Transcripción automática
0:00:00 ¿Y qué nos va a hablar hoy, Alejandro?
0:00:04 Los fenicios. Ya conocen ustedes, los que han sido estudiantes, los que lo son, los que lo fueron antes.
0:00:12 Estas tres ciudades de fenicia.
0:00:17 A mí siempre me han llamado la atención Tiro, porque había Tiro y Nueva Tiro, me contaron a mí.
0:00:26 No sé si será cierto. Tiro estaba en el continente.
0:00:33 Y Nueva Tiro era una islita que estaba frente al Tiro.
0:00:39 Y que dejó de serlo porque construyeron una especie de camino que la unía al continente que primero era un puente y después fue un dique.
0:00:50 De modo tal que la isla quedó unida a la tierra firme.
0:00:54 Y esta ciudad de Nueva Tiro, allá por el año 1000 a.C., ya era muy parecida a lo que hoy llamaríamos una ciudad cosmopolita.
0:01:08 Había edificios casas de altos, de tres, cuatro pisos.
0:01:15 No digo de 17, pero de 4, 5, sí.
0:01:20 Los alquileres eran muy caros, era difícil conseguir un espacio.
0:01:25 Había una especie de departamento, también muy pequeños.
0:01:30 Cada una de las plantas de las casas de alto era más chica que la anterior.
0:01:34 No se construía tan bien como ahora.
0:01:38 Entonces la hacíamos más chica para que no se viniera abajo. No se más grande.
0:01:43 Somos de la edad antiguo, pero no estúpido.
0:01:50 Había gigantescos problemas sanitarios.
0:01:54 La disposición de los desechos en un edificio de cinco pisos era igual que la que hemos señalado para París en Mar del Plata.
0:02:03 Aguaba.
0:02:05 Aguaba y la tiraban por la venta.
0:02:08 Lo que pasa es que una cosa es una vacinicia de aguas menores desde un primer piso y otras de un quinto.
0:02:16 Ya por ahí, máquina ese.
0:02:19 Tiraba las cosas redondamente a la calle.
0:02:23 Había otra costumbre interesante.
0:02:26 Una de las costumbres de la época era el sexo público.
0:02:31 Quiero decir, la gente tenía sexo en la calle tranquilamente.
0:02:35 Bueno, como ahora.
0:02:40 No, ahora no.
0:02:42 Con mayor desvergüenza. Yo he conocido el sexo público.
0:02:47 ¿Qué oidas?
0:02:49 El gran Buenos Aires a favor de la Ligustrina, los Yoyales, los Valdíos, la Elcasa Iluminación.
0:02:58 Y la moral libeana.
0:03:03 Era posible tener encuentros de sexo en la calle.
0:03:09 No en las avenidas.
0:03:12 En la calle.
0:03:13 O por respeto tenemos.
0:03:16 Acá nosotros en las avenidas, no.
0:03:19 Primero porque hay mucha luz.
0:03:21 Segundo porque por las avenidas circulan las familias.
0:03:23 Tercero porque por ahí se le rompe la dirección de una camioneta y tenemos una degrada.
0:03:34 ¿Cuál de los dos es usted, dice el medico?
0:03:40 Era una ciudad como política, me refiero a Nueva Tiro, porque así concurría gente de toda índole, de todos los países conocidos en aquel entonces.
0:03:48 Pero la vida se empezó a ser insoportable y hubo algunas personas que cansadas de sus condiciones de vida salieron en busca de suelos más propicios, navegaron hacia el oeste por el Mediterráneo, lo cual estando en tiro era la única posibilidad.
0:04:04 Navegar hacia el este por el Mediterráneo, estando en tiro, era meterse en tierra firme.
0:04:12 Era muy difícil la vida.
0:04:14 Y llegaron a una península muy fértil ubicada en el norte de África.
0:04:19 Les embarcaron, mataron a los aborígenes, ofrecieron sus plegarias a Molotx, un dios que era mitad hombre y mitad becerro si me permite la expresión, y fundaron una nueva ciudad que más tarde iba a llamarse Cartago.
0:04:34 Quiero decir que los cartagineses eran hijos de los fenicios y de ellos heredaron dos cosas.
