Transcripción automática
0:00:00 Bien, vamos a hablar entonces de Luis Duodésimo de Francia.
0:00:06 Uiquémonos en ese lugar, allí a fines del siglo XV.
0:00:12 Luis estaba casado, casó con la reina Juana, a la que quería repudiar de arriba abajo,
0:00:20 porque no le había dado hijos y porque, pobre Juana, tenía serios problemas físicos.
0:00:26 Parece que era muy fea, tenía algún defecto en el andar.
0:00:31 Luis fue muy cruel con ella, fue esta chica víctima de enormes injusticias.
0:00:41 En determinado momento, al rey se le puso en la cabeza casarse con Ana de Bretaña,
0:00:46 una mujer de la cual se había enamorado.
0:00:49 Entonces le ocurrió anular el matrimonio con Juana.
0:00:53 Y este proceso de anulación fue espantoso.
0:00:57 Desde luego había jueces aliados al rey que certificaron una enorme serie de falsedades que humillaron a Juana.
0:01:07 Se le reprochaba a esta chica no haber consumado el matrimonio con el rey, lo cual era mentira.
0:01:12 Ella, con toda proligidad, indicó en el juicio los lugares donde Luis se había mostrado tierno con ella,
0:01:20 e incluso el número de sus uniones.
0:01:22 Dijo seis veces en Liniert, dos veces en Luziñán, tres en Orléans, una en Nantes y cuatro en Amboa.
0:01:32 Bueno, como para un matrimonio no es tanto, y si que la tuvo que anotar, supongo que no eran tan frecuentes.
0:01:40 Pero bueno, ella había llevado una contabilidad escrupulosa de las carícias de su marido.
0:01:46 Mientras sucedían.
0:01:47 Y sin embargo no hubo caso. El rey no va a sido nunca.
0:01:51 El tipo ya, sin el menor atisbo de vergüenza, ponía la mano sobre el evangelio y juraba que su esposa nunca había sido su mujer.
0:02:03 El 17 de diciembre de 1948 se anunció la anulación del matrimonio.
0:02:11 Juana se retiró a un convento donde murió a los 40 años, en 1505.
0:02:16 A los 40 años de ella, no a los 40 años de suceso.
0:02:20 Luis no esperó la notificación pública del juicio para escribirle a Anita de Bretania, que ya era libre.
0:02:28 Y entonces le dijo, mirá, ya podemos casarnos. Listo el pollo y pelada la gallina.
0:02:34 Sin embargo, faltaba una dispensa, ya que eran primos.
0:02:39 Por ser primos necesitaban una dispensa y la dispensa lo otograba el papa.
0:02:44 Todo dependía entonces de Roma.
0:02:46 El papa era aquel entonces nuestro amigo de estas semanas, Alejandro Borjan.
0:02:51 Y era él quien debía otorgar el permiso para este casamiento.
0:02:55 Empezó una negociación porque Alejandro no te daba nada gratis.
0:03:00 Al final arreglaron que en recompensa por la ayuda que le iba a prestar el papa, Luis iba a intervenir para conseguirle novia al hijo del papa, a César Borja, del cual también hemos hablado hace unos días.
0:03:17 Además, el rey Luis le entregó a César Borja el ducado de Valentino a.
0:03:24 Ya mayor a César le decían, mejor dicho, en ese momento le gustaba muchísimo a César, a hacerse llamar el ducado de Valentino a,
0:03:34 en el título que muchos le daban con cierta zorna.
0:03:37 Bueno, todo esto como pago por el favorcito de otorgar la dispensa de anulación y de casamiento.
0:03:43 No de anulación, de poder casarse con una prima.
0:03:46 Alejandro el papa le dio la dispensa para que Luis pudiera casarse con Ana, el rey salió corriendo y se casó.
0:03:55 Su boda tuvo lugar en la mayor intimidad en la capilla del Castillo de Nantes.
0:04:00 Después los esposos se dirigieron a Amboa y el rey, para cumplir con sus promesas, empezó a buscarle una novia a César Borja.
0:04:12 Que por su parte ya había ido a Francia para entrar en calor.
0:04:16 Bueno, durante un banquete en marzo 1499 Luis puso a César Borja ante Carlota de Aragon.
0:04:25 La idea nos disgustó a César, que de este modo se hacía dueño del reino de Napoles, pero salió todo mal.
