Locos poderosos (Casa de Wittelsbach)

Transcripción automática

0:00:00 El tema de hoy es poderosos locos, o también locos poderosos.
0:00:07 Espríncipe, que estaba el locos, un tatalo, vemos estos avallos, este es nuevo.
0:00:13 La democracia Beatles-Bahá tuvo unos cuantos locos en su historia,
0:00:20 quizás el más famoso fue Luis II de Vavira, de quien hemos hablado ya.
0:00:25 Pero Maximiliano, el padre de Luis, tenía dos hermanas locas.
0:00:32 La princesa Alejandra, una de ellas, tuvo durante toda su vida la creencia
0:00:37 de que cierta vez se había tragado un piano de cola.
0:00:42 No se movía temerosa de que en su interior se agitara las teclas con sonido y la armonía.
0:00:51 Así pasó muchos años encerrada en un convento.
0:00:57 La princesa María, otra tía de Luis II, siempre decía de blanco,
0:01:02 de modo que pudiera ver cualquier mancha o actismo de polvo sobre su actuario.
0:01:07 Dice la crónica que cuando cualquier ingrediente del mundo se depositaba en su blancura,
0:01:14 lanzaba gritos que aterrorizaban a la corte entera.
0:01:19 Se cambió de ropa cinco veces por día.
0:01:21 Pero también el hermano de Luis II, Otto, estaba loco.
0:01:27 El propio Luis, antes de que se aguditaran sus propios inconvenientes,
0:01:31 repito, el propio Luis, antes de que se agudizaran sus inconvenientes,
0:01:36 escribió que su hermano hacía gestos terribles.
0:01:40 Por ejemplo, la daba como un perro, se sentaba en la oscuridad y se humegaba a salir de sus habitaciones
0:01:47 y además casi nunca se bañaba y oía voces inexistentes que lo llamaban.
0:01:54 A finales de 1872, la situación iba a ser tan grave
0:01:58 que Luis ordenó que su hermano fuera encerrado en Ingenburg,
0:02:02 lejos de las miradas de la corte de Mubines.
0:02:06 La locura de Otto no era sólo una tristeza familiar.
0:02:10 Si Luis, que tenía más amigos que amigas, no conseguía descendencia, era Otto el sucesor,
0:02:17 pero no pudo ser.
0:02:19 La conducta de Otto deterioró con el correr de los años.
0:02:25 Fue necesario acolchar las paredes de su habitación
0:02:28 porque el tipo se daba la cabeza contra ellas.
0:02:32 En los momentos más herenos se sentaba a jugar con unos juguetes enviados por su hermano Luis
0:02:37 y más tarde por el gobierno Gávaro.
0:02:40 Cuando comía, dejaba el alimento con los dedos, no está tan mal,
0:02:44 no hay que estar locos, basta con ser un poco chancho.
0:02:48 El caso de Otto pasó en el final de su vida encerrado
0:02:52 y su única diversión era aplastar mozcas contra los virus de las delzadas.
0:02:57 Citamos otros casos de locos pero sin demasiado poder.
0:03:04 El problema es cuando los locos pueden decidir sobre la suerte de los demás.
0:03:10 Tal era el caso de Wenceslao IV de Bohemia que gobernó a fines del siglo XIV.
0:03:16 Cuando ocupó el trono en 1371, tenía 18 años.
0:03:20 En Wenceslao se prendía en cualquier sitio y se ponía a llorar como un chico.
0:03:27 Bueno, es normal, cuando uno se pierde, ¿qué hace? Llora.
0:03:32 Daba paseo fuera del palacio y cuando no reconocía el lugar en donde se aslaba,
0:03:37 lloraba y pedía a gritos que los llevara a un lugar conocido y se perdía.
0:03:42 A veces tenía arrebatos de silencio.
0:03:46 Es raro tener un arrebatos de silencio.
0:03:48 Para tener un arrebatos de silencio hay que estar hablando todo el tiempo,
0:03:52 sino uno distingue al silencio bajo la forma de un arrebatos.
0:04:01 El caso es que no es que tenía arrebatos.
0:04:06 Permeneció en silencio durante tres o cuatro días.
0:04:09 Y a veces está de sí tener arrebatos, pero de oración.
0:04:15 No paraba de hablar también durante tres o cuatro días.
0:04:19 En realidad eran siempre rezos que no se interrumpían ni siquiera durante las comidas.
0:04:26 No se sabe cómo hacía Wenceslao, pero rezaba en voz alta y comía al mismo tiempo,
0:04:33 con gran menoscabo de ambas equividades.
0:04:44 También tenía arrebatos de amor que le duraban seis o siete días.
0:04:49 La pasión era tan desenfrenada que las mujeres del palacio huilan y, según el cronesta,
0:04:56 también los hujedres y los pajes hacían lo mismo.
0:05:00 Sucede que estos arrebatos reales eran manifestaciones livrinosas que no tenían un objeto claro.
0:05:10 En realidad Wenceslao corría por los pasillos para amar a cualquiera,
0:05:16 para amar lo que se deja.
0:05:19 A veces salía del palacio e irrumpían las casas de la gente para violar a las mujeres.
0:05:29 Además, un día ordenó que su esposa, Cona de Valera,
0:05:33 se hiciera miembro de un prostíbulo barato.
0:05:36 Lo de barato no sé para quién.
0:05:40 En una oportunidad mandó en otro orden de cosas,
0:05:43 fuera de estos días de amor indiscriminado.
0:05:47 Por el sentido de un día un carnicero le sirvió carne quemada, un cocinero.
0:05:53 Nunca vi un carnicero que sirviera carne cruda.
