Transcripción automática
0:00:00 Muy bien, continuamos en la venganza Será Terrible, estamos aquí en el auditorio de Arrayo del Plata,
0:00:06 Corriti 5963, entre Ravi y Niani, y también la otra que es nuestra querida Arevalo.
0:00:12 Les comento aquí al público que está aquí presente, que hay unas cajas que verán así a la izquierda de ustedes,
0:00:20 que son para dejar mensajes, los que quieran los pueden depositar así, y lo mismo la gente que está atrás de todo,
0:00:25 si quieren venir a sentarse acá en el piso adelante, y a alguien si tienen ganas.
0:00:30 Sí, creo que son los operadores. Hablaremos hoy de los rostros anónimos de los reyes.
0:00:40 Hace poco tiempo hablábamos de retratos, y dijimos que su principal función en una época de la historia era informativa.
0:00:52 Ante la completa ausencia de medios visuales de comunicación, aquello retrato servía para que los súbditos de los imperios o de los reinos
0:01:02 conocieran la cara de sus reyes. En algunos casos el conocimiento del rostro del rey podía tener mucha importancia,
0:01:14 tanta que podía salvarnos la vida.
0:01:18 Se ha dicho que en tiempo, no sé qué dinastía en China, no sé,
0:01:28 durante el gobierno del emperador Guantí, muchos eran masacrados por su desdén ante la presencia imperial.
0:01:39 Sucedía lo siguiente, Guantí tenía por costumbre eludir el protocolo y salir a caminar por los alrededores del palacio
0:01:47 sin un séquito importante y sin las pilchas que lo acreditaban como excesives.
0:01:54 Esas salidas eran una trampa mortal para los caminantes que se los cruzaban porque una disposición ineludible
0:02:04 indicaba que cualquier gilastro debía echarse al suelo cuando pasaban emperadores.
0:02:10 Esto era absolutamente obligatorio.
0:02:13 Ahora bien, si el emperador pasaba y vos no lo reconocías, entonces no te prosternabas y le ibas a pasar muy mal.
0:02:22 Hemos contado alguna vez que habían cargado de hacer sonar una campana
0:02:28 cuando el emperador se aproximaba a algún sitio para prevenir a los incaustos,
0:02:33 Tilintilín, Araca que está en puerta, el emperador.
0:02:38 Eso sigue bastante parecido al dios y es el sentido en que un ciudadano no puede ignorar la ley por más que no se haya leído.
0:02:44 Es verdad, yo había notado una objeción aquí, que era si el emperador no sigue el protocolo,
0:02:52 yo porque lo de seguir, pero no se puede alegar desconocimiento ni error.
0:02:59 Como bien nos dice cada día, Darío Vizalés.
0:03:03 Entonces no se puede alegar desconocimiento de la cara del emperador.
0:03:10 Evidentemente no es el mismo caso.
0:03:16 Bien, ahora este tipo de guantí se aliazina a Vizalés a nadie.
0:03:21 Y por otra parte, su rostro no era conocido y alguno podría agregar que aunque fuera conocido el rostro de guantí,
0:03:28 toda vez que era el emperador de la China era relativamente fácil de ser confundido.
0:03:33 Esos son chistes que ya no se ha.
0:03:35 Son chistes para que se vean el correo.
0:03:37 No siento que a guantí no le importaba todo esto.
0:03:39 Quiero decir, los caminantes no lo reconocían.
0:03:42 A guantí no le importaba.
0:03:44 Pero los terribles burocratas que lo acompañaban tomaban nota de todos aquellos que se lo cruzaban sin hacer la menor reverencia.
0:03:51 Y más tarde, ya cuando guante y volvía al palacio, la guardia apresaba a todos los que no habían caído de rodillas
0:03:58 y terminaban en prisión y luego eran ejecutados.
0:04:02 Esto era en el año 600 d.C.
0:04:05 Y suerte y los tiempos que vivimos han desterrado para siempre esta clase de locura en los príncipes.
0:04:12 Por cierto, han sido reemplazadas por otras, mucho peores.
0:04:16 Más cerca de nosotros conocemos el verretín del rey Fernando de Nápoles,
0:04:21 que disfrutaba enormemente del anonimato y cada tanto se vestía echó un croto
0:04:28 y iba a la feria de Nápoles a vender pescado.
0:04:32 ¿Le gustaba vender pescado?
0:04:34 Salía ahí, desde luego no había ningún castigo para que no lo reconocía porque más bien se fatidiava cuando algunos se querían conocer.
