https://es.wikipedia.org/wiki/María_Luisa_Gabriela_de_Saboya
Transcripción automática
0:00:00 linda historia de esta, de María Luisa Gabriela de Sabolla y Felipe Quinto, Felipe Quinto de España.
0:00:06 Como sabemos, el rey de España, Carlos II, lechizado,
0:00:10 murió en el año 1700 sin descendencia y así terminó la dinastía de los áustrias, de los asurgos.
0:00:17 No sin algún inconveniente, ¿no?
0:00:20 Se retomó una guerra de sucesión que tomó a casi todo el continente.
0:00:25 Y era el problema que trae la falta de sucesión de Carlos II,
0:00:32 por eso estaban tan desesperados por hacerlo encentral.
0:00:35 Sólo que Carlos II era una persona muy perjudica,
0:00:42 simplemente un ser muy enfermo, física y mentalmente,
0:00:46 y por eso le decían el deschizado, así que no hubo manera de hacerlo encentral,
0:00:50 y entonces tuvo lugar una guerra de sucesión.
0:00:54 El rey de Francia, Luis XIV, el más poderoso por esos tiempos,
0:00:58 envió a su nieto Felipe, el duque de Anjou, para que ocupara el trono español.
0:01:03 Y fue así el primer rey borbón de España.
0:01:05 Hoy los borbones reyan en España justamente por esa irrupción del nieto de Luis XIV.
0:01:18 La guerra fue entre Francia y España contra áustria, Inglaterra, Holanda y Portugal.
0:01:23 Y ganó Carlos Felipe, por supuesto, ayudado por los 14,
0:01:27 y Mercedes al tratado de Utrecht, que más tarde fue reconocido por todos,
0:01:32 y así fue Felipe, quinto rey de España.
0:01:35 Pero lo que nos interesa es una historia de amor que tuvo consecuencