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4 de Febrero de 2015

Los delirios de John Nichols Thom

Transcripción automática

0:00:00 Continuamos en la venganza, será terrible, estamos en San Martín, en el teatro Plaza, haciendo el programa aquí.
0:00:09 Sí, pues suponente. La semana que viene.
0:00:11 ¿No hay tanta gente esta noche como la otra vez?
0:00:14 No. No hay gente hoy. Porque apagaron las luces.
0:00:17 Sí, miren, con las noches.
0:00:23 Y arrojan cosas.
0:00:26 Son cuatro, pero qué cuatro.
0:00:28 Qué pena que no se vea.
0:00:36 Están colgados de los palcos acá.
0:00:38 Hay desmanes.
0:00:40 Hay manes y woman también.
0:00:44 Hablaremos de los delirios de John Nichols' poem.
0:00:49 ¿Tienes este tipo de llan a los gritos desde las últimas filas del teatro Plaza?
0:00:56 Y también los oyentes de la ciudad de Corrobao, de la ciudad de Montevir.
0:01:01 Uviquémonos en Inglaterra a fines del siglo XVIII.
0:01:06 Allí nació en 1799 John Nichols' poem, que era uno que se creyó iluminado y hizo desastre.
0:01:17 Digo para que vayan preparando el espíritu para recibir esa clase de información.
0:01:22 El padre de John era dueño de una hostería.
0:01:25 Su madre quedó perturbada tras el incendio de esa misma hostería.
0:01:30 Esto nos quiere decir que sea peligroso poseer hosterías.
0:01:35 Porque todo esto puede venir en la locura de la mujer que se ha casado con uno.
0:01:41 No digo eso.
0:01:44 No estoy haciendo docencia, ni instando a las personas que una hostería poseyeren a vender.
0:01:54 No está bien, señor.
0:01:57 El caso es que el padre de John tenía una hostería.
0:02:01 Se le prendió fuego a la hostería y ya se sabe lo que sucede.
0:02:06 La mujer se volvió loca.
0:02:08 John creció solo.
0:02:10 Tenía una vida tranquila, trabajó como oficinista.
0:02:13 Pero en 1820 se mudó a una localidad cercana.
0:02:18 No se sabe a qué.
0:02:20 Por cuestiones de negocios.
0:02:22 Empezó a interesarse por asuntos religiosos y políticos.
0:02:28 Fundó una sociedad de pensamiento que según él,
0:02:33 aspiraba a reformar los abusos del poder dándole al pueblo el poder directo.
0:02:41 Y también a trabajar siempre dentro de la misma sociedad
0:02:45 en la abolición de la jerarquía episcopal.
0:02:47 Bueno, no estaba tan mal.
0:02:49 Parecía razonable.
0:02:51 Y John Nicholstown surgía como un militante tardío de la Revolución Francia.
0:02:56 Justamente en tiempo antes, en Francia se había propuesto esto.
0:03:04 Pero nadie sabe por qué un día John clausuró esta sociedad de pensamiento
0:03:11 y empezó a delirar solitario por allí.
0:03:15 Y luego a Londres, alquilo una pequeña habitación en Pentonville,
0:03:19 allí donde estaba la cárcel, se puso un nombre ficticio,
0:03:24 Sidney Percy, si hacía nada mal, era vos.
0:03:28 Se pasaban los días enteros en la cama, como tanto que no conoce.
0:03:34 Un día le explicó al dueño de la pensión en tono grave,
0:03:37 como se hacen estas explicaciones,
0:03:39 que en realidad estaba tramando un plan para salvar a la humanidad.
0:03:44 Me dijo, mire, me voy a correr la bolilla.
0:03:48 Digo, yo lo he dicho, pero acá donde me ve, se troce.
0:03:53 Estoy trabajando en un plan para salvar a la humanidad.
0:03:57 Dijo y se rola.