0:04:43 Y bueno, ahí andaba, jugaba al vendedor de pescado.
0:04:47 Si alguno lo reconocía, por ejemplo, su majestad, como tiene el besugo, lo recapitaba.
0:04:55 ¿Cómo tiene su rubis, su majestad?
0:04:58 Pero él no, él quería que lo trataran como un pescador cualquiera.
0:05:03 Una vez sucedió algo notable en Bohemia, allá por el año 1809,
0:05:09 relacionado con este anonimato que pueden gozar o padecer también algunos poderosos,
0:05:16 sucedió que Napoleón, Alejandro de Rusia y el emperador austríaco Francisco II se habían reunido en una casería.
0:05:27 Sería que tuvo lugar después de intensas gestiones diplomáticas.
0:05:31 En verdad, Napoleón no era aficionado a las partidas de caza,
0:05:36 pero no quiso importar al sal de Rusia ni al emperador austríaco y fueron todos.
0:05:42 Cuentan que iban los tres a caballo conversando, muy entusiasmados,
0:05:46 y perdieron de vista a los otros cazadores e incluso al séquito.
0:05:51 Al rato los tres poderosos vieron una casa y quisieron entrar para descansar un rato y pedir algo de beber.
0:05:58 Era la casa de un leñador.
0:06:01 Bueno, el mismo leñador le sirvió algo y mientras lo hacía, le preguntó quiénes eran.
0:06:09 No lo sabía reconocido.
0:06:11 El primero en contestar fue Napoleón, que se presentó como el emperador de los franceses.
0:06:16 Los otros dos no quisieron ser menos y también aclararon su jerarquía.
0:06:20 Cantado Alejandro Sarderrusia, soy Francisco II, el emperador del imperio Austro-Unganua.
0:06:27 El leñador los miró con una sonrisa burlona.
0:06:31 Dijo, me vienen a cargar esto.
0:06:34 Se sentaron a Morfana y en un momento cae un vecino.
0:06:40 Golpea una puerta.
0:06:42 Un resort, te diría.
0:06:51 Napoleón, asustado, preguntó quién podía ser.
0:06:56 Y el leñador, que en verdad no le había creído nada, pidió a los reyes que se procternaran,
0:07:03 porque el que golpeó a la puerta era nada menos que el emperador de la China.
0:07:07 Digo, para hacerse el rano, el leñador, ya que lo estaban cargando, dice, a ver.
0:07:12 Entró el vecino y el leñador continuó haciéndose el pliola
0:07:17 y les pidió a los invitados que abandonaran la mesa, que dejaban lugar
0:07:21 porque se iba a sentar el más ilustre de la obisita.
0:07:24 Al rato, llegan a la puerta, nada menos que los acompañantes, el séquito de los tres emperadores,
0:07:33 que estaba atrasado, ¿no?
0:07:36 Golpea la puerta, sale el leñador y se encuentra con los caballos imperiales,
0:07:42 doscientos jinetes.
0:07:44 ¿Están los emperadores?
0:07:47 Sí, sí, el leñador, caballería en galanada, todo.
0:07:51 Entonces creyó todo lo que le habían dicho, se asustó,
0:07:55 se tiró al suelo, besó la capa de Sara Alejandro, pidió perdón.
0:08:00 Napoleón, el Sari, Francisco se rieron,
0:08:04 despidieron algo en hombre y saludaron con gran reverencia al vecino,
0:08:10 al emperador de la China, vecino que por otra parte nos parecía entender lo que había hecho.
0:08:17 Estos son emperadores, ¿no?
0:08:19 Es una gran historia.
0:08:20 Sí, señor, muy bien.
0:08:21 Una extraordinaria.
0:08:25 Hubo un rey que aprovechó la poca difusión de su rostro para disfrutar de asuntos amorosos.
0:08:33 Bueno, algunos tenemos la necesidad de no difundir nuestro rostro en los asuntos amorosos,
0:08:41 incluso de ocultar lo quiero decir regador de casa.
0:08:44 Pero bueno, nos reverimos a Amadeo primero de Sabolla,
0:08:48 que reino en España allá por 1870,
0:08:51 cuando por un problema de sucesión se convocó un noble extranjero
0:08:56 para que regenteara el país, fue regente.
0:08:59 Hemos contado hace tiempo que Amadeo estaba casado en Italia con María del Pozo de la Chisterna.