0:05:59 Este cocinero le sirvió carne quemada o el mozo.
0:06:03 O quién sé a dónde salió.
0:06:05 Y lo mandó a hornear.
0:06:08 Bueno, a hornear la carne no porque ya estaba quemada.
0:06:12 Bueno, que se lo cambia.
0:06:14 Pongan en el horno este tipo, dijo.
0:06:16 No sé, cual sería la conducta más adecuada.
0:06:18 Ninguna, no.
0:06:22 Sólo se sentía feliz Wenceslao en las cacerías,
0:06:28 donde pasaban largos días olvidados por completo de su regla.
0:06:33 Ennobleció a caballerizos y monteros por lo que se ganó,
0:06:37 lo odió de todos los señores del rey.
0:06:39 En su regla tuvo lugar el famoso espantoso pogrom de 1369 en Praga.
0:06:45 Parece que un cura que ya ha una procesión por el barrio judío,
0:06:49 recibió un piedrazo que le tiró un chico,
0:06:53 lo que hizo que los habitantes de Praga,
0:06:56 asesinaran a 3.000 miembros de la comunidad.
0:07:00 Cuando lo sobreviviente pidió justicia,
0:07:02 Wenceslao declaró que tenían merecido el castigo,
0:07:06 multó a las víctimas y mandó colgar a los que ya estaban muertos.
0:07:10 Wenceslao murió en 1419,
0:07:12 después de una revueta que lo sacó del poder.
0:07:16 Otro loco, el rey portugués Alfonso de Braganza,
0:07:20 que fue el rey de la ciudad de Pongan,
0:07:25 que gobernó a mediados del siglo XIV.
0:07:27 Se vestía hasta con siete tránsis,
0:07:29 al mismo tiempo, uno sobre el otro, como Narduzo.
0:07:37 ¿A dónde está la crónica?
0:07:39 El heredor de su imbeñable cuerpo impregnaba cada capa de vestimenta.
0:07:45 A veces también andaba con dos o tres hombreros al mismo tiempo,
0:07:49 cubriendo su gracienta caballera.
0:07:52 Hablamos para terminar del rey inglés Jorge III,
0:07:56 que gobernó entre 1760 y 1850.
0:08:00 Parece que salía a casar mariposas desnuros por el parque San James.
0:08:06 Desde luego, andaban cientos de corpessanos que trataban de atraparlo a él.
0:08:12 Le gustaban los gizmos a Jorge,
0:08:16 e intentaba seducirlos.
0:08:19 Si estos no respondían a su llamado,
0:08:21 se les subía encima
0:08:23 y los mantenía durante horas debajo del agua,
0:08:27 hasta ahogarlos.
0:08:29 En el Parlamento, el rey decía cualquier cosa.
0:08:33 Una vez cuando el primer ministro presentó a su aprobación el discurso de la corona,
0:08:37 que debería pronunciar en la apertura del Parlamento,
0:08:41 el rey Jorge lo le hizo atentamente
0:08:43 y luego con lágrimas en los ojos preguntó,
0:08:46 ¿por qué no se habla de mis signes?
0:08:48 Enquirió al ministro,
0:08:54 trató de conseguir que el ministro re formara inmediatamente el discurso.
0:08:58 La apertura del Parlamento del año 1782
0:09:02 inclusive un apartado donde se pide
0:09:06 la construcción de estantes adecuados para los signes.
0:09:11 Nadie se le acercaba al pobre Jorge III.
0:09:15 Cuando empezaba a hablarnos el tenía nunca
0:09:19 y desde luego era una terrible afrenta de que haya una respuesta al diálogo regio.
0:09:23 Pero sucedía que Jorge mantenía a su interlocutor
0:09:27 enfrentado a lo mejor unas diez horas.
0:09:31 Era muy peligroso empezar una conversación con Jorge III de la Tierra.
0:09:38 Junta Tomás,
0:09:40 parece que durante su coronación en Westminster no lo divertía nada.
0:09:44 Según algunos, su mente ya estaba a la arriba.
0:09:48 El momento cumbre del banquete consistía en la entrada de un caballo
0:09:54 llamado el campeón del rey, que era el mejor caballo de la corte.
0:09:58 Bueno, el caballo entró en gran pompa de grupa en la sala
0:10:03 y pese a los esfuerzos exinentes se acercó a la mesa del rey.
0:10:07 De pronto la cora del caballo
0:10:11 quedó puesta en las narizes del rey, Jorge III.
0:10:15 Finalmente el animal depositó
0:10:19 casi en el plato mismo del rey
0:10:23 un abultado testimonio de su paso.
0:10:27 Ante el espanto de todos los asistentes el rey
0:10:32 empezó a reírse de tal forma que sufrió un abogo
0:10:36 y a la noche debieron sangrarlo.
0:10:40 Pero éste es loco, pero no.
0:10:42 El que estaba loco era el del caballo finalmente.
0:10:46 Bueno, no tengo más equivoños de locos.
0:10:52 De locos poderosos.
0:10:56 Que son los peligrosos.
0:10:59 Que esté loco en Arducho, que me importa.
0:11:03 Si el loco es rey de Inglaterra, sonamos por ahí.
0:11:07 Resulta que le declaro la guerra al imperio Tomás.
0:11:17 Hablando de loco, Roló,
0:11:21 usted que tiene mucho material para dedicar,
0:11:23 es la que usted trabaja con los locos.
0:11:26 Sí, graciosos somos.
0:11:30 Hemos elegido la milonga que se llama Loka Milonga
0:11:36 interpretada por Carlos Mocarriini.
0:11:40 Eso es lo que vamos a oír a la voz de Agra. Agra.
0:11:55 Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra. Agra
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