Transcripción automática
0:00:00 Música
0:00:12 Continuamos la venganza, será terrible, estamos en la casa de la provincia de Buenos Aires,
0:00:17 señores aquí en el hermoso auditorio que tiene, hay público presente, ¿verdad?
0:00:21 ¡Claro, muchas gracias, amiga!
0:00:22 Porque si no parece que estamos grabados, viejo.
0:00:30 Y mañana si, estamos a la media noche en el auditorio de Radio El Plata en Gorrítiz 5963,
0:00:36 lo esperamos allí en los últimos programas de este 2014.
0:00:41 Hablaremos esta noche de los incendios de la ciudad de Hanchéu en la China.
0:00:49 Cuando Marco Polo llegó a la China en el siglo XIII, descubrió la ciudad,
0:01:00 se encontró frente a la ciudad de Hanchéu.
0:01:05 Él creía que eran chinos los que gobernaban, en realidad eran ya los mongolins.
0:01:09 Mongolins, sí.
0:01:10 Entonces es su tristor.
0:01:11 Y la ciudad de Hanchéu era enorme, tenía más de un millón de habitantes,
0:01:15 y se creía probablemente la mayor ciudad del mundo.
0:01:18 Pues bien.
0:01:24 La mayoría de las viviendas de esa ciudad, que eran sombrosas,
0:01:28 en muchos términos, estaban hechas de madera y de bambú.
0:01:33 Las calles eran laberínticas y estrechas, las casas estaban prácticamente pegadas unas a otras,
0:01:41 y por ese motivo se producían incendios muy difíciles de detener.
0:01:49 Se incendiaba una casa y se incendiaban mil.
0:01:53 Incendiaba es mucho mejor que encendia.
0:01:56 La frecuencia de incendios en Hanchéu era notable,
0:02:00 y eso es lo que ha llevado a viajeros e historiadores,
0:02:04 a reseñar este fenómeno cada vez que se escribía cerca de ese lugar.
0:02:09 Los distintos cronistas visitaban la ciudad,
0:02:14 y los que tenían la posibilidad de hacerlo varias veces,
0:02:18 decían que cada vez que volvían a Hanchéu,
0:02:21 se encontraban con otro lugar completamente extraño.
0:02:25 Las mudanzas, las nuevas construcciones,
0:02:29 y sobre todo los incendios,
0:02:33 hacían que la ciudad cambiara de aspecto todos los años.
0:02:37 En ninguna ciudad china el peligro era tan grande.
0:02:40 Otras capitales del norte tenían grandes avenidas
0:02:45 que las atravesaban y delimitaban los barrios.
0:02:48 Bueno, de esa forma, los incendios quedaban limitados,
0:02:52 generalmente a un sector relativamente pequeño.
0:02:56 Bueno, en Hanchéu no sucedía.
0:03:01 Había una ciudad a Caifón,
0:03:04 que es la que tuvo la primera organización destinada
0:03:08 a la lucha contra el fuego.
0:03:12 Esta organización fue imitada tiempo después en Hanchéu.
0:03:18 Un año, el año de 1132,
0:03:21 en que el fuego asoló la ciudad cuatro veces.
0:03:28 Al año siguiente, otras cinco veces.
0:03:32 Y cuenta a los cronistas que el fuego se desplegaba
0:03:36 con una velocidad tremenda.
0:03:38 Destruía tres kilómetros cuadrados por hora.
0:03:41 Muchos.
0:03:43 Los afectados estaban autorizados
0:03:46 para acampar en los monasterios budistas de los alrededores.
0:03:50 Cuando el fuego se apagaba,
0:03:53 para solucionar los problemas de vivienda que sobrevenían,
0:03:57 la venta de wambú, de esteras y de tablas de madera
0:04:01 quedaba exenta de impuestos,
0:04:03 por lo que rápidamente se levantaban nuevas casas
0:04:06 con las mismas características
0:04:08 que se volvían a incendiar al poco tiempo.