0:09:08 Sin embargo, ella no la acompañó a España, lo dejó un tiempo solo en Madrid.
0:09:13 Y allí Amadeo iba mucho al teatro y un día vio en el palco a una muchacha y le gustó.
0:09:21 Se enamoró.
0:09:23 Cuando Amadeo le preguntó a sus ayudantes por la identidad de la chica,
0:09:26 me dijeron que se trataba de la hija del escritor y periodista Mariano José de Lara,
0:09:33 un hombre que se había suicidado ya muchos años antes.
0:09:36 El rey incluso amonestó a su acompañante por empezar a hablar de Lara.
0:09:46 Bueno, él dijo que lo que quería es saber algo de la mina.
0:09:53 Bueno, entonces le dijeron que la muchacha se llamaba Adela, le dijeron dónde vivía,
0:09:57 y una tarde el tipo se presentó.
0:10:00 Un resor.
0:10:02 Resor que se amadeó.
0:10:06 Golpió la puerta y se presentó como un admirador.
0:10:09 No le dijo que era el rey.
0:10:11 Y ella no lo reconoció.
0:10:13 Tuvieron una amable conversación.
0:10:15 Amadeo prometió volver a visitarla.
0:10:17 Y en el segundo encuentro se hicieron amantes.
0:10:20 Amadeo nunca le dijo nada acerca de su condición.
0:10:25 Al menos no durante los primeros dos meses.
0:10:28 Dice el cronista que si su silencio fue cierto,
0:10:33 su comportamiento amoroso fue de hígno de reyes.
0:10:36 Un cronista que también parece un poco adulto.
0:10:40 La primera reacción de Adela cuando se enteró,
0:10:43 porque un día le dijo el tipo, le habrá dicho,
0:10:45 mira, dice, soy el rey.
0:10:48 Anda, tope la trajita.
0:10:50 El tipo ahí en el casoncillo, dice.
0:10:52 Sí, dice, la misma de la cocina.
0:10:56 Sí, sabe una cosa, dice, soy el rey.
0:11:01 La primera reacción de la tipa fue de incredulidad.
0:11:05 ¿Qué vas a hacer el rey?
0:11:07 Si vos sos el rey.
0:11:08 Si vos sos el rey, que queda para mí, todas esas cosas.
0:11:13 Al final, cuando le creó, lo quiso echar.
0:11:16 Le dijo, vaya así, majestad.
0:11:18 Pero luego, cuando pensó que Amadeo no había usufurtuado
0:11:23 su jerarquía para seducirla, cayó enamorada.
0:11:26 Cayó enamorada es una metáfora, ¿no?
0:11:28 Muchos estarán pensando que le agarró un golpe de amor
0:11:32 de tal naturaleza que se sentó detrás de por decirlo así.
0:11:37 Yo nunca he visto eso, puede suceder eso.
0:11:40 Y sí, pero no es amor, ¿eh?
0:11:42 Sí, es una metáfora.
0:11:45 Sin embargo, bueno, no importa.
0:11:49 El caso es que esta chica se enamoró,
0:11:51 continuaron las visitas de Amadeo de Saboya
0:11:54 hasta que al poco tiempo llegó a Madrid, nada menos
0:11:57 que María del Pozo de la Chisterna,
0:12:00 a quien habíamos dejado justamente ahí en el pozo.
0:12:03 Y la vigilancia que ejerció sobre su marido
0:12:06 se volvió estricta y bueno,
0:12:08 Amadeo siempre tuvo esos gestos de renuncia.
0:12:11 En una oportunidad decidió dar un paseo
0:12:14 por los alrededor del palacio,
0:12:17 se cruzó con una hermosa mujer que vendía violetas.
0:12:24 Violetas, violetas.
0:12:26 ¿Me las quiero usted comprar?
0:12:35 Bueno, se acuerdan de la canción, una linda canción.
0:12:41 Se cruzó con la violetera, la joven no lo reconoció tampoco.
0:12:45 Ya con la otra, chau.
0:12:47 La dejó chau, renuncie, no te veo más.
0:12:50 La violetera no lo reconoció.
0:12:53 Y dice que nadie le conocía la cara a Amadeo.
0:12:56 Y el rey buscó en su bolsillo las monedas
0:12:58 para comprarle un ramillete a la florista,
0:13:00 pero no tenía guita encima.
0:13:02 Claro, como era rey, salía siempre sin plata
0:13:05 y le decía después vengo a garpar.
0:13:08 Y todas les regalaban el morphe, y ve como son.
0:13:11 Pero la florista, al ver que el tipo no tenía dinero,
0:13:14 sin saber que era el rey, tuvo la gentileza de regalarle una flor
0:13:18 y Amadeo se emocionó
0:13:20 y empezó una animada charla con las muchachas.
0:13:23 Después llegó la tarde, oscureció, y ya que estaban,
0:13:26 hicieron el amor en un banco.
0:13:29 En un banco no, en el sentido financiero.
0:13:32 ¿Ensen que hicieron un tomate?
0:13:34 No es que hicieron el amor en el banco provincia, no.
0:13:37 En un banco era plaza, junto a uno de los árboles.
0:13:40 De la actual Plaza de Oriente,
0:13:43 ahí frente al Palacio Real, con toda la gente que hay.
0:13:46 Sí, escúcheme, está el generalismo, está la somada.
0:13:50 Después se despidieron y jamás volvieron a ver.
0:13:55 Bueno, y esta es la última historia de reyes no reconocidos.
0:13:58 La segunda en hermosura me parece porque la que más me gustó
0:14:01 fue la del rey enamorado
0:14:06 de una mina en el pábico.
0:14:11 Ocurre que te redea con este asunto de ser uno
0:14:14 quién es y no decirlo o al inversa.
0:14:16 Pensaba un amigo de este programa como Harumal Rashid,
0:14:18 que salía por la noche para ver el prisionamiento,
0:14:21 que eso lo conocemos.
0:14:23 ¿A qué lef aquel que salía de incógnito?
0:14:26 Le preguntaba a los bien dantes
0:14:29 que opinaban de cada asunto del reino, de la cosa pública.
0:14:32 Pensaba en nuestro amigo y pariente,
0:14:35 en un caso Richard Martin,
0:14:37 que fue el único infiel capaz de llegar
0:14:40 hasta la meca.
0:14:42 Y además hablando de cerca de seis o siete dialectos
0:14:45 entre el árabe distinto,
0:14:47 imitándolos el momento correcto.
0:14:49 Pero sabe que el río me sacó una pasada,
0:14:51 estuve en el Museo Histórico Nacional
0:14:53 y me asaltó una cosa con esto,
0:14:55 porque remedio de escalada, por ejemplo,
0:14:57 entró una vitrina en la siguiente,
0:14:59 hubiera sido imposible que San Martín
0:15:01 siguiera con la misma mina.
0:15:03 Digo, los retractos de esas personas,
0:15:05 maritas antes de Thompson,
0:15:07 también es irreconocible de una pintura a la otra.
0:15:09 Ah, es complicado, es cierto.
0:15:11 Sí, bueno, espacen a San Martín.
0:15:15 La estampilla de San Martín.
0:15:17 Se encuentra un muchacho distinto.
0:15:19 En la sala siguiente me encuentro con un amigo nuestro,
0:15:21 Juan Manuel Blanes,
0:15:23 de profesión pintor, uruguayo, el hombre.
0:15:25 Y el tipo se tomó el laburo
0:15:27 de ir a ver a todos los fulanos que estaban en Chuel,
0:15:29 el general Roca, Fosderingham,
0:15:31 Levache,
0:15:33 todo el aclaro mayor del ejército
0:15:35 y por primera vez en un cuadro aparecieron los rostros
0:15:37 tan como él.
0:15:39 Si esto tenía algún sentido,
0:15:41 y también después la fotografía.
0:15:43 Había un aficionado, la fotografía que era
0:15:45 Urquiza, que había hecho repartir
0:15:47 fotografías suyas, no suschas,
0:15:49 en el año 1869,
0:15:51 y todos los paisanos de la partida
0:15:53 que entraron a asesinarlos,
0:15:55 habían perfectamente cual era.
0:15:57 Por cual, creo que es un gesto patriótico,
0:15:59 pero bueno.
0:16:01 No había manera de ser yo.
0:16:03 Ahí tenés.
0:16:05 Y esto es que sabe la otra,
0:16:07 que es una maravillosa novela
0:16:09 de Anthony Hobbes, que recomiendo muy
0:16:11 fervorosamente que es el prisionero de Cenda,
0:16:13 donde un tipo...
0:16:15 Hay escutamente el problema del doble, ¿no?
0:16:17 Pero claro, porque hay un rey que es un avo,
0:16:19 que es un tipo de mala gente, que es el yo,
0:16:21 y se haga un tipo que es igual,
0:16:23 que es bárbaro, que es un gran amante.