0:04:34 Bueno, como hemos visto la hermana de César en Lucrecia, casó con el rey de Napoles.
0:04:40 Así que la que en realidad fue un poco dueña de ese reino fue ella.
0:04:46 Carlota parece que no le dio mucha bolilla, amaba otro tipo y no le gustó a César.
0:04:53 Bueno, algunos dicen que yo incluso aterrorizada ante la posibilidad de unirse a un borja.
0:05:00 Así que las famas los había precedidos.
0:05:04 Y había hablado mal de ella justamente.
0:05:06 Luis, dúo décimo, propuso entonces a César, que se casara con sus sobrinas, pero la muchacha también lo rechazó.
0:05:13 Bueno, no andaba muy bien para éste, amigo.
0:05:16 El papo entonces empezó a desesperarse, pensando que su hijo se podía convertir en el asme reír de la nobleza.
0:05:27 Y amenazó entonces a Luis con quitar la dispensa y anular el matrimonio, si no le conseguía prontito, che, una novia como la gente a su hijo.
0:05:36 Y estaba como loco, César, a esa altura de las cosas.
0:05:38 Al final, Luis le encontró a una, se llamaba Carlota también, y era la hija de Alén Alvry, el duque de Guyena.
0:05:45 Los Alvry eran los que gobernaban en Navarra.
0:05:50 Juana de Alvry fue la madre de Enrique de Navarra, que posteriormente sería Enrique IV de Francia el primer Borbón.
0:05:59 Se casó Juana de Alvry con Antonio de Borbón, y estaba muy lejos en la asusación de reyes, por no decir que estaba, no podía.
0:06:10 Estaba perdido la mano de Dios y de la homogeneología.
0:06:12 Pero se extinguieron los Baluas, se extinguieron.
0:06:17 Entonces, el hijo de Antonio de Juana, que era Enrique, quedó un primer espiral.
0:06:22 De las frases París bien vale una mía.
0:06:24 Bueno, este muchacho, Alén Alvry tenía una hija, llamada Carlota, pero pidió mucho para entregar a su hija, mucha guita.
0:06:35 Y entonces las negociaciones se complicaron un poco.
0:06:38 Para facilitar la concreción del matrimonio, además de guita, César le propuso a Alvry.
0:06:45 Darle su ducado a la mena, el ducado de este de Valentín.
0:06:50 En realidad él estaba muy interesado en hacer familia con una princesa de Francia.
0:06:54 También hizo que nombraran, ya que era hijo del Papa, hizo que a un hermano de Carlota lo nombraran cardenal.
0:07:01 El hermano no era cura, era un tipo cualquiera, por él era plomero.
0:07:08 Pero bueno, es exacto.
0:07:09 Y lo nombraron, viejo.
0:07:11 Listo, cardenal, chau.
0:07:13 Entonces bueno, acepto, me caso con vos.
0:07:15 Y el 10 de mayo de 1499 se firmó el contrato de matrimonio en presencia del rey de Francia.
0:07:21 Allí estaban también unos macanudos, fieles servidores de César le Borja, Agapito Gerardi y Ramiro de Lorca.
0:07:28 Y en esa firma se implicó también la solidaridad bélica entre Francia y Roma,
0:07:34 que además de ser la sede del papado, como bien sabemos, poseía una estructura secular.
0:07:39 Tenían territorios, tenían su ejército.
0:07:43 Sus estados ahí, esos pontificales.
0:07:45 Los estados pontificios, que así se llama.
0:07:48 Pero el Casorio parece que fue accidentado y estuvo aquella alianza a punto de resquebrajarse.
0:07:56 Hemos contado aquí hace poquito las desventuras de César en aquella noche.
0:08:04 César le mandó al padre, al papa, una carta donde contaba sus hazañas de la noche de boda.
0:08:11 Pero la verdad es que no le fue muy bien.
0:08:15 ¿Es presión era que se había levantado ocho veces o algo así?
0:08:18 Sí, claro. Hice ocho viajes aquella noche, y en realidad había consultado un farmacéutico que le dio,
0:08:25 el tipo le pidió un afrodisíaco y el farmacéutico le dio una purga.
0:08:30 De manera que los ocho viajes que hizo César probablemente hayan sido al excusado.
0:08:35 Pero eso lo hemos contado.
0:08:37 Lo que sí hay que decir es que en la siguiente jornada el casamiento se consumó a toda velocidad.
