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15 de Enero de 2004

Los anteojos

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos hoy señores de los anteojos.
0:00:08 Concepto, objeto, visión histórica de los anteojos.
0:00:15 Empecemos diciendo que el esfuerzo que se exige de los ojos en tiempos medievales,
0:00:20 los tiempos en que se desplegó el paradigma escritural con mayor fuerza,
0:00:27 y con el esfuerzo que se exige de los ojos era enorme.
0:00:31 Las habitaciones donde se leía estaban oscuras en verano para proteger las de calor,
0:00:38 en invierno también porque las ventanas necesariamente pequeñas,
0:00:43 estaban casi siempre cerradas el todo para evitar corrientes heladas,
0:00:52 y apenas podía percibirse a través de ellas una luceña,
0:00:57 y los escribas medievales se quejaban continuamente de las condiciones en las que tenían que trabajar,
0:01:04 y con frecuencia anotaban sus quejas en los márgenes de los mismos libros que copiaban.
0:01:13 Estoy pensando en el nombre de la rosa de la novela de un vertuóico.
0:01:19 Con anterioridad, con Babilonia, en Grecia y en Roma, los lectores con mala vista
0:01:26 no teníamos remedio que hacerse leer los libros por un conocido o por un esclavo.
0:01:35 Unos pocos descubrieron que mirar a través de un disco de piedra transparente
0:01:42 ayudaba a ver mejor o al menos ayudaba a apuntarle a un sitio y no a andar desviando la mirada.
0:01:51 Al escribir sobre las propiedades de la semeralda, esplíneo al viejo,
0:01:56 se llalaba de pasada que el emperador Nerón, que era mi opé,
0:02:02 solía contemplar los combates de gladiadores a través de una semeralda.
0:02:07 No sabemos si era para ampliar los detalles más espeluznantes o para darles un tono verdoso.
0:02:15 Pero la anécdota siguió contándose durante toda la edad media,
0:02:23 incluso heroíctos como Roger Bacon y su maestro Robert Grossi-Testi
0:02:31 hicieron comentarios sobre las propiedades especiales en las esmeraldas
0:02:38 respecto al aumento de la visión.
0:02:41 Pero muy pocos lectores disponían de piedras preciosas.
0:02:45 La mayoría estaba convenida de realizar pinosos esfuerzos
0:02:51 o depender de algún intermediario.
0:02:53 En algún momento de siglo XIII, el destino de todos esos lectores de mala vista cambió,
0:03:00 porque alguno inventó los anteojos.
0:03:04 No se sabe quién los inventó, pero acá tenemos algunos datos interesados.
0:03:12 El 23 de febrero de 1306, desde el púlpito de la Iglesia Santa María Novela de Florencia,
0:03:18 Jordano Navibalto predicó un servón en el que recordaba a sus peligreses
0:03:25 que la invención de los lentes había cumplido 20 años.
0:03:30 Y después agregó, se conservó el texto, lo siguiente,
0:03:34 «He visto al hombre que antes que ninguno otro descubrió y fabricó un par de lentes
0:03:39 y he hablado con él, pero no hice nada».
0:03:42 El texto no hizo por ahí el tipo de hijo, o por ahí todos lo sabían.
0:03:48 Quizá fuese un contemporáneo desde Jordano Navibalto.
0:03:53 Hay algunos anhelados. Hay un monje llamado Stina, de quien se dice que hacía gafas
0:03:59 y enseñaba gratis a hacerlas.
0:04:03 Quizá fuese un miembro del gremio cristalero de Florencia,
0:04:07 que sabe que ahí siempre fueron muy macanudos pa' el cristal,
0:04:14 y encontraron reglamentos del año 1301.
0:04:21 Así que en ese año ya alguien no sabía inventar.
0:04:24 Otros dicen que el inventor puede haber sido un salvino de Leamacqui,
0:04:28 aquí en una placa funeraria todavía visible en la Iglesia Santa María Mayor de Florencia,
0:04:34 lo llama Inventor de los Lentes.