0:04:42 El genio comercial y también su afición a los sacrificios humanos, porque los fenicios tenían una religión abominable.
0:04:51 Disfrutaban muchísimo con los sacrificios humanos, particularmente de niños, y habían inventado incluso una serie de artefactos que hacían todavía más cruel la muerte de los sacrificados.
0:05:05 Recuerdo aquel que amplificaba los gritos de las víctimas.
0:05:12 Fundaron un gran número de empresas de negocios en África, en España y en Francia.
0:05:18 Y en un momento dado dominaban la mitad del Mediterráneo y miraban con codicia la otra mitad.
0:05:24 Como siempre que uno tiene la mitad de algo, mira con codicia la otra mitad.
0:05:30 En cuanto al dios Molot, estaba seguro de tener su banquete de sacrificio, porque el régimen era el siguiente.
0:05:39 En cada batalla si los cartagineas se ganaban, les sacrificaban los más hermosos prisioneros de guerra.
0:05:46 Y en caso de perderla, tiraban a los hijos de las familias nobles para haber perdido.
0:05:54 La otra nación próspera del Mediterráneo era Roma.
0:06:00 Una Roma que no era todavía imperial, apenas era la República, pero era una nación muy penediciera.
0:06:06 Poco a poco iban exando algunas tierras.
0:06:10 Primero lentamente tardaron casi 300 años en anexarse las 100 millas aledañas a Roma.
0:06:20 Pero bueno, siguieron creciendo en algún momento.
0:06:23 Hicieron acá, de los dos, viene sobrando uvo.
0:06:38 De los dos sobraba uno y el duelo era cosa de ley.
0:06:42 Saca una sota, los uno y el turro me saca un rey.
0:06:47 ¿Qué tarro tienen algunos?
0:06:50 Hijo, aquí les voy a bregar.
0:06:54 Bueno, él se armó un día.
0:06:57 La guerra se armó.
0:06:58 Tuvieron lugar las guerras púnicas, que quieren decir las guerras fenicias,
0:07:01 que son dos.
0:07:02 La primera que duró 23 años se realizó principalmente en el mar,
0:07:06 al principio los cartagineces tenían ventaja, porque los romanos hacían unos barcos de porquería.
0:07:13 Pero los romanos eran buenos alumnos de quienes los vencían y empezaron a aprender,
0:07:18 y al final ganaron la guerra y se anexaron la isla de Sicilia, lo cual le resultó fácil,
0:07:24 porque después de todo era más fácil anexarse la isla de Sicilia, siendo Italia que siendo África.
0:07:30 El jefe de los cartagineces, pero por poquito,
0:07:33 el jefe de los cartagineces en esta primera guerra fue un señor llamado Amélica Arbarca.
0:07:39 Una noche, siete años después de la derrota, tomó a su pequeño hijo de nueve años,
0:07:44 que se llamaba Aníbal, lo llevó al templo de Baal, que era otro de los dioses simpáticos que tenían los fenicios,
0:07:51 y allí lo hizo curar, que seguiría odiando a los romanos hasta el fin de sus días,
0:07:57 y efectivamente nunca olvidó a Aníbal esa promesa.
0:08:01 Pasaron 25 años en los que hubo paz, pero en el año 218 antes de Cristo se armó la podrida.
0:08:07 Empezaron los romanos a mandar unas legiones a atacar España, donde estaban instalados los cartagineces,
0:08:13 todavía en España, ciudad que tiene nombre fenicio,
0:08:17 y el ejército romano ya se iba a embarcar para el África,
0:08:22 cuando vino la noticia de que los cartagineces, mandados por Aníbal, habían cruzado los Alpes,
0:08:27 y que estaban avanzando por tierras nórdicas de Italia.
0:08:31 Así que los romanos que habían planeado esa segunda guerra, púnica, como una guerra de conquista,
0:08:37 resulta que tuvieron que transformarla de Volpiz por raso en guerra de defensa.
0:08:43 Entonces le dijeron a los soldados, bueno, esta es una guerra de defensa,
0:08:47 así que primero deben morir antes de ceder un solo palmo de terreno.
0:08:52 Y empezó la defensa, marcharon los ejércitos romanos al norte, trataron de aplastar a Aníbal,
0:08:58 pero Aníbal los esperó en el lago Trasímero y los derrotó.
