Transcripción automática
0:00:00 Bien, hablaremos hoy sobre Leonor de Aquitania y la corte del amor.
0:00:06 Hemos citado muchas veces a Leonor y a la corte del amor, pero creo que pocas veces hemos tomado
0:00:15 esa persona que como centro de una charla.
0:00:18 En 1137 murió y se remontaba de Poitiers que era el duque de Aquitania.
0:00:24 Tenía una hija que se llamaba Leonor, de la cual hemos hablado en el título de esta charla.
0:00:29 Así se quedó 10 segundos.
0:00:32 Era muy hermoso, ciertamente.
0:00:34 Ahora bien, Guillermo Cabo, como última voluntad, encargó que le pidieran al rey Luis XVI de Francia
0:00:46 que casara a su hijo Luis el joven con su hija Leonor.
0:00:50 Esa no es una última voluntad.
0:00:52 O mejor dicho, la última voluntad es que alguien le tira al rey en relación a su hijo con su hija, pero el rey no tiene por qué acceder.
0:01:03 ¿Claro? ¿Hasta dónde llegué la última voluntad y un título?
0:01:09 Bueno, mi última voluntad es que el señor Nelson Rockefeller le ceda a mi hijo su fortuna.
0:01:16 Como quiera que sea, el rey Luis XVI aceptó y aceptó porque tenía poderosas razones para hacerlo.
0:01:26 La heredera de Guillermo Cabo era poseedora de enormes territorios,
0:01:34 de la ubernia, del plazón, de la mar, la cascuna, la higiene...
0:01:41 El caso es que arreglado en el caso de él, el heredero de la corona,
0:01:48 es decir, Luis el joven, llegó a Burdeos, donde vivía el honor.
0:01:52 Él era rubio y de los cosas sures, y al verlo, Leonor se sintió enamorada.
0:01:57 Al día siguiente se celebró el matrimonio y los esposos partieron hacia París.
0:02:03 La noche de la noche de la noche fue en el camino.
0:02:06 Ah, en el camino porque imagínese, no aguantaba.
0:02:10 Por desgracia, el joven Luis no tenía ninguna estudiencia y resultó ser un mesquino amante.
0:02:20 Y la decepción fue cruel para Leonor.
0:02:24 Pero antes de llegar a París recibieron otra noticia mala,
0:02:30 que es que el rey Luis VII había muerto.
0:02:36 No, Luis VI había muerto.
0:02:39 Quiere decir que Leonor era reina.
0:02:43 En el camino, sincero, que era reina.
0:02:46 Es decir, era mujer del rey.
0:02:49 Leonor había traído a la Corte de Francia a su hermana Alicia.
0:02:55 Era una joven muy horrorosa.
0:02:59 Era la hermana linda y Alicia era la hermana fea.
0:03:02 Y enseguida se entrevió con el conde Raúl de Dermanduá y la senescal de Francia.
0:03:09 Una noche ella fue a su habitación, a la habitación de Dermanduá.
0:03:15 Y parece que su placer fue tan poco discreto que nadie pudo dormir en toda la noche.
0:03:21 Al día siguiente el rey reprendió a senescal, Raúl, le escuchaste.
0:03:27 Y este muy avergonzado respondió que estaba dispuesto a casarse con la mujer,
0:03:34 con la cual habían hecho tamaño escándalo.
0:03:37 Llegamos para legitimar a que los gritos, por lo menos,
0:03:41 fueran tomados como avisos de un matrimonio legítimo.
0:03:46 Pero había un problema.
0:03:49 El Dermanduá ya estaba casado.
0:03:52 Estaba casado con Silberta de Champal.
0:03:56 Así se lo hizo notar al rey Naldo que le dijo,
0:03:59 pero ella está casada, ¿qué vas a hacer con tu mujer Silberta?
0:04:03 Y él dijo, la repudiaré.
0:04:05 Y así lo hizo, la repudió y se casó con Alicia.
0:04:10 Ahora bien, Silberta y Champal se enojó.