0:04:37 Y se agrega que Dios perdona sus pecados.
0:04:40 Pero en otro orden de cosas, no es que la invención de los lentes fuera un pecado sin arroz.
0:04:46 Otro candidato es el propio Bacon, aquí en Kipling, en un relato de sus últimos años,
0:04:52 convirtió en testigo del uso de un antiguo y primitivo microscopio árabe
0:04:58 llevado a Inglaterra por un ilustrador.
0:05:01 En 1268 Bacon ha inscrito,
0:05:05 si alguien examina letras o objetos pexellas por medio de un cristal
0:05:08 que tenga la forma de un segmento de fuera con el lado complejo hacia el ojo,
0:05:12 verá la letra mucho mejor y más grande.
0:05:15 Dijo Leamacqui.
0:05:18 El caso es que hasta bien entrado, decirlo, 15, los anteojos para leer fueron un lujo.
0:05:24 Costaba mucha guita.
0:05:27 Y en realidad pocos lo necesitaban porque no había tanta gente que le llegara.
0:05:33 Y además los que tenían libros eran unos pocos privilegiados.
0:05:39 Después vino la enfrenta y con la relativa popularización de los libros
0:05:43 aumentó la demanda de lentes.
0:05:47 Eso se lo es muy curioso a partir del siglo XIV.
0:05:51 Algunos pintores, para resaltar la personalidad estudiosa y crudente de un personaje de su cuadro,
0:05:59 le pintaba el lente.
0:06:03 Querían dibujar un tipo estudioso y le pintaba el lente.
0:06:06 Pero a veces ese tipo estudioso era de la antigüedad clásica.
0:06:11 Algunos llegaron a pintarle lentes a algunos de los doctores isabios que rodeaban el lecho de María.
0:06:20 E incluso a los apóstoles.
0:06:24 Había siempre hubo en la pintura algunos detalles que ayudaban al público
0:06:31 a percibir el carácter estudioso de los personajes.
0:06:38 En Oriente, en Roma, en Grecia, en Distancio,
0:06:45 había siempre un libro o una tablilla.
0:06:49 Cuando apareció un tipo con un libro es que era uno que estudiaba que sabía.
0:06:56 Menos los dioses.
0:07:02 Ninguna divinidad latina ni griega aparece jamás representada con un libro.
0:07:08 En realidad no había libros en ese entorcejo, al menos en la forma que los conocemos ahora.
0:07:13 Pero con Roso tampoco.
0:07:15 Un libro distinto al caso de Hicto, donde ciertamente los dioses andaban.
0:07:21 Pero imagino a Toth, aquel dios macanudo con cabeza de Yvis,
0:07:31 que aparece siempre de costado leyendo un papillo donde estaba el queso.
0:07:40 Sí, era el del libro de los muertos.
0:07:43 El del libro que tenía todas las cosas que había que saber, las algunas y otras.
0:07:50 Y ese libro que se convidió fue enterrado en el Nilo.
0:07:57 Y ese libro del cual proviene el tarón.
0:08:01 Pero los dioses griegos no tenían libro porque se supone que no los necesitaban.
0:08:07 El cristianismo, que heredó ese pensamiento, ese criterio.
0:08:15 Los santos, los aposos, de todo eso por ahí se hubo algún libro.
0:08:19 Cristo no.
0:08:23 Este... bueno.
0:08:27 Hablando de figuras antiguas como Cicero o Aristóteles que aparecían casi siempre con Anteocos.
0:08:34 Se los dibujaban con Anteocos para que vayan que eran tipos de letras.
0:08:37 Parece que Aristóteles los hubieran necesitado porque tenían muy mala vista.
0:08:44 Lo mismo que Omero que tenía una vista tan mala que era nula.
0:08:48 Y fue pintado con lentes alguna vez también por los pintores.
0:08:53 Tenemos una lista de escritores y artistas que tenían serio problemas con sus ojos.