0:04:11 Allá por 1137, cuando un incendio destruyó 30.000 viviendas,
0:04:16 se imitó la organización de Caifón,
0:04:19 de la que hicimos la encabezada.
0:04:24 Entonces, en los barrios más poblados
0:04:26 pusieron unas torres de observación.
0:04:29 Si aparecía humo en algún lado,
0:04:31 los soldados de guardia anunciaban el comienzo del incendio
0:04:35 alzando banderas, prendiendo faroles.
0:04:38 Había que aprenderse unos códigos
0:04:42 para conocer el lugar del incendio.
0:04:45 Si se declaraba fuego al sur de la puerta celeste,
0:04:48 los guardias alzaban tres banderas.
0:04:51 Si había alcanzado la zona norte, dos banderas
0:04:54 y una sola, si un humo sospechoso aparecía fuera de las murallas.
0:04:59 La ciudad se dividió en sectores
0:05:01 para luchar contra los incendios.
0:05:03 Eran 14 en el interior de las murallas y 8 en el exterior.
0:05:07 Se formó en el ejército un primer cuerpo
0:05:10 dedicado con exclusividad al problema del fuego.
0:05:13 Eran 2.800 sopa.
0:05:16 Estaban equipados, bueno, un poco elementalmente,
0:05:22 por ejemplo, con cubos de agua.
0:05:26 Valdes de agua, sogas, banderas, hachas,
0:05:30 sierras, faroles y ropas no inflamables.
0:05:34 Ayudaban o andaban por las calles
0:05:38 con unos valdes colgando en la espalda
0:05:41 y se los reconocía por eso.
0:05:42 Cuando uno veía un señor con un valde colgando,
0:05:46 decía era un bombero.
0:05:48 No existían todavía las mangueras,
0:05:50 lo que distinguen ahora los bomberos.
0:05:53 ¿Cómo sabe uno que se haya en presencia de un bombero?
0:05:56 Porque andaba mal, señor.
0:05:58 Se quedaba muy bien, señora.
0:06:00 En cambio, en Hancheu se lo reconocía por el valde.
0:06:05 Las cuadrillas no estaban solas.
0:06:07 Cuando se declaraba un incendio,
0:06:09 bueno, una porción de las tropas militares acantonadas
0:06:13 en Hancheu, se movilizaba inmediatamente.
0:06:16 Entre los 2.800 que había destinados a prevenir incendios,
0:06:21 había unos tipos que se encargaban de vigilar las calles
0:06:24 y se reunían en refugios que se ubicaban cada 300 metros.
0:06:28 La vigilancia era estricta.
0:06:32 Escribió Marco Polo.
0:06:34 ¿Has tú el documento original?
0:06:36 Tiene de Marco Polo.
0:06:38 Tengo un original del libro del millón.
0:06:41 Una parte de los guardias patrullaba las calles
0:06:46 para verificar si se hacían fogatas
0:06:48 o si se prendían luces en horas no permitidas.
0:06:52 Si una bebienda era sorprendida en falta,
0:06:55 hacían una marca en la puerta
0:06:58 y a la mañana siguiente el propietario
0:07:00 debía comparecer ante los magistrados.
0:07:02 Si no podía presentar una excusa válida,
0:07:05 entonces sobrevenían a condenar.
0:07:10 Es que a ciertas horas de la madrugada
0:07:13 no se podía prender ningún fuego.
0:07:15 El que era sorprendido haciéndolo
0:07:18 era obligado a mudarse.
0:07:21 En caso de una falta menor,
0:07:23 no le daban leña durante un cierto tiempo.
0:07:26 Aquellas medidas debieron resultar penosas
0:07:28 para los habitantes de una ciudad
0:07:30 en la que la vida nocturna siempre había sido muy intensa.
0:07:34 Muchos establecimientos se mantenían abiertos
0:07:37 hasta altas horas de la noche.
