Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de los últimos días del rey Carlos VII de Francia, unos últimos días que fueron fantásticos,
0:00:09 porque se la pasaba de orquíe en orquíe, por eso esos días fueron los últimos, dicen algunos.
0:00:17 Así que alejen a los niños de la vecindad de los receptores, porque este es un informe un poco escabroso
0:00:24 y llenos de escenas que pueden ofender a más de cuatro.
0:00:35 Como bien sabemos, Carlos VII fue aquel rey francés que los ingleses mantuvieron proscripto durante su invasión a Francia.
0:00:43 Vamos, el rey de Juana de Arco. Aquel rey, aquí en el segundo isen, reconoció a Juana de Arco.
0:00:49 Cuando Juana fue a entrevistarse por primera vez con Carlos VII, alguien se le ocurrió para poner a prueba los dones y los poderes de Juana,
0:00:58 que el rey se hiciera pasar por uno cualquiera, por un cortesano cualquiera, y que otro ocupase el lugar del rey.
0:01:06 Y Juana entró y en vez de dirigirse a un pichy que estaba sentado en el trono, encaró directamente a Carlos VII,
0:01:14 que estaba disfrazado de Último Rejón del Tarro, con lo cual todos comprobaron que efectivamente Juana de Arco tenía muchísimos poderes.
0:01:22 Por ejemplo, el de reconocer a los reyes que se hacían pasar por Octáreos.
0:01:26 Bueno, Carlos VII estaba casado con María de Anjú, y como hemos contado alguna vez,
0:01:32 estuvo como amante a la hermosa Año Sorel, una rubia de ojos claros, boca encantadora y busto correcto, dice el cronista.
0:01:47 Nunca hemos habido bien que a veces hablan de Año Sorel, hablan de este busto correcto, y no se sabe cuál es el sentido de la corrección aplicada al busto.
0:02:01 Estaban en el lugar indicado, debido.
0:02:03 Podría ser esa clase de corrección u otra.
0:02:08 Parece que Año, de todos modos a favor de esta corrección, había puesto de moda el escote, y a veces, disculpeme, escondía un seno y mostraba el otro.
0:02:19 Mostraba el otro, con una finita gracia, y supongo yo, con muchísima corrección.
0:02:28 También dijimos que Carlos, estaba muy enamorado, desde luego, le había regalado una mansión sobre una colina cercana al marne.
0:02:39 El lugar se llamaba, precisamente, Bote Sigmarne, belleza sobre el marne, que es un río por ahí, cerca de París,
0:02:48 y que inspiró, mejor dicho, del cual toma el nombre de una batalla, y de esta batalla toma el nombre de un tango.
0:02:56 Son datos.
0:02:58 La chica, entonces, conocía como Duquesa de la Bote, de la belleza.
0:03:03 Esta chica había hecho de Carlos un buen rey.
0:03:07 Porque antes de conocerla, Carlos se dedicaba con total exclusividad a seducir muchachas.
0:03:14 Andaba por ahí, no hacía absolutamente nada, no gobernaba nada.
0:03:18 Incluso se dedicaba a inventar ademanes que denotaran proposiciones de sonestas.
0:03:25 Todos estos ademanes que nosotros bien conocemos, los inventó Carlos VII.
0:03:30 Antes tenías que decirlo.
0:03:33 Gracias a Carlos VII que inventó esos ademanes, directamente uno puede, en silencio, hacer proposiciones de sonestas.
0:03:41 Incluso a muchachas que hablan idiomas centramente desconocidos.
0:03:46 Este es el idioma universal de la desonesquiedad.
0:03:54 Bueno, parece que a favor de toda esta actividad había descuidado Carlos los asuntos políticos del rey.
0:04:02 Y todos lo conocían como Carlos el Indolente.
0:04:07 Pero un día, año, Sorel le dijo que ya no podía dejarse seducir por un hombre que no fuera además un buen gobernante.
0:04:22 Y después de ese discurso se hizo bueno, o mejor dicho se hizo más aplicado en subfunción de príncipe.