0:04:13 Y como suele ocurrir, se enojó.
0:04:17 En el caso como este.
0:04:19 Se quejó a su tío Cebovaldo, el Champal,
0:04:22 se presuró a reclarar la guerra al rey Luis Hérkimo.
0:04:26 Y se liberaron violentos combates por ese entreviero de familia.
0:04:33 El rey puso sitio al tío, entró a la ciudad, le prendió fuego,
0:04:38 y murieron mil 300 personas.
0:04:41 Todo porque el amigo Dermanduá, en el escalde de Francia,
0:04:46 se había entusiasmado mucho con la hermana de Leonor.
0:04:52 Finalmente el rey Luis Hérkimo recobró su sangre cría,
0:04:55 después de haberse cargado a mil 300.
0:04:57 Y se hizo remordimía, ¿visto?
0:05:00 Y como era un cobard, le echó la culpa a Leonor y a su hermana.
0:05:05 No a su hermana, no a la hermana de Leonor,
0:05:10 que como hemos dicho se llamaba Alicia,
0:05:13 era un poco rosa y gritaba en los momentos de mayor entusiasmo.
0:05:20 Al volver a París, el rey se confesó con San Bernardo, nada menos,
0:05:26 que le sugirió como penitencia que fuera a combatir a los infieles en Palestina.
0:05:31 Es decir, no que vayara la firmeza, como se lo ocurrió con profesores más devolentes,
0:05:37 sino que se fuera a Palestina a combatir infieles.
0:05:41 Luis decidió cumplir con la guerra penitencia.
0:05:45 Bueno, muy bien, dije, voy a combatir infieles en Palestina.
0:05:50 Y decidió que Leonor lo acompañara a Jerusalén.
0:05:53 No es que estuviera a mí enamorada en realidad, pero se sentía celoso,
0:05:58 que era unicelable, ¿no?
0:06:01 Sin embargo, nadie le había hablado de los efectos
0:06:04 que las cálidas noches de Oriente tienen sobre las mujeres.
0:06:08 A mí tampoco nadie me habló de esos efectos,
0:06:12 pero parece que las noches de Oriente tienen efectos sobre las mujeres.
0:06:17 En 1647 partieron el rey Lucentim y su mujer Leonor.
0:06:22 Pasaron por Alemania, por Belgrado, por Visancio, por Efezo,
0:06:28 allí donde le prendieron fuego al Templo de Artemis,
0:06:33 pasaron por Antioquía y allí se quedaron un tiempo.
0:06:38 La principal de Antioquía, la principal de esa ciudad, era Rey Mundo,
0:06:42 era tío de Leonor.
0:06:45 Y la reina dormía siempre sola.
0:06:49 El rey, como se ha dicho, no tenía mucho entusiasmo amoroso.
0:06:53 Una noche, de estas noches de Oriente, esas noches de Antioquía,
0:06:59 un tipo entró furtivamente en su habitación.
0:07:04 Y la amo a Leonor.
0:07:07 El misterioso amante la dejó antes del alba.
0:07:11 Y nunca se supo quién era el tipo.
0:07:14 Sin embargo, a la mañana siguiente Leonor estaba más contenta.
0:07:18 Ahora bien, el tío Rey Mundo tenía la costumbre de conversar con su sobrina.
0:07:23 Y una noche, el rey entró de repente, me refiero a Luis Settim,
0:07:28 entró de repente en una habitación de la control, a lo que estaba hablando con el tío,
0:07:32 y inmediatamente la acusó de ser amante de su tío.
0:07:37 Y le dijo, mañana mismo saldremos para Jerusalén.
0:07:42 Discutieron, como suele ocurrir cuando uno le dice a su mujer que es amante del tío.
0:07:47 Y ella le dijo, mirá, dice, ya que estamos hablando,
0:07:51 lamento comunicar que nuestro matrimonio es inyectuoso.
0:07:56 Somos parientes en un grado prohibido por la iglesia.