0:04:00 Después abrió de nuevo y agregó una nota de color
0:04:05 para dar un poco de énfasis a su enunciado
0:04:09 que era hijo oculto del duque de Norzombarland.
0:04:13 Yo cual, según él, le parecía que avalaba cualquier opinión.
0:04:18 Sin embargo, esta prestigiosa genealogía
0:04:23 no le impidió a nuestro amigo John Nicole Tom
0:04:26 marcharse a aquella pensión sin garpar.
0:04:31 Un día de septiembre de 1832, los habitantes de Canterbury
0:04:36 vieron llegar a un individuo estrafalario.
0:04:40 Una larga barba negra, un traje colorado,
0:04:43 que parecía de carnaval.
0:04:46 El desconocido, que no era otro que John Nicole Tom.
0:04:50 Yo había sospechado.
0:04:53 No lo quise decir.
0:04:55 Lo hubiera dicho y me ha notado un por otro.
0:04:59 Bueno, afirmó que en realidad se llamaba William Kurtzene.
0:05:05 Le gustaba ponerse nombres.
0:05:08 Como ha sido de Malta, duque de Devon, rey de Jerusalén y de los gitanos.
0:05:13 Es decir, ciertamente no era el hijo oculto del duque de Norzombarland.
0:05:18 En la región de Canterbury se presentó en las elecciones
0:05:22 como candidato al Parlamento.
0:05:25 Durante la campaña se vestía con aquellas ropas que hemos descrito.
0:05:30 Su campaña se basaba en la supresión de los impuestos.
0:05:34 O sea que cambió de partido.
0:05:36 Claro, obviamente.
0:05:37 Porque la supresión de los impuestos no es una buena noticia.
0:05:40 No, y es una reivindicación de ricos en general.
0:05:44 Bueno, con ese disfraz, con su aire noble oriental,
0:05:49 con su locuencia y con sus promesas, se hizo bastante popular.
0:05:53 Y obtuvo el tercer puesto en las elecciones,
0:05:56 pero no le alcanzó para acceder al Parlamento.
0:05:59 Sin dejarse desanimar por aquellos resultados,
0:06:03 abandonó los procedimientos electorales y comenzó a evangelizar.
0:06:08 Se va a toda elección.
0:06:10 Ahora evangelizo.
0:06:12 Si hacía llamar el Redentor de los Pueblos.
0:06:14 Modestamente.
0:06:16 Usted, presenteme sencillo, le digo a los vitor.
0:06:21 John Nicolás Thumb, el Redentor de los Pueblos.
0:06:25 Un día se detuvo en la granja de la familia Colbert,
0:06:30 y allí conoció a la mujer de su vida.
0:06:36 Dice el cronista que se llamaba asada.
0:06:40 El cronista.
0:06:45 No, perdón.
0:06:47 Que la mujer, el cronista no sabemos cómo.
0:06:50 Pero la mujer se llamaba asada
0:06:52 y que no había sido particularmente bien tratada por la naturaleza.
0:07:00 Parece que esta chica era bastante robusta,
0:07:03 un poco masculina en su aspecto.
0:07:06 Tanto es así que tenía un espezo bigote.
0:07:09 Todo esto no impidió que Thumb se enamorara de ella.
0:07:15 Y ella de él.
0:07:17 Y se convirtió en la esposa del Redentor.
0:07:20 Pronto empezó a hablarse de ciertos milagros hechos por Thumb.
0:07:24 Ya se sabe que ocurre cuando uno es Redentor.
0:07:27 70 y empieza a ser milagro.
0:07:29 Uno aquí y otro allá.
0:07:31 Cada vez que hablaba en público,
0:07:33 la gente decía oír una música celeste.
0:07:50 Sara.
0:07:55 Para favorecer su fama, Thumb se hizo en las manos
0:08:00 una herida, las heridas...
0:08:02 Las estigmas.
0:08:03 Una estigma, las heridas de la crucifixión.
0:08:05 Y así como portador del estigma,
0:08:07 Thumb convenció a unos cuáles.
0:08:10 Se desplazaba a este mesías,
0:08:12 montado en un caballo blanco.
0:08:14 Llevaba en el cinto dos pistolas
0:08:17 y una espada por si fallaba la persuasión.
0:08:22 El cuello llevaba a corregir a una trompeta
0:08:25 que según él mismo decía...
0:08:33 Era nada menos que la trompeta de Jericó.
0:08:37 Recuerdas aquella trompeta que hizo caer las murallas de Jericó.
0:08:41 No la tocaba.
0:08:42 Eso sí, en la inteligencia
0:08:45 de que cualquier sonido emergente de aquel instrumento
0:08:47 podía derribar cualquier muralla cercana.
0:08:51 Ahora bien, lentamente se fue operando un cambio.
0:08:54 Su mensaje empezó a poner cada vez más agresivo.
0:09:00 Y junto a él marchaba una tropa de seguidores
0:09:03 que eran unos campesinos armados con garrotes.
0:09:06 Cuando se convocaba a una reunión,
0:09:09 el diato de este,
0:09:13 incitaba a hacer correr ríos de sangre.
0:09:16 Reclamaba abiertamente la cabeza de los ricos ingleses.
0:09:20 Semejantes discursos no dejaron indiferentes a los hueses.
0:09:25 Había un juez llamado Pur.
0:09:28 Pur va a ser.
0:09:30 Que, basándose en el testimonio de un artesano
0:09:34 que había participado en las reuniones,
0:09:36 ordenó que detuvieran a Tom.
0:09:39 Y así, la mañana del 31 de mayo de 1838,
0:09:44 el guardia mayor, John Mills,
0:09:47 así se llamaba el tipo,
0:09:49 se presentó en la casa del Redentor,
0:09:51 junto con dos ayudantes.
0:09:56 John Nicholstone,
0:09:58 preguntó si eran guardias,
0:10:00 obtuvo una respuesta afirmativa.
0:10:03 ¿Tá bien?
0:10:07 Entonces se fundó sus pistolas,
0:10:09 disparó y mató a uno de los guardias.
0:10:12 El otro salió rajando en busca de refuerzos.
0:10:15 Esa es la angucha de el sincán.
0:10:18 Pues John Nicholstone,
0:10:21 en ningún momento pensó en escapar.
0:10:24 Aprovechó la ocasión para decirle a sus adentros,
0:10:28 que estaban allí,
0:10:30 que había salvado el alma del guardia muerto, en realidad.
0:10:35 Y que no se preocuparan por nada porque
0:10:38 él era Cristo.
0:10:40 Aprovechaba para decirse lo otro momento.
0:10:44 No, el guardia muerto.
0:10:47 Aquí se abuela y una mala te cuesta.
0:10:49 No se preocupen, porque yo soy Cristo.
0:10:52 Así que, qué clase de problema vamos a tener con la policía.
0:10:56 Sí, Maglín, Maglín, no hay ningún.
0:10:58 Ahora bien, el guardia sobreviviente
0:11:00 regresó hasta el lugar que estaba Tom,
0:11:03 junto con cuatro magistrados,
0:11:05 100 policías y miles de curiosos.
0:11:07 Había incluso un sacerdote
0:11:09 que pidió a los adeptos de Tom
0:11:11 que abandonaran a su jefe.
0:11:13 En respuesta, el Mesías abrió fuego.
0:11:16 La noticia llegó a la reina Victoria,
0:11:20 la noticia de que había abierto fuego.
0:11:22 Que envió dos compañías del ejército
0:11:25 para terminar con Nicholstone.
0:11:27 Y lo lograron, Maglín.
0:11:29 El redentor caso muerto.
0:11:31 Tantolio lo mataron.
0:11:34 Su discípulo fue una presa
0:11:36 de una locura colectiva,
0:11:38 ya que eran muchos.
0:11:40 Demasiados para una locura individual.
0:11:44 Se llamó esquizofrenia.
0:11:46 Se negaron a admitir el fin de su Cristo
0:11:49 y creyeron lo que Tom le había dicho
0:11:52 un poco antes, a saber que eran invulnerables.
0:11:55 Yo me olvide de decirse lo que se lo dijo.
0:11:58 Y sin miedo a las balas,
0:12:00 si lanzaron sobre los soldados
0:12:02 con una increíble ferocidad,
0:12:05 murieron 140.
0:12:07 Algunos se hacían clavar
0:12:10 en las hojas bayonetas riendo a carcajadas.
0:12:16 Bueno, finalmente cuando todos
0:12:18 estaban muertos o de ser tores,
0:12:21 los soldados vieron una escena
0:12:23 incomprensible.
0:12:25 Una mujer de bigotes salió de su escondite
0:12:28 y comenzó a echar sobre la cabeza
0:12:30 de John Nichol Tom agua.
0:12:33 Parece que Tom le había dicho
0:12:36 que si moría bastaba con echarle
0:12:39 un poco de agua sobre el rostro
0:12:41 para devolverlo a la vida.
0:12:44 Después de varios baldes,
0:12:47 Sara empezó a sospechar que aquello
0:12:50 no estaba resultando.
0:12:53 Hombre, ni poca fe.
0:12:55 Y finalmente, resignada,
0:12:58 resolvió terminar con esto,
0:13:01 ya que tomó una de las pistolas
0:13:03 del Mesías, se mató.
0:13:05 Qué barba.
0:13:07 Es decir, este fue el final del esto.
0:13:09 Y una tremenda esto.
0:13:11 Usted que se burlaba tanto.
0:13:14 Loca de amor,
0:13:16 esta muchacha se mató.
0:13:19 Y John Nichol Tom,
0:13:21 pasó a engrosar
0:13:23 esta colección de falsos Mesías
0:13:26 que hemos expuesto durante tanto tiempo
0:13:29 por este programa.
0:13:32 No es que uno se oponga a los falsos Mesías.
0:13:38 Ayer estuve recordando una conversación
0:13:42 en que alguien me dijo lo siguiente.
0:13:45 Me parece que el otro día
0:13:47 me dijo que él prefería mantener
0:13:50 cierta generosidad
0:13:53 en el análisis artístico.
0:13:56 Y ante la duda sobre los méritos de un artista,
0:13:59 prefería equivocarse por considerarlo
0:14:02 más de lo que era que por considerarlo menos.
0:14:05 Por miedo que la historia viniera a señalarlo,
0:14:08 como el que negó a Borgesio,
0:14:11 el que no reconoció a Jesucristo.
0:14:16 Pero con los Mesías no sucede lo mismo.
0:14:19 Porque no es lo mismo un falso artista
0:14:22 que un falso Mesías.
0:14:24 Por la siguiente razón,
0:14:26 todavía está por verse si existen los verdaderos Mesías.
0:14:29 En cambio, sí, eso, yo creo,
0:14:32 es que el otro día,
0:14:34 si existen los verdaderos Mesías,
0:14:36 en cambio, sí, eso, yo,
0:14:38 que existen los verdaderos artistas.
0:14:43 podemos decir que
0:14:47 Nichols-Thom era un farsal.
0:14:51 Sin temor a que justo mañana
0:14:53 se lo curara recistar
0:14:55 y salvar a la humanidad y como quedamos.
0:15:00 Y no lo pensó mal.
0:15:02 Ahí está el que no le creyó al redentor de los pueblos.
0:15:05 ¿A quién quiere dedicar esta horrible historia?
0:15:09 Porque es una historia que termina
0:15:11 con una mujer robándole la pistola
0:15:15 al marido que ella creyó toda la vida,
0:15:18 que era el Mesías y no era.
0:15:20 Cualquier historia de falso Mesías termina mal.
0:15:22 No puede terminar, no.
0:15:24 ¿Y la del verdadero también?
0:15:26 Sí, eso te iba a decir.
0:15:30 de la vida.
0:15:34 Víamos que este amigo John ya había llegado a medio a ser, recordemos que tenía agujeros en las manos de los estigmas, terminaba un agujero en la cabeza que fue una maledad errónea en interpretar los evangelios probablemente, pero yo creo que para buscar este dedicados Alejandro sería bueno pensar en todos aquellos europeos que no fueran ingleses en aquellos tiempos, sabe que el único lugar está leyendo hoy a lo al respecto que a comienzos del siglo diecinueve tenía una República era
0:16:00 en la ciudad de Suiza, todavía no lavaba el dinero incluso y el resto de Europa insistían en creer algo como la monarquía, hay pocas cosas más locas que la monarquía como ideas, digo esto de pensar que a un tipo además que se parece tanto a su pariente que es seguro que cometieron incesto, sobre todo por la falta de pacientes actual creer que a esas personas eligió Dios para recibir los estilos de un pueblo ciertamente es una locura, pero es una locura.
0:16:25 Pero bueno, pero Carla podía decir que no menos loca es la democracia en ese sentido, ya que se se...
0:16:32 Sí, ya tuvieron razón, pero...
0:16:34 Si se trata de no acertar con locos en el poder hay muchas maneras de no lograr.
0:16:40 Pero por lo menos la democracia permite corregir trans y todo el pueblo de la monarquía.
0:16:44 Claro, es lo bueno la democracia, que permite corregir en caso de error, no que permite acierto.
0:16:49 No permite demasiado acierto.
0:16:50 No, porque nunca hay garantías.
0:16:52 ¿Me gustas a enmienda de algunos herores?
0:16:56 Hay la teoría del caos, funciona de una manera comprobable.
0:16:59 De todo modo me gusta, John, al comienzo, cuando se hace pasar por el hijo de Northamberland o después cuando se nombra caballero de Malta y Redentor de los Pueblos,
0:17:06 no me gusta cuando pide bajar los impuestos, porque esto lo pone en la otra medida del pueblo.
0:17:11 Me vuelve a gustar cuando se enamora, y eso sí es un milagro, enamorarse de una chica que seguramente le garantizó la fidelidad de los amigos.
0:17:18 Eso es que dicen, la mujer de mi amigo tiene migotes.
0:17:20 Bueno, sí, en este caso era verdad.
0:17:23 En este caso era verdad.
0:17:25 Pero, creo que justamente cuando se enfrenta la justicia, la justicia de una monarquía, de algo donde la primera ley,
0:17:33 que es la del poder soberano, que radica para algunos de nosotros en el pueblo, falla,
0:17:37 la justicia no puede garantizar la otra cosa, que es perder el juicio.
0:17:41 Y perder el juicio es lo que le pasa a las personas que se vuelven locas.
0:17:44 Es cierto, Alejandro, que aún no lo podrían acusar de haber pasado la vida mucho tiempo al lado de una loca y de otra loca y de otra loca.
0:17:50 Quizás lo mejor en este caso, para cuando menos uno no irse solo, no basta con no ser en desillas cuando uno se va,
0:17:57 más valga ya que va a reventar acompañado, y que la loca de siempre, por lo menos esta vez, sea una loca de amor.
0:18:04 Loca de amor.
0:18:07 Qué pierno.
0:18:08 Y la canción que vamos a escuchar por nuestros queridos Horasios Algau, igual.
0:18:16 Igual lo de Lío.
0:18:33 Y la canción que vamos a escuchar por nuestros queridos Horasios Algau.
0:18:38 Igual lo de Lío.
0:18:39 Igual lo de Lío.
0:20:13 Era anorazos al gano igual do de Lío.
0:20:16 La venganza será terrible.
0:20:18 Luka de amor.

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