0:04:31 Y derrotó a los ingleses, los expulsó de las últimas regiones que habían ocupado.
0:04:36 Entonces fue conocido como Carlos el Vitorioso.
0:04:40 El Vitorioso, el Indolente, el Omnismo.
0:04:43 Parece que los franceses no podían evitar poner esa clase de apodos.
0:04:48 El Indolente, el Vitorioso, el Bordo, el Bueno, el Pelado.
0:04:53 Son todos estos apodos de res.
0:04:57 Pero esta muchacha que tanto había cultivado a Carlos murió muy joven a los 28 años.
0:05:02 Muchos incluso acusaron de esta muerte al delfín, al heredero, a Luis, el hijo de María de Anjú, que detestaba a la favorita y temía la inclinencia que ella ejercía sobre el Reinaldo.
0:05:14 Carlos, sin embargo, no culpó a su hijo.
0:05:17 Lloró durante algún tiempo la pérdida de su amada, pero poco después se entregó una vez más a un desenfreno tal que le ocasionó serios inconvenientes con el Papa.
0:05:30 Espero que no haya avanzado sobre la dignidad papal.
0:05:39 El caso es que tras la muerte de Anjú, Carlos volvió a ser llamado el Indolente.
0:05:45 Otros le decían también el Galante y otros le decían otras cosas o qué sea.
0:05:51 Bueno, Carlos se consiguió una mante nueva pensando que los frutos del mismo árbol tendrían idénticos ahora.
0:05:58 Y le hizo una prima.
0:06:00 Antoinette se llamaba, era una mujer muy hermosa, que en lo mismo que su prima enamoró al rey y este hombre, el rey, digo,
0:06:13 siguiendo una costumbre de muchos reyes con sus favoritas, quiso justificar la presencia de Antoinette en la corte y la casó.
0:06:25 Yo no quiero decir en el sentido de casamiento, no de la casó de Cobote.
0:06:30 Le hizo casar con el noble André de Bilequie, quien interpretó a la perfección el papel que se requería.
0:06:37 Carlos, que tenía 50 años y por esos tiempos era mucho, vivió una segunda juventud con Antoinette.
0:06:45 Se había enamorado con locura de esta chica y la llamaba a su habitación,
0:06:50 una especie de refugio privado.
0:06:53 Bueno, así llamaba Antoinette 4 o 5 veces por día, bajo pretextos que no engañaban a nadie, de luego mucho menos Antoinette.
0:07:05 Pero poco tiempo después, Carlos VII consideró que una sola mante no le alcanzaba,
0:07:12 lo cual es una consideración razonable.
0:07:15 Así que un día llamó Antoinette y le preguntó si no conocía a algunas jóvenes agradables a la vista y al tacto.
0:07:23 ¿Qué pasó con el resto de los sentidos?
0:07:28 Que estuvieran dispuestas a acudir por separado juntas a este refugio que hemos hablado.
0:07:39 Antoinette, que por supuesto conocía el inci asiable apetito de su amante y también su gusto por ciertas complicaciones,
0:07:47 no puso dificultades en buscar lo que se le pedía y ahí empezó.
0:07:51 Desde entonces, Antoinette le rogaba a todas las muchachas de Wembert que conocía,
0:07:58 que tuvieron la amabilidad de pasar por la cama del rey, y nada más.
0:08:05 Cada tanto Carlos recordaba a Antoinette que para quedar satisfecho, él necesitaba diversiones muy fuertes.
0:08:13 Entonces, Antoinette redobló su búsqueda e incluso encargó a los mercaderes y viajeros que andaban por todo el rey,
0:08:21 que le informaran de cuántas jóvenes apetecibles vieran en cualquier parte.
0:08:26 Se produjo entonces una especie de leva femenina y ya no se guardó ningún secreto,
0:08:32 entonces recorrieron los pueblos buscando mujeres hermosas a vivabos.
0:08:37 El rey había dado precisas instrucciones a Antoinette y todas las que concurrían voluntariamente,
0:08:43 debían someterse al visto bueno de la favorita.
