Encontrá todos los archivos de audio en MP3 del programa de radio La Venganza Será Terrible de Alejandro Dolina

6 de Junio de 2006

Los chuanos

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos hoy de General Alshay y de los Suans, la revuelta de la bandera. Así que empecemos.
0:00:09 Esto fue un poquito después de la revolución francés, al año 1793, y según dice el amigo Michelet, la revolución francés era un caos.
0:00:19 Michelet dice, se parecía a Icatóleta, aquí el animal legendario que se comía las patas en la 50.
0:00:27 Icatóleta, además, tenía la caída muy baja, me parece a mí, y de suerte no podía mirar para adelante.
0:00:33 Pero bueno, esta es una charla sobre la revolución francés.
0:00:37 Todos los días, el comité de salud pública creyendo suprimigra, sospechosos y antipatriotas enviaba al cadalzo a hombres que acaso eran los más fríos pilares de la revolución.
0:00:48 El caso que el 2 de marzo en 1793, la autoridad militar envió al Abande un decreto de incorporación de 200 mil hombres, mil no menos.
0:00:57 Es reclusamiento para recorzar la fila de la República, y debía empezar ocho días después.
0:01:07 La bandera es un departamento de Francia, que toma su nombre del río que se lo atraviesca, y está por allá, por la izquierda, en la costa atlántica de Francia.
0:01:22 Los habitantes en ese lugar eran gente bastante religiosa, sobre todo las mujeres, y también eran mayoritariamente monárquicos.
0:01:32 Así que imagínense, nos lleva un decreto de convocatoria de 200 mil actos para engrosar la fila de la República, cosa que no le hacía gracia a nadie, justo en un departamento monárquico por añadir lugar.
0:01:44 Entonces las mujeres de la bandera, que además detestaban a los revolucionarios, a causa de la actitud de la revolución respecto de los curas del lugar.
0:01:53 Bueno, las mujeres incitaron a los hombres a revelarse, a no alizarse y revelarse.
0:02:00 Las mujeres estaban además horrorizadas ante la posibilidad de quedarse solas, porque el número que se requería 200 mil era prácticamente el mismo que alcanzaban a sumar todos los habitantes masculinos del lugar.
0:02:13 Es decir, que si se incorporaban todos los sujetos, las mujeres iban a quedar solanos mismas.
0:02:20 Por fin del 10 al 15 de marzo, toda la región de la bandera se reveló.
0:02:25 Las mujeres tomaron parte activa en aquellas operaciones, empuñaron las armas, hicieron mensajeros, despías, enfermeras, etc.
0:02:34 Y llevaron la revuelta y les llamaron a estos soldados, realistas, monárquicos, los juanos.
0:02:41 Se enfrentaron con los ejércitos republicanos y rápidamente, la gente de la República de la Revolución, empieza a comprender de dónde proviene la fuerza del enemigo.
0:02:52 Sin embargo, dada las características de algunos jefes de la bandera, los republicanos decidieron no preocuparse mucho, porque todos sabían que quien comandaba las tropas rebeldes podía ser controlados fácilmente.
0:03:06 Tratado de Francisco de Chavet y había nacido en 1763, era teniente de Nadío, y, disconforme ante las medidas que se tomaban en París, había decidido unirse a esta rebelión de la que hablaba.
0:03:20 Pero parece ser que el tipo era famoso por tener una gran debilidad. Le usaban mucho las menas. Tenía un montón de damas nobles rodeándolo.
0:03:31 Además había campesinas y redondamente rameras que venían de antes. Según los historiadores, esa debilidad por las mujeres, lo que hizo que los juanos no pudieran hacer una retoviación monárquica.
0:03:44 El amigo Chavet tenía establecido un cuartel general donde las mujeres, que formaban como una especie de Jarem, ocupaban varias casas.
0:03:54 Las menas que el pico utilizaba para su recreación vivían allí, en 2 a 13 departamentos.
0:04:02 Todas las mujeres se organizaban en las milongas, en las que bailaba con sus amigas, y terminaba el bailongo y se llevaba a sus habitaciones a 2 a 3 muchachas con las cuales pasaba agitada la noche.
