Transcripción automática
0:00:00 Esto es...
0:00:04 La venganza será terrible...
0:00:08 Por el espectador.
0:00:12 Bien, vamos a hablar...
0:00:17 Esta noche de los fenicios, pero también de sus...
0:00:25 Parientes más cercanos de sus seguidores que eran los cartagineses.
0:00:31 Y también, ya que hablamos de cartago,
0:00:34 no será imposible eludir a la familia Barca.
0:00:40 O Barca si usted quiere.
0:00:43 Hablaremos de todo eso.
0:00:46 Todos recuerdan las tres ciudades de los fenicios, ¿no?
0:00:50 Así de Norte a Sur, Biblos, Sidón y Tiro.
0:00:56 Tiro es una ciudad muy rara.
0:01:00 Hay una novela estupenda de Norman Mailer,
0:01:04 quizá la menos leída, que se llama Noche de la Antigüedad.
0:01:10 Y allí hay alguna noticia acerca de Tiro.
0:01:16 Y parece que estaba Tiro, que era una ciudad costera.
0:01:21 Y en una isla, otra ciudad, que empezó a crecer,
0:01:26 una especie de suburbio, a que llamaba Nueva Tiro.
0:01:31 Y que al principio estaba...
0:01:34 Era una isla, después construyeron un puente
0:01:38 entre la isla y la tierra firme.
0:01:41 Después, si se cuente, se convirtió en un camino.
0:01:45 Y lo que era una isla que dio...
0:01:48 Convertió en una península, quedó unido a la antigua ciudad de Tiro.
0:01:54 Y dicen que, allá por el año 1100 a 1300 a.C.,
0:02:03 aquella ciudad era muy parecida a lo que hoy es una metrópoli.
0:02:09 Es decir, había la misma clase de problemas que hay aquí,
0:02:13 en esta ciudad de hoy.
0:02:16 Había demasiados habitantes, había asinamiento,
0:02:22 habían construido edificios de hasta cinco pisos.
0:02:25 Lo hacían con una técnica rudimentaria.
0:02:28 La planta baja era la más grande, la más extensa.
0:02:31 Luego, venía otra más chica, más chica, más chica.
0:02:34 El quinto piso era reducido.
0:02:36 Para que no se desmoronara el edificio,
0:02:39 no existían las vigarias de acero en aquel entonces.
0:02:43 Había también gravísimos problemas para deshacerse...
0:02:51 No debí decir la palabra deshacer.
0:02:54 Pueden saber qué hacer con los desechos.
0:03:00 Entonces, optaron por la solución más elemental,
0:03:05 que era tirarlos directamente de la calle.
0:03:11 Esto seguía sucediendo aún en la Edad Media, en Europa.
0:03:16 En la ciudad de París había chanchos en la calle.
0:03:20 La fuerza pública ospiciaba la presencia de chanchos,
0:03:25 porque los chanchos se comían la basura.
0:03:29 Pero las calles de aquella ciudad
0:03:34 debían ser un verdadero espectáculo,
0:03:37 porque, entre otras cosas,
0:03:40 se acostumbraba a tener sexo en forma pública,
0:03:46 ahí en cualquier esquina, allí donde el deseo aparecía.
0:03:53 Era también una ciudad cosmopolita,
0:03:55 porque allí concurría gente de toda índole,
0:03:57 y se conoció en aquel entonces.
0:04:00 Pero, claro, la vida empezó a ser insaportable.
0:04:03 Y hubo algunas personas que cansadas de estas condiciones de vida,
0:04:08 salieron en busca de suelos más propicios.
0:04:13 Y navegando hacia el oeste, a lo largo del Mediterráneo,
0:04:17 llegaron a una península muy fértil,
0:04:20 ubicada al norte de África.
0:04:23 Desembarcaron, mataron a los aborígenes,
0:04:26 ofrecieron sus plegarias a Molotx,
0:04:29 a que el Dios, mitad hombre y mitad de cerro,
0:04:32 y empezaron a fundar una nueva ciudad,
0:04:34 que más tarde iba a llamarse Cartago.
0:04:37 Quiere decir que los cartagineses eran hijos de los fenicios,
0:04:40 y de ellos heredaron dos cosas,
0:04:43 el genio comercial y también fue a visión
0:04:46 a los sacrificios humanos,
0:04:48 porque los fenicios tenían una religión abominable.
0:04:52 Y se inventaban muchísimo con los sacrificios humanos,
0:04:56 incluso de niños,
0:04:58 y habían inventado una serie de artefactos
0:05:01 que hacían todavía más cruel la muerte de los sacrificados,
0:05:04 que incluso servían para amplificar los gritos de las víctimas.
0:05:08 Casi siempre eran animales de metal, huecos,
0:05:14 en cuyo interior metían a la víctima,
0:05:18 y los perros de la boca hacían un fuego,
0:05:21 lo calentaban,
0:05:23 y los gritos de la víctima salían por la boca
0:05:26 de aquel animal de bronce, etcétera, etcétera, etcétera.
0:05:30 En cuanto al Dios Molotx,
0:05:34 estaba siempre seguro de tener su banquete de sacrificio,
0:05:39 porque el régimen era el siguiente,
0:05:41 si los cartagineses ganaban una batalla,
0:05:44 les sacrificaban los más hermosos prisioneros de guerra,
0:05:47 y en caso de perderla,
0:05:49 entonces arrojaban a los hijos de las más nobles familias
0:05:52 para centrañas ardientes del Dios.
0:05:55 Ahora, fundaron los cartagineses
0:05:59 un gran número de empresas de negocios
0:06:02 en África, en España y en Francia.
0:06:05 Y en un momento dado, dominaban la mitad del Mediterráneo,
0:06:09 meraban con codicia la otra mitad,
0:06:11 y en la otra mitad, estaba Roma.
0:06:14 Una Roma que no era todavía imperial,
0:06:17 pero era una nación muy pendenciera,
0:06:20 y ya poco a poco iba anexando algunas tierras.
0:06:23 En cualquier caso lo hacían lentamente,
0:06:26 tardaron casi 300 años en anexarse
0:06:29 las 100 millas de dañas a Roma,
0:06:32 pero en algún momento se descubrió
0:06:35 que una de las dos naciones estaba de más.
0:06:39 El caso fue que un día se armó la podrida
0:06:42 y tuvieron lugar las guerras púnicas,
0:06:45 que quieren decir guerras fenícias.
0:06:48 Son dos, la primera que dura 23 años,
0:06:51 en realidad son tres, pero bueno.
0:06:54 Se realizó principalmente en el mar, la primera.
0:06:57 El principio de los cartagineses tenían todas las ventajas,
0:07:01 porque los romanos hacían unos barcos de porquería,
0:07:04 eran muy malos haciendo barcos.
0:07:07 Pero sí eran buenos alumnos de quienes lo vencían,
0:07:10 y empezaron a prender, y al final ganaron la guerra
0:07:13 y se anexaron la isla de Sicilia.
0:07:16 El jefe de los cartagineses en esta primera guerra
0:07:19 que perdieron fue un señor llamado Amilcarbarca.
0:07:23 Y una noche, siete años después de su derrota,
0:07:27 tomó a su pequeño hijo de nueve años, que se llamaba Aníbal,
0:07:31 lo llevó al tiempo de Vál,
0:07:33 que era otro de los dioses horrorosos que tenían los fenicios,
0:07:36 y allí lo hizo jurar que seguiría odiando a los romanos
0:07:40 hasta el fin de sus días,
0:07:42 y efectivamente nunca olvidó a Aníbal aquella promesa.
0:07:46 Pasaron 25 años desde aquella noche,
0:07:50 25 años en los que hubo paz,
0:07:52 pero en el año 218 a.C.
0:07:56 se armó otra vez la podrida.
0:07:58 Empezaron los romanos a mandar unas legiones,
0:08:01 a atacar a España, donde estaban instalados los cartagineses,
0:08:06 desde luego hay ciudades de España que tienen todavía,
0:08:09 nombre Frenicio,
0:08:11 y el ejército romano ya se iba a embarcar para el África,
0:08:15 cuando vino la noticia de que los cartagineses,
0:08:17 mandados por Aníbal, habían cruzado los Alpes
0:08:20 y estaban avanzando por las tierras del norte de Italia, ¿se entiende?
0:08:24 Van los romanos a España,
0:08:29 derrotan en varios foros a los cartagineses,
0:08:33 y dicen, bueno, vamos a atacarlos en su tierra.
0:08:36 En ese momento se enteran de que un cartagine llamado Aníbal,
0:08:40 que estaba parado en España, vivía en España,
0:08:43 se había trasladado a través de los Alpes
0:08:46 y estaba atacando Roma desde el norte.
0:08:50 Bueno, entonces empezó la defensa,
0:08:53 marcharon los ejércitos romanos al norte,
0:08:56 trataron de aplastar a Aníbal,
0:08:58 pero Aníbal los esperó en el lago Trasímeno y los derrotó.
0:09:02 Parecía que Aníbal lo viajaba con un ejército de 40.000 hombres.
0:09:06 Las años fue como cruzó los Alpes con ese enorme ejército.
0:09:13 Es un viaje difícil, no solo hay que cruzar los Alpes.
0:09:20 No se lo que era, no importa el detalle.
0:09:23 Llevaban además de los 40.000 neatos 37 elefantes,
0:09:30 37 elefantes era poco.
0:09:33 Poco se compara con los elefantes que utilizaban
0:09:39 algunos ejércitos de la antigüedad más clásica.
0:09:44 Pero qué pasa que en aquel tiempo no había ya tantos elefantes,
0:09:49 casi todos se habían muerto en gestas anteriores.
0:09:55 Entonces 37 eran pocos.
0:09:58 Al parecer de los 37 solamente uno pudo llegar con vida a Italia
0:10:06 y ese lo usaba a Aníbal para vender humo,
0:10:10 montaba en ese elefante, bla, bla, bla.
0:10:14 Así que los elefantes no tuvieron tanta importancia.
0:10:19 Los romanos, después de la derrota de Trasímeno,
0:10:22 armaron un nuevo ejército,
0:10:24 pero Aníbal los encontró ahí en Canas,
0:10:26 a pocas millas también había.
0:10:29 Pocas millas de Roma y lo venció todavía más fácilmente
0:10:33 que la primera vez.
0:10:35 Parece que abatió 70.000 romanos,
0:10:38 debe ser la peor derrota de Roma en casi toda su victoria.
0:10:43 Todo el mundo esperaba ver a Aníbal en las puertas de Roma,
0:10:46 pero Aníbal no venía, no venía.
0:10:49 En realidad no fue porque dio la espalda a Roma
0:10:53 y se fue al sur de Italia.
0:10:55 Todavía hoy no se explican por qué.
0:10:58 Algunos dicen que había perdido mucho en aquella batalla aníbal,
0:11:03 que estaba sin equipo, sin fuerzas de ataque.
0:11:06 Y entonces para reunir nuevo contingente,
0:11:08 esto es verdad, fue al sur
0:11:12 y esperó refuerzos de cartago que llegarían por mar.
0:11:17 Ahora bien, el ejército romano estaba entonces bajo el mando
0:11:20 de Quinto Fabio Máximo,
0:11:22 a quienes sus compatriotas le llamaban
0:11:25 contator el vacilante o el contemporizador,
0:11:31 porque su política consistía en no tomar nunca resoluciones.
0:11:37 La verdad es que el vacilante era más vivo de lo que parecía.
0:11:43 Él creía que era mucho mejor postergar para mañana
0:11:46 las batallas que podían librarse hoy.
0:11:49 Avanzando desde lejos contra Aníbal,
0:11:52 dando la impresión de que estaba listo para luchar,
0:11:55 cuando el enemigo lo hacía frente, salía rajando.
0:11:58 Y los cartagineces se cansaron, se aburrieron de esto.
0:12:02 Y además chocaban con una limitación.
0:12:06 Ellos sabían cómo acabar con soldados,
0:12:10 pero no sabían qué hacer con el campo que les dejaban libre.
0:12:15 Bueno, según el segundo de Aníbal, según el segundo es horrible.
0:12:20 Según el ayudante de Aníbal,
0:12:23 Aníbal sabía vencer, pero no aprovechar la victoria.
0:12:28 Aníbal siguió esperando.
0:12:31 Le dijeron que su hermano Azdrúbal iba a venir
0:12:37 y que lo iba a ayudar con un ejército entrenado
0:12:39 con maquinaria guerrera.
0:12:43 Y era verdad, Azdrúbal emprendió el mismo camino que Aníbal.
0:12:48 Vino otra vez desde España por los Alpes.
0:12:52 Aníbal, cuando supo que Azdrúbal estaba en camino,
0:12:56 sentía una gran alegría,
0:12:58 se alistó para recibir a su hermano
0:13:02 y van a marchar juntos.
0:13:04 Pero un día llegó al campamento de Aníbal
0:13:08 un bulto enviado por los romanos
0:13:13 y al abrirlo encontró la cabeza de su hermano.
0:13:17 Los romanos habían derrotado inesperadamente
0:13:19 el ejército de Cartago y habían matado a su jefe.
0:13:22 Y este fue un golpe mortal para las esperanzas de Aníbal.
0:13:26 Y entonces tuvo que regresar rápidamente a África
0:13:32 ya para defenderse de la invasión romana.
0:13:35 Había llegado a Italia como un hombre joven,
0:13:37 como un gran invasor
0:13:39 y volvió a Cartago como un hombre desenucionado sin fuerzas.
0:13:44 El odio ya se había vuelto locura y desesperación.
0:13:48 Educado en el odio contra Roma padeció a él
0:13:51 la misma derrota que su padre al final, ¿no?
0:13:54 Se sintió traicionado por los dioses,
0:13:56 reunió los últimos restos de sus ejércitos,
0:13:59 se lanzó contra los romanos,
0:14:02 se encontró con ellos y perdió,
0:14:04 pidió la paz.
0:14:06 Estuvo un breve tiempo tranquilo en Cartago,
0:14:09 pero los romanos sospecharon y con razón,
0:14:13 porque se encontraba preparando un nuevo golpe.
0:14:16 Entonces pidieron su presencia en Roma.
0:14:19 Aníbal, recordando la suerte de su hermano,
0:14:22 a Grúbal,
0:14:24 emprendió la fuga a Antioquía, en Asia menor.
0:14:28 Los romanos los persiguieron.
0:14:30 Era tuerto, Aníbal.
0:14:32 Era tuerto.
0:14:34 Parece que durante esta travesía de los Alpes,
0:14:38 me arroja, no sé qué, andaba a saber qué peste,
0:14:41 se tocó por ahí el ojo,
0:14:44 con un dedo que andaba a saber dónde había metido.
0:14:47 Y eso fue lo que puse.
0:14:49 Este programa es un programa de consejos.
0:14:53 Y no nos cansamos de insistir a nuestros oyentes,
0:14:57 diciéndoles que no se toquen el ojo, etcétera.
0:15:02 Si no les va a pasar como Aníbal.
0:15:05 Yo me había olvidado de este detalle
0:15:08 y me confundo a estos dos grandes generales,
0:15:12 que son Alejandro y Aníbal, con este asunto.
0:15:15 Yo creí que Aníbal, lo mismo que Alejandro,
0:15:20 tenía un ojo de un color y otro de otro.
0:15:22 Y no, es que era tuerto.
0:15:24 Me acaban de decir a vosotros.
0:15:26 Así que lo único que tenía un ojo de un color
0:15:28 y otro de otro era tárcoles, ¿ya man?
0:15:33 Los criollos le dicen tárcolas, algunos sabros,
0:15:36 al tipo que tiene un color distinto en cada ojo.
0:15:39 Pero, dejemos esto.
0:15:42 Los romanos lo persiguieron,
0:15:44 ese yuyendo ya era un señor anciano, vencido,
0:15:50 y lo atraparon en Vitínia, en las costas del Mar Negro,
0:15:54 y cuando vio que no podía escapar, se suicidó.
0:16:00 Le esperaba a Cartago algo todavía peor,
0:16:03 la destrucción total por parte de los romanos,
0:16:06 que la borraron de la faz de la tierra
0:16:09 y sembraron sado allí donde estaba elificada Cartago.
0:16:13 Ya sin contra los romanos prosiguieron su expansión,
0:16:16 que ustedes ya saben cómo termina.
0:16:19 Bueno, ¿cómo termina?
0:16:20 Podemos decir que la expansión termina en el año 113,
0:16:27 durante el reinado de Trajano,
0:16:30 cuando Roma alcanza su mayor extensión.
0:16:33 Pero también podríamos decir que termina,
0:16:36 cuando el imperio es derrotado, ya en 476 por los bárbaros.
0:16:44 El pobre Aníbal fue a parar allá,
0:16:48 y el pejudas perdió el poncho.
0:16:54 Qué lástima, porque venía bien su venganza,
0:16:58 la venganza de la derrota de su padre.
0:17:01 Estaban las puertas de Roma, pero no supo tomar una buena decisión,
0:17:07 siguió de largo, esperó refuerzos que no vinieron.
0:17:10 Al final terminó en las costas del Mar Negro,
0:17:14 perseguido, y lo peor viejo.
0:17:20 Porque mientras todo esto le ocurría, el tiempo siguió pasando.
0:17:24 Como ha dicho usted en su programa hoy,
0:17:26 el tiempo que es un bien que no se puede atesorar.
0:17:30 Entonces me lo imagino, Aníbal, mirándose,
0:17:35 no era un espejo veneziano que todavía no había, quizá.
0:17:41 La brunhida cara de un escudo,
0:17:46 y observando que le faltaba un ojo,
0:17:50 que blanqueaba en canas,
0:17:53 y que cada tristeza estaba impresa en su cara,
0:17:57 habrá dicho que viejo estoy.
0:18:01 Muchos años después, en un lugar lejano,
0:18:05 alguien compuso un tango que también se llama
0:18:08 que viejo estoy.
0:18:10 Dirán ustedes,
0:18:12 hay una relación de causa efecto
0:18:16 entre la frase de Aníbal al borde del Mar Negro
0:18:20 y el tango compuesto muchos años después,
0:18:24 la respuesta es no.
0:18:30 La sospechaba.
0:18:31 Y lástima que es no.
0:18:33 Es no en este programa.
0:18:35 Otros sí con entusiasmos,
0:18:38 porque se dice que todo tiene que ver con todo.
0:18:42 Sí, pero no de esa manera.
0:18:45 Debe ser un modo más misterioso.
0:18:48 Y un modo mucho más misterioso, más complejo.
0:18:54 Y menos personal,
0:18:57 y menos personal.
0:18:59 Aníbal tiene que ver con nosotros,
0:19:02 pero de un modo absolutamente impersonal.
0:19:05 Vamos a escuchar a otra persona que tampoco tiene que ver con Aníbal
0:19:10 y que es Jorge Vidal, el cantante,
0:19:13 que va a cantar este tango curioso,
0:19:17 tango curioso en su morfología,
0:19:20 que se llama
0:19:21 que viejo estoy dedicado a Aníbal Barca,
0:19:25 el cantaginés derrotado.
0:19:58 En mi cuartito desobo el cuierto
0:20:02 donde anteforjara mi dicha sin fin.
0:20:07 Alloro las dos a tiempo que al muerto
0:20:10 y lloro mis años en vuelo el esplín.
0:20:16 El medio del tedio de mi sanfugria
0:20:20 el viejo espejo contempló mi paz.
0:20:25 Al ver en mi cara el llave al morfología
0:20:30 soy yo, soy las villas que no vuelven más.
0:20:36 ¡Qué viejo es todo!
0:20:43 Y qué cambio, tales traños,
0:20:49 van produciendo los años
0:20:51 con su presión machacar.
0:20:55 ¡Qué viejo es todo!
0:20:59 Hoy me siento muy mal,
0:21:05 hoy me siento triste y nervi,
0:21:07 soy como un condor que duerme
0:21:11 soñando que va a volar.
0:21:18 Por la viejo rusa el mundo bravio
0:21:25 no tal que comarse sino un bienestar.
0:21:30 Lo mismo que un barco sin rumbo y vacío
0:21:33 que ya en Puerto alguno lo dejan anglizar.
0:21:38 ¡Qué viejo es todo!
0:21:43 Y así yo que ya en Puerto alguno
0:21:46 lo dejan anglar.
0:21:50 A Dios magia dulce en fantasía
0:21:54 hace un tiempo de ellos que no han de volver.
0:21:59 Mirir esta muda no es mi barbaría
0:22:05 porque hasta sus cuerdas un hondo querer.
0:22:20 Y qué cambio, tan extraño,
0:22:26 van produciendo los años
0:22:28 con su presión machacar.
0:22:36 Hoy me siento muy mal,
0:22:42 hoy me siento triste y nervi,
0:22:45 soy como un condor que duerme
0:22:49 soñando que va a volar.
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