0:09:03 Los romanos reunieron un nuevo ejército, esta vez a Aníbal los encontró en Canas,
0:09:09 a pocas millas de Roma, y también le ganó, más fácilmente que la primera vez.
0:09:14 Parece que abatió en aquella batalla, que fue la mayor derrota de Roma en la Electoría, a 70 mil.
0:09:22 Todo el mundo esperaba ver a Aníbal en las puertas de Roma, pero Aníbal no venía.
0:09:27 Le daban todo a Roma, bueno, ahora debe venir a Aníbal y no.
0:09:30 Y en realidad no fue porque dio la espalda a Roma y se fue al sur de Italia,
0:09:36 nadie se explicaba por qué, pero sucedía que Aníbal en aquella batalla también había perdido mucho.
0:09:42 Estaba sin equipo, sin fuerza de ataque, y entonces para reunir un nuevo contingente,
0:09:48 y nuevas armas y nuevas fuerzas, le descansó se fue al sur para esperar refuerzos de cartago que llegarían por mar.
0:09:56 El ejército romano, entonces estaba bajolmando de quinto Fabio Máximo,
0:10:01 a quienes sus compatriotas llamaban contactor el vacilante,
0:10:06 porque su política consistía en no decidirse nunca a tomar una resolución.
0:10:12 Chobusto, disentible, como le daba.
0:10:17 La verdad es que el vacilante era más vivo de lo que parecía.
0:10:20 La vacilación es una estrategia interesante.
0:10:23 Él creía que era mucho mejor postergar para mañana las batallas que podían librarse hoy,
0:10:28 y avanzaba desde lejos contra Aníbal, dando la impresión de que estaba listo para luchar,
0:10:35 y cuando el enemigo le hacía frente, emprendía la retirada.
0:10:39 Y los cartagineños se cansaron, se aburrieron de esto.
0:10:46 No sabían cómo soportar esto.
0:10:48 Victoria Salvasio no sabían cómo se obtenían.
0:10:51 Ellos solo conocían el arte de matar al adversario.
0:10:55 Y la resistencia pasiva de quinto Fabio Máximo venció a ir donde las armas romanas habían sido derrotadas.
0:11:01 Pero Aníbal estaba esperando las tropas y los aprovisionamientos.
0:11:06 Esperaba a su hermano, Azdrúbal, que le mandaba mensajes, supongo que mensajes de texto,
0:11:16 que decía que se encontraba apresurando los envíos,
0:11:19 que le iba a ayudar con un ejército entrenado, con maquinaria guerrera,
0:11:24 y efectivamente, Azdrúbal se encaminó al asedio de Roma para reunirse a Aníbal por vía de los Alpes.
0:11:32 Había logrado vencer a la Guarnición Romana de España.
0:11:35 Aníbal recibió todas estas noticias y con gran alegría.
0:11:39 Se alistó para recibir a su hermano,
0:11:42 pensó que juntos los hermanitos Aníbal y Azdrúbal, los hijos de Amilcar,
0:11:47 que gente, los barcas, iban a marchar contra la ciudad del Tíber.
0:11:52 Pero un día que Aníbal esperaba la llegada de Azdrúbal,
0:11:55 llegó a su campamento un bulto enviado por los romanos,
0:12:01 y al abrirlo encontró la cabeza de su hermano.
0:12:04 Los romanos habían derrotado inesperadamente al ejército de Cartago
0:12:08 y habían dado muerte a su jefe.
0:12:11 Es que fue un golpe mortal para las esperanzas de Aníbal.
0:12:14 Desde ese instante resultaba inútil su permanencia en Italia
0:12:18 y los romanos entonces se lanzaron en ofensiva contra Cartago.
0:12:23 Aníbal tuvo que regresar rápidamente a la África,
0:12:26 ya entonces para defenderse de la invasión romana a Cartago.
0:12:30 Había llegado a Italia como un hombre joven, como un gran invasor,
0:12:34 y volvió a Cartago como un hombre desillusionado y sin fuerzas.
0:12:39 El odio ya se había vuelto locura y desesperación.
0:12:43 Imagínense, padeció la misma derrota que su padre,
0:12:47 se sintió traicionado por los dioses,
0:12:51 siempre uno tiende a esternalizar la culpa.