0:07:59 Así que nuestro lecho es acrilego.
0:08:02 Así que nos vamos a divorciar, en cuanto tengamos tiempo.
0:08:07 Llegaron a Jerusalén, imagínense por aquellos lugares no había mucho tiempo de andar divorciando.
0:08:12 En Jerusalén un poco mejoraron las cosas.
0:08:15 Incluso parece que Luis durmió con la regla.
0:08:18 Pero, a pesar de todo, Luis me mandó una carta a la Vaz Sussies,
0:08:24 así se llamaba, para comunicarle que se iba a divorciar.
0:08:29 Mirá, dice, no había divorciado.
0:08:31 Sussies era un buen político y pensó que si había divorciado la corona,
0:08:36 perdería el inmenso territorio que había aportado el honor.
0:08:40 Era dueña prácticamente la tercera parte de tras.
0:08:43 Y aconsejó entonces que no se divorciara.
0:08:46 Dicen, no sé, no sé, no sé, no sé.
0:08:48 Esto calmó un poco al rey.
0:08:50 Cuando volvieron a Francia, ya estaban casi reconciliados.
0:08:53 Habían pasado por Roma y allí el Papa les había dicho que el matrimonio no era insectuoso.
0:08:59 Entonces Luis Sertimo volvió a dormir con su esposa,
0:09:02 de tal suerte que la regla quedó embarazada.
0:09:05 Dio a luz una niña, pero después Leonor volvió a comportarse de modo discreto.
0:09:10 Y el rey celoso consiguió que el Concilio de Boganzí declarara nulo el matrimonio.
0:09:21 La joven princesa que poseía un tercio de Francia,
0:09:24 tuvo pronto numerosos pretendientes, imagínate.
0:09:29 Pero no les gustaba ninguno entonces para rajarse de ellos,
0:09:33 que refugió en el Casillo de Poitiers.
0:09:35 Allí conoció un inceso de 16 años,
0:09:38 que se llamaba, cada menos, que Andrés de Plantacen,
0:09:41 que era heredero de las drogas latas.
0:09:45 Al fin, en 1152 Leonor se casó con él, con el que mocharse,
0:09:50 y unió sus posesiones con las de él,
0:09:54 que era heredero de la corona de Inglaterra.
0:09:58 Hay que decir que durante todo este tiempo,
0:10:01 Inglaterra tenía posesiones en territorios fracis y muchas.
0:10:07 Hay que decir también que los varones solían tener poder superior al de los precios.
0:10:13 Con este matrimonio Leonor llegaba a Reina por segunda vez,
0:10:18 pero esta vez ya no era Reina de Francia,
0:10:20 y no era Reina de Inglaterra.
0:10:22 Y todos los territorios que ella regenteaba,
0:10:26 por herencia y por sangre,
0:10:28 pasaban a la corona inglesa.
0:10:30 Y ahí empiezan los merengues,
0:10:32 que era el lugar a la que después fue la guerra de los 100 años,
0:10:35 entre Inglaterra y Esfrazia.
0:10:39 Cuando Enrique se casó con Leonor,
0:10:44 todavía no era Rey,
0:10:46 pero inmediatamente murió el viejo y Enrique lo sucedió.
0:10:50 Así que Leonor fue Reina por segunda vez.
0:10:53 El Rey de Francia quiso proteger,
0:10:55 yo lo antiguo marido,
0:10:56 a ver qué secreo dice, pero bueno,
0:10:59 las diferentes,
0:11:01 el caso es que Luis Etimo había perdido más de la tercera parte de su reino,
0:11:05 pero veamos qué le pasa a Leonor en Inglaterra.
0:11:08 El nuevo marido, Enrique, estaba casi siempre ausente.
0:11:12 Y en una de esas ausencias,
0:11:14 Leonor conoció a un trovador,
0:11:17 a un cantor de tangos,
0:11:19 que le componía canciones.
0:11:21 Se llamaba Bernardo de Ventador,
0:11:25 pero un día Bernardo tuvo que viajar a Francia, a Luyena.
