Transcripción automática
0:00:00 Es la pequeña historia de una pareja, Luisa Isabel de Ognans y Luis I de España.
0:00:06 Así que ubiquiéndonos en España en 1722.
0:00:10 El rey era Felipe Quinto, quien convivía con su cuarta esposa Isabel de Parmigio.
0:00:17 Felipe Quinto, de quien hemos hablado muchísimo, tenía un hijo llamado Luis.
0:00:23 Que naturalmente era el Príncipe de Azulia.
0:00:25 Naturalmente no, porque se puede ser el hijo de Reviso y ser el Príncipe de Azulia.
0:00:29 Pero Luis era el Príncipe de Azulia, es decir, el héroe del trono español.
0:00:34 Cuando cumplió 15 años, Felipe, el papá, se encargó de buscar la esposa.
0:00:41 Felipe Quinto eligió, entre varias postulantes, a Luisa Isabel de Ognans,
0:00:47 que era una francesita, hija de María Francisco de Borbón,
0:00:52 que era una hija bastante larga del descartoso, no era de la mamá.
0:00:57 Y el papá era nada menos que el regente de Francia, el Duque de Obliás.
0:01:02 Digamos que Luis o Isabel era muy noble, de la mejor prosapia real.
0:01:10 Pero parece que la elección de Felipe Quinto de casar a su hijo Luis con Luisa, fue un error.
0:01:17 Porque la musa ya tenía una pésima educación,
0:01:21 parece que la vida en la educación muy mala en la corte de Versace,
0:01:25 tenía mal carácter y su salud dejaba bastante que desear.
0:01:30 Escribieron los cronistas.
0:01:33 La sangre de la princesa está pobreza.
0:01:37 Sin embargo, es dueña de hermosos ojos, piel blanca, boca pequeña,
0:01:43 nariz bien formada y sabrosas piernas en sus comienzos.
0:01:49 No se entiende bien qué es lo que es.
0:01:52 ¿Los comienzos de qué o de quién?
0:01:56 En los comienzos de ella, en los comienzos de las piernas, en qué comienzos?
0:02:03 ¿Los comienzos de abajo o de abajo?
0:02:06 De qué parte?
0:02:07 Bueno, no lo sabe.
0:02:09 Dicen que la princesa comía de forma desaforada y que cada una de sus acciones se llamaba a la impaciencia.
0:02:17 En la corte de Versace estaban recontentos porque gracias a que el pacto de Casorio
0:02:22 se libraban de la más insoportable de las princesas.
0:02:26 En cambio, el príncipe Luis, de España, lo igual que sus padres no sabían lo que les esperaba.
0:02:33 En verdad, Luis estaba impaciente por conocer a su cultura esposa.
0:02:38 Contemplado desde su cama, un pequeño óleo que se le había enviado desde París
0:02:45 y un retrato que reproducía la imagen de Luisa, luciendo una budaz escote.
0:02:51 Uno de los mayor domos por orden real tuvo que retirar el cuadro de la pieza del príncipe
0:02:57 porque había razones para creer que el príncipe alteraba seriamente su reposo.
0:03:04 En abril de 1722, Luisa llegó a Madrid.
0:03:08 Un rato de la gente después de los fritores eclesiásticos y de un bailón legal
0:03:15 le hicieron acostar solo por unos minutos junto a Luisa.
0:03:20 El príncipe estaba muy nervioso.
0:03:23 Por razones protocolares se había tenido que entregar a la costumbre francesa
0:03:28 de confirmar la unión matrimonial en presencia de todos.
0:03:33 Según dicen las damas, proferían burloras, carcajadas
0:03:37 y los duques y los marqueses esbojaron los peores gestos.
0:03:41 Aclaración, en ese momento la unión matrimonial no implicaba llevar adelante una relación sexual.
0:03:49 Los unidos solo debían abrazarse tiernamente en ropa de cama.
0:03:53 La consumación era otra actividad que llegaba más tarde.
0:04:01 Cuando los comentarios y los gestos fueron percibidos por el rey por Felipe
0:04:06 dio por finalizado violentamente aquel acto y echó a todos apatadas de la alcoba.
0:04:12 Confirmada la unión, Luis debería esperar que los médicos y consejeros reales
0:04:18 permitieran la consumación efectiva del matrimonio.
0:04:23 Mientras pasaba el tiempo indicado, los cortesanos pudieron ver el comportamiento de Luisa.
0:04:32 Que era horrible.
0:04:34 Una de las diversiones preferidas de Luisa era ordenar que cualquier vacá se la persiguiera.