0:09:01 Hay tan luteros, Samuel Pepe, ¡uh! mira Samuel Johnson en los que lo hacen.
0:09:06 Alexander Pope, Kevedo, World War II, Dante Gabriel Rosetti, Domino de un Amuno, Rabendranata Gore,
0:09:14 James Joyce, y por supuesto Milton, no y Borges.
0:09:20 Dice el poema de los dones de la sedora.
0:09:25 Nadie rebaje al ágrima o reproche esta declaración de la Maestría de Dios
0:09:33 que con magnífica ironía le dio a la vez los libros en la noche.
0:09:39 Borges era el director de la Biblioteca Nacional y era ciego.
0:09:46 La barroviada de libros se supone que no podía leerlos.
0:09:51 Cortaré para terminar un episodio inverso.
0:09:56 Realmente bien que estaba condenado a ver y a ver demasiado.
0:10:00 Lamia era una donceña, oriunda de Libia, hija de Veno.
0:10:06 Zeus le había amado y se había unido a ella, por decirlo así.
0:10:12 Pero cada vez que Lamia daba a luz a un hijo, era la mujer de Zeus siempre celosa,
0:10:18 se las arreglaba pasando a morir.
0:10:20 Al fin Lamia fue a ocultarse en una cueva solitaria
0:10:24 y se esperó tanto que se convirtió en un monstruo,
0:10:30 un monstruo invidioso de las madres dichosas, que y los hijos robaba y devoraba.
0:10:35 Se dedicó a Lamia a devorar, a robar primero los hijos y a comerse los despues.
0:10:43 La diosa era para extremar la persecución,
0:10:47 privó a Lamia de la posibilidad de cerrar sus ojos para que no pudiera dormir.
0:10:53 Entonces Lamia no podía dejar de ver.
0:10:56 En el costado de dormir y seguir habiendo.
0:10:59 Pero Zeus, compadrecido, le aconseyó una gracia.
0:11:06 Quitarse los ojos y volver a ponerse a la voluntad.
0:11:10 Es una gracia, la verdadera.
0:11:19 Me imagino, ¿no?
0:11:21 Sufretos poco tripulosos, como algunos que conocemos nosotros,
0:11:25 haciendo las delicias de los papanatas en los festines,
0:11:30 sacándose los ojos, poniéndose los bolsillos, etc.
0:11:38 Parece que en algunos momentos para prodigarse a oscuridad,
0:11:43 Lamia dormía teniendo los ojos a su lado, en un vaso, probablemente.
0:11:51 Durante aquel momento eran inocencibas.
0:11:54 Pero otra vez con los ojos puestos andaba día y noche sin dormir,
0:11:59 extiando a los niños para devolarlos.
0:12:03 Incluso se me ha pedido, un periodo desde la radio,
0:12:11 y de los ministros de Educación, etc.
0:12:14 Me han pedido que indique a los niños orientales,
0:12:19 puso comportamiento, no alcanza a los niveles esperados,
0:12:26 que por la noche vendrá este monstruo llamado Lamia,
0:12:32 e infierirá aquellos menores que no acreditan en una conducta honrada.
0:12:40 Así que ya lo saben niños.
0:12:42 Después de todo este es un programa infantil.
0:12:47 Ya lo saben niños.
0:12:50 Aquel que insiere caso a los caprichos de su madre,
0:12:59 será castigado del peor modo por este monstruo.
0:13:05 Y en este mismo momento,
0:13:08 un niño que escucha este programa,
0:13:12 bajo su cama,
0:13:19 y se va a dar la suerte.
0:13:25 Un monstruo espantoso,
0:13:28 este es el alent de contacto.
0:13:32 Otra cosa que apareció después y que no figura en este relato,
0:13:36 es el alente de contacto.
0:13:40 El anteojo invisible,
0:13:43 lejos de constituirse en un lujo
0:13:46 o en un signo de erudición,
0:13:54 los anteojos vinieron a ser una especie de estorbo,
0:13:59 de estorbo estético.