0:12:55 Reunió los últimos restos de sus ejércitos,
0:12:59 se lanzó contra los romanos, se encontró con ellos en Zama y perdió.
0:13:05 Pidió la paz, estuvo un breve tiempo tranquilo en Cartago,
0:13:09 pero los romanos sospecharon, y con razón,
0:13:13 que se encontraba preparando un nuevo golpe,
0:13:17 y entonces pidieron su presencia en Roma.
0:13:20 Aníbal, recordando la suerte de su hermano a Drúbal,
0:13:23 no fue a Roma sino que salió rajando a Antioquía, en Asia menor.
0:13:28 Los romanos lo persiguieron y lo atraparon en Vitiña,
0:13:33 en las costas del Mar Negro,
0:13:35 y cuando Aníbal vio que no podía escapar, se suicidó.
0:13:39 Le esperaba a Cartago algo todavía peor,
0:13:43 la destrucción total por parte de los romanos,
0:13:46 que la borraron de la Faz de la Tierra.
0:13:49 Sembraron sal, como es famoso,
0:13:51 destruyeron todos los edificios,
0:13:53 pues araron el terreno y sembraron sal,
0:13:55 para que nada creciera así.
0:13:57 Ya sin contra los romanos,
0:14:00 proseguieron su expansión,
0:14:02 que ustedes ya saben cómo terminen.
0:14:05 Podemos decir, en la expansión termina en el año 113,
0:14:08 en el momento de machi y más tensión del Imperio contra Jano,
0:14:12 si es que usted quiere saber cuando termina la expansión.
0:14:17 Pero bueno, también podemos decir que termino en el 476,
0:14:21 cuando los barbaros aniquilaron el Imperio.
0:14:25 En estas guerras púnicas, famosamente se comió un garrón,
0:14:28 Arquímedes de Siracusa,
0:14:31 el famoso Arquímedes del principio,
0:14:34 conforme al cual hay que se mete en una bañera,
0:14:36 desaloja un volumen de agua igual al de su persona.
0:14:41 Eureka, Eureka, dijo.
0:14:44 Se comió un garrón porque estaba, creo que dibujando
0:14:49 algunas figuras geométricas en la tierra,
0:14:52 y aparecieron los soldados, no me acuerdo de qué bando,
0:14:55 y el tipo, sabe, ahí, ahí, no me moleste, el soldado se nos juegó el líquido.
0:14:59 Eso lo contaban siempre en las clases de geometría,
0:15:04 física, pero yo no sé cuál era la moraleza.
0:15:10 Por ahí que no conviene ponerse a estudiar geometría
0:15:14 en el medio de una guerra, ¿no?
0:15:16 En el medio de los dos bandos.
0:15:17 Perte que no convenía estudiar geometría.
0:15:23 Dere bueno.
0:15:25 También, gracias a las guerras púnicas,
0:15:29 se trasladó a la diosa Sibeles,
0:15:32 porque había una leyenda que decía que Roma iba a prevalecer
0:15:34 sobre sus enemigos,
0:15:36 si es que la diosa oriental era trasladada a Roma.
0:15:43 Si usaron elefantes en esta guerra,
0:15:50 no sé para qué, pero se usaron.
0:15:52 Debió ser un espectáculo digno de verse.
0:15:55 El ejército elefante cruzando los alpes.
0:15:58 Y fama también que habían inventado los cartagineces
0:16:05 una forma de hacer volar piedras,
0:16:09 que era mezclar vinagre con ciertas maderas
0:16:12 de fuego para producir una dilatación
0:16:16 y ocasionar rotura de piedras
0:16:19 que por ahí estaban entorpeciendo el camino de las tropas.
0:16:23 Pero mi ignorancia me impide explicar
0:16:28 cómo puede con piedras, vinagre y fuego
0:16:32 hacer volar una piedra que le está obsturando el camino.
0:16:36 Va más allá de mis posibilidades de esta noche.
0:16:40 Pero todo el mundo habla de eso.
0:16:42 Y no todo el mundo habla de eso,
0:16:44 pero algunos dicen que
0:16:47 Aníbal de Andeló Miraran era tuerto.