0:16:25 Entonces se parece en el archivo de Alcrancher.
0:16:29 Pero en realidad creo, Alejandro, que el asunto
0:16:31 se plantea, el único que ha hablado la posta
0:16:33 de esto es nuestro amigo Robert Louis Stevenson,
0:16:35 porque en realidad
0:16:37 uno se puede parecer a sí mismo,
0:16:39 y en ese punto en que se parece a sí mismo,
0:16:41 es efectivamente
0:16:43 o un ángel o una bestia.
0:16:45 Diba, a mí me sucede varias veces en el día.
0:16:47 Y entonces, es extraño,
0:16:49 porque uno, igual que la
0:16:51 continuidad jurídica de los estados,
0:16:53 cree que es el mismo tipo, que se peleó
0:16:55 en la madrugada con un malebo del otro cuadro,
0:16:57 el mismo que se dujo a la señorita
0:16:59 dos horas después, el mismo que se presentó
0:17:01 tarde de trabajo, y
0:17:03 esa idea de continuidad jurídica de uno,
0:17:05 de aquí uno solo, y las personas
0:17:07 que lo rodean, que van
0:17:09 haciéndose a la idea de que esa persona que conocen
0:17:11 funciona siempre de algún modo,
0:17:13 y así, cuando la persona
0:17:15 manifiesta alguna cosa que los otros no vieron,
0:17:17 entonces se ofenden, toda no
0:17:19 con trimilar de la gente,
0:17:21 de aquella persona que la gente supone.
0:17:23 ¿El perro me desconoció?
0:17:25 Claro, y siempre hice el...
0:17:27 ¿El perro me desconoció?
0:17:29 El asunto es que pareciera ser
0:17:31 que uno
0:17:33 le exige al mundo, que lo reconozca
0:17:35 incluso en las actitudes más ruinas,
0:17:37 y que sea que sea que sea una buena persona
0:17:39 que así cuando uno traiciona a alguien
0:17:41 esta traición no les echa a cada uno,
0:17:43 porque uno siempre fue, vos sabés lo bueno que soy,
0:17:45 y que entonces, frente a la niña
0:17:47 que le vuelve un día para el otro,
0:17:49 como le pasa a cualquiera de nosotras,
0:17:51 lo deja de querer el tipo asombrado,
0:17:53 al ver la embrazo de otro,
0:17:55 la mirarera, y la que
0:17:57 ahora no me conocés.
0:17:59 Y ahora no me conocés
0:18:01 incluso con sí no me pregunto.
0:18:03 Sí, sí, ahora no me conocés.
0:18:05 Loca.
0:18:06 Es el nombre del tango que vamos a escuchar
0:18:08 por Libertad la Mar, que no sin antes
0:18:10 comentar algo acerca
0:18:12 de este...
0:18:14 no...
0:18:16 no utilizar los atributos
0:18:18 reales
0:18:20 o...
0:18:22 públicos o conocidos
0:18:24 para levantar menas.
0:18:26 Y será bueno,
0:18:28 no dijo que era el rey,
0:18:30 puede ser que esto tenga
0:18:32 alguna clase de noblesa, pero...
0:18:34 vamos a ver
0:18:36 qué pasa con esto.
0:18:39 Qué pasa, no hay que hay un problema.
0:18:41 Y se suponga que usted fuera rey.
0:18:43 O mejor todavía,
0:18:45 mejor para nuestro...
0:18:47 nuestro asonamiento.
0:18:49 Fui, por lo que sí, que usted fuiera...
0:18:52 como lo es realmente,
0:18:54 una persona notable y conocida.
0:18:56 Mm-hm.
0:18:58 Pongamos para no hacerlo personal,
0:19:00 que usted fuera...
0:19:02 un tipo de tocar al piano
0:19:04 maravilloso.
0:19:06 El señor...
0:19:07 Monk.
0:19:08 Rubenstein o...
0:19:10 Vladimir Horowitz.
0:19:12 Y entonces empieza a levantarse una,
0:19:14 hubo otras menas,
0:19:15 que se levantara alguna.
0:19:16 Sí, seguro, cada concierto.
0:19:19 Y alguien le dice,
0:19:21 claro,
0:19:22 vos te levantas menas porque tocas el piano.
0:19:25 como quien...
0:19:26 comprara.