0:14:02 Entonces las personas resolvieron disimular la necesidad de usarla,
0:14:08 como si la miopía fuese un menoscabo de la dignidad personal.
0:14:14 Entonces se fabricaron las lentes de contacto.
0:14:24 Yo particularmente uso lentes de contacto
0:14:29 y también anteojo visibles, contantes y sonantes.
0:14:34 ¿Por qué utilizan los dos al mismo tiempo?
0:14:36 Los dos al mismo tiempo, para ver más.
0:14:44 Para ver al mismo tiempo cosas diferentes.
0:14:49 Para leer textos policéticos.
0:14:55 Hemos sido la discoteca buscando tangos con anteojos y no hay nada.
0:15:00 Los anteojos no han tenido mucha dignidad, mucha suerte
0:15:05 y han sido dignificados por el uso de los poemes.
0:15:10 Al menos no los tangos.
0:15:16 Pláxima, porque anteojos rima convenientemente con rojos,
0:15:22 con labios rojos.
0:15:25 Por ejemplo, el pulgón de tus anteojos y tus dulces labios rojos.
0:15:31 Esas descripciones horrorosas de los tangos.
0:15:39 Los tangos son maravillosos hasta que escriben a la persona amada.
0:15:50 Porque entonces son bolegos.
0:15:52 Bueno, el discotecario no tenía ningún disco de anteojos,
0:16:09 ni de dificultades visuales, salvo uno que se refiere a una cierta niebla.
0:16:17 Y es cierto que la niebla puede ser un fenómeno climático,
0:16:25 pero también una dificultad visual, ¿no es cierto?
0:16:31 Hay muchas personas que ya tienen su niebla interior,
0:16:35 que no les hace falta una mañana autonial.
0:16:40 Directamente en los ojos tienen una niebla.
0:16:43 Eso es lo que nos dijo el discotecario sin que nosotros...
0:16:49 ...ayamos acá un mayor provecho y eso hay claración.
0:16:53 Pero en cualquier caso encajó el tango que se llama niebla fatal,
0:16:59 de el cual soy autor.
0:17:01 Lo cantará una estupenda y joven cantante argentina que se llama Ruth Atagil.
0:17:15 Y es este que ustedes oirán ahora.
0:17:31 No me has querido más que nadie sin saber, Ruth, que ni era sin saber cómo buscarte.
0:17:41 En las tinieblas no es posible establecer,
0:17:46 pero uno es el otro, el cielo otro es cielo,
0:17:51 se ama más tanto hasta que te vi.
0:17:55 Y no fue cierto ni se perdí.
0:18:00 Entre las sombras yo también fui nunca a haber un encajón de escritura de...
0:18:08 ...para...
0:18:11 ...oculidad, ambigüeda, niebla fatal de mi equivocación.
0:18:20 De esos que tal vez lo eran para vos,
0:18:27 donde estarás cuando vendrá de quien te hará mano que al final venga...
0:18:37 ...almar con cuortitas la soledad de mi fecha.
0:18:51 Cuando los años os jurecan tu recuerdo volverá
0:18:59 para buscar lo que jamás te ha conmovido
0:19:05 y habrá un fantasma que te hará reconocer.
0:19:11 Un mundo falto que nunca fue.
0:19:15 Nunca fue, vamos mi amor, no mi ego así.
0:19:22 Todo es engañón y uno es feliz.
0:19:28 Entre las sombras que usted y alguien lo amaban,
0:19:33 yo creí que me gustaba que era tu...
0:19:38 ...oculidad, ambigüeda, niebla fatal de mi equivocación.
0:19:49 De esos que tal vez lo eran para vos,
0:19:54 donde estarás cuando vendrá de quien será la mano que al final venga...
0:20:03 ...almar con cuortitas la soledad de mi fecha.
0:20:12 Hemos escuchado niebla fatal de Alejandro de Olina y del disco tango del bar del infierno,
0:20:18 interpretado por Ruth Atagile.

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