0:08:46 Carlos no confiaba a este respeto ninguno de sus equitos y hacía bien,
0:08:51 porque siempre están los agrandadores de loros, esos amigos que nos presentan,
0:08:56 los prometen, muchachas hermosas, que nos están esperando en determinado hogar.
0:09:01 Con una amiga que será la compañera de este amigo,
0:09:06 entonces uno llega al mencionado hogar y se encuentra con personas que son el desengaño.
0:09:11 Usted, la joven cuya belleza se va a poder creer,
0:09:16 efectivamente mi descreimiento acerca de su belleza es total.
0:09:22 El caso es que Antoinette reunió muy pronto una gran cantidad de mujeres hermosas,
0:09:28 que maravillaban al rey de Francia.
0:09:31 Y así el año de 1459 fue considerado el año de las orgías.
0:09:36 Cuantito la gente veía una muchacha hermosa, decía,
0:09:39 este está bien para la cama del rey, era un dicho.
0:09:45 Y sucedía que muchos padres enviaban ellos mismos,
0:09:51 ya sin esperar la leva a sus hijas al monarca.
0:09:56 El camino que va a Sinón estaba lleno de tropillas de ilusionadas,
0:10:03 muchachas que corrían a la corte,
0:10:06 y parcimañosas rechazadas que volvían,
0:10:09 volvían a su pueblo arrastrando los fangusis y arremadas a pared.
0:10:14 Aquel pedido del rey a su favorita se transformó en una especie de nueva institución,
0:10:20 y tenía su lado noble, todos en el reino estaban de acuerdo,
0:10:24 en que a causa de lo mucho que el rey había trabajado
0:10:28 para reconquistar el reino de Francia, que estaban por desde los ingleses,
0:10:32 merecía que le entregaran a las más hermosas mujeres del rey.
0:10:37 Pronto pudo notarse que el comportamiento del rey
0:10:40 influía sobre las costumbres del pueblo en general,
0:10:43 porque se desató una especie de epidemia de amor
0:10:46 que se apoderó hasta de los más insactos.
0:10:49 Yo diría que especialmente de los más insactos.
0:10:52 Un viento de voluptuosidad,
0:10:55 hizo caer, dicen los cronistas, que son siempre muy malos poetas,
0:10:59 a los habitantes de París en espantosos vicios.
0:11:05 Y ahí andaban magistrados, monjes eclesiásticos,
0:11:10 hombres de toda condición y clase,
0:11:13 con sus concubinas a las que exhibían sin pudor.
0:11:20 Como he dicho, el Papa Pío II decidió poner fin al escándalo.
0:11:27 Debió una carta a la Curia Francesa,
0:11:29 en la que pedía a todos los franceses que se desprendieran.
0:11:32 Bueno, ya lo hicimos, dijeron todos.
0:11:35 Pero en este caso era que se desprendieran de aquellas monturas del demonio.
0:11:39 Es un lindo nombre, ¿no?
0:11:41 Que tomaban, no por caridad cristiana, desde luego,
0:11:45 sino con fines de sonestos.
0:11:48 En un apartado también se recordó a los religiosos franceses
0:11:52 que estaban prohibidos a los clérigos tener mujeres subintroducidas en sus casas.
0:11:59 El... subeintroducirse a un hombre que se le daba a las mujeres
0:12:03 que vivían en la Casa de los Curas.
0:12:05 Yo hubiera jurado que era otra cosa.
0:12:09 Pero no era.
0:12:12 Bueno, entonces los eclesiásticos se arrepintieron,
0:12:15 mitad de susto,
0:12:20 denunciaron a todas las mujeres con las que habían pecado.
0:12:23 Esto los reconcilió con el Papa.
0:12:27 Y el pueblo poco a poco también fue...
0:12:31 abandonando estas costumbres.
0:12:33 Las muchachas también empezaron a ser cada vez más difíciles de seducir.
0:12:37 El único que siguió firme fue el rey.
0:12:40 Pero no por mucho tiempo, porque a principios de 1461
0:12:44 se supo que Carlos ya hacía moribundo en su castillo.
