Lorenzo da Ponte, el libretista de Mozart

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0:00:00 Vamos a hablar hoy de Lorenzo Daponte, el libertista de Mozart.
0:00:05 No iremos en interior de las obras de Daponte, contaremos más bien que hizo y sobre todo describiremos la vida de un libertino.
0:00:14 Nos encontramos con un hombre que, como el Caravaggio, como Chevini, como con Suárez Lillón o el Castráfico Afarelli,
0:00:23 además de extraordinario artista, era un pendenciero natal de una torrante.
0:00:29 Para escribir las obras de Figaro o Don Juan o Cosifan Tutte, Mozart colaboró con el libertista Lorenzo Daponte.
0:00:38 A Mozart le gustaba la opera italiana y quería hacer opera italiana.
0:00:41 Pero Daponte no era solo escritor, fue también sacerdote católico, comerciante, ladrón, regente de un burbel y profesor de literatura italiana.
0:00:54 Nació en 1749 con el nombre de Emanuel de Conigliano en un gueto jurido de Cheneda en Italia.
0:01:04 Su padre, un curtidor, quiero decir que se dejaba trabajar cueros.
0:01:13 Se convirtió al catolicismo con sus cuatro hijos en 1763
0:01:18 y juzgó conveniente poner a los hijos el apellido del obispo que los había bautizado.
0:01:24 Mientras que tres de ellos tomaron solo el apellido, Emanuel se convirtió en perfecto tocallo, ya que se llamó Lorenzo Daponte, igual que lo es.
0:01:35 A los 14 años lo inscribieron en el seminario de Cheneda. El obispo, complagido, pagaba la cuota.
0:01:43 Junta la crónica que Lorenzo preparaba sus lecciones con toda diligencia.
0:01:48 Digamos que contra lo que sucede en las biografías de futuros libertinos, Daponte fue un excelente alumno.
0:01:57 Se ordenó en 1711, y fue lecido rector del seminario de Porto Guaro.
0:02:02 Sus colegas estaban enojados con tan rápido ascenso, que parecían injusto.
0:02:08 Y se enojaron todavía más cuando supieron que no era un modelo de decoro eclesiático.
0:02:14 En verdad siempre que podía, Lorenzo se iba del seminario y viajaba a Venecia, donde se encontraba con una señorita llamada Angela Tiepolo.
0:02:23 En 1773 Lorenzo dejó el seminario y se trasladó a Venecia donde estaba libre de la promesa solemna de Sevillabto.
0:02:32 Allí se entregó completamente a los carines de Angela y a toda la mujer que se le cruzara y correspondiera a sus lances.
0:02:41 Cuentan que Angela estaba enamorada de él y que era muy celosa.
0:02:45 Cuando en una oportunidad sospeció que Lorenzo le había sido un fiel, le cortó todo el pelo mientras el tipo apolizarba,
0:02:53 y encima le tiró en la cara un preparado de ácido. Ha sido un gusto.
0:03:01 La ponte estuvo encerrado a largo tiempo hasta que curaron sus quemaduras.
0:03:06 En cuanto se recuperó, huyó de Venecia hacia el seminario de Trevizo, donde enseñó durante dos años hasta que fue despedido por escribir poemas eróticos.
0:03:19 De Trevizo Lorenzo volvió a Venecia y allí se hizo amigo y amante y una prostituta llamada Angioleta Belaube.
0:03:27 Con ella tuvo un hijo y también con él abrió un burbel, donde Lorenzo, con su sotana de sacerdote, brindaba música de fondo con un violín.
0:03:35 Para darle un aspecto sacro, aquella tasca de tolerancia, se afanaba candelabros y recipientes de agua bendita de la silencia que visitaba.
0:03:47 Después de haber tenido tres hijos más con distintas muchachas del burbel, las autoridades convinieron en que la ponte era una lacra digna de ser expulsada y así lo hicieron.
0:03:56 Así que se arrascó de Venecia, vagabundió por Europa y se tradució en Viena, donde consiguió un puesto como poeta del teatro italiano bajo la protección del emperador José Segundo.