0:04:16 No estaba nada más. Necesidad de estar re no se concentaba con llevar a las mujeres a su lecho. No quiero ni pensar cómo termina esto.
0:04:26 Además, las colocaba en los puestos más importantes.
0:04:32 Aquí hay alguna lista de los puestos importantes que, a veces, llevaban a la cama.
0:04:40 Estaba la encantadora lavandera mayor que el vestida de hombre que combatía a la cabeza de los ejércitos, la vio de Casal, pues los muslos eran de un trazo perfecto.
0:04:53 ¿Cómo se puede tener unos muslos de un trazo perfecto?
0:04:57 Eso dice el tranista alividimoso.
0:05:02 Esta viugas ocupada de las relaciones con Isla Terra y con el homicidio de Chávez.
0:05:11 Marí hacía que asienten el enlace con otros ejércitos de la bandía y, mientras los viven, las armas y la propaganda sabían confiar a esa mamá, así, y la vi, que tenía sólo 15 años, pero que fue seguido al gusto más hermoso del mundo.
0:05:27 Mucho gusto, encantado.
0:05:30 Bueno, y así.
0:05:34 Ahí está, madrán de Víe, que poseía un lascino caminado.
0:05:39 Debe ser la prueba de todas, me imagino.
0:05:42 Si, no puede caminar, no es una virtud.
0:05:45 Además, en cierto momento hay que detenerse.
0:05:48 Es algo que usted lo mantenga caminando todo el día.
0:05:51 Me gusta cuando camina.
0:05:52 Es muy difícil, ¿no?
0:05:54 Amarla mientras camina, como Tama Dorkas.
0:05:58 Ella es la secretaria, eh.
0:06:02 Y, bueno, no se lo hagan de ver.
0:06:04 Todas estas mujeres terminaron por hacer de este hombre un héroe de leyenda.
0:06:10 Bueno, claro que sí.
0:06:11 Parece que al principio sabré que tenía un aspecto humilde, privado, pero después de tomar el mando de los chuanos, se había transformado en un hombre fino y distinguido, lo que hace una mujer, eh.
0:06:24 O varias.
0:06:26 Un hombre con corbacas con volados lotantes, vestido de cedavetes, un sombrero cargado de pluma, tabináceo.
0:06:34 Bueno, poco a poco se fue conformando un grupo de Amazonas, que en un pasado hombre empezaron a dedicarse a los placeristas a desminar en frente de la talla.
0:06:44 Imagínense, ¿no?
0:06:45 Tío monarquía ni monarquía.
0:06:47 Cuenta a nuestro amigo, el estallador Centedéz, que una noche después de la comida, el Estado Mayor de Jave, anunció que iban a jugar a la escondida.
0:06:59 Pero parece que el reglamento de ese noble juego había sido modificado.
0:07:03 Las mujeres escondían y los hombres la buscaban.
0:07:06 Y al hacer la escondida, pues, deberían recordarlos que una mujer recuerda a sus conquistadores.
0:07:14 A veces, al mismo tiempo que jugábamos, no se te ocupa.
0:07:17 Pero este juego enticiamos mucho.
0:07:20 Y el general tuvo suerte de encontrarse a la más bonita de la reunión.
0:07:25 Lucy, el que se llamaba esta chica, y él le habrá hicieron pida libre para Lucy la que está escondida arriba a la cama.
0:07:33 Bueno, esta mujer se enamoró de él y en una ocasión le salvó la vida.
0:07:40 Un día, cuando se vio perseguido por los republicanos, Lucy, junto a unas amigas, atrajo a las tropas oficiales, a las tropas republicanas, ¿no?
0:07:52 Y se hizo matar.
0:07:53 ¿No, Tito?
0:07:54 Se hizo matar para que su amante pudiera venir.
0:07:57 Las amigas, disfrutadas de soldados chuanos, dispararon contra la Guardia Republicana, comenzó una persecución que terminó en el bosque donde las atraparon a todas.
0:08:06 Las veces más cararon, les pidieron que confesaran a donde había habido Charret, ¿no?
0:08:12 Quisieron confesarlo y las mataron a todas.
0:08:17 Charret era muy celoso.
0:08:20 Saber era muy celoso.
0:08:22 Un día se enteró de que una de sus amazones estaba a punto de casarse con un oficial.
0:08:28 No le gustó nada.
0:08:30 Se disfrazó él y algunos de sus hombres de soldados republicanos.
0:08:35 Le dijo a sus soldados que desbarataran en la comina de bodas.
0:08:39 Pueron a romper un bailongo.
0:08:41 Aparecieron los falsos revolucionarios, desbandadas, rajes, los invitados que se tiraban por la ventana,
0:08:47 y el supuesto capitán de la tropa republicana dijo,
0:08:50 La mujer era venciedarse, los hombres que se arreglen.
0:08:54 En pronto no quedó en la habitación más que un grupo de mujeres temblorosas, y se olvida la novia.
0:09:01 En ese momento, entre la fiesta y la fiesta, nos cierca con un ramo de flores en la mano, pidió perdón por el engaño
0:09:09 y ante las invitadas que quedaban se precipitó sobre la novia y se le ayudó a su casa.
0:09:16 El casorio no se concretó y el pueblo oficial se pasó al bando contrario.
0:09:23 Se hizo republicano. ¿Qué va a hacer?
0:09:25 Usted le rompe su moda de ese modo.
0:09:28 El Tico se pasó al bando republicano revelando que las convicciones políticas no siempre debieran de la lucha de clases o de los fenómenos económicos.
0:09:38 Al menos no en este caso.
0:09:40 El 3 de abril de 1794, a la media noche, se encontraba muy a gusto con una señorita.
0:09:47 En ese momento volvió a su puerta para avisarle que soldados del país se dirigían al pueblo.
0:09:53 Y dice que el hombre dio las órdenes de combate y de estrategia sin interrumpirme un solo momento los debates amorosos.
0:10:01 Los republicanos fueron derrotados.
0:10:04 Así que el tipo sin abandonar a la dama que estaba amando daba con letra móvila las órdenes por escrito.
0:10:13 Su reputación de enamorado a corrientes se extendió incluso hasta los cuarteles de los soldados fieles a la revolución.
0:10:22 Pero esto se seguió gracias a otra anécdota curiosa.
0:10:25 Pero así que una noche un soldado patriota, cuando digo patriota digo republicano de la revolución francés,
0:10:32 llamado Nolly, fue informado que Sabé y su ejército se disponían al entrar al pueblo.
0:10:37 Entonces, un asistado, el soldado Nolly se subió al caballo y rajo.
0:10:42 Y la abandonó la esposa.
0:10:44 Al rato llegó a Sabé y entró en la casa del soldado Nolly, pidió comida y beso, antes de proseguir su marcha.
0:10:51 Y cuando vio a Madame Nolly quedó deslumbrado porque parecía que la mujer estaba buenísima.
0:10:55 Durante toda la verdad, la dama se mostró encantada por la negancia de que fue militar
0:11:01 y especialmente por la pluma blanca que llevaba a la insombrera.
0:11:05 Ya saben cómo era la mujer del soldado patriota llamado Nolly.
0:11:10 Cualquier hominus la dejaba en la vecina.
0:11:14 Entonces, Sabé le ofreció su protección al ver que la dama le miraba la pluma.
0:11:20 Y ella consenta de poder vengarse de un marido que, después de todo, la había abandonado.
0:11:26 Se unió a las tropas de la banda y, pero antes, se unió a su jefe.
0:11:31 Tanto se unió pronto a llegar a su jefe.
0:11:35 Una noche se presentó una muchacha como la Marquesa de Harry Hugo.
0:11:39 Dijo que hacía dos días que los republicanos la perseguían, que habían pusilado a sus padres
0:11:45 y, como era muy hermoso, Sabé la condujo a su cualquier.
0:11:48 Pero Madame, la Marquesa, era una esfriga.
0:11:53 Era amante, y yo general republicano, y había sido enviada por él para descubrir las posiciones de los chualos.
0:12:01 Durante varios días, siguió a los soldados de Lavante, de pueblo en pueblo, y ha notado a todos.
0:12:07 Sistema de camuflaje, escondite señales, en nombre de los suministradores de Vibres.
0:12:14 Pero parece que una mañana se dio cuenta de que estaba enamorada de jefe a quien estaba el plan.
0:12:21 Y desde entonces dejó de interesarse en la guerra, tiró los apuntes que había tomado, y solo pensó en arrocarse a los brazos de Javel.
0:12:29 Así, y había terminado su misión, si un día nos hubiera enterado de que el general de los rebeldes
0:12:37 la había suficido por otra muchacha o mucha del pueblo, algo como hacía siempre.
0:12:43 Y aquí, la misma noche, sin decir nada a nadie, la espía abandonó el campamento de los suanos,
0:12:49 y subió junto a los patriotas, y les contó todo lo que sabía.
0:12:53 Por despecho.
0:12:55 Unas días más tarde, Sarejo, su prisionero, fue conducido anantes, lo condenaron a fusilamina,
0:13:01 y así se hizo, lo fusilaron. Tenía 33 años, y su desaparición marcó el fin de la guerra de Lavante,
0:13:09 y los suanos se dispersaron para el cienzo.
0:13:12 Sobre esta insurrección de Lavante, es el libro que tanto nos gusta nosotros, el 93 de Victor Hugo,
0:13:18 aquella historia del marqué de la antena, y toda aquella...
0:13:23 Me lo digo, que hemos contado varias veces.
0:13:27 El hombre que, durante un arte infestado, desatiende un camión.
0:13:39 Desatiende un camión.
0:13:41 Si el camión se suelta, es en un barco, con un barco, no? No estamos en un barco, perdón.
0:13:45 Un marino desatiende un camión, y el camión se suelta, y empieza.
0:13:49 Ahí, de banda a banda, y la nave corre peligro de eso sobre, pero ese hombre,
0:13:57 el mismo que había desatendido el camión, era un acto de heroísmo en medio de la tempestad,
0:14:03 sujeta el camión con una soga, lo mar, y de toda la normalidad.
0:14:09 Entonces, el marqué de la antena, termina la tempestad,
0:14:14 forma toda la tropa, la cubierta, y condecora este soldado.
0:14:18 Primero, después lo que...
0:14:20 Lo condecora por la...
0:14:21 A la malenguida.
0:14:22 Heroica, y después lo manda a fusilar por el cuidado.
0:14:26 Troninar.
0:14:30 Bueno, pero hubiera sido al revés, ¿no?
0:14:33 Por lo menos, sí, gente, ya estaba condecorado.
0:14:36 Pero capaz de fusilarlo primero, y de condecorarlo después.
0:14:41 Le dedicamos entonces a esta pequeña historia,
0:14:46 no al marqué de la antena, sino a aquel marino,
0:14:50 también a generales, de los chuanos,
0:14:55 que aquí se trata del nombre que no mataba a nadie, ¿no?
0:14:58 A veces, ha estado dejado de matar,
0:15:01 para mejor atender sus asuntos de amor.
0:15:04 Usted aquí le quiere dedicar.
0:15:06 Gracias, hombre.
0:15:08 Alejandro, que llamó a un que monárquico,
0:15:11 se ve que era un hombre que podía hacer grandes pasiones, ¿no?
0:15:15 Porque sí que una mujer se hizo matar por él,
0:15:18 y la otra lo hizo matar.
0:15:20 ¿No lo hizo matar?
0:15:22 Y por pasión lo hizo matar.
0:15:24 Ya hay que generar tanta pasión.
0:15:27 Una mujer, ¿no?
0:15:29 Bueno, ¿y quién más?
0:15:33 La despechada, no.
0:15:35 Yo, una que seguro usted no va a elegir,
0:15:37 si me permite que la de las líneas perfectas.
0:15:43 Yo la he contraso, porque yo no vengo preselado.
0:15:45 Sí, pero no me gustan los muslos dibujados.
0:15:47 Por eso, yo sé que usted no la iba a usar para dedicar,
0:15:49 no ve que me la muera.