0:07:39 Dice el cronista, faroles multicolores
0:07:42 o mejor todavía multicolores
0:07:44 iluminaban la entrada y el patio de las tabernas,
0:07:48 las casas de té y los escaparates de las tiendas.
0:07:52 A Griego, yo, había casas de baños
0:07:55 en donde la gente iba a pegarse en jugadas.
0:08:00 En el momento en que se tomaron las medidas
0:08:05 contra los incendios,
0:08:07 se apagaban incluso los faroles
0:08:09 destinados al alumbrado público.
0:08:11 ¿Cómo hacían?
0:08:12 Los que transitaron por la noche
0:08:14 debían hacerse acompañar
0:08:16 por hombres de la cuadrilla de prevención
0:08:19 que tenían faroles aprobados por el emperador.
0:08:21 Claro, muy bien.
0:08:22 Si caía mucha gente al agua, porque hancheú,
0:08:25 era una ciudad con pequeños canales.
0:08:27 Pequeños, tan pequeños que...
0:08:29 No servían.
0:08:30 Un poco ayudaban con el problema del diseño,
0:08:34 pero no del todo.
0:08:35 Los borrachos sin faroles del alumbrado público
0:08:39 y sin lucidez caían al agua.
0:08:44 En chino, la palabra caer al agua y borracho
0:08:49 es exactamente la misma, al menos para mí.
0:08:55 Igual que en el dosa.
0:08:56 Ahora bien, a causa de la frecuencia de los incendios,
0:09:00 los grandes comerciantes de la ciudad
0:09:02 consideraban prudente almacenar sus mercancías
0:09:06 en los edificios que habían sido construidos
0:09:09 cerca de los cursos de agua, como ustedes.
0:09:12 Así vivían también los macanudos, las familias ricas.
0:09:17 Precios altísimos.
0:09:19 Los habitantes vivían con miedo, Jorge,
0:09:22 y el párico era frecuente.
0:09:25 Hubo un decreto imperial muy curioso
0:09:29 y muy sabio.
0:09:31 El decreto prohibía a la gente
0:09:34 que se aterrorizara al enterarse de historias de incendios.
0:09:39 Qué bien.
0:09:41 Absolutamente, terminantemente,
0:09:43 prohibido asustarse con historias de incendios
0:09:46 o entrar en panico al saber del comienzo de un fuego.
0:09:52 ¿Incendios, te asustas?
0:09:56 Te has prohibido asustar.
0:09:58 Entonces no pasa nada.
0:09:59 No le dicen no entrar en panico.
0:10:00 Cumplan la ley, le he citado a vosotros al panico, claro.
0:10:03 La ha prohibido asustarse, loco.
0:10:07 La administración debía también impedir los robos,
0:10:10 puesto que los ladrones
0:10:12 encontraban una ocasión favorable
0:10:14 durante la diáspora que seguían los incendios.
0:10:19 Y les llamaban a estos marandrines
0:10:23 los seguidores del fuego.
0:10:25 ¿Qué lindo?
0:10:29 Digamos para terminar
0:10:31 que un gran número de supersticiones
0:10:34 se producían por temor al fuego, ¿no?
0:10:37 Se decía, por ejemplo, que
0:10:40 había algunos sucesos que disparaban el fuego,
0:10:43 que lo causaban, que lo convocaban.
0:10:45 Por ejemplo, el encasamiento de alguna ballena
0:10:49 en los mancos de arena del río Chequeán.
0:10:52 Obvio.
0:10:54 ¿Cuál es la relación causa-effecto
0:10:56 de el incendio?
0:10:58 Es una tema que cada vez que una ballena
0:11:01 encalla en el río Chequeán,
0:11:04 fue el incendio.
0:11:07 Cada vez que nos dirige la molina, perdemos.
0:11:10 Fice esa.
0:11:12 Esa es ciencia.
0:11:14 Y tantos otros, cuando nos dirigen tantos otros.