0:12:49 Todo el mundo decía que por culpa de las mujeres, ¿no?
0:12:52 No era exactamente verdad.
0:12:55 En realidad...
0:12:58 Hacía varios meses que Carlos sabía que su hijo Luis
0:13:01 esperaba con impaciencia su muerte.
0:13:05 Y tenía miedo que lo envenenara.
0:13:07 Entonces, ¿qué hizo?
0:13:09 Dejó de comer.
0:13:11 Para evitar que lo envenenara, tomó la precaución
0:13:14 de su primito de ingest, ¿no?
0:13:16 De modo que murió de inanición.
0:13:22 Ya hemos contado con un poco de detalle de esta muerte.
0:13:25 Rodeado de sosos antes con cubinas,
0:13:28 mientras ellas la fiel antoanat.
0:13:33 No sabemos lo que ocurrió luego con antoanat
0:13:36 después de la muerte del rey,
0:13:38 pero aquí termina la historia,
0:13:40 esta historia de los últimos años de Carlos XIII.
0:13:47 Uno de los cuales fue aquel mil...
0:13:49 Inolvidable, en 1459,
0:13:52 el año de la seorgía que aún se recuala.
0:13:57 Bueno, ¿quién dedicará esto?
0:13:59 Desde luego de antoanat.
0:14:01 Pero también, ayer Sorel,
0:14:03 y al marido de antoanat,
0:14:05 Andrés de Bilequier,
0:14:07 que no tenía ningún inconveniente,
0:14:09 en nada.
0:14:11 Bueno, ese es yo.
0:14:13 Y al pobre rey, en la medida en que,
0:14:15 al menos por algún tiempo, fue Carlos el Vitoriosa.
0:14:18 Y el rey que empujado por Aguil Sorel,
0:14:23 fue un buen príncipe durante un tiempo.
0:14:27 Claro, el tipo estaba a panza arriba en la catreira
0:14:29 y la mena le dijo, pero ¿qué hace?
0:14:34 Es que apretar el tomate en la quermese, ¿verdad?
0:14:37 Así que, en todo caso,
0:14:40 también hay que decir que algunos malos príncipes,
0:14:44 algunos malos príncipes uno los prefiere indolentes.
0:14:49 Cuanto peor es el príncipe,
0:14:51 que más resulta preferible que se la pase
0:14:54 todo el tiempo panza arriba en la catreira
0:14:56 y dejando los asuntos de Estado sin atender.
0:15:01 Porque ellos, meo, cuando los atiendes, es mucho peor.
0:15:08 Me gustó este pobre Carlos.
0:15:10 Pobre Carlos.
0:15:13 Imagino, ¿no?
0:15:15 En su refugio recibiendo a las chicas que venían de provincia
0:15:19 y la que inspeccionaba el Antuanés.
0:15:22 Para que no le mandaran al rey
0:15:24 que no les hicieran perder el tiempo
0:15:27 con personas de poco mérito.
0:15:32 El tango mi refugio se refiere justamente
0:15:34 a este cotorro en el que atendía Carlos Sértimo.
0:15:38 A Juana de Arco nos olvidamos de agradecer,
0:15:40 pero ya no forma parte de esta historia.
0:15:45 Escucharemos este tango mi refugio
0:15:47 en la versión instrumental.
0:15:49 En cualquier caso es un tango que muy pocas veces se canta.
0:15:52 En la versión instrumental digo de nuestro amigo, el pianista,
0:15:55 Sebastián Junta.
0:15:57 Mi refugio tango seguramente dedicado por Cobián
0:16:01 a Carlos Sértimo de Francia, por donde Sebastián Junta,
0:16:05 pianista algunas veces del bar de infierno.
0:16:10 En el bar de infierno,
0:16:12 en el bar de infierno,
0:16:14 en el bar de infierno,
0:16:16 en el bar de infierno,
0:19:08 en el bar de infierno
0:19:14 hemos escuchado a Sebastián Juntas
0:19:16 interpretando Mi Refugio
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