Transcripción automática
0:00:00 Muy bien, continuamos en la venganza, será terrible, estamos en vivo en el auditorio de Radio del Plata y en la calle Gorriti 5963.
0:00:09 Entre Ravi y Niani y la otra que se llama Ríbalo. Este programa se hace con público presidente y el miércoles lo estaremos haciendo en la Universidad de la Matanza a las 20-30 horas.
0:00:20 Y el jueves en Paraná en el teatro 3 de febrero a las 22 horas. Así es.
0:00:25 Hablaremos esta noche de los cínicos y de crates de pebas.
0:00:30 La escuela griega llamada Cínica, allá por el siglo III a.C., recibió su nombre de la palabra perro.
0:00:39 Los cínicos consideraban este calificativo como un honor.
0:00:45 Despreseaban las convenciones sociales, imaginada a los adversarios de la escuela, sobre todo desde que algunos de sus miembros abandonaron las prácticas que llevaban a cabo y se inclinaron al hedonismo.
0:01:01 El cínico era estimado como el hombre a quien las cosas eran indiferentes.
0:01:07 La escuela cínica predicaba el retorno a la naturaleza, destacar la autarquía, es decir, bastarse a sí mismo, la vida mendicante,
0:01:21 y desarrollar la forma literaria de la diatriba, que era un diálogo breve, de carácter popular, con un contenido ético y que se escribía con lenguaje mordado.
0:01:34 ¿Qué tiene que hablar usted de fulano?
0:01:38 Antístenes fue el creador de esta escuela.
0:01:41 Daban sus clases en sinosargo, era un gimnasio situado en las proximidades de Atenas.
0:01:47 Los filósofos daban clases en los gimnasios.
0:01:50 Diógenes de sínope fue su discípulo y tal vez el principal propagador de estas doctrinas.
0:01:59 Si cuenta que al llegar diógenes a Atenas se encontró casualmente con antístenes.
0:02:07 Y como éste no quería tenerlo como alumno, diógenes insistió.
0:02:11 Y en una ocasión, para repelerlo, antístenes, disculpe, me emociono mucho, intentó golpearlo con un bastón.
0:02:23 Diógenes le acercó la cabeza y le dijo, golpeando más, que no encontrarás cabeza tan dura como la media.
0:02:33 Nada me hará desistir de mi intención de ser tu alumna.
0:02:37 Entonces, diógenes se convirtieron en el discípulo.
0:02:40 El otro imaginaba que se dejara de ir.
0:02:42 Se quisiera molestar.
0:02:44 Diógenes, como ustedes saben, vivían un tonel, consideraba que esa manera de vivir coincidía con la libertad.
0:02:51 Con una lámpara aprendía de él.
0:02:53 Con una lámpara, andaba buscando un hombre, decía él.
0:02:56 Cuanto más se eliminaban las necesidades superfluas, más libre se era, decía.
0:03:03 En la libertad de palabra, la parecia, los sínicos llegaron hasta los límites del descaro y de la arrogancia, incluso ante los poderosos.
0:03:14 La famosa es la anécdota de diógenes con Alejandro Macro, que se le acercó y le preguntó si necesitaba algo.
0:03:23 O le dijo más bien, pídeme lo que quieras.
0:03:26 ¿Qué quieres de mí?
0:03:27 Quieres de mí.
0:03:28 Y diógenes con arrogancia le dijo que no me tapes el sol.
0:03:33 O sea, salía delante.
0:03:36 Salía delante.
0:03:37 A mí me gusta más una menos conocida.
0:03:39 La de diógenes en el palacio de uno de los tantos perros que han existido.
0:03:50 Y entonces el tipo entra descalzo con los pies embarrados y pisa las alfombras de Pirro y le dice a Pirro,
0:04:04 mira Pirro, estas alfombras que son torbullo, mira como pisoteo torbullo.
0:04:12 Pirro le dijo, sí diógenes con otro orgullo.
0:04:21 Más conocida es la de diógenes en una casa asuntosa, también probablemente la misma.
0:04:32 Y que parece que al entrar le habían recomendado no escudir que estaba mal visto.
0:04:37 Y sin embargo, diógenes entró y escupió en la cara del dueño.
0:04:43 Y dijo, disculpe pero no encontré un lugar más inmundo donde escupió.
0:04:50 Así es el dueño.
0:04:52 Extraordinario, yo no sé para qué lo invitaba.
0:04:57 Bueno, discípulo de diógenes fue crates de pebas.
