Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos tal como habíamos prometido, de Lascaris, una aliquimista,
0:00:07 parece que era muy exitoso en sus procedimientos.
0:00:12 Debe creerse eso para que su historia tenga algún sentido.
0:00:16 Muchos dijeron o dieron por ciertas sus transmutaciones
0:00:22 y si hubo alguna trampa en las presentaciones del oro alquímico,
0:00:35 nadie la descubrió. O sea, no sabemos cuál habrá sido su truco.
0:00:40 Sabemos que algunos trabajaron con monedas de oro que revestían en plata, ¿se acuerdan?
0:00:48 Una moneda de oro le hacían un baño en plata y después la sometían al calor,
0:00:53 la plata se caía y aparecía el oro.
0:00:57 Había estado así siempre, pero aparecía como si hubiera ocurrido una transmutación.
0:01:04 Otros alquimistas eran buenos prestiligitadores que hacían aparecer el oro esperado
0:01:11 en lugar de los metales viles que habían entregado a los poderosos,
0:01:14 mediante pases de manos, simplemente.
0:01:17 Las caris, según dicen, hizo transmutaciones irrefutables,
0:01:22 pero trabajaba desde las sombras, aunque según parece era un notable ejecutor
0:01:28 de los poderes alquímicos, su gesto constante era la renuncia.
0:01:33 Dejaba que otros presentaran los trabajos que él hacía.
0:01:38 Ayudaba a adeptos, frutrados o que no tenían conocimiento completo,
0:01:44 a recuperar su honra ante algún fracaso o ante las burlas generales,
0:01:50 cediendole la gloria de alguna de sus transmutaciones.
0:01:55 Este es el aspecto central de esta historia y por eso se lo llamó el apóstol de los alquimistas,
0:02:01 en que yo sé que tiene que ver a alguien que hace una cosa y se la cede a otro con un apóstol.
0:02:07 No, definitivamente.
0:02:10 La cari nació a fines del siglo XVII en la isla de Mithilen.
0:02:16 Debe ser Mithilenia en Grecia.
0:02:20 A los 30 años comenzó a viajar.
0:02:25 Parece que su preferencia por operar mediante intermediarios, como se ha dicho,
0:02:30 o hacer que otros pasaran por buenos alquimistas, fue hija del miedo esta actitud.
0:02:37 La suerte reservada a su primer discípulo, Rolf Kiel, bastó para convencerlo de que era preciso mantenerse en la sombra.
0:02:46 Este discípulo, Kiel, se presentó ante el rey Federico I de Prussia
0:02:52 para hacerle saber que poseía el secreto de la transmutación.
0:02:56 El rey pidió que se efectuara inmediatamente lo que se llamaba una proyección.
0:03:01 Kiel empleó el polvo y los saberes que le había facilitado las caris
0:03:06 y transformó en oro una libra de plomo ante los ojos del Paspado Federico.
0:03:13 O del Paspado Federico.
0:03:16 No, es del Paspado.
0:03:18 Por desgracia, aquel éxito tan fácil le hizo perder la cabeza.
0:03:22 Y a quien no.
0:03:24 El rey prometió elaborar la piedra filosofal y, además, entregarle la inmortalidad como yapa.
0:03:31 Federico primero se entusiasmó.
0:03:33 ¿Quién no se va a entusiasmar?
0:03:35 Primero le ordenó, en interés del Estado, que preparara grandes cantidades de polvo de proyección para vigorizar la economía general.
0:03:43 Kiel puso manos a la obra y creó no necesitar de la ayuda del bueno de las caris,
0:03:49 pero como Kiel no era un verdadero adepto, los resultados fueron nulos.
0:03:53 Federico se impacientó.
0:03:55 Kiel, obstinado, apostó su cabeza para impresionar al rey.
0:04:00 Le dijo, ya va a ver, y si me sale mal, córteme la cabeza.
0:04:05 Bueno, Federico interpretó literalmente la expresión del discípulo de las caris.
0:04:10 Tiene la única forma de interpretarla.
0:04:12 Y tras van a espera, el rey lo mandó de capital.
0:04:17 Desde entonces, las caris, que vio todo aqueso, prefirió no tratar directamente con los poderosos,
0:04:25 entonces se dio sus saberes interesados menos cautelosos.
0:04:32 Algunos le fue bien.
0:04:34 En 1715 las caris andaba por Hamburgo.
0:04:38 Se hizo amigo del varón Fondt Kreuz,
0:04:41 un hombre que había consagrado 30 años de su vida a la búsqueda de la piedra filosófala sin conseguir nada,
0:04:50 salvo las burlas de la gente que le gritaba.
0:04:54 Fondt Kreuz sostuvo una larga conversación con las caris,
0:04:59 durante la cual le expuso su único deseo.