0:16:51 Que tenía un ojo como de otro color,
0:16:55 o medio revirado.
0:16:58 También lo decían de Alejandro.
0:17:01 André Malro decía que Alejandro de Macedonia
0:17:04 tenía un ojo de un color y otro de otro.
0:17:07 Encontraba que este era un detalle
0:17:10 que al menos en aquellos tiempos
0:17:12 producía una sensación de intervención divina.
0:17:16 Quien sino alguien
0:17:20 señalado de algún modo por los dioses
0:17:23 va a tener un ojo de un color
0:17:25 y otro de otro.
0:17:27 Y otro de otro es horrible.
0:17:29 Sí, suena feo.
0:17:31 Sí suena un poco raro.
0:17:33 A ver, arreglelo, no quedemos mal.
0:17:37 Tenía un ojo de un color y otro.
0:17:42 No, no, eso tampoco, quedaba bien.
0:17:47 Diga lo que tenía que decir,
0:17:49 pero del modo correcto.
0:17:51 Acá está el alumnado, profesor.
0:17:53 Tenía un ojo negro
0:17:57 y otro de otro.
0:18:00 No, ahí parece que tuviera un ojo de otro.
0:18:03 Eso es lo que me está pareciendo.
0:18:05 Creo que esto es lo que decía André Malro.
0:18:08 Que tenía un ojo de él y otro de otro.
0:18:16 Bien, como quiera que sea Alejandro...
0:18:19 Este podría haber dicho que teníamos...
0:18:21 No tuvo ninguna participación en la Guerra Púnica.
0:18:24 Digo, podría haber dicho que tenía un ojo de cada color.
0:18:28 O sea, que eran diferentes.
0:18:30 O sea, siete ojos.
0:18:32 No, de distrae...
0:18:33 Un ojo de cada color del espectro solar.
0:18:36 Son muchos, es cierto.
0:18:40 Debió ser un individuo...
0:18:42 Debió ser un individuo muy curioso.
0:18:44 Dije yo, y si no escucharon, no fue por una dificultad técnica de la radio.
0:18:48 Si no, porque me agaché.
0:18:50 No les puedo decir a qué.
0:18:57 Bueno, ya se nos va a ocurrir.
0:19:00 Nunca se agache.
0:19:02 Bueno, a quién quiere dedicar esta charla acerca de la familia Barca.
0:19:06 El viejo Amilcar, que perdió la primera Guerra Púnica.
0:19:09 Del hijo aníbal, que perdió la segunda.
0:19:12 Y del otro, de Azdrúbal, que ni siquiera llegó.
0:19:18 Llegó parte de él.
0:19:20 Bueno, a Calderón de la misma.
0:19:23 Calderón de la misma, que probablemente...
0:19:25 Si se acablamos de los barcas.
0:19:27 Permítame dedicarle también a Argos, ya que hemos hablado de gente con muchos ojos.
0:19:32 Que tenía mil ojos.
0:19:33 No utilizaban para vigilar a Argos.
0:19:35 Y, por supuesto, parece ser el único dedicando posible en medio de esta historia
0:19:41 de no tan buena gente a las víctimas de esos sacrificios y de esas guerras.
0:19:47 Qué cosa, qué fea religión la de los fenicios, no se vea para nada.
0:19:56 Hemos buscado para ilustrar esta charla acerca de los fenicios tangos sobre Aníbal.
0:20:07 ¿Encontró algo? No encontró nada.
0:20:09 Luego no encontramos.
0:20:13 Entonces, recordando este episodio del Mar Negro.
0:20:19 Allá en Vitini, a donde tuvo que suicidarse, Aníbal.
0:20:24 Me pareció que este...
0:20:27 Podía ser un buen momento para llamarlo la noche triste, Hernán Cortés.
0:20:31 Ojo mejor, la noche triste de Aníbal Barca.
0:20:36 Y vamos a escuchar mi noche triste por Aníbal Troilo y Roberto Grena.
0:20:43 Qué linda.
0:20:44 En homenaje a otro Aníbal, Aníbal Barca, y a otra noche triste.
0:22:44 En la venganza será terrible, hemos escuchado mi noche triste de Contursi por Aníbal Troilo y Roberto Grena.
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