0:05:03 Su vida fue verdaderamente extravagante.
0:05:06 Vivió en el siglo III a.C.
0:05:08 Su padre, Ascondas, era rico y le dejó a su muerte 200 talentos, que era mucha falta.
0:05:15 Un día crates fue a ver una tragedia de Eurípides.
0:05:19 Al aparecer sobre la esquena, Telefo, el rey de Misia, vestido con andrajos
0:05:26 y con la cesta de los mendicantes, crates comprendió súbitamente
0:05:31 que había descubierto al fin su vocación.
0:05:34 Se puso de pie en medio del teatro y anunció a los gritos, imagínense,
0:05:39 mientras la gente estaba mirando la obra, anuncio a los gritos que distribuiría
0:05:44 a quien lo solicitara, los 200 talentos de su herencia
0:05:51 y que de allí en adelante los arapos de Telefo le bastarían.
0:05:55 Los tebanos empezaron a reír, pero se agolparon frente a su casa
0:06:00 y crates les arrojó por la ventana su dinero y sus puebles,
0:06:04 se puso un manto de lienzo, se colgó una bolsa de cuero y se puso en camino.
0:06:09 En Atenas, vagó por las calles, se entregó a las doctrinas de diógenes.
0:06:14 Incluso rechazó el tonel, como vivienda, porque pensaba que era superfluo.
0:06:19 Desnudo vivía en medio de la inmundicia y guardaba en su bolsa los mendrugos de pan,
0:06:26 las corteces frutas, medio rodidas y los restos de pescado podrido que encontraban los basureros.
0:06:33 Estoy exagerando un poco.
0:06:37 Los males del cuerpo le eran familiares y así cubierto de llagas,
0:06:43 lo único que lamentaba era no cerro, bastante flexible para poder la mérselas.
0:06:48 Me refiero a la llaga.
0:06:53 Deploraba también la necesidad de absorber alimentos sólidos y de beber agua.
0:06:58 Pensaba que el hombre debía bastarse a sí mismo sin ayuda exterior alguna.
0:07:04 Se abstuvo de lavarse, se contentaba con rascarse contra las paredes,
0:07:10 porque había observado que ese era el procedimiento de los burros.
0:07:15 No sabía que los burros bañaban rascándose contra las paredes.
0:07:20 ¿Cómo harían antes de que construcían paredes?
0:07:32 Cráctez no hablaba de los dioses, pensaba que nada podían hacerle ni para bien ni para mal.
0:07:38 Les reprochaba, sin embargo, el haber privado a los hombres de la facultad de caminar en cuatro patas.
0:07:45 No los privó.
0:07:47 Hay que salir más seguido.
0:07:49 Sí, que hay hombro de Dios.
0:07:51 Pronto contrajo una terrible enfermedad de la piel,
0:07:55 eso por rascarse contra la pared.
0:07:57 A mí me lo dijo el doctor Carajancián.
0:08:00 Yo fui un día con una...
0:08:02 Lo vio con unas saguitas.
0:08:04 Unas saguitas que es yo y le dije, me mira cíficamente,
0:08:08 y me dice, usted se rascan contra la pared.
0:08:11 Y como si no.
0:08:13 Curso y solo, le dije.
0:08:16 Vivo solo.
0:08:20 Usted tiene una familia grande y nunca le falta un bloque lo logran.
0:08:23 Una secretaria, claro.
0:08:27 Crates tuvo un discípulo.
0:08:31 Atención a este nombre.
0:08:33 De nombre metróclo.
0:08:35 Cómo me gustaría llamarme metróclo.
0:08:38 Qué es el mismo nombre para un suelo?
0:08:40 Era un acaudalado mancebo de Maronea.
0:08:43 Su hermana, la hermana de metróclo,
0:08:46 y Parquia, noble y hermosa,
0:08:49 se enamoró de Crates.
0:08:51 Miran cómo son las cosas.
0:08:53 Aunque parezca increíble,
0:08:55 pero Parquia fue en busca de Crates
0:08:58 con el propósito de entregársela.
0:09:01 De entregársela.
0:09:04 De entregársela.
0:09:06 Nada consiguió disuadirla.
0:09:09 Ni la sociedad del sínico,
0:09:11 ni su miseria, ni la absección de subir la pública.
0:09:14 Posiblemente esto era lo que le gustaba.
0:09:17 Crates la previno
0:09:19 de que vivía a la manera de los perros
0:09:22 y se reabustó en los montones de basura.
0:09:25 Le advirtió que se unía a él.
0:09:28 Su vida en común estaría a la vista de todos
0:09:31 y que hasta la poseería públicamente
0:09:34 si lo asaltaba el deseo.
0:09:36 Y Parquia dijo que sí a todos.
0:09:39 En vano intentaron retenerla a sus padres.
0:09:42 Al final abandonó
0:09:45 el burgo de Maronea,
0:09:47 desnuda con el pelo suelto,
0:09:49 y vivió de allí en adelante con crates.
0:09:52 Y tuvieron un hijo llamado Pasicles.
0:09:56 Esta y Parquia fue, según parece,
0:09:58 bondadosa y compasiva.
0:10:00 La mía sin la menor repugnancia
0:10:03 las heridas de quienes sufrían.
0:10:05 Venían gente que se hacía...
0:10:08 Se fingía herida.
0:10:15 Y se prestaban según crates entre ellos
0:10:18 la ayuda silenciosa que los animales
0:10:21 se prestan entre ellos.
0:10:23 El hermano de Parquia,
0:10:25 ya mencionado metróclo,
0:10:28 admiraba también a crates
0:10:30 y lo imitaba, vio como son los cuneados.
0:10:33 Pero el bueno de metróclo no tenía tranquilidad.
0:10:36 Lo aquejaban a menudo
0:10:39 unas flatulencias violentas
0:10:42 que no lograba contener.
0:10:44 Entonces ese ferado resolvió morir.
0:10:49 Me voy a suicidar.
0:10:51 Dejó una carta diciendo
0:10:54 no se culpa a nadie de mi muerte
0:10:57 disculpen la letra de interrumpida.
0:11:02 Pero crates
0:11:05 se enteró al último momento de esta desgracia
0:11:08 y quiso consolarlo.
0:11:11 Entonces comió una porción entera de altramuces.
0:11:14 Son por otros.
0:11:16 Los lupines.
0:11:18 Y se fue a ver a metróclo
0:11:20 y le preguntó si era la vergüenza de su dolencia
0:11:23 lo que lo afligía.
0:11:25 Metróclo contestó como pudo que sí
0:11:29 y que no sentía ánimos para seguir viviendo.
0:11:33 Entonces crates
0:11:36 le mostró con un ejemplo propio
0:11:39 que se podía vivir tranquilamente con esa dolencia
0:11:42 y seguir siendo digno.
0:11:45 Metróclo entonces recobró la tranquilidad
0:11:48 y permaneció junto a su maestro
0:11:52 durante largo tiempo en medio de las calles de Atenas.
0:11:57 Hablaban poco, pero igual se entendían.
0:12:01 Sabemos que crates murió viejo.
0:12:07 La colmo.
0:12:09 Más vale perder un amigo.
0:12:17 Sabemos también que había decidido
0:12:20 no moverse al mismo sitio.
0:12:23 Era el cobertizo de un almacén
0:12:25 donde los marineros resguardaban los fardos de mercancías.
0:12:29 En cambio la muerte y parquea
0:12:31 es algo que la fecha se desconoce o su circunstancia.
0:12:35 La fecha en realidad no se sabe.
0:12:37 Crates había dejado de vagar
0:12:40 en busca de huesos que roer
0:12:43 y podía realizar el esfuerzo de llevarse la mano a la boca.
0:12:46 Y lo encontraron ahí tirados, pobres muchachos.
0:12:49 Durante los dos últimos siglos de la era pagana
0:12:52 el cinismo la hinguideció.
0:12:55 Su desaparición se produjo por razones sociales y políticas.
0:12:59 La doctrina y la vida cínicas
0:13:02 eran algo incompatible con el sólido sentido ético
0:13:06 de la romanidad.
0:13:08 Dice Cicerón,
0:13:10 hay que rechazar en bloque el sistema cínico.
0:13:14 Es algo contrario a la vergüenza
0:13:16 sin la cual no puede haber nada correcto,
0:13:19 nada honrado, dijo Cicero.
0:13:22 Sí, quedó.
0:13:24 Curioso, sabiendo que en principio...
0:13:26 ¿Hasta cuándo?
0:13:27 No, ¿cómo os cueltan de la búteria?
0:13:29 Es curioso porque esta gente,
0:13:31 que uno será muy inteligente, por cierto,
0:13:33 reivindicaba el silencio en los animales,
0:13:36 que en realidad es una especie de disminución.
0:13:39 Los animales que caen por sabios, caen porque lo saben hablar.