0:04:41 Imagínense, el servidor de turno desconcertado, sin atreverse ni por asombo
0:04:48 a comprender la incoincionalidad del juego, obedecía la hora de perseguir a la princesa
0:04:53 hasta que ella lo llevaba hasta un rincón en las caballerizas.
0:04:57 Sin el menor recapto, Luisa no vacilaba mostrarse desnuda ante el perseguidor
0:05:03 que desde luego salía corriendo más rápido que el hielo por temor a un castigo.
0:05:07 Para desgracia el participante, el juro no terminaba allí.
0:05:11 La princesa comenzaba a perseguirlo a él hasta que finalmente era detenido por la guardia
0:05:17 y juzgado, convenientemente.
0:05:19 Se ha dicho que el 17 de hoy, los terminaron presos en las más moras del palacio.
0:05:26 Por fin, el 25 de agosto de 1723, se dio orden a Luis para que consumara el matrimonio.
0:05:34 La esperada no se devoda, tuvo lugar en el escorial.
0:05:38 La pareja de Dios soportar otro protocolo.
0:05:42 Llegó al aposento, Felipe V hizo entrar a su hijo Luis
0:05:49 y me requilió que se desnudara su presencia.
0:05:53 A ver, hijo, dismúdate en mi presión.
0:05:57 A su vez, Isabel de Farnesio, la mujer, la regna, hizo entrar a Luis y lo ordenó lo mismo.
0:06:06 A ver, dice, desnúdate.
0:06:09 Cuando ambos estuvieron acostados y desnudaron en la cama, uno oíse por los roció con agua bendita.
0:06:17 Tocaron una marcha, una marcha cualquiera, y se fueron.
0:06:23 Quizás no se nos pasó nada.
0:06:25 Bueno, imagínense.
0:06:27 ¿A quién le va a gustar?
0:06:30 Ahí que venga el rey, a ver, desnude, a ver a usted, el otro,
0:06:34 que lo roció con agua bendita.
0:06:37 Ah, dice que está frija.
0:06:39 No parece tan bendita.
0:06:42 Bueno, esa noche no pasó nada.
0:06:46 Y según las crónicas, algunos contratímpos hicieron que la princesa estuviera toda la noche
0:06:52 contando las estrellas que veía a través del ventanao.
0:06:56 Pero el matrimonio no solo no se consumó en el escorial.
0:07:01 Eso no sucedió nunca.
0:07:04 Al poco tiempo, el Cazorio Luis ya buscaba aventuras galantes puertas afuera del palacio.
0:07:11 Dos años después del infortunado matrimonio, el príncipe ascendió al trono,
0:07:16 con el nombre de Luis I, no porque hubiera muerto Felipe V, sino porque abricó.
0:07:22 Felipe V abricó y Luis ascendió al trono.
0:07:26 Ni siquiera en esa circunstancia que cambiaron la actitud de Luisa,
0:07:30 es decir, siguió con sus juegos,
0:07:34 a pesar de que ya era la reina de España, ¿no?
0:07:38 Pero los escándalos eran cosas de todos los días.
0:07:41 Una mañana decidió de un paseo por todo el palacio medio desnuda.
0:07:46 Decía que no soportaba los vestidos y los trajes.
0:07:49 Y jugaba con los perros mientras los criados se la amorfaban con la migrada.
0:07:55 Otro día también casi desnuda se le ocurrió subirse a lo alto de una escalera
0:08:01 para alcanzar unos ídol en la vuelta del palacio.
0:08:06 ¿Me entender lo que pedí?
0:08:10 En realidad no quería ídol sino llamar la atención del apuesto marqués de Maní
0:08:16 que estaba buscando unas naranjas.
0:08:21 Cuando el hombre la vio, no a la naranja sino a la reina,
0:08:26 corrió a sostenerle la escalera.
0:08:29 Entonces Luis empezó a gritar y aseguró que el marqués había querido ultrajarla.
0:08:35 Y el rey Luis primero lo desferró.
0:08:39 Imagínese, ¿no?
0:08:41 Entre otras cosas, Luisa bebía mucho,
0:08:44 dicen las crónicas.
0:08:46 Era una oportunidad, entrada a la madrugada,
0:08:48 terminó en manos de un galeno, un hombelgo,
0:08:51 que se ocorrió el ataque etílico de las soberanas.
0:08:55 Luis primero estaba triste, además tenía miedo.
0:08:59 Una gitarna la había dicho años antes,
0:09:02 corona de espinas, sueldo de huerte,
0:09:05 y él lo había tomado como el baticinio de un tinfre maturo.