0:11:19 Bueno, el mal humor del emperador
0:11:21 también causaba incendio.
0:11:23 De manera que el Hijo del Cielo
0:11:25 procuraba mantener su buen talante
0:11:27 sabedor de que toda rabieta...
0:11:30 Va a generar un fuego tremendo.
0:11:32 Se generaba un fuego que construía miles y miles de viviendas.
0:11:35 Todos fuegos siniestros por el trapinato,
0:11:37 pero como se decía hoy en día.
0:11:39 El vuelo de los pájaros contra el viento.
0:11:41 También el rapto de una muchacha hermosa
0:11:44 por parte de un enamorado no correspondido.
0:11:47 Bueno, pero ahí el que ardiga era el propio enamorado.
0:11:51 Claro, se quedaba aquí.
0:11:53 Si tienen permita en esta...
0:11:56 contribución de poeta de cinco pesos.
0:11:59 Pensando Alejandro, que ya que usted narraba
0:12:01 cómo era Janxéu, basta con imaginarla a Hong Kong
0:12:03 de hoy en día, pero hecha con otros materiales.
0:12:06 Y el fuego, que es uno de los cuatro elementos,
0:12:09 hasta el punto fue poco compreendido.
0:12:11 Entrada aquí, como hemos dicho alguna vez aquí,
0:12:13 hubo gente que dijo, bueno, si en todos los otros
0:12:15 nacen bichos en el fuego también.
0:12:17 Y ahí hablaban de la sala Manzana, que no se lo manda.
0:12:19 Por otra parte se discutía de dónde provenía el fuego,
0:12:22 dónde estaba.
0:12:24 Si estaba en el interior de la materia,
0:12:27 si lo venía de afuera,
0:12:29 si era alguna otra cosa que no se podía establecer.
0:12:34 El otro día hablamos con usted de nuestro amigo,
0:12:36 Isaac Newton, que dijo que pese a todas las cosas,
0:12:38 las leyes que había establecido,
0:12:40 él nunca había descubierto lo básico.
0:12:42 Esto que era dónde estaba la energía,
0:12:43 dónde estaba el fuego, de dónde era.
0:12:46 Y por qué, además, así que no sirvió para nada su obra.
0:12:48 Bueno, pensaba en un hombre que...
0:12:50 No se dice de copérnico.
0:12:52 A la Oguera, Australian.
0:12:54 Pensaba en un hombre que aquí se lo acusó,
0:12:56 quizás injustamente de quemar otra gran ciudad,
0:12:58 Roma, que también su poseer de madera,
0:13:00 en su momento habló del emperador Neron,
0:13:02 que no era un buen gobernante, tampoco un buen músico.
0:13:04 Pero lo pinta así.
0:13:06 Sin embargo, el prefería que lo recordaran como un buen músico.
0:13:09 Era un artista que no lo reconoce, que gran está ahí.
0:13:12 Y después hay una ciudad que de algún modo
0:13:15 agradece la tremenda trajea de...
0:13:18 un incendio como fue en Londres,
0:13:20 donde eso le permitió a Christopher Wren,
0:13:22 creo que no me acuerdo bien, creo que Wren este tipo.
0:13:24 Claro, pero hubo...
0:13:26 Sería lindo el libro de los incendios
0:13:28 de las grandes ciudades,
0:13:30 pensando en Chicago, en Londres,
0:13:32 casi todas las grandes ciudades,
0:13:34 o muchas grandes ciudades, tuvieron incendios
0:13:36 históricos,
0:13:38 tremendos y apocalípticos.
0:13:40 Una llamada telefónica donde una voz
0:13:42 en alemán en la película aparece en inglés,
0:13:44 dice, Is Paris Burning?
0:13:46 ¿Is Paris?
0:13:48 ¿Ah, de Paris?
0:13:50 Pero en todos modos, Alejandro,
0:13:52 fíjese que curioso,
0:13:54 en inglés se habla del departamento de fuego.
