Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza, será terrible, estamos en Munro, aquí en el Partido Vicente.
0:00:07 ¿Pueden aplaudir a Munro, si señores? En el Club Sociedad Fomento Vecinal.
0:00:13 Muy bien, los chinos buscaban la inmortalidad de distintas maneras.
0:00:25 Y hay toda una historia, toda una colección de libros acerca de ese asunto.
0:00:32 ¿Cómo no morir?
0:00:35 El canon taoísta, por ejemplo, todo el canon que hoy se conserva, comprende 1.467 obras
0:00:44 en 5.486 volúmenes, que en realidad no son sino las páginas que han podido salvarse
0:00:53 de una colección mucho más vasta, perdida en distintas catástrofes.
0:00:59 Casi todos estos textos están destinados a enseñarnos a alcanzar la inmortalidad.
0:01:06 El célebre Koh-Hun escribió una enciclopeia llamada Pao Putsu, y allí se informa que la inmortalidad
0:01:16 puede alcanzarse única y exclusivamente por efecto del elixir.
0:01:21 Los taoístas reconocían dos tipos delixires.
0:01:24 El waitan o elixir exterior era una droga elaborada básicamente con oro y sinabrio,
0:01:32 y el neitan o elixir interno.
0:01:36 Aquí la concentración del pensamiento permite revirtir los procesos que conducen a la muerte.
0:01:42 Koh-Hun enseñó también a caminar sobre el agua, a resucitar difuntos y a lograr altos cargos en la carrera de funcionario.
0:01:53 En el Wan Ting Ching, o libro de la Sala Marilla, como ustedes ya han traducido,
0:01:59 se establece que la inmortalidad se alcanza recitando esa misma obra reiteradamente.
0:02:07 Te compras el libro Wan Ting Ching, o libro de la Sala Marilla, y lo empezás a recitar, y de este modo te haces inmortal.
0:02:16 Al parecer, esta declamación hace aparecer ante el ojo interior, ya que hablábamos de ojos de los labores lombardos,
0:02:26 las divinidades que habitan en el cuerpo, y el practicante recibe de ellas las instrucciones precisas para no morirse nunca.
0:02:35 Se hace recitar, se abre el ojo interior, con el ojo interior ves una divinidad que vive en tu cuerpo,
0:02:42 y esta divinidad te enseña como no morirte.
0:02:45 Más sencillo, sin cosas.
0:02:47 Más sencillo, no lo hace.
0:02:49 Si Ma Ying era un tejedor de Xiang Zhang, que continuamente leía el libro de la Sala Marilla,
0:02:56 no dejaba de hacerlo en ningún momento, lo hacía en voz alta y mientras tejía.
0:03:04 Algunos capítulos se los había aprendido de memoria.
0:03:07 No se detenía nunca.
0:03:09 Durante el sueño, sus familiares lo oían murmurar.
0:03:14 Ninguna conversación mundana interrumpió jamás su discurso.
0:03:19 Una tarde, cuando Xiang Zhang ya había empezado a envejecer,
0:03:24 se presentó ante su ojo interior Tai Yi, la unidad suprema en persona.
0:03:31 La voz de aquella divinidad resonó en la calavera de Se Ma Ying.
0:03:36 ¿Has dejado de recitar alguna vez?
0:03:41 Se Ma Ying adoptó una posición ritual y contestó con el mayor respeto.
0:03:47 Jamás he dejado que nada me interrumpiera.
0:03:51 Pues ahora yo te interrumpí, dijo el Dios, y desapareció.
0:03:57 Se Ma Ying murió seis años después atropellado por el carro de un vendedor de limón.
0:04:07 La segunda historia de inmortalidad, dice esto.
0:04:10 Desde los dudosos tiempos del emperador amarillo,
0:04:14 las técnicas sexuales fueron factoresencial en la búsqueda de la Xiang Zhen Puxen,
0:04:22 es decir, la vida perdurable.