0:08:45 Luis XII, duodésimo, supiró aliviado y quedó muy satisfecho haber logrado aquella unión.
0:08:51 Y después le escribió al papa, lo felicitó por las progresas amorosas de su hijo,
0:08:56 hubo cruces de regalos y por algunos años no tantos, César fue aliado de privilegio del rey francés.
0:09:03 Ahora bien, Anitta de Bretaña se murió.
0:09:08 Y Luis dice, me voy a casar de nuevo.
0:09:12 Total, mira como estoy, le dijo a César.
0:09:14 Ya no era papa Alejandro VI que había tenido la preconción de morirse.
0:09:19 Y a qué no sabe con quién se casó.
0:09:22 A mí me parece que se casó con una piba, con una mala suerte para el amor, tremenda.
0:09:26 De hecho, una chica que había salido, Mercedes, que la guerra de las dos rosas había reventado los York y los Lancaster, ganaron los Tudor,
0:09:33 viene Enrique VII, tiene un hijo, se muere el hijo, el hermano II, Enrique VIII.
0:09:39 Enrique VIII tenía una hija, hija de Catalina de Dragón.
0:09:43 Católica.
0:09:44 ¿Qué se llamaba María Tudor?
0:09:46 Yo le discutí a usted que me parecía un poco pronto.
0:09:51 ¿No nos encajaba las Marías adentro?
0:09:53 Pero finalmente, sí, Luis se casó ya viejo con María Tudor.
0:09:59 Y se murió enseguida.
0:10:00 No María Tudor sino él.
0:10:02 María Tudor se murió después.
0:10:04 Pero les digo a ustedes que María Tudor, debió haber sido ella la reina, la legalidad, y no Isabel.
0:10:12 Y era católica, mientras que Isabel no.
0:10:16 Si María hubiera ido al trono en vez de Isabel, Inglaterra hubiera sido una nación católica.
0:10:21 ¿Aliada de España?
0:10:22 Y aliada de España.
0:10:24 Así que mire de la que nos saló.
0:10:26 Si hicieron o quisieron separados y lo hicieron ese junto.
0:10:32 Bueno, todo esto ¿por qué?
0:10:35 Porque había un tipo que estaba casado con una y se quería casar con otra.
0:10:41 Bueno, el mismo Rey Enrique, el papá de María Tudor, no hizo otra cosa en toda su vida.
0:10:46 Pero en realidad el problema no era tanto ese, no había una cuestión de divorcio,
0:10:51 ya que la anulidad del matrimonio se había declarado, en el caso de Luis II o X.
0:10:56 Si no el asunto era que el tipo se estaba casando con su prima.
0:11:00 Con su prima.
0:11:01 Con su prima.
0:11:02 Y cuando había un grado muy próximo de parentesco había que obtener una dispensa.
0:11:08 Y en realidad era muy frecuente entre la nobleza de aquellos años.
0:11:11 Porque no eran tantos y querían casarse entre ellos.
0:11:15 Dile lo que le pasó a los Gorbón en la cara, por ejemplo.
0:11:17 Pero además de eso, fíjese que Victoria, la reina de toda una época,
0:11:23 Victoria Inglaterra era la abuela y mi sabuela de todos los Reyes de Urugán para el siglo XX.
0:11:28 Así no fue también.
0:11:29 Bueno, señores, voy a contar un pequeño episodio de alguien que también se casó
0:11:36 con una persona que tenía un grado muy cercano de parentesco.
0:11:41 Y era este muchacho Diomedes, no, al de los caballos, sino otro.
0:11:47 Un Diomedes que, incluso, era el papá de Palamedes.
0:11:52 El papá de Palamedes, no, ese era Náuplio, el papá de Palamedes.
0:11:56 Bueno, este Diomedes se casó con una chica, Gialea se llamaba.
0:12:03 Pero esta chica era su tía.
0:12:07 Era su tía.
0:12:08 ¿Qué su tía? ¿Sólo se cantan más igual?
0:12:09 Se casó con su tía.
0:12:12 Y fue muy feliz.
0:12:13 ¿Veo?
0:12:14 Pero no tanto.
0:12:15 Porque Diomedes se fue a la guerra de Troya.
0:12:21 Y esa aprovechó para engañarlo con todo el mundo, con todo.
0:12:30 Y tuvo muchísimos amantes.
0:12:32 Eso es democracia.
0:12:33 Para que por venganza.
0:12:34 Porque parece que ella creía que Diomedes la estaba engañando.
0:12:40 Y no era así.
0:12:41 Y aquí viene Palamedes.
0:12:43 Porque el papá de Palamedes, que se llamaba Náuplio,
0:12:45 y que estaba enojado porque los jefes griegos le habían hecho de todo.
0:12:49 A Palamedes lo habían lapidado.
0:12:51 Entonces Náuplio, que era un navegante,
0:12:53 rasgó rápidamente la guerra de Troya.
0:12:55 Y empezó a contarle a las mujeres de todos los guerreros que estaban por venir,
0:13:00 que los guerreros les habían engañado con miles de mujeres.
0:13:05 Entonces cuando llegaron los guerreros,
0:13:07 se encontraban con las mujeres que por venganza habían revoliado la carretera.
0:13:13 ¿Por qué casarse con la tía?
0:13:18 Pero el problema es todo esto, Greve Alejandro,
0:13:20 es que alguna vez, y por eso me gusta a Ricky Octavo en estos casos,
0:13:23 que él descubrió, o digamos, advirtió Mercedes su necesidad,
0:13:26 que esta historia del papado y que el poder venía de Dios,
0:13:29 y eso lo daba los reyes, eran un poco patronías, con un poco una estafa.
0:13:33 Y hizo otra estafa.
0:13:35 Y hizo otra estafa mayor.
0:13:36 Y esto nos fue llevando poco a poco a descubrir
0:13:38 que estas historias de la nobleza,
0:13:39 desembocando después en el motivo que origina los festejos del Vicentenario,
0:13:43 nos iba a seguir trayendo malas consecuencias,
0:13:45 a menos que fuéramos en la terra o España.
0:13:47 Y por eso estamos aquí festejando el Vicentenario.
0:13:50 Si no fuera por todas estas pequeñas miserias, probablemente, etcétera.
0:13:57 ¿Por qué este es el programa llamado Si no fuera por...
0:14:00 ¿Qué hubiera pasado?
0:14:01 Entonces, X.
0:14:02 La menos interesante de la especulación.
0:14:06 No, lo que digo es que justamente, Mercedes eso,
0:14:08 hemos descubierto aquí en el Río de la Plata,
0:14:10 Mercedes Mariano Moreno, que suprimió los honores,
0:14:12 y tanta gente, Mercedes Castelli,
0:14:14 que andaba por ahí revolcándose con alguna señorita española,
0:14:16 sin importarle su alcurna,
0:14:18 que si hay una nobleza, es aquí esa nobleza del deseo,
0:14:21 y esa nobleza se manifiesta, sobre todo en el arrabal.
0:14:24 Entonces, escucharemos un disco que homenajea a esta clase de nobleza.
0:14:30 Diría Horacio Ferrer esta aristocracia arrabalera.
0:14:36 Y escucharemos el tango nobleza de arrabal en la voz de Nelly Omar.
0:14:49 En un ranchito de alzina
0:14:57 Tengo el hogar de mi vida
0:15:01 Con cergo de sin nacida
0:15:06 Y corredor de glicinas
0:15:10 Hay una elegíbe pintado
0:15:13 Bajo un parral de uvarrosa
0:15:17 Y una camelia mimosa
0:15:21 Tenglando sobre el brocal
0:15:25 Y allí también está prisón
0:15:29 Y el es mi lujo de cuarteador
0:15:33 Rosin feliz de gril azul
0:15:37 Famoso por todo el sur
0:15:48 Cuando el domingo a solea
0:15:54 Por lo hacer de peresoso
0:15:58 Traigo el van desde el pozo
0:16:02 Y refresco el corredor
0:16:06 Y aprovechando el fresquito
0:16:10 Me siento bajo la parra
0:16:14 Y al compas de mi guitarra
0:16:18 Canto voz de sin mat de amor
0:16:24 El mí
0:16:27 Ralchito de alzina
0:16:31 Paso tranquilo la zona
0:16:35 Junto al amor de la china
0:16:39 Que me respeta y me adora
0:16:43 Y entre su amor y las cosas
0:16:46 Que adornan toda mi suerte
0:16:51 Temo nomás que la muerte
0:16:54 Me saque
0:16:58 De ese rincón
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