0:05:03 Ah, no, que se le permitiera efectuar una sola transmutación ante sus conocidos para dejarlo paspados.
0:05:10 Pasmados.
0:05:11 Pasmados.
0:05:12 Las caris lo ayudó.
0:05:15 Antes de nada, antes de la presentación de este hombre de Fondt Kreuz,
0:05:22 le entregó una estuche que contenía un poco de polvo rojo y unas notas donde se explicaba que aquello era polvo de proyección.
0:05:32 Y naturalmente unas indicaciones para sus.
0:05:35 Fondt Kreuz reunió a todas sus familiares y amigos y se apretó a efectuar la transmutación.
0:05:43 Jamás había esperado tener tal éxito como tuvo.
0:05:47 Todos los espectadores quedaron impresionados al ver como un broche de plata quedó convertido en sus tres cuartas partes en oro.
0:05:56 Agrandado, entonces, Fondt Kreuz dijo que por ser la primera vez ya había quedado una porción plateada.
0:06:04 Otro encuentro de las caris fue con el coronel Schmolls von Dibach, que Dürbach es el apellido.
0:06:13 Schmolls von Dürbach, que estaba por entonces al servicio del rey de Polonia.
0:06:20 El papá de von Dürbach había intentado ser alquimista pero terminó arruinado.
0:06:26 Y en una taberna, el coronel, o sea el hijo, explicó las tareas de su padre a unos cuantos oficiales y quiso reivindicarlo.
0:06:39 Pero los oficiales polacos lo ridiculizaron y lo trataron de loco.
0:06:43 Entonces von Dürbach defendió la memoria paterna y se trabó en lucha con sus camaradas.
0:06:50 Los parroqueanos, de taba casualmente las caris, que escuchó con interés la polémica y esta vez ayudó a von Dürbach.
0:06:58 Se acercó y le aseguró poseer el medio para rehabilitar la memoria de su padre.
0:07:05 Le entregó una pequeña provisión de piedra filosofal y le indicó que podría ser algunas pocas transmutaciones contundentes.
0:07:14 Von Dürbach pudo sorprender a los incrédulos y fue alquimista por un rato.
0:07:20 Cuando se terminó su provisión de polvo, von Dürbach abandonó Polonia y se fue a Prussia para sostener con su ausencia la creencia general.
0:07:33 Pese a su gran cautela y forma de asubrar a otros, las caris acabó por llamar la atención de las autoridades germanas,
0:07:42 que despacharon varios hombres de armas para atraparlo.
0:07:45 Para llevarlo ante las autoridades y obligarlo a realizar transmutaciones, qué es eso?
0:07:53 El caso es que las caris buscó refugio en el castillo de la Condesa Ana-Sofía von Erbach.
0:08:02 La Condesa le permitió quedarse. Se llaman todos muy parecidos.
0:08:07 Las caris permaneció varios días en aquel castillo, tiempo suficiente para despistar a sus perseguidores.
0:08:14 Cuando estaba por irse, quiso recompensar a la Condesa y le propuso transformar en oro toda su bajilla de plata.
0:08:24 La Condesa, dudosa, decidió entregarle una vieja.
0:08:31 Una vieja fuente de plata medioavollada.
0:08:35 Enseguida vio cómo la fuente se fundía para transformarse en el oro más puro.
0:08:40 Finalmente la Condesa, von Erbach, decidió entregarle toda su bajilla.
0:08:47 Nuevo éxito al químico.
0:08:50 Las caris se despidió de la Condesa, pero al poco tiempo tuvo que participar de una contienda judicial que lo comprometió.
0:08:58 El Conde, Friedrich Karl, marido de la Condesa, von Erbach, que se había separado de ella varios años antes,
0:09:08 tuvo noticias de la extraordinaria transmutación de la bajilla, recordó de pronto que seguía siendo ante la ley el esposo legítimo
0:09:15 y decidió reclamar la mitad del oro al químico puesto que se trataba de un aumento de capital que repercutía en la comunidad de bienes.
0:09:24 Su esposo se rechazó el arreglo, el Conde llevó el asunto a los tribunales y las caris debió declarar y certificar su trabajo.
0:09:34 Finalmente el Tribunal de Leipzig, me parece que con toda justicia, falló contra... no, no contra justicia.
0:09:43 Inesperadamente falló contra la demanda del marido porque consideró que si la bajilla de plata pertenecía a la esposa, no pertenecía a la esposa, era un bien común.
0:09:53 También debía pertenecerle al producto de cualquier metamorfosis de aquellos elementos.
0:09:58 No habíamos quedado aunque la bajilla pertenecía a la esposa.
0:10:01 Era de algo, claro.
0:10:02 Ah bueno, aquí hay un asunto raro, señor.