0:04:25 El propio emperador era entendido en la práctica del guanchipunao,
0:04:29 que consistía, en el caso de los varones,
0:04:32 en evitar la culminación sexual para retener en su cuerpo todo el Qing o energía.
0:04:39 A su vez, Barton, era deseable que la compañera asumiese la actitud inversa,
0:04:46 es decir, que liberara su energía tantas veces como fuera posible.
0:04:51 Llegado el caso, convenía ir cambiando de compañía.
0:04:56 Gracias a estas destrezas, el hijo del cielo, el emperador,
0:05:01 podía homenajear a 1.200 concubinas sin perjudicar su saludo.
0:05:07 Esta saña no debe extrañarnos, y es acaso la menor de este ser legendario,
0:05:12 que nació por generación espontánea, fue progenitor del género humano,
0:05:17 y creó la escritura, el orden social, la brújula, la rueda de alfarero y el gusano de seda.
0:05:24 Según parece, a la edad de 100 años, alcanzó la inmortalidad
0:05:31 y se marchó a los cielos montado en un dragón.
0:05:36 Ya en tiempos históricos, los maestros aconsejaban a los varones
0:05:40 beber bajo la lengua y en los pechos de la mujer unas esencias vigorizantes.
0:05:47 La saliva femenina debía también ser sorvida para incrementar la pasión.
0:05:52 Se establecía sí mismo la ubicación de un punto llamado Ping-i,
0:05:57 que debe ser oprimido por el varón durante el juego erótico.
0:06:01 Las escuelas estadoyistas del Camino de la Suprema Paz y de las cinco fanegas de Arroz
0:06:07 se celebraban la unión del Jing y del Zhang practicando unas orgías colectivas llamadas Ho Chi.
0:06:14 Se celebraban los días de Novilunio y Plenilunio.
0:06:18 Después de las danzas del dragón y del tigre, los participantes se unían tantas veces como podían.
0:06:25 Lamentablemente, no conocemos el ritual preciso de estas farras,
0:06:31 los comisarios confusianos ordenaron borrar del canon todas las descripciones.
0:06:37 Si por alguna razón las prácticas sexuales no estaban a su alcance,
0:06:42 el aspirante a inmortal podía ejercitarse en alguna técnica respiratoria.
0:06:47 La circulación del álito, o A-I-C-P, consiste en guiar el aliento con la mente
0:06:56 y hacerlo circular por todas las partes del cuerpo.
0:06:59 Cogun recomienda retirarse a un aposento tranquilo y tirarse en un catre sin pensar en nada.
0:07:07 Una vez excluida toda sensación, se inspira y se retiene el aire durante un latido cardíaco.
0:07:17 En sucesivas inspiraciones se prolonga la retención durante un mayor número de latidos,
0:07:25 2, 3, 4, 5, 6, hasta alcanzar los mil.
0:07:31 En ese punto el oficiante se hace inmortal o poco menos.
0:07:39 La última historia es muy breve.
0:07:42 En la corte del emperador Wu Wang, de la antiquísima denastía Zhou, vivía la infamia alquimista Fu Xian.
0:07:53 Este hombre había sido apresado por participar en una conspiración.
0:07:59 Para evitar que lo ejecutaran, prometió conseguirle al emperador la vida eterna.
0:08:05 Instalado en un gabinete al que nadie podía entrar, Fu Xian fingía destilar unos silíxires
0:08:13 a partir de las piedras de jade que, según creían los chinos, tenían poderes benéficos.
0:08:19 Wu Wang bebía con obediencia los bregbajes que Fu Xian le preparaba.
0:08:26 Pasaron los años.
0:08:29 El emperador confiaba en no morirse.
0:08:32 Tuvo cierto temor de haber sido engañado cuando el alquimista murió.
0:08:40 Temió más todavía cuando padeció los primeros hachaques de la vejez.