0:04:08 Y así, en 1765, Lorenzo se encontró con Mosa y decidieron trabajar juntos en una versión operística de la pieza de Beaumarché, la boda de filigado.
0:04:22 Terminaron la ópera en seis semanas y fue un éxito notable.
0:04:28 En 1768 y 1889, Lorenzo escribió Don Juan y Cosífan Cútez.
0:04:35 Podemos decir algo de los procedimientos más bien burocráticos que utilizaban Lorenzo y Mosa.
0:04:42 Lorenzo escribía la historia y luego se reunía con Mosa durante 12 horas diarias, durante todo el tiempo y todos los días que fueran necesarias.
0:04:53 Y el escritor hacía los cambios pertinentes a conveniencia de la estructura musical.
0:05:01 Mosa podía cambiar la letra pero la música era irreputable.
0:05:06 Esto no se debe tanto a la mayor estructura artística de Mosa, sino con la música y la letra siempre se seve eso.
0:05:15 Es que el que cambia es el eletista. Es que para defender una palabra se cambia una nota.
0:05:24 Más bien para defender una figuración, una duración, una nota se cambia una palabra.
0:05:31 Por razón es de facilidad antes que nada.
0:05:34 La música es mucho más sensible que la poesía y que la escritura.
0:05:41 Aunque la poesía rimana también es sensible a los cambios.
0:05:47 Pero a veces es otra música. La música que por ahí saca una palabra o dos notas y se derrumba toda la edición musical.
0:06:00 Bien, Daponte leía en voz alta y Mosa le escribía en silencio.
0:06:06 Tras alguna ocurrencia, Mosa le indicaba el cambio de una palabra y hacía que Daponte volviera a leer con la corrección efectuada.
0:06:15 Mientras Daponte leía, Mosa le confeccionaba la melodía del canto pertinente.
0:06:21 Las correcciones Mosa nunca eran profundas, simplemente leía palabras cantables
0:06:26 y reprendía a Daponte cuando le jiega alguna digna de un magistrado y un cantor.
0:06:33 Durante esas jornadas Daponte se estimulaba contra P e también con las atenciones de la hija de su casera.
0:06:42 Cuando murió el emperador José II, Daponte previo su protección y se quedó sin comida.
0:06:48 Se rajó entonces a Trieste y se enamoró de un ingreso llamado Nancy Graves.
0:06:53 Ella lo salvó de la miseria.
0:06:56 Viajaron a Londres, se escribió libreto como poeta de la Bópera Italiana en el Juli Lanet.
0:07:02 Estuvo en Inglaterra 12 años. Inglaterra abrió una enfrenta.
0:07:06 Fue accionista de una fábrica de pianos.
0:07:09 Publicó poemas con senos, pampletos contra sus enemigos.
0:07:13 Fue también ladrón de verdulerías.
0:07:15 Todos los días salía a ganar dudas, no en las verdulerías.
0:07:19 Por eso que practicaba sostenidamente, una cosa que hacía todos los días, fue restado 30 veces.
0:07:25 El tipo salía y se daba, vamos para la fruta.
0:07:28 Y ahí me anoteaba la garada de caravana, aquí se dio, me metieron en casa 30 veces.
0:07:34 Un día desconsolado y sumergido en deuda, se siguió a Nueva York, junto con Nancy Graves.
0:07:41 Y en Nueva York abrió un almacén.
0:07:44 Pero al poco tiempo se amargó.
0:07:47 Parece que no podía soportar escribir cuentas de salsichas y siguelas en casas para los transportistas.
0:07:55 Él, una vez había escrito bibliotipos operísticos con moza.
0:08:00 Imagina ese tipo, ¿no?
0:08:02 Vendiendo a la siguela, a la vieja.
0:08:05 Además, el negocio estaba predestinado para caso, porque parece que la fonte le daba mucho crédito a los clientes
0:08:13 y hasta aceptaba como pago cosas totalmente inútiles como caballos rengos, carretas rotas y zapatos viejos.
0:08:20 Tiene 100 gravos a Moncruel y come este zapato izquierdo viejo.
0:08:25 Con el almacén quebrado se trasladó a Pilarencia.
