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0:00:11 Hablaremos de esta noche de Madame de Stadel. ¿Qué se llamaba en realidad?
0:00:17 En realidad, Anne Luiz Dermain Necker.
0:00:23 Esa era el verdadero nombre de Madame. Su padre, Jacques Necker, era un suizo
0:00:29 y era uno de los hombres más ricos de Europa. Estamos hablando de Madame de Stadel,
0:00:33 famosa escritora, promotora de las artes, amante de personajes ilustres.
0:00:40 ¿Qué vivió en Francia? Allá por la época Napoleónica.
0:00:45 El padre de esta chica, Jacques Necker, era un hombre muy rico porque había prestado
0:00:52 plata al gobierno francés y este es un dato que contribuye a despertar en todos ustedes,
0:01:00 nuestros clientes, la sensación de que Necker era rico. Una sensación deseable
0:01:06 para la mejor interpretación de esta charla. Había sido, además Necker, ministro de Finances
0:01:15 del Rey, Luis XVI y la madre de Madame, Suzanne, era escritora e hija de un clérigo calvinista
0:01:24 y además hermosísima la vieja de Madame de Stadel.
0:01:27 Bueno, Anne nació en París el 22 de abril de 1776. Pasó su niñez en medio de una atmósfera
0:01:36 intelectual recaragada de etiquetas y protocolos. Bueno, no sería tan intelectual entonces,
0:01:44 ya que bien. Fue una niña precoz. A la edad de cinco años, París se cuenta, anda a saber,
0:01:53 entró hacia donde su madre y preguntó a una anciana duquesa que estaba así.
0:01:58 Madame, ¿cuáles son sus puntos de vista sobre el amor y la muerte? A eso le llaman precozidad, parece.
0:02:08 Yo creo que algunos niños que se dicen precoces o que son reputados precoces por sus padres,
0:02:19 lo que tienen es una rápida copia de ciertos modismos gruesos.
0:02:34 Entonces, el niño que saludan al visitante le dicen, ¿qué tal señora? ¿Cómo está usted?
0:02:42 Por su casa. Y yo digo, ¿y mira qué niño, qué inteligente, cómo habla? Habla como una imbécil
0:02:52 perteneciente a la burguesía de 30 años. Y decir, se apuró a hacer un gil.
0:03:00 Esa no es precociidad del niño. Precociidad que se aprendan, por ejemplo,
0:03:05 que es el Teorema de Pitágoras o alguna cosa, que aprendan a tocar el piano en los tres años.
0:03:12 Pero que aprendan las formalidades, ese bulegú de la burguesía rápidamente a los tres años,
0:03:25 no es signo de inteligencia y precociidad, sino sí de precociidad, pero una precociidad
0:03:35 que no es una inteligencia la que aparece temprano, sino una moda deplorable la que aparece temprano.
0:03:45 Hay tiempo para ser estúpido. Mejor que los chicos se tomen ese tiempo.
0:03:52 Bueno, el caso es que a los 14, Madame de Steyl, que todavía no lo era, conoció a Eric Magnus,
0:03:59 Baron de Steyl Hallstein, que era 17 años mayor que ella. Parece que era el encargado de negocios
0:04:06 suecos en París y era pobre por muy varón que fué. A Necker, el papá de Am, le cayó bien
0:04:14 el barón de Steyl Hallstein y le compró a este muchacho el cargo de embajador durante 12 años
0:04:22 con el fin de hacerlo más digno para su hija. En aquel tiempo vos comprabas el cargo de embajador.
0:04:28 Ahora ni siquiera. Al poco tiempo, Anita se casó no más con Eric, con el barón de Steyl Hallstein
0:04:37 y se convirtió en Madame de Steyl. Hay que decir que ella no le entusiasmaba nada ese matrimonio
0:04:43 y de un principio se mostró muy poco entusiasca.
0:04:48 Estaba también tan aburrida, dice aquí, que se dedicó a escribir.
0:04:55 Bueno, si todas las mujeres aburridas de sus maridos optaran por escribir libros,
0:05:01 no habría bibliotecas donde albergar tanto material.
0:05:05 Pero bueno, rápidamente publicó dos novelas. Un tratado político, carta sobre Juan Jacobo Rousseau.