0:08:47 Lleno de indignación imperial hizo exhumar el cadáver de Fu Xian y mandó de capitarlo.
0:08:54 Luego, desesperado, fue hasta el gabinete del alquimista y se trago una piedra de jade de enorme tamaño.
0:09:03 El emperador Wu Wang murió asfixiado unos momentos después.
0:09:12 Este es todo lo que tengo que decir acerca de los chinos y la inmortalidad.
0:09:19 La inmortalidad a Alejandro ha generado en el hombre a parte esta fascinación,
0:09:23 desde siempre curiosas impresiones.
0:09:25 Por ejemplo, una época en que cuando se veían venir los ejércitos persas, decían los adversarios,
0:09:30 ahí viene los persas, son inmortales, hasta que Alejandro Wang nos dijo no son inmortales, son muchos.
0:09:35 Y esta es una de las formas en que a veces algunas impresiones...
0:09:37 Es una forma de la inmortalidad, es ser mucho. Es una forma colectiva.
0:09:42 Fíjese en las hormigas.
0:09:44 ¿Qué se trata el mundo vivo? Se trata de seguir vivo. Se trata de sobrevivir.
0:09:51 Toda nuestra dotación de hombres y toda la dotación de las lombrices es para continuar vivo.
0:09:58 Ser muchos es la forma de inmortalidad de los persas y probablemente de las hormigas.
0:10:04 El problema es que algunos de esos ejemplares pretenden llevar un nombre distinto de los restos de los ejemplares
0:10:11 y perpetuarse así. Ahí tenemos que también por la zona de la mesopotamia,
0:10:15 ya entre los ríos Tigris y Eufrates, supo haber un señor, tres partes de Dios,
0:10:20 una parte de hombre, hijo nada menos que de la luna llamado Xilgames, que conquistó la inmortalidad.
0:10:26 Y la mech, el inmortal.
0:10:28 Lo hemos conocido en viejos, en milerarios poemas y también en historietas.
0:10:32 Así ocurrió después que era un hombre que también sufría mucho,
0:10:36 porque la inmortalidad puede ser un dompero, también puede ser un castigo.
0:10:40 Le pasó también a nuestra amiga la civila de Cúmas, que obtuvo la inmortalidad, pero no...
0:10:45 ¿Se olvidó de pedir la juventud?
0:10:48 Ahí la tenés.
0:10:49 O, con sérmela, inmortalidad. ¿Cómo no? Dijo la dinía.
0:10:52 Ah, me olvidaba, no, me olvidaba nada. ¿Qué se lo ha olvidado? La juventud.
0:10:56 Entonces, ¿qué le sucedió?
0:10:58 Un hombre de la leyenda, de una botella, porque así había quedado de asesina y de seca.
0:11:03 Y cuando los muchachos pasaban, dice el poeta él, y le preguntaban a la civila,
0:11:07 ¿qué deseas tú? Y ella decía, solamente deseo morir.
0:11:10 Pero bueno, esas son formas de la inmortalidad.
0:11:13 Hay otra forma de la inmortalidad, estamos registrando también la paltranidad de Zuna,
0:11:17 aquellos que creen que se van perpetuando en los hijos que de mis hijos vengan.
0:11:21 El arte es otra forma de buscar la inmortalidad, producir una obra que lo mantenga uno,
0:11:27 del que dirán dentro de dos mil años, por ejemplo, y se irá saliendo en las mismas revistas.
0:11:31 A todo eso Miguel de Unamuno contestaba algo fantástico, o sea, no.
0:11:36 No quiero sombra de inmortalidad, quiero inmortalidad de bulto.
0:11:42 Immortalidad quiere decir presistencia de mi conciencia.
0:11:47 Que yo esté consciente, que mi conciencia no se interrumpa, que esté perfectamente consciente.
0:11:53 Todo lo demás es sombra de inmortalidad.