0:19:28 Como si fuera una maniobra ilegítima.
0:19:30 Como si fuera una maniobra ilegítima y de engaño.
0:19:33 Pero usted es...
0:19:35 el que toca el piano,
0:19:37 el que aprendió a tocar el piano,
0:19:39 es usted.
0:19:40 Pero más bien.
0:19:41 Es usted.
0:19:42 Entonces no le deje a él.
0:19:44 Vos te levantas, mira,
0:19:45 porque es Rubenstein.
0:19:46 Es como decirle a una dama hermosa,
0:19:48 ¡eh!,
0:19:49 vos levantas tipo porque sos rubia.
0:19:51 Porque sos pechugona.
0:19:53 Bueno, sí, dice la mena.
0:19:55 Es que eso es, eso es yo.
0:19:58 Reprocharle a alguien,
0:20:00 que con alguno de sus dones,
0:20:03 Obtenga la seducción de una señorita,
0:20:06 como si esto fuera una maniobra ilegítima.
0:20:11 Es una maniobra de la cabeza,
0:20:13 que solamente explico con envidia.
0:20:15 Pero, claro, y sobre todo frente a los grandes,
0:20:17 imagino en la escena,
0:20:19 y en algunos casos parecen a verse planteadas,
0:20:21 y alegras, y claro,
0:20:22 como no te la hace que más,
0:20:23 si sos Carlos Garnier.
0:20:24 Y sí, estúpido, Carlos Garnier.
0:20:26 Me llegué muy, te la traigo de muy,
0:20:28 y me gustó de un mal.
0:20:29 Es muy raro eso.
0:20:31 Y todo el mundo está bien.
0:20:32 Digo, el caso,
0:20:33 el caso de la única valiente
0:20:34 que hay con eso es la mano del poder.
0:20:36 No eran iguales, seguramente,
0:20:38 el rey Amado,
0:20:39 estoy pensando en algún otro,
0:20:40 más comeliente,
0:20:41 Carlos I,
0:20:42 es tu ardo,
0:20:43 a quien le gustaba las minas,
0:20:44 y las minas le daban bola,
0:20:45 que,
0:20:46 este, por ahí, Luis XIV,
0:20:47 en 2013, en realidad.
0:20:48 Con su padre, por ejemplo,
0:20:49 Cacó.
0:20:51 Entonces, ahí ya,
0:20:52 era más probable que la mina fuera por miedo, este,
0:20:54 y que...
0:20:55 Bueno, señores,
0:20:56 sí vamos a escuchar,
0:20:58 ahora,
0:20:59 a los que me conocéis,
0:21:00 por libertad de la mar.
0:21:01 Que hagan.
0:21:32 No serias que te amaba,
0:21:34 y yo, con mi voz tan bien,
0:21:38 angonía de vivir sin voz,
0:21:42 o morir en un camino,
0:21:46 y me marge de canuajera,
0:21:48 la maldición sobre los dos,
0:21:51 y este es el pago que me da.
0:21:56 Pero ahora no me conoce,
0:22:01 me borro sin gratitud,
0:22:05 aunque eres que es mi alma,
0:22:07 nunca no podrás olvidar,
0:22:09 nunca lo de nuestra juventad.
0:22:13 Algún día llorará,
0:22:18 todo el daño que me hace,
0:22:22 te busque quitarme paz,
0:22:24 por cariño nada más,
0:22:26 y ahora no me conoce.
0:22:31 No te juegas con un corazón,
0:22:36 como vos lo haces conmigo,
0:22:40 no pongas el gesto a un año,
0:22:43 buscarte pues ni engaño,
0:22:45 y hallarte mi castigo.
0:22:51 Yo no sé cómo poder fingir,
0:22:55 ese asombre en mi presencia,
0:22:59 yo me soñaba esta ocasión,
0:23:02 se vi pasarte hoy reír,
0:23:05 y se hizo tristas mi lucid.
0:23:11 Ahora no me conoce,
0:23:17 me borro sin gratitud,
0:23:22 aunque eres que es mi alma,
0:23:24 nunca no podrás olvidar,
0:23:26 nunca lo de nuestra juventad.
0:23:30 Algún día llorará,
0:23:34 todo el daño que me hace,
0:23:39 te busque quitarme paz,
0:23:41 por cariño nada más,
0:23:44 y ahora no me conoce.
0:23:52 Era libertad la mar,
0:23:54 que en la venganza será terrible,
0:23:56 ahora no me conoces.
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