0:08:28 Abrió un negocio de sombreros de señor, ¿eh?
0:08:31 Y repartió los sombreros al homicidio.
0:08:35 Se llamaba el negocio El Coche de Lorenzo, fracasó también.
0:08:41 Se extrañaba a Nueva York.
0:08:43 En la primavera de 1819 a los 70 años regresó a Nueva York.
0:08:47 Dio conferencia sobre cultura italiana, enseñó el idioma y tradujaba a los italianos.
0:08:54 También publicó sus memórias.
0:08:57 Llegó a ser profesor de literatura italiana en la Universidad de Columbia en 1625.
0:09:03 A los 64, financió e hizo construir la primera casa de ópera de Nueva York.
0:09:10 Se llamaba el Bajo Manhattan, pero quebró.
0:09:14 Y el 17 de agosto de 1838 murió a los 69 años.
0:09:18 De estilo curioso lo enterraron lo mismo que Mozart en una cosa común.
0:09:25 Y hoy nadie tiene la menor idea sobre dónde están sus sueños.
0:09:31 Sí, la historia de la ponte.
0:09:34 Los libros de la ponte son bastante interesantes.
0:09:41 Está el de Le Porrena, que tiene una cosa bastante divertida.
0:09:50 Pero la vida como hemos visto fue una vida extraordinaria.
0:09:54 Esa era una vida muy interesante para hacer una mala película.
0:10:00 Se podría hacer una pésima película muy larga, llena de tales.
0:10:07 Pocas vidas dan también como para hacer una película mala y aburrida.
0:10:12 Pero muy costosa, tiene que ser.
0:10:14 Con una perfecta reconstrucción de época, con orquestas que tocan, con Sifan Tutte,
0:10:21 con reconstrucción de la ciudad de Viena en aquellos años, los palacios, todo carísimo.
0:10:27 Esa película es heriosa.
0:10:29 Con un actor bueno pero completamente fuera de papel.
0:10:34 Me gustan muchas películas.
0:10:43 Aquí un tipo de monstruos, vamos, vamos.
0:10:47 Y a este también.
0:10:48 Qué lindo haber estado ahí mientras lo tipo...
0:10:52 La obra...
0:10:57 Usted quiere dedicarle a alguna otra persona más, no lo encuentro aquí, en San Luis.
0:11:02 No, no, no, porque la única señorita de la ponte ahí, la pobre de Cácilo,
0:11:08 deja el joven pelado y con la cara vacinada, que poco violenta.
0:11:13 Claro, era muy celosa, era muy celosa.
0:11:16 La que lo peló cuando dormía. Es peligroso eso.
0:11:20 No hay que dormir, tengo. No hay que dormir.
0:11:25 En la vecindad hay muchas chacas celosas, que gusten ninguna, porque muchas chacas son celosas,
0:11:32 y no se importa un bledo lo que uno viene a hacer.
0:11:38 Porque no siempre en momentos de la vida en que a nadie le importa un bledo,
0:11:42 de lo que uno hace, yo también se llama la felicidad.
0:11:50 Bueno, hemos ido a la discoteca a ver qué podíamos poner.
0:12:03 Pensamos en poner en Perón el Don Juan.
0:12:09 El Don Juan y en Perón tú.
0:12:12 Y que la leyera.
0:12:14 Por eso lo que nos dijo el de los discotecos, yo creí que duraba 5 o 10 minutos.
0:12:18 No, no, no, no, dura como 10 o...
0:12:21 No tiene una versión abreviada, pues igual me dice sí.
0:12:29 Tengo una versión abreviada del Don Juan, que dura dos minutos y medio y le canta charlos.
0:12:35 Y bueno, démelas. Escuchemos ahora esta hora de mozar,
0:12:39 en la versión abreviada de Ernesto Poncio, en la versión de charlos.
0:12:48 En el santo, santa de cuando un doble con el amor de la bomba del amor y te sienten un encuentro en el sur a bailar a los hispeos.
0:13:09 Es el maldito amor, la muchacha del amor, Dios le dé Dios le dé tí, caló calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que cal
0:13:39 que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que calá que cal
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