0:11:56 Y algo sabía ese don Quixotez con Miguel de Unamuno de Sombras,
0:11:59 y él dice, fíjese sino estas culturas que creen en la reencarnación.
0:12:02 ¿De qué me vale reencarnar una y otra?
0:12:04 Y yo te dice, en veces si no me acuerdo, que era hace diez minutos.
0:12:06 A mí me pasa incluso con solo beber un poco.
0:12:09 Sí, claro. Muchos de nosotros reencarnamos en nosotros mismos, cada diez minutos.
0:12:15 Y nada, no nos acordamos nada.
0:12:17 Y para ir redondeando, esto también se dirá que hay esos hombres y mujeres
0:12:20 que viven en las memorias de sus pueblos por las cosas que hacen
0:12:23 y también es una forma de inmortalidad.
0:12:25 O bien la esperanza, el optimismo de un tipo como Jorge Luis Borges,
0:12:28 que decía, la muerte está ahora y solo una estadística.
0:12:31 Nadie ha dicho que yo me vaya a morir.
0:12:33 Tengo malas noticias también.
0:12:35 Él se sumó a la estadística después.
0:12:37 Pero en todo caso, digamos que la inmortalidad o la finitud
0:12:40 tiene que ver finalmente con la espera.
0:12:43 Quiero decir, ¿qué pasa con alguien que es inmortal?
0:12:46 No tiene ningún tipo de prisa.
0:12:48 Yo creo que es una forma de esperar una esquina.
0:12:50 Y realmente una de las ventajas del hombre enfrentado a la seducción,
0:12:54 enfrentado a esa forma extraña de la seducción, que a veces es el amor,
0:12:57 es que frente a cualquier mujer, un hombre siempre tiene la duda
0:13:01 de si esa mujer va a asistir o no a la cita.
0:13:04 En cambio, cuando piensan en la muerte,
0:13:06 hay una frase que siempre va a navegar en su cabeza y es,
0:13:09 ¿Vendrás alguna vez?
0:13:11 Y vendrás alguna vez.
0:13:13 Y escucharemos ahora en la voz de Hugo del Carril.
0:13:16 Y es un tango compuesto pensando en los taballistas y en los confusianos
0:13:22 que esperaban no morirse.
0:13:43 Solo...
0:13:45 el ser es tanta y tanta gente.
0:13:49 Si supieras que estoy triste,
0:13:52 ni el verás ríe locamente.
0:13:56 Tengo todo y me parece
0:14:00 que sin vos no tengo nada.
0:14:04 Y el rato se ha tormentado de mi amor.
0:14:07 Te pregunto, englando mi voz.
0:14:11 Vendrás alguna vez, decirme,
0:14:14 vendrás por el camino de mi soledad.
0:14:18 Ya no me importa lo que dirá la gente.
0:14:22 Ya ves un dildo del que te pido que vuelva.
0:14:26 Vendrás alguna vez, mentime,
0:14:29 mentime si es que nunca, nunca volverás.
0:14:33 Porque prefiero vivir de esa mentira
0:14:37 y que andará atrás de la muerte sabiendo la verdad.
0:14:42 Tu recuerdo me parece
0:14:46 es tan tenaz como la sombra.
0:14:50 Y en la noche solitaria
0:14:53 oigo el viento que te nombrará.
0:14:58 Yo pesando en mi amargura
0:15:01 aunque nadie me conteste.
0:15:05 Y es inútil que protende mi rengor.
0:15:08 Es más fuerte que todo mi amor.
0:15:12 Vendrás alguna vez, decirme,
0:15:16 vendrás por el camino de mi soledad.
0:15:23 Ya ves un dildo del que te pido que vuelva.
0:15:27 Vendrás alguna vez, mentime,
0:15:31 mentime si es que nunca, nunca volverás.
0:15:35 Porque prefiero vivir de esa mentira
0:15:39 y que andará atrás de la muerte sabiendo la verdad.
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