0:13:56 Nosotros elegimos la palabra bombeiros,
0:13:58 que es mucho más adecuada,
0:14:00 porque estamos de lado de la solución, macho,
0:14:02 no del problema.
0:14:04 El lado de la bomba, no del lado del fuego.
0:14:08 Estaba pensando que, afortunadamente,
0:14:10 no se ha usado en las ciudades lo que
0:14:12 nosotros los antiguos llamábamos el fuego griego,
0:14:14 que era un fuego que no había forma de apagar
0:14:16 hasta el punto que se usaba en las batallas navales.
0:14:18 ¿Y qué fue el origen
0:14:20 de los cañones?
0:14:22 Sí, sí, era...
0:14:24 No digo la pólvora, pero...
0:14:26 Era petróleo, fue todo, era una cosa básica,
0:14:28 sí, este. Estaba pensando también ahora, Alejandro,
0:14:30 que los tipos de batallón de 2.800,
0:14:32 si llevaban un cuenco
0:14:34 en la espalda,
0:14:36 iba a tener problemas cuando corriera, porque se vuelca.
0:14:38 Es probable que usaran una pérdiga
0:14:40 con dos baldes colgando, que lo hemos visto en todas las películas chines,
0:14:42 que se vayan sin sabor para que se servían.
0:14:44 Pero de todo modo...
0:14:46 Sí, los chinos siempre llevan dos baldes, ¿no?
0:14:48 Sí, y eso explica hasta la grandeza de ese pueblo.
0:14:50 A veces ahí hay familias de granjeros
0:14:52 que tienen
0:14:54 un balde sin uso,
0:14:56 un balde ocioso,
0:14:58 esperando juntar los recursos necesarios
0:15:00 para comprar el segundo balde.
0:15:04 Pero para ir resumiendo esto un poco, Alejandro,
0:15:06 el día de ayer justamente
0:15:08 estuve
0:15:10 en el pueblo natal de mi madre,
0:15:12 un pueblo que yo conocí desde muy pequeño,
0:15:14 pensaba en esto que decía usted de la ciudad que se incendiaba.
0:15:16 Y pese a que el pueblo de Rera,
0:15:18 en la provincia del Ternillo, su pueblito, que ahora estamos en Iberán,
0:15:20 pero no sufrió nunca un incendio,
0:15:22 la extensión, el campo argentino, son creeros, o cienes,
0:15:24 o eso,
0:15:26 tuve la impresión esta,
0:15:28 y cada vez que había vuelto al pueblo de mi madre,
0:15:30 ese pueblo no era el mismo,
0:15:32 y en el fondo seguía siendo el mismo.
0:15:34 Y quizás esa es la advertencia
0:15:36 para que esas personas que piensen
0:15:38 que hay un incendio para que algo cambie,
0:15:40 puede ser una ciudad, puede ser un barco,
0:15:42 puede ser una historia cualquiera.
0:15:44 Pasta con que uno advierta
0:15:46 detrás de la mirada que está centrada
0:15:48 en ese objetivo,
0:15:50 una especie de, como decirlo,
0:15:52 de quemazón, de pequeña
0:15:54 chispa que está anunciando que habrá un cambio.
0:15:56 En ese caso, y para prevenir
0:15:58 todo usted debe decir simplemente
0:16:00 una frase, hay humo en tus ojos.
0:16:02 Y hay humo en tus ojos,
0:16:04 frase que decían los chinos,
0:16:06 a modo de indicio.
0:16:10 Es también una bella canción
0:16:12 americana que escucharemos
0:16:14 en la versión de Larry Adler,
0:16:16 el mejor harmonicista que ha existido.
0:16:20 adelante,
0:16:22 es una canción, evidentemente, compuesta,
0:16:24 pensando en los incendios de
0:16:26 Hansher.
0:19:32 Era Larry Adler.
0:19:34 Era terrible.
0:19:36 Hay humo en tus ojos.
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