0:11:30 A ver si Leonor se ponía triste,
0:11:32 pensaban las dos hijas que había dejado en la corte de Francia,
0:11:36 pensaban Luis Etimo que se había casado con constanza de castilla,
0:11:40 para peor se enteró que su nuevo esposo Enrique
0:11:43 andaba con una rubia que se llamaba Rosamunda.
0:11:46 Inmediatamente lo encaró al marido y le dijo,
0:11:50 ¿qué te pasa?
0:11:53 El Rey prometió que se iba a deshacer de aquí el amante,
0:11:57 pero no cumplía.
0:11:59 Algunos libros de historia pretenden que Leonor mató a Rosamunda
0:12:02 con sus propias manos,
0:12:04 pero eso es absolutamente falso, lo hicimos aquí por radio continental.
0:12:09 Para tranquilizar a Leonor, Enrique organizó un viaje por Francia.
0:12:15 La reina se puso con testa porque pensó que podía llegar a Bernardo,
0:12:19 aquel de Bernardo de Ventador.
0:12:21 Hay cantor, es algo que estaba en Francia.
0:12:24 Bueno, en realidad no lo pudo ver mucho.
0:12:31 Apenas se lo saludó de refilón y le hizo un par de cáligas promesas al pasar.
0:12:37 En el transcurso el viaje quedó embarazado una vez más
0:12:40 y volvió en la terra con el futuro Ricardo Corazón de Leon en su cena.
0:12:46 Dos años después volvió a Francia y allí en Poitiers
0:12:50 encontró este cabecí con Bernardo, el cantor de Tardes.
0:12:53 Allí se quedó un tiempo y formó lo que se llamaba la Corte del Amor.
0:12:59 Era un grupo que se reunía y se autodenominaba Corte del Amor
0:13:05 porque tenían como diversión, además de conocer tipo y niña,
0:13:12 expedirse sobre conflictos amorosos.
0:13:15 Eran una veintena de damas, algunos probadores, caballeros,
0:13:19 todos conocidos por sus garanterías con las damas
0:13:22 y examinaban problemas amorosos y se dictaban incluso sentencias
0:13:26 basándose en un código del amor.
0:13:29 Este código tenía 31 artículos y vamos a examinar algunos de ellos.
0:13:34 Primero, el que no sabe cagar no sabe a más.
0:13:40 El amante que sobrevive al otro debe guardarle biodés durante los años.
0:13:47 El matrimonio no es una excusa legítima contra el amor.
0:13:52 La facilidad del disfrute disminuye su precio.
0:13:55 La dificultad lo humedita.
0:13:58 No, espero que lo anunzara a mí tampoco.
0:14:01 No me gusta nada.
0:14:02 Este está bien. Cuando el amor disminuye, pronto acaba.
0:14:05 El verdadero amante siempre estigna.
0:14:09 Nada impide que una mujer se llamara por dos hombres
0:14:13 ni que un hombre se llama por dos mujeres.
0:14:17 Las preguntas que la acorde de amor debía responder a veces
0:14:21 eran muy sabrosas.
0:14:23 El orden de poder existir verdadero amor entre los esposos.
0:14:29 Y las cuestiones, digamos, los litigios que allí se presentaban eran de este hombre.
0:14:35 Este le va a gustar.
0:14:37 Un caballero corteja a una dama, pero no logra convéssela.
0:14:42 Le manda unos honestos regalos.
0:14:45 La dama acepta.
0:14:47 A pesar de ello sigue rechazándola.
0:14:50 El caballero se queja y dice que al aceptar los regalos
0:14:54 le dio unas falsas penas.
0:14:57 La corteja minó que una dama, o bien,
0:15:00 reusa aceptar los regalos para conquistarlas,
0:15:03 o bien paga la recompensa si los acepta.
0:15:06 Es un canto.
0:15:08 Si lo hace, o sea, si acepta los regalos,
0:15:10 un dar nada a cambio debe ser considerada
0:15:12 en la categoría de cortesana.