0:09:10 Por esos tiempos escribió una carta a su padre que estaba retirado, como nos dijo,
0:09:16 en la que decía querer alejarse de aquella muchacha que no lo complacía en nada.
0:09:21 Un día Luis decidió encerrar a su mujer en el Alcázar,
0:09:26 un descartalado y solitario palacio.
0:09:31 Así la reina de España entró en cautiverio,
0:09:35 y así ofreció sus encantos a los criados y a los guardias que la disilaba.
0:09:41 En el encierro de la reina cayó una bomba en la cortefraza, se imagina eso.
0:09:46 Ejercieron presiónos para que Luis primero la liberara,
0:09:50 y eso sucedió un mes después.
0:09:52 Increíblemente Luis moría de sublindiración,
0:09:55 Luis comenzó a portarse con mayor decoro,
0:09:58 su actitud cambió por completo,
0:10:01 y Luis sorprendido creó que su esposo se había transformado
0:10:05 en la mujer que siempre había perdido.
0:10:08 Pero no pudo disfrutar de aquella sorpresa.
0:10:11 La viruela atacó al rey en su manifestación más terrible.
0:10:16 En pocos días el cuerpo del monarca se transformó en una pestosa ya.
0:10:22 El papá, el abdicado Felipe V,
0:10:26 siguió el curso en general sin acercarse a su hijo ni una sola vez.
0:10:30 En verdad tenía panico al contagio.
0:10:34 Para quedar bien con Francia ordenaron a Luisa que tampoco se acercara,
0:10:38 pero Luisa realmente había cambiado.
0:10:41 Dijo, si me contagio moriré con él,
0:10:44 y solamente ella asistió a Luis primero en su agonía.
0:10:48 Luisa lavaba al rey sin importarle,
0:10:52 no sea el contagio sino el pestilente olor que emanaba en las llagas reales.
0:10:57 El 31 de agosto de 1724 Luis primero murió, tenía 17 años,
0:11:03 y había arraignado 8 meses.
0:11:06 Luisa se contagió, pero pudo recuperarse.
0:11:10 Me quedaron así las marcas de la enfermedad que duraron para siempre.
0:11:15 Felipe V debió volver al trono,
0:11:19 y decidió devolver a Francia a Luisa.
0:11:23 Él la aceptó la decisión, resignada,
0:11:26 y el primer día de julio de 1725 llegó a Luisa,
0:11:30 y fue recibida con honores correspondientes de una reina extranjera.
0:11:35 Se alojó en un convento,
0:11:37 y Luis XV, que sabía de los lances que había protagonizado en la Corte Madrileña,
0:11:42 quedó muy contento con que permaneciera allí.
0:11:46 Luisa no volvió jamás a España,
0:11:48 y el recibió nunca un mensaje de Felipe.
0:11:51 Murió el 16 de julio de 1742 de una hidropestía, y tenía 33.
0:11:58 Una, una, tres historias.
0:12:03 ¿A quién se la quiere dedicar, querido Roló?
0:12:08 No es Roló.
0:12:09 No ha estado, lamentablemente no ha venido hoy por razones de ajenas a nuestra voluntad.
0:12:16 ¿No quería escuchar eso a Príncipe Historia?
0:12:20 No, ya le voy a dedicar a este historias.
0:12:26 Ya a cualquiera.
0:12:33 Hemos de ilustrar, de ser relato,
0:12:42 con una canción de Gershon,
0:12:48 el hombre que ama,
0:12:52 el hombre que ama un piano, solo el piano, podrá entrar entre ellos.
0:12:57 No está mal, eh, no está mal.
0:13:00 Escuchá, el hombre que ama que pertenece también a nuestra costumbre,
0:13:04 por más que, en general,
0:13:08 empezamos el programa con música continua.
0:13:12 Pero el hombre que ama no está mal.
0:15:17 Vamos a simplemente demostrar weitera Star Wars,
0:15:24 cosas recentinas que hanㅠ
0:15:43 Brailey, tempiano interpretando de Gershwin, el hombre que amo, Alejandro.
0:15:48 Ha tocado, Brailey, las notas que escribió Gershwin en la partitura y notas y en los
0:15:55 tiempos en que lo tocado a ver Gershwin cuando él puso aquí. Es un poco extraño escucharlo
0:16:04 así de que se ha ido sofisticando esta bella canción, pero Gershwin escribió con estas
0:16:11 notas y con estos tomos.
0:16:19 Y así la sabía o Gershwin, no ya la sabía o Gershwin.
0:16:22 Bueno, adiós.
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