0:13:42 Y quizás todo esto haya aviseado este sistema.
0:13:45 Este sistema de la paredesía lo estudió mucho Michel Foucault en nuestros días.
0:13:48 Y la regla de la secta, digamos, del grupo,
0:13:51 era de ser siempre la verdad,
0:13:53 pero no la verdad epistemológica,
0:13:55 sino que eso que se le pasara por el bocho donde fuera
0:13:57 y jamás dirigir la palabra a alguien de su misma condición o menor.
0:14:00 Tenía que ser alguien de su peor condición.
0:14:02 Con lo cual, las sectas de Agapu los mataron.
0:14:04 Los mataron todo por maleducados o por zampados o por ridículos.
0:14:07 Pero, digo,
0:14:09 hay este...
0:14:11 este día de diógenes también, que es un personaje muy reivindicado.
0:14:14 Hoy en día, por algunos...
0:14:16 si alguien quiere llamar al atención,
0:14:18 no encontrarás algo más duro que mi cabeza.
0:14:20 Es esa la frase que tengo, un hambre sabio.
0:14:22 Cabeza dura no me ganas tú.
0:14:24 Por eso tuvo más sabio, pilarón.
0:14:27 Que le dijo, sí, pisoteas me orgullo con otro orgullo, por favor.
0:14:31 Y digo que les...
0:14:32 usted se preguntaba por qué los invitaban.
0:14:34 Yo que les respondía esto, cuando le decían,
0:14:36 por qué los sabios buscan a los...
0:14:38 porque los filósofos van y deschupan las miedes,
0:14:40 son los sabios y no la inversa.
0:14:42 Porque los filósofos sabemos que es lo que nos falta.
0:14:44 Los sabios no se van a dar cuenta nunca.
0:14:46 Los poderosos, y usted no lo sabe.
0:14:49 Claro, los poderosos, son los que nos encuentran.
0:14:51 Ahora, piedras...
0:14:53 una cosa que se tiene que tirar piedras,
0:14:55 y otra de las anécdotas de diógenes,
0:14:57 es que arrojaba piedras a la salida de un prostíbulo.
0:14:59 Y cuando le preguntaban por qué no debían
0:15:01 los otros arrojar piedras,
0:15:03 y se dice porque cualquiera de ustedes podría pegarles
0:15:05 sin creer de su padre.
0:15:06 Cuando se daban cuenta y se estaba de hijos,
0:15:08 no me parecen cosas muy dignas del pensamiento clásico.
0:15:11 Y finalmente, este asunto de la pelea por la verdad,
0:15:14 digamos que esta misma sociedad o este mismo ámbito
0:15:17 que a veces laudamos tanto con sus escuelas,
0:15:19 fue aquel que condenó...
0:15:21 aquel asociado que condenó a Sócrates,
0:15:23 lo condenó a la muerte o al exilio,
0:15:25 simplemente por poner evidencias a contradicciones.
0:15:27 ¿Y cómo asociaron que basó la democracia
0:15:29 en la explotación de los esclavos y la que echó a periques?
0:15:31 Claro, en que el hombre sea...
0:15:33 no hay igualdad en Grecia,
0:15:35 algunos tienen más esclavos que otros.
0:15:37 Claro, bueno, exactamente.
0:15:39 Las democracias basadas en la riqueza,
0:15:41 todavía estrenidas de hoy,
0:15:43 persisten sostenidas por algunas constituciones.
0:15:45 Aquellas que los rego denunció que no habíamos tenido.
0:15:47 Las famosas troncracias de la que la explotó.
0:15:49 Bien, de modo que allí donde hay un imperio
0:15:51 que se propone como dueño de la barrera,
0:15:53 hay mucho mal olor.
0:15:55 Hay dos opciones,
0:15:57 una es despedirse y la otra es
0:15:59 se acude con mal olor.
0:16:01 Ambas cosas se hacen con una sola práctica.
0:16:03 Agitando pañuelos.
0:16:05 Agitando pañuelos, que es lo que hacía la gente
0:16:07 que pasaba junto a Metroclo,
0:16:09 es también el título de una samba
0:16:11 que se refiere probablemente
0:16:13 a otras circunstancias
0:16:15 de la jitar pañuelos.
0:16:19 bailar la samba, si bien
0:16:21 hay personas que bailan la samba solamente
0:16:23 para evitar pañuelos.
0:16:25 Canta maravillosamente
0:16:27 esta linda sanvita
0:16:29 Mercedes Sosa.
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