0:15:17 Bueno, en el transcurso de 10 años,
0:15:20 Leonor de Aquitania pasó más tiempo en Poitiers que en Londres.
0:15:24 Con Enrique, su marido, ya no se entendía en absoluto.
0:15:28 Cuando el hijo de Enrique, Ricardo, se levantó contra su padre,
0:15:32 Leonor se puso de parte del hijo.
0:15:35 Hasta que el ejército de su marido la tomó prisionera en Chinón.
0:15:41 Fue conducida a Inglaterra y encerrada en la torre de Salesville.
0:15:47 Allí permaneció 16 años encerrada hasta que Enrique murió.
0:15:53 Entonces su hijo, Ricardo, la liberó.
0:15:56 Ya tenía 68 años cuando Ricardo Corazón de Leon la liberó.
0:16:03 Pero sus problemas no habían terminado.
0:16:07 A los 72, su hijo, Ricardo, volvía de la cruzada
0:16:12 y desapareció misteriosamente.
0:16:14 Lo raptaron.
0:16:16 Lo raptaron.
0:16:18 Era costumbre que algún señor por ahí raptaron un tiempo
0:16:21 y pidieron rescate.
0:16:22 Tidieron rescate parecido al caducco bruto de Inglaterra durante los años.
0:16:28 De todos modos, Leonor mandó a buscar a Arloando,
0:16:33 que había sido amigo de Ricardo, para que lo buscara por todo.
0:16:40 Y lo encontró de casualidad porque...
0:16:45 Arloando era compositor de canciones,
0:16:50 y habían compuesto una con Ricardo.
0:16:53 Un día, al pie de una fortaleza del Dano de Leon,
0:16:57 escuchó una canción que decía...
0:17:00 Nipé, Bougouard, Sambushembe.
0:17:05 Esto estaba rico, no sé bien.
0:17:09 Nipé, Bougouard, Sambushembe.
0:17:15 ¿Y esa canción? La conozco.
0:17:19 ¿Quién es el que canta esa canción?
0:17:22 Soy yo, que tipo de atrás de una arreja.
0:17:25 Ricardo, corazón de Leon.
0:17:27 Eso está difícil que regreso.
0:17:29 Encontré un tipo que está cantando justamente la canción que compuso con nuestro.
0:17:35 Bueno, Ricardo fue reconocido por Bougouard,
0:17:42 y después volvió, no rescataba, lo hicieron, pagaron el rescate.
0:17:49 En realidad, ya hay que irlo tenía de la encana en el emperador de Alemania.
0:17:53 Pagaron el rescate y Ricardo volvió.
0:17:57 En realidad, a que fue a pagar el rescate fue la vieja, el honor, con sus 72 años.
0:18:02 En el ancien mil marcos de plata.
0:18:05 Fue la vieja, ahí puso la guita y salió uno con el primero.
0:18:09 Todavía le quedó vida para ver cómo murió,
0:18:13 que la muerte de Ricardo, corazón de Leon, que como ustedes recuerdan,
0:18:17 fue un poco de un flechazo, que un pixie le clavó en la espalda.
0:18:23 Habían conquistado una plaza, que estaban sitiendo una plaza muy fácil.
0:18:30 Era un sitio de ínfima que había.
0:18:33 Ya la cosa estaba, los tipos de adentro se estaban por rendir,
0:18:37 y Ricardo, que los enseñaba muchísimo, le decía,
0:18:40 sí, a ver si se arrenda Leon a ver, que se llevó.
0:18:43 Se dio vuelta, y uno, desde arriba, le tiró un flechazo y lo mató con la espalda.
0:18:48 Así murió Ricardo, corazón de Leon, que había ido a las cruzadas,
0:18:53 se había salvado de muchísimos peligros.
0:18:56 Eso lo vio Leon, y vio todavía para tener esa tristeza.
0:19:02 Y murió recién a los 82 años.