0:10:05 Aquí hay una corruptela.
0:10:07 Sí, dérenselo.
0:10:10 Las caris desapareció como por encanto entre los años 1730 y 1740.
0:10:17 Bueno, no es una desaparición como por encanto.
0:10:21 Es por una década.
0:10:23 Claro, no, no, digo que las desapariciones por encanto se producen de un instante para otro, de una década para otra.
0:10:32 Nadie más volvió a recibir su ayuda.
0:10:35 Algunos dicen que regresó a Grecia y así murió.
0:10:40 Otros lo ubican en la lista de inmortales en la que vendría a acompañar a Flamel, Nicolás Flamel, el acondescén Cermen,
0:10:48 pero su nombre es justamente su amigo Fulcanelli en algunos de esos libros,
0:10:56 que es Criton, el misterio de las Catedrales, el otro, o en Aquil, que no alcanzó a publicar.
0:11:02 Pero Fulcanelli también es un hombre de existencia dudosa,
0:11:06 porque por empezarnos se llamaba Fulcaneno.
0:11:10 Murió, según dicen, en 1932 en París y había nacido, calculo unos 60 años antes, 50 años antes, no sé cuando lo hacía.
0:11:22 Pero no es mucho lo que se sabe.
0:11:24 Curioso, porque es un hombre que ha publicado libros.
0:11:27 Sin embargo, se dice, y usted seguramente tendrá más datos,
0:11:31 se dice que esos libros publicados no son los originales y que están llenos de interporeaciones y de agregados de otro tipo.
0:11:42 Y otros dicen que Fulcanelli en realidad vivió mucho antes.
0:11:47 Vivió un par de siglos antes.
0:11:48 Sí, y hasta llegan a decir, algunos, que Fulcanelli no era otro que nuestro querido amigo Enrique de Navarra.
0:11:55 Enrique Cuarto, sí.
0:11:56 Cosas que se dicen.
0:11:58 De todos modos, convengamos a Alejandro que hay una cuestión extraña en esto.
0:12:02 A ver, unos amigos de este tipo de saberes, Luis Powell, Cisján Versiena,
0:12:07 en algún momento empezaron a tratar de desarticular estos saberes, pero la cuestión va más atrás.
0:12:12 A la cara se lo llamaba el Apóstol de los Altimistas, nos ha contado usted.
0:12:15 Curioso, porque un apóstol es alguien que transmite un cierto saber sobre algo que ninguna de la gente de la cual se lo transmite ha visto.
0:12:24 Como que un apóstol es alguien que se hace confiable, sólo en base a su palabra.
0:12:28 Ahora bien, si vamos por otro lado, encontramos también que Fulcanelli hablaba del misterio de las Catedrales
0:12:33 y decía que en las paredes de Notre Dame, por ejemplo, de muchas de las grandes iglesias europeas,
0:12:39 estaba en secreto de cosas como la piedra filosofal, la transmutación de cualquier metal en oro, la vida eterna, la fuente de la juventud.
0:12:46 Digo, cosas bastante semejantes a las que se prometen adentro de las Catedrales.
0:12:50 En todo caso, vienes de los cuales casi nadie puede dar cuenta, a menos que no sea a través del misterio de la fe.
0:12:56 Esto equipara a un altimista con cualquier apóstol, e incluso con aquellos que ni siquiera son apóstoles, sino que repiten lo que los apóstoles dicen.
0:13:05 Tengo para mí que hay un problema en todo esto, porque sí donde los altimistas escriban en el frente de las Catedrales
0:13:11 la forma de transformar cualquier metal en oro, los que trabajaban adentro de las Catedrales,
0:13:16 buena parte de la jerarquía eclesiástica con las monarquías europeas, obtenían el oro de un lugar en que era muy fácil transformar en oro la tierra.
0:13:25 Digo, se llamaba América, sin ir más lejos.
0:13:27 Y en ese caso, la transmutación, nuestra cosa que la forma en que se ve la explotación.
0:13:32 Esto es allí donde uno quiere llenar de colores una cosa, lo único que hace es estar cosechando flores negras.
0:13:39 No nos engañen más.
0:13:41 Y flores negras, gracias Jorge.
0:13:47 Flores negras, que también es un producto alquímico.
0:13:50 Recorremos las rosas de paracel.
0:13:55 Y flores negras es el tango que va a cantar, va a tocar, nuestro guitarrista oficial, el querido Juanjo Doménguez.
0:14:03 Flores negras de Francisco de Carles.
0:14:11 Flores negras de Francisco de Carles.
0:14:14 Flores negras de Francisco de Carles.
0:16:30 Era Juanjo Dominguez en la venganza,
0:16:33 ¡Será terrible!
0:16:35 Flores negras.
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