Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza. Será terrible desde el auditorio de Radio Nacional.
0:00:08 Mañana también estaremos aquí. Esto es Maipur 555 en la ciudad de Buenos Aires.
0:00:14 Y será el último día de la semana que estaremos en Buenos Aires porque el jueves nos vamos a La Plata.
0:00:19 Al Teatro Coliseo Pudesta.
0:00:21 Bien. Hablaremos de algunas historias de Luis Napoleón y las mujeres en el fuerte ham donde él estaba preso.
0:00:30 Resumen de la historia. ¿Por qué estaba preso ahí?
0:00:34 Durante la época de los reyes borbonas...
0:00:40 Debo que era sobrino del emperador.
0:00:42 Luis Napoleón era sobrino de Bonaparte.
0:00:46 Durante la dinastía que sucedió a Bonaparte.
0:00:50 En el año 1840 Luis Napoleón viajó desde Londres a la costa francesa
0:00:57 y quiso tomar, un pese golpe así, los cuarteles de Boulogne.
0:01:02 Él pensaba que todos los soldados iban a...
0:01:05 Sí, iban a tomar por el tío, digamos.
0:01:07 Claro, claro. Iban a pasarse de su lado creciendo que eran todos bonapartistas.
0:01:10 No sucedió así y lo metieron en cana.
0:01:13 Y la sentencia era cadena perpetua.
0:01:18 Mandaron al fuerte de Ham.
0:01:21 Tenía dos compañeros.
0:01:23 El Monzo Lón se llamaba uno.
0:01:25 El otro era el doctor...
0:01:30 No, está mal escrito acá.
0:01:32 El conón se llamaba cono. Cono.
0:01:38 Cone-au.
0:01:39 ¿Mesico-no?
0:01:40 Mesico-no.
0:01:41 Y estaba el criado de Napoleón.
0:01:45 Celán, aunque había sido indultado,
0:01:48 preferió acompañar a su señor.
0:01:52 En cuantito lo encerraron en la Fortalesa,
0:01:55 Luis dijo que iba a aprovechar todo el tiempo que iba a estar en cana,
0:01:58 que era mucho, pues ya que era cadena perpetua, imaginante y voz,
0:02:01 en cultivar el espíritu.
0:02:03 Entonces hizo traer un montón de libros,
0:02:06 empezó a leer todos los libros, uno tras otro.
0:02:08 Dice acá que preparó también un gabinete de física para hacer experimentos.
0:02:14 En realidad la especialidad de Luis Napoleón
0:02:17 era, como se llama esa ciencia que estudia la artillería.
0:02:21 Era la artillería.
0:02:22 La balística.
0:02:23 La balística.
0:02:26 Entonces le gustaba hacer cálculos y experiencias acerca de los ángulos más apropiados
0:02:34 para que las balas de carión o los cuetes a la congreve, yo qué sé.
0:02:42 Quiere una disciplina cara, estar en su tío también.
0:02:46 Casi eran en el lugar preciso, etcétera.
0:02:52 El caso es que también era cantante.
0:02:56 Le gustaba cantar.
0:02:58 Y cantaba entonces con el Montolom, uno de sus compañeros,
0:03:02 cantaba duos de ópera.
0:03:04 Pensé que cantaba bastante bien.
0:03:05 Pero claro, se aburrió, imaginante.
0:03:07 Y empezó a extrañar la actividad que a él verdaderamente le apasionaba,
0:03:14 y se reduciría, señorita.
0:03:17 Entonces lo primero que hizo fue mandarle una carta al ministro del interior
0:03:24 para ver si derogaba aquella disposición conforme era cuál.
0:03:29 Él le estaba rigurosamente prohibido hacer entrar mina al fuerte.
0:03:34 Estaba bien en el fuerte, estaba en cana, pero estaba bien,
0:03:37 pero tanto como llevar mina no lo dejó.
0:03:39 La crueldad.
0:03:41 Mientras esperaba que el ministro cambiara su parecer,
0:03:44 Luis se contentaba mirando por la ventana,
0:03:47 de sermosas muchachas de la Picardía,
0:03:50 que parecen que iban a lavar la ropa a un riachuelo que pasaba
0:03:55 cerca de la ventana de su celda o de su habitación.
0:03:59 Y ahí se pasaba las mañanas y las tardes mirando a las minas
0:04:03 que iban a lavar la ropa.
0:04:04 Se produjeron algunos episodios a través de la ventanita,
0:04:07 que gritaban, la mina le contestaban, ruidos, gestos de toda naturaleza.
0:04:13 Un día el criado, Fernand, fue a avisarle que había un actriz
0:04:23 que dice Virginia de Jace.
0:04:28 Para mí es...
0:04:34 Sí, qué difícil es eso.
0:04:35 Está codificado.
0:04:38 Sí, pero yo la conocí.
0:04:40 Virginia se la ha apellido, creo que es Jace Met.
0:04:46 Jace Met.
0:04:48 Jace Met es la...
0:04:50 Acá dice lo primero que se le ocurrió al copista.
0:04:53 Se había presentado en el puesto de la Guardia del Fuerte
0:04:58 y había pedido autorización para verlo,
0:05:00 pero que la Guardia no la había dejado entrar.
0:05:03 Luis Napolión no la conocía al actriz.
0:05:06 Entonces se preguntó, chip, ¿y cómo es?
0:05:08 Bueno, dice, es una chica muy agradable que viene
0:05:13 con un vestido blanco y una sombrilla blanca.
0:05:16 Y bueno, Luis Napolión, imagínate cómo se puso,
0:05:19 lleva barbaridad.
0:05:21 Y cuando estaba amaregado, vio por la ventana
0:05:24 que por el caminito venía una chica muy agradable
0:05:30 con una sombrilla blanca o un vestido blanco.
0:05:33 Y la chica empezó a cantar, cantó para él.
0:05:38 Cantó varios números de distintas operetas
0:05:42 y bailó para él y le tiró besos y se fue.
0:05:46 Nunca volvió a verla a él,
0:05:48 ni siquiera después cuando fue emperador.
0:05:50 Nunca volvió a verla.
0:05:52 Bueno, muy bien, y ahí estaba, viendo ver qué podía ser.
0:05:56 Unos días más tarde, vio una mina que venía por el camino
0:06:00 y el príncipe, jugando de puro aburrido,
0:06:03 le hizo señas con la mano, como diciendo, vení.
0:06:06 Y la mina que conocía la identidad del prisionero
0:06:10 quedó enamorada de ahí nomas.
0:06:12 El criado tenía permiso para pasearse por la ciudad
0:06:18 y fue a buscar a esta chica
0:06:20 e inventó un plan para hacerla entrar
0:06:22 con la complicidad de un portero con el que se había hecho a mí.
0:06:26 Y así la pudo meter dentro.
0:06:29 Y una tarde, en la chiquita esta que se llamaba Elena,
0:06:32 se encontró con Luis Napoleón.
0:06:34 La hicieron pasar, ella le besó las manos,
0:06:39 el príncipe la ayudó a levantarse.
0:06:41 Se llamaron, por no decir otra cosa.
0:06:43 No la ayudó a entrar.
0:06:45 Y Elena se hubiera quedado perpetuidad en la celda de cautivo,
0:06:48 pero Luis la convenció para que se fuera.
0:06:50 Porque en realidad Elena era un poco ruidosa.
0:06:53 Gritaba, alagaba al príncipe con bochillona
0:06:58 y además vista de cerca era medio fulhería.
0:07:01 Y cuando en días sucesivos llegaron varios pedidos
0:07:05 de esta chica para volver,
0:07:07 Luis Napoleón le mandó decir por el criado
0:07:09 que las medidas de seguridad se habían extremado
0:07:11 y que mejor era rajar.
0:07:13 Elena igual eso sí, enamorada, iba todos los días,
0:07:15 se ponía en la ventana,
0:07:17 Luis eludía a mirarla y se fastidiaba
0:07:20 porque ella ha ocupado el mejor lugar
0:07:22 que ella podría ocupar alguna otra dama.
0:07:25 Por suerte el criado le solucionó el problema
0:07:30 entreverándose con la Meina.
0:07:32 Ya de tanto andaron dando y eso.
0:07:34 Luis renovó las esperanzas y algún nuevo encuentro
0:07:37 porque resulta que Madame Reynard,
0:07:40 la esposa del portero de la fortaleza,
0:07:43 tenía como costurera una hermosa mujer
0:07:45 que de 10 años vivía ahí,
0:07:47 o iba todas las tardes ahí al fuerte.
0:07:49 Era una mujer que se llamaba Leonor
0:07:53 y era famosa por su gusto,
0:07:55 que abusaba el comentario general por su gusto.
0:07:58 Qué buen gusto, de cierto.
0:08:00 Y Luis la miraba desde la torre
0:08:02 que naturalmente es el mejor lugar para mirarla
0:08:05 y se enamoró.
0:08:06 Un día Madame Reynard le encargó a Leonor
0:08:08 que fuera a llevar la comida al prisionero.
0:08:10 Leonor se presentó y Luis le dijo
0:08:13 creo que en nuestra educación ha sido un poco olvidada.
0:08:17 Quisiera perfeccionarla.
0:08:19 Aceptaría venir aquí dos horas por semana
0:08:21 para que os enseñe historia, sintaxis y ciencias.
0:08:25 Leonor aceptó con el permiso de Madame Reynard
0:08:29 y dice, cronista, que el día de la primera lección
0:08:31 Luis le enseñó un poco de gramática
0:08:33 y después no.
0:08:35 Bueno, todo el mundo estuvo en seguida
0:08:38 el corriente de estas relaciones,
0:08:40 Príncipe y la Costurera,
0:08:42 no sólo ahí cerca del Fuerte, sino también en París,
0:08:45 la gente componía canciones,
0:08:48 así los caricaturistas dibujaban a Luis Napoleón
0:08:51 con un libro en la mano
0:08:53 y Leonor en la otra, etcétera.
0:08:57 Ella soñaba, aprendía incluso lo que Luis le enseñaba.
0:09:00 Y un día sucedió algo curioso.
0:09:02 Se presentó en el Fuerte, disfrazada,
0:09:06 un antiguo amante de Luis, Madame Gordón.
0:09:09 Le dijo que había hecho arreglos para que el pudiera escapar.
0:09:14 Y Luis, después de escuchar la oferta, dijo,
0:09:17 gracias, querida mía, pero me encuentro muy bien aquí.
0:09:20 Madame Gordón se retiró confusa,
0:09:23 pero Luis en realidad prefería estar con esta chica, Leonor,
0:09:27 y no en libertad.
0:09:29 Así que se quedó ahí.
0:09:31 Una mañana de agosto de 1842, Leonor entró en el espacio de Luis,
0:09:34 le dijo, mira, Luis, estoy embarazada.
0:09:38 El príncipe se sobresaltó.
0:09:41 En realidad era un canalla.
0:09:43 Es una marrata.
0:09:45 Y buscó una frase agradable que pudiera hacer creer
0:09:48 que la noticia le causaba placer.
0:09:51 Después pensó que el cuerpo de Leonor iba a cambiar,
0:09:54 que podía tener problemas con las autoridades,
0:09:56 eso lo ensombreció.
0:09:58 Leonor dijo que en cuanto la situación se pusiera molesta,
0:10:02 se iría lejos con una tía.
0:10:05 Entonces, Luis tranquilo la besó.
0:10:07 En febrero de 1843, Leonor abandonó al fuerte,
0:10:10 dio a luz en lo de su tía al hijo que bautizó como eugenio Alejandro Luis,
0:10:15 y después volvió.
0:10:18 Y quedó otra vez embarazada.
0:10:21 El nuevo niño nació en 1845,
0:10:23 mientras tanto Napoleón siempre encana,
0:10:25 estaba entre ya.
0:10:27 Le dieron el nombre de Luis Alejandro Ernesto.
0:10:30 Leonor pensó que acababa de dar a luz
0:10:32 a un segundo príncipe revero de la corona imperia.
0:10:36 Pero las decisiones de Luis las sacaron de su error,
0:10:40 ya que al principio de 1846
0:10:43 tuvo lugar la famosa guida de Luis Napoleón.
0:10:46 Luis huyó del fuerte jam,
0:10:49 disfrazándose de albañil y rajó.
0:10:52 En realidad ya había empezado a cansarse de Leonor,
0:10:56 y decía que la doble maternidad
0:11:01 había apagado los atractivos de la muchacha.
0:11:04 Y antes de escaparse, en vez de contarle a Leonor
0:11:07 cuáles eran sus planes, simuló a estar enfermo
0:11:10 y le pidió que abandonara la fortaleza por unos días,
0:11:13 que se racara.
0:11:15 Ella insistió en cuidarlo,
0:11:17 pero aseguró que era un enfermo insoportable.
0:11:20 La abreslaba, sol, ave, sol, chao.
0:11:22 Llegó la evasión, se fue en Napoleón,
0:11:25 Luis Napoleón a Francia,
0:11:28 tejió sus alianzas, encumbró, llegó al poder,
0:11:31 y no la vio nunca más.
0:11:34 Ellas se casó en 1858 con un tal Pedro Lluyur,
0:11:38 y se instaló en un piso,
0:11:42 cuyas cinco ventanas le permitían ver el lugar donde vivía Luis.
0:11:46 Por las noches se pasaba cerca del palacio,
0:11:49 donde ella había soñado que iba a vivir con su marido.
0:11:52 Sin embargo, estos dos chicos que tuvo fueron muy bien tratados,
0:11:55 por Luis, a uno no nombró Conde, y al otro no sé quién.
0:11:58 Tuvieron vidas rumbosas, más o menos prósperas,
0:12:01 hay cartas con movedoras de los chicos,
0:12:04 y esta es la historia de Leonor,
0:12:07 y de El Amorío que tuvo en la cárcel,
0:12:10 donde estaba encerrado,
0:12:13 Luis Napoleón, que luego sería Napoleón III de Francia,
0:12:16 y se casaría con Eugenia de Montijo y no con él.
0:12:19 Y no con él.
0:12:22 Así que deben desconfiar las niñas
0:12:26 a quienes los presos del fuerte Ham les hacen señas desde las ventanas.
0:12:32 Y los presos del fuerte Ham,
0:12:34 que costuman hacerle señas a las niñas,
0:12:36 deben desconfiar de aquellos datos que emparentan a las mujeres,
0:12:40 como un vestido blanco y una sombrilla blanca,
0:12:43 porque no siempre puede aparecer debajo de la sombrilla
0:12:46 aquella amaquina espera,
0:12:48 pero en cualquier caso, querido Alejandro,
0:12:50 me parece que es bueno pensar en esas mujeres
0:12:53 que han pasado por el lecho de este Luis Bonaparte,
0:12:55 que no se merecía quizás a ninguna de ellas,
0:12:57 ni siquiera a la feucha,
0:12:59 a la fiera que él descubrió después.
0:13:02 Y sí, en esas mujeres que, digamos,
0:13:04 suelen, en todo caso,
0:13:06 lavar las ropas sucias en privado,
0:13:09 que hacen que la vida de uno sea un poco más agradable,
0:13:12 sin reclamárselo nunca,
0:13:13 y que finalmente transforman las sucias vestiduras
0:13:15 de un prisionero miserable en la auténtica ropa blanca.
0:13:18 Ropa blanca es el candombe que vamos a escuchar
0:13:24 a continuación en la voz de Libertad La Marque.
0:13:30 La estuma por blanca parece algodón,
0:13:32 tus manos por negra, petón y carbón.
0:13:35 La bala roma mulata,
0:13:41 pena y amor.
0:13:45 La bala roma mulata,
0:13:50 la bala roma mulata,
0:13:54 la bala roma mulata,
0:13:59 me dicen que por el río al soplo de viento ayer
0:14:06 se fue mi negro fanchico en la balquita ayer.
0:14:11 Estoy davando y llorando, llorando por tu traición,
0:14:16 es triste seguir amando después que se fue el amor.
0:14:21 Me dicen que por el agua y que por el cañador
0:14:26 la calle larga robaron mi corazón.
0:14:32 La ropa baila en el aire, el viento la hace bailar,
0:14:38 mis ojos fristes y grandes solo saben la grimear.
0:14:45 Ay, ¿quién será que en la tarde los hace llorar, llorar?
0:14:52 La bala roma mulata, pena y amor.
0:14:58 Lavando y lavando con llantis cabón,
0:15:00 quítale las manchas a tu corazón.
0:15:03 La bala roma mulata, pena y amor.
0:15:12 Lavando la ropa blanca con mis manos de calvón,
0:15:17 me acuerdo de tu pañuelo con mi caliño boldo.
0:15:21 Lavando ropa en la orilla, las tolas me hacen pensar.
0:15:26 En los amores que un día igual que vienen se van,
0:15:31 me dicen que por el río al soplo del viento sur
0:15:36 tal vez retorne fanchico en una barquita azul.
0:15:43 La ropa baila en el aire, el viento la hace bailar,
0:15:50 mis ojos fristes y grandes solo saben la grimear.
0:15:57 Ay, ¿quién será que en la tarde los hace llorar, llorar?
0:16:05 La bala roma mulata, pena y amor.
0:16:11 La fuma por blanca parece algodón,
0:16:13 tu mano por negra es unicarbón.
0:16:16 Lavando y lavando con llantis cabón,
0:16:18 quito a las manchas a tu corazón.
0:16:26 Era libertad la mar que en la venganza será terrible ropa blanca.
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