0:15:51 A la de la pluma blanca tampoco, ¿no?
0:15:53 La chiquita pechugana, ¿no?
0:15:55 Me lo gusta.
0:15:56 Sí, esa, la que tenía el mejor busto de dónde.
0:15:58 No sé de dónde, pero ella es buena.
0:16:00 Sí, ella lo va a usar.
0:16:02 Bueno, bueno, listo.
0:16:04 Pero no a ella que tenía un buen caminar.
0:16:07 Sí, sigo manifestándome en contra, esa virtud.
0:16:11 Tanto la pluma de charlada como el caminar de la mina de ella,
0:16:16 son virtudes totalmente exteriores.
0:16:19 Como si alguien se enamorara de su número de libre entrolamiento.
0:16:29 No es que alguien camine bien, sino que a lo mejor
0:16:41 es que caminar hace notar virtudes que esta persona se atiene
0:16:47 cuando está detenida, ¿entiendes?
0:16:50 No es el caminar una virtud sin una manera exhibirosa virtud.
0:16:54 Porque si uno, por ejemplo, pese a ella ahora, ¿no?
0:16:57 Como está escuchando, ¿es que ya?
0:16:59 Y por más que camine bien, sí, me vale corra.
0:17:04 Me vale que desesentas, señora.
0:17:07 Sí, usted sí, señora.
0:17:10 Es mejor cuando se va y tú le hagas.
0:17:12 Eso es confundir una virtud con la aptitud que la hace a su enseña.
0:17:17 Que de aquí, sí, una cierta cosa.
0:17:20 Bueno, hemos resuelto, no hemos resuelto nada.
0:17:26 Pero ya que la muerte de este general nos causa tristeza,
0:17:35 vamos a hacerse una mujer de rame por él una lágrima
0:17:39 y escucharemos entonces a Ruth Attaíle
0:17:42 cantando este tango que se llama justamente una lágrima.
0:18:19 Cuanta su alma se ha muerto a la ilusión
0:18:23 porque el galán después de tanta vida
0:18:28 le hizo morir de anuncio al corazón.
0:18:34 Cuanto de la carta maldita
0:18:41 y de la ciencia, de losajes de su vida
0:18:48 ente que la plena serea un hermoso alberto a la destruida
0:18:58 la será un diabrigo
0:19:02 pero hombre que la tiene adorado tanto
0:19:06 silencio, su vida bien linda
0:19:10 le hizo empapar sus juventud, el tango
0:19:15 le hizo vivir viendo este ansiedad
0:19:19 y el recordar está diciendo que ni nada
0:19:24 ni el estarse que un día el demandó
0:19:28 pidiendole que el gano perdonara
0:19:33 nunca más volvía y no volvió
0:19:38 y un momento, fin de historia de su vida
0:19:46 que su vida sabidosa me contaba
0:19:53 ente que una lágrima rodaba por su hermosa cara
0:20:02 llena de maquillón
0:20:07 cuándo rodó cual boya cirisamina
0:20:12 sobre su paz la lágrima de amor
0:20:17 me pareció su cara tan divina
0:20:22 un lírio azul, estando por el sol
0:20:27 y recordé el día que al final me dijiste
0:20:32 guardaba su alma ya muestra la ilusión
0:20:36 porque el ganar puede tan tapina
0:20:41 le hizo morir de amor y al corazón
0:20:49 ha cantado Ruth Atagile, una lágrima
0:21:05 la acompañaba a nuestro amigo Fernando Marzán
0:21:10 con nuestro trigo
0:21:13 y me sentía orgulloso de escuchar este tango
0:21:16 si vencí a los arreglos y he cantado
0:21:20 pero sentía que yo estaba allí de alguna manera
0:21:27 a partir de una fética
0:21:32 de una forma compartida con nuestros artistas
0:21:36 y me gusta escuchar esto y lo siento propio
0:21:47 son versiones surcias a partir de un exécito
0:21:51 un programa dirigido por usted
0:21:54 muy bien cantado

Comentarios (0)

No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!


Tenés que Iniciar sesión para comentar.
Podés darle estilo y formato al texto utilizando Markdown