0:19:06 Esa mujer que fue reina de Francia, reina de Iberaterra,
0:19:11 y fundadora de una corte de amor, que de algún modo se relaciona
0:19:20 con los movimientos que, en ese siglo y en el siguiente,
0:19:29 vinieron a dar lugar al amor cortesano, al amor provenzano,
0:19:35 a la poesía que se originó, pero más que a la poesía,
0:19:38 a la visión, a una visión de la mujer y el amor que flourició
0:19:46 en el sur de Francia, en ese siglo y en el siglo.
0:19:51 Hemos hablado muchísimo de eso.
0:19:54 Una cosa curiosa es que toda esta gente hablaba francés.
0:20:02 Ricardo, que era el rey de Iberaterra, creo que no hablaba casi nada.
0:20:09 El rey dijo no hablaba francés.
0:20:11 Así fue la corte de Iberaterra.
0:20:14 Todos hablaron francés hasta bastante tiempo atrás.
0:20:19 A época del rey Eduardo II, aquel que era amigo de los albales.
0:20:31 Esta es la historia del honor de la titania, ciertamente una mujer extraordinaria.
0:20:36 ¿Qué es la historia?
0:20:41 Bueno, a quién quiere dedicarle ese llama?
0:20:45 Yo al amilo que componía junto con Ricardo y a Bernardo.
0:20:51 Al cantor de Changos, al trovador que se enamoró del honor.
0:20:55 Uno por uno y otro por buena matia, además los dos porque son los cantores.
0:20:59 Bueno, en aquella época, el amor del honor había muchísimos probadores.
0:21:06 Pridominados los probadores.
0:21:08 Si no cantabas un poco, nadie te daba bolilla.
0:21:17 Bueno, hemos resuelto escuchar el tango que se llama como aquella princesa.
0:21:25 En memoria, justamente, la princesa de honor de Poitiers.
0:21:30 Que puede ser la regla de la Teguerras.
0:21:34 Escucharemos la versión de Ruth Asagile con el acompañamiento de Fernando Marcial.
0:21:40 Como aquella princesa es un tango de Joaquín Mora.
0:21:55 Hay una estrella de cala, un volo a la luz resumidada.
0:22:10 Me aplique su quebramos, el que le quiero darlo.
0:22:16 Que me entriste con el verde de mi alfina.
0:22:22 Bajo este cielo de quimera, que se dibuta y tornera.
0:22:33 He visto reflejada, y la vez oscada, con el celo y el dios de mi amor.
0:22:43 Como aquella princesa, de ti y de cuento, apareciste un niño,
0:22:52 desde un gran terreno.
0:22:54 Era el tímido padre de una joven en un sueño.
0:23:01 Un suido diócero en algo, cuyo sueño era así.
0:23:08 Como el tímido padre de mi brito de cuento, con las alves en blanco,
0:23:17 se confiaba mi amor, se envañaron sus ajas.
0:23:23 Un tuquilo y obrezo, pierda, amenaza, suele, que nos une aludó.
0:23:38 Hay una estrella que bonita, con su alfumial de fila.
0:23:53 Que esta se enamorada, lo hice su mirada.
0:23:59 Y en esta duda, me consumé el matita.
0:24:06 Pero mi fe se tranquiliza, porque tu aliento se acalicia.
0:24:16 Tus manos en mis manos, mis labios en tus labios,
0:24:22 y mentalmente una oración como aquella princesa.
0:24:31 Desde ti y de cuento, apareciste un día, desde un gran terreno.
0:24:39 Era el tímido padre de una joven en un sueño.
0:24:45 Un suido diócero en algo, cuyo sueño era así.
0:24:51 Como el tímido padre de mi brito de cuento, con las alves en blanco,
0:25:00 se confiaba mi amor, se envañaron sus ajas.
0:25:06 Un tuquilo y obrezo, pierda, amenaza, suele, que nos une aludó.
0:25:30 Ha cantado Ruth Atagele, acompañada por Fernando Marzán, de Joaquín Mora como aquella princesa.
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