0:05:14 Tenía 20 años, no Rousseau, sino Madame de Steyl. Tuvo una hija que murió pronto y tras un periodo de duelo
0:05:23 Madame se olvidó de su marido y se olvidó también de la literatura para dedicarse con mucho entusiasmo
0:05:30 al adulterio.
0:05:32 Ah, que bien, eh.
0:05:36 Dice y te informe que en realidad no tenía muchas armas para jugar ese juego porque era más bien fea.
0:05:42 Dicen que tenía lindos brazos, pero tener lindos brazos es como tener linda la parte de atrás de la rodilla.
0:05:52 No lugares de difícil apreciación.
0:05:56 Un codo inubidable.
0:05:58 Y en realidad tenía esos sí hermosos ojos.
0:06:02 Vestía trajes sin manga justamente para mostrar los brazos, pero en cualquier caso parece que no necesitaba de la belleza para seducir a los hombres.
0:06:12 Era inteligente, agresiva y muy segura de sí misma.
0:06:16 Además, y esto quizá lo más importante, era muy fácil.
0:06:20 Entre sus primeros amantes aparecieron nada menos que el joven Tallerand y el Conde de Narbon.
0:06:30 Luego de algunos encuentros se alejó de Tallerand porque se sintió ofendida.
0:06:35 Parece que en una fiesta Madame de Estel le preguntó si la quería tanto como a otra señora.
0:06:40 Se lo preguntó de siguiente modo.
0:06:42 Dice, si las dos cayéramos al agua ¿a quién sacaría usted primero?
0:06:47 Y Tallerand le respondió.
0:06:49 Estoy seguro de que ustedes saben a dar como una ninfa.
0:06:52 Qué caballero.
0:06:57 Bueno, más tarde, a Nita, Madame de Estel, estuvo con Narbon de quien se decía que le dijo ilegítimo de Luis XV.
0:07:05 El hombre era oficial del ejército y ella lo visitaba en la tienda de campaña.
0:07:10 Vestida de hombre.
0:07:12 Tuvieron dos hijos pero Narbon la abandonó.
0:07:16 Por esos tiempos Madame escribió Zulma, una novela hecha con profundo rencor,
0:07:21 después de haber sido abandonada por Narbon.
0:07:24 En un pasaje dice, su espada ya no lo convierte en hombre de honor.
0:07:29 Sus incisiñas, cánsolas, por ser malvado y cruel con sus mujeres.
0:07:34 Esto es para vos, Narbon, habrá dicho.
0:07:38 De todos modos es mala política escribir novelas dedicadas al tipo que acaba de dejarnos.
0:07:48 Sale más, se estropea, una está demasiado enconada.
0:07:53 Bueno, a pesar de tanta equividad extramarital, tuvo tiempo de darle a su marido tres hijos.
0:07:59 Cuando llegó la revolución Madame de Estel, que tenía avanzadas ideas políticas, por decirlo así,
0:08:06 creyó que iba a jugar un papel importante y reunió a un salón algunos realistas,
0:08:13 pero que eran partidarios de una constitución, es decir, monárquicos moderados.
0:08:18 Pero bueno, vino el terror y estas ideas que a ella le parecían avanzadas,
0:08:22 no le alcanzaron siquiera para permanecer en París sin peligro y tuvo que tomárselas.
0:08:29 Se fue a Suiza mientras su marido, el varón, hacía negocios en Suecia.
0:08:35 Y en Suiza conoció a Benjamin Constant, un suizo escritor y más tarde político,
0:08:40 saben ustedes que contribuyó al desarrollo del romanticismo y más tarde al desarrollo de la novela psicológica.
0:08:48 Constant era alto, torpe y pelirrojo, así que Madame de Estel confesó que al principio del aspecto de Constant
0:08:56 la llenó de una invencible repulsión física.
0:09:00 Pero al parecer la repulsión no era tan invencible porque tuvieron una hija.
0:09:05 Bueno, Madame de Estel le prestaba dinero a Constant para que publicara
0:09:11 y cada vez que le reclamaba de evolución, Constant respondía con cumplidos.
0:09:18 Por ejemplo, la conversación era más o menos así.
0:09:22 Benjamin, devuelvéme los 50 pesos que te preste.
0:09:27 Y él le decía, tenéis unos magníficos ojos y unas manos deliciosas.
0:09:34 Tal vez en verdad respondía a ella, pero he tenido el placer de oír estas alabanzas gratis.
