática.
0:12:56 Ser la más hermosa te conducía a la muerte.
0:12:59 La trágica y dramática poesía.
0:13:01 Imagínense usted, ¿no?
0:13:03 Muchacho de Patras, pero tenía que desear la belleza, pero no tanto.
0:13:07 Y es tan difícil desear algo, pero no tanto, ¿no?
0:13:11 Cuando uno dice, pero no tanto, es que ya no lo desea.
0:13:15 Y aunque el precio sea la muerte, me parece que es preferible desear.
0:13:20 Desearlo todo, ¿no? Desear hasta el final.
0:13:23 ¿Qué vamos a andar desearlo?
0:13:25 Por ejemplo, una mujer solo los martes y los jueves.
0:13:28 Bueno, depende de lo que hay a los miércoles y los jueves.
0:13:33 Pero así siguieron todos los años sacrificando a lo mejor de Patras.
0:13:39 Hasta que un día apareció en Patras un jefe a Keo, que venía de la Guerra de Troya, Eurípilo.
0:13:46 Eurípilo se había ganado como botín de la guerra un cofre misterioso.
0:13:50 Cuando el tipo lo abrió, se volvió loco y él también consultó al oráculo.
0:13:56 Y el oráculo le dijo, se te va a pasar la locura cuando estés en presencia de un sacrificio desacostumbrado.
0:14:04 Por otra parte, los habitantes de Patras sabían que la obligación de sacrificar a los más hermosos todos los años
0:14:11 iba a terminar cuando un jefe extranjero presenciara el sacrificio.
0:14:15 Y justo cayó Eurípilo y a él se le pasó la locura
0:14:20 y comprendió qué sería el sacrificio desacostumbrado que tenía que ver.
0:14:24 Y los habitantes de Patras comprendieron qué es el jefe extranjero que iba a detener el sacrificio.
0:14:31 Y así terminó la venganza de Arte.
0:14:35 Era una diosa vengativa, pero ponía fin a sus venganzas.
0:14:39 Yo digo que lo peor de la venganza, como si ya no lo hubiera dicho gente como Shakespeare,
0:14:48 lo peor de la venganza es cuando la venganza no termina, la venganza que no tiene fin.
0:14:54 En algún momento el perdón debe trabar la rueda de las venganzas sucesivas.
0:15:00 Porque lo malo de las venganzas que continúan es que son crecientes.
0:15:04 Si la venganza no se detiene debe crecer.
0:15:09 Entonces, si toda venganza continuara, si el perdón no viniera a detenerla,
0:15:16 no quedaría nadie en pie sobre la tierra.
0:15:18 De manera que después de hablar de Artemis, dos cosas me quedan.
0:15:23 La primera es ésta, la necesidad de detener la venganza con grandeza.
0:15:30 Y la segunda, la plegidad de ver cómo el amor, que es quizá lo más santo,
0:15:36 genera una venganza fundada en la petición de santidad para algo que no es tan santo como el amor.
0:15:43 Todos sabemos que cualquier amor es más santo que el santuario de Artemis.
0:15:48 De manera que yo convido a todos los cometos y a los melanípos que andan por ahí,
0:15:54 que siguen insistiendo en amarse.
0:15:57 Aunque sea en la prohibida sombra del santuario de Artemis,
0:16:02 y aunque sepan que la venganza será terrible.
0:16:07 Y a los que andan detrás de Artemis, que la hacían, que la persiguen por toda Europa, por toda Grecia,
0:16:17 y porque esperan, porque algún día los querrá.
0:16:21 Ese es el sentido del día que me quieras.
0:16:25 El día que me quieras es una esperanza, es un amor pertinente.
0:16:33 Y el día que me quieras es la canción que vamos a escuchar hoy, que es la noche del día en que se recuerda Gardel.
0:16:41 Y vamos a escuchar el día que me quieras en una versión que no es la de siempre.
0:16:47 La cantada por Carlos Gardel, a Dubo con Rosita Moreno, es la que proviene de la película.
0:16:55 No es el disco.
0:16:57 La última parte, la última frase, la última repetición, es un duro, un bellísimo duro hecho conforme a ciertos usos que a nosotros nos gustan mucho.
0:17:11 Así que escuchemos ahora esta versión del día que me quieras, dedicado a todos aquellos que son capaces de andar detrás de la persona amada,
0:17:23 por estar de Europa y corriendo el riesgo de que la mina se enoje y te convierta en una constelación.
0:17:31 Cuando me quieras Margarita, el día que me quieras no habrá quien te amas rico que yo.
0:17:53 Y es mi buen amparo de corres tan heves, es como un paletón, es la fiesta mi herida, todo, todo te olvidas.
0:18:16 El día que me quieras, la rosa renda la narra,
0:18:23 me vestirás de pieza por tu mejor color,
0:18:31 y alberto la campana de la arquellar envía,
0:18:41 y lo cada fontana recordar tu amor.
0:18:53 La noche que me quieras, bebe la sol del cielo,
0:19:01 la ciberia celosa nos mirarán pasar,
0:19:09 y un raldo misterioso harán nido el sufero,
0:19:17 y los días más curiosos que verán,
0:19:24 que verán mi corazón.
0:19:35 El día que me quieras, no habrá más que armonías,
0:19:45 te das clara la aurora y alegre el manancial,
0:19:49 la era fiesta la brisa el rumor de melodías,
0:19:53 y nos darán las fuentes tu canto de cristal.
0:19:57 El día que me quieras, engunzarás sus cuerdas el págaro cantor,
0:20:03 florecerá la vida, no existirá el dolor.
0:20:13 La noche que me quieras, el día que me quieras,
0:20:20 verá más linda la vida, mi amor, mi amor,
0:20:30 y un raldo misterioso harán nido el sufero,
0:20:40 y el raldo misterioso harán nido el sufero,
0:20:50 el amor.
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