0:09:45 Bueno, tiempo más tarde Madame de Estel se fijó en otro hombre
0:09:50 y ese hombre era nada menos que Napoleón Bonaparte.
0:09:53 Era un futuro emperador, todavía general en Italia, y un día recibió una extraña carta de Madame.
0:10:00 En esa carta ella le reprochaba su matrimonio con José Fina Boarnet y le decía,
0:10:06 en la unión de un genio con una pequeña criose indigna de apreciarle es una monstruosidad.
0:10:12 Dicen que lo primero que comentó Napoleón fue esta meneta loca.
0:10:17 Madame de Estel persistió en su persecución de Napoleón.
0:10:21 En realidad quería influir en Napoleón con sus propias ideas políticas, más que convertirse en su amante.
0:10:29 Pero hizo toda clase de esfuerzo por llevarla a la cama en la inteligencia de que esa era la mejor manera de influir en sus ideas políticas.
0:10:37 Y cómo se influye en las ideas políticas de un hombre llevándose el lado a la cama.
0:10:43 Seguida por su amante Constant, anduvo en París, se reunió con su marido,
0:10:48 movió cedo y tierra a ver si le presentaban a Napoleón.
0:10:51 Cuando pudo verlo se puso tan nerviosa que no pudo hablar.
0:10:55 La segunda vez recuperó la voz. Trató de hablar de política, pero según dijo,
0:11:00 notó que el tema no le interesaba a Napoleón en absoluto.
0:11:04 En la siguiente ocasión se mostró seductora y como Napoleón no le daba bolilla, ella le dijo bromeando,
0:11:11 no le gustan a usted las mujeres, a lo que Napoleón contestó, me gustan todas menos una.
0:11:18 La peor respuesta.
0:11:21 Pero Madanda está él, no se dio. Desespirada, se le metió en la casa un día, anduvo por todas las piezas
0:11:28 buscándolo hasta que le encontró en el baño.
0:11:31 Napoleón se incorporó violentamente y protestó contra aquel ataque a su pudor.
0:11:37 Ella dijo fríamente, señor, no se preocupe, el genio no tiene sexo.
0:11:42 Napoleón respondió cerrando violentamente la puerta.
0:11:46 Al fin cansada de que el tipo no le diera bolilla, empezó a escribir en contra de Napoleón.
0:11:52 Él soportó todo, pero al enterarse que la mujer dirigía un salón en el que Constán y otros
0:12:02 manifestaban sus sentimientos en contra del primer consul que era él,
0:12:06 sí le acabó la paciencia y la desterró, la hecho del país.
0:12:09 En realidad Napoleón no fue la única persona a la que Madame ofendió.
0:12:13 Por entonces su marido, el varón, ya estaba medio harto de ser engañado y se separaron.
0:12:20 Perdió el cargo de embajador, digo el varón, y ella le suspendió su asignación,
0:12:26 recordemos que el tipo era pobre, y lo dejó en la vida.
0:12:30 Tras haber sido apartados de París por Napoleón, Madame de Stel y Sommante decidieron exiliarse y escribir.
0:12:38 Allí conoció a Gete, Schiller, a Lobayron, con Gete tuvo una entrevista de una hora,
0:12:45 y Madame, bastante arrogante y creyéndose una celebridad,
0:12:49 se inclinó solemnemente ante la mujer que le abrió la puerta, que era la mamá de Gete,
0:12:55 y le dijo, yo soy la autora de Corín, que era la novela más famosa que había escrito ella,
0:13:02 y la señora le dijo, yo soy la madre de Gete.
0:13:07 Después le preguntaron a Gete sobre aquella visita y él dijo, es una muchacha interesante,
0:13:13 pero yo no pude hablar mucho porque ya hablo demasiado.
0:13:17 Más tarde Madame se arrepintió toda la vida por no haber escuchado a aquel hombre.
0:13:22 Ella y Constant raras veces se separaban, Constant ya estaba empezando a cansarse,
0:13:28 no soportaba el carácter dominante de Madame, ella tenía la arrogancia de su riqueza,
0:13:35 pero además creía mucho en su superioridad intelectual.
0:13:40 Constant escribió, nunca vi una mujer mejor, ni con más gracia y devoción,
0:13:46 pero admito al mismo tiempo que jamás vi una mujer cuyas exigencias asorbiran tanto la vida de quienes la rodeaban.
0:13:52 Y al final, después de escribir eso la abandonó, se la tomó.
0:13:56 Ella quedó zona, escribió un libro llamado Alemania, Napoleón le confiscó la edición,
0:14:02 esto le causó una gran amargura, pasó por agudas de presión, en su cuerpo se deterioró,
0:14:08 Madame sentía horror a la vejez, se estremecía ante la idea de que llegara,
0:14:13 la palabra juventud tenía, como después contó Byron, un encanto musical tan grande para ella
0:14:19 que se complacían intercalarla constantemente sus frases.
0:14:23 Después de la derrota de Napoleón en Báterlo, regresó a París, presidió un nuevo salón,
0:14:29 pero la salún la acompañó y se murió, se murió en julio 1817 a las 51 años.
0:14:36 Lord Byron participó en sus últimas reuniones, tiempo después llegó a decir que se debía a Madame de Estael,
0:14:42 la aparición del espíritu romático. Bueno, no sería para tanto Byron.
0:14:47 De todos modos fue una figura que casi es paradigmática, porque hubo muchas madames de Madame de Estael en la Estede de Francia,
0:14:56 cuando recordamos a estas mujeres ilustradas y ricas que se complacían en armar salones,
0:15:02 aquellas mujeres que aparecen incluso en las comedia de Oscar Wilde,
0:15:06 bueno, cuando André nos pide que demos un ejemplo real de esta clase de mujeres,
0:15:11 enseguida pensamos en Madame de Estael, que fue quizá la más famosa de ellas,
0:15:17 y tal vez la más talentosa, porque escribía bien, escribía bien.
0:15:22 Bueno, hemos sido a la discoteca, le hemos explicado todo esto.
0:15:28 No sé si hay una canción.
0:15:32 Pero discotecario estaba muy ocupado, pero en todo donde vivía esta mena, en París,
0:15:38 y tomé bajo el cielo de París.
0:15:41 No quiere laburar.
0:15:43 No quiere laburar.
0:15:45 Solo esto me dice el discotecario sin mirarme, ocurrió bajo el cielo de París.
0:15:52 Y como se llama este disco, bajo el cielo de París, macho.
0:15:55 Pero señor, trazo a Gruez.
0:15:57 Cuentas que lo compusieron para usted.
0:16:00 No, si era Nueva York, ¿qué le daba?
0:16:02 New York, New York.
0:16:04 En este caso va a cantar este hermoso, as.
0:16:10 Ismontan, así que atención.
0:16:12 Bajo el cielo de París por Ismontan.
0:16:30 No es el día de hoy en el corazón de un garoto.
0:16:37 En el cielo de París marchan los amores.
0:16:43 El hermoso se construye en una tierra y para ellos.
0:16:49 En el ponte de Perra, así, un filósofo así,
0:16:56 de musician,
0:16:58 que le daba a los gente a milíes.
0:17:04 En el cielo de París, hasta el día de hoy,
0:17:07 van a cantar.
0:17:10 El himno de un pueblo,
0:17:12 los precios de su vieja cité,
0:17:16 re de nuestra dame,
0:17:19 a veces convendrán.
0:17:22 Sí, pero a Panamá, todo puede llegar.
0:17:29 El perreillon de un cielo de los años,
0:17:33 el acordeón de un marido,
0:17:36 la soplera
0:17:39 en el cielo de París.
0:17:46 En el cielo de París,
0:17:51 hasta el día de hoy,
0:17:54 van a cantar.
0:17:58 El himno de un pueblo,
0:18:01 los precios de su vieja cité,
0:18:04 re de nuestra dame,
0:18:07 re de nuestra dame,
0:18:13 a su secreto.
0:18:17 Desde el 20 de siglo,
0:18:19 fue el precioso de nuestro hilo.
0:18:25 Cuando él le sorprie,
0:18:27 me suena a mi blu.
0:18:31 Cuando él plebe en París,
0:18:34 es que él le gusta la fe.
0:18:37 Cuando él es tan extrema,
0:18:39 se le da un amor.
0:18:43 Él le hace grudar
0:18:45 sobre nuestra tonera y la tonera.
0:18:50 Pero el suelo de París
0:18:52 no es tan cruel.
0:18:57 Para que se le perdonara,
0:19:00 él le ofrece un arcancio.
0:19:10 Era hip-bontan y algún otro arreglo.
0:19:15 En la venganza será terrible
0:19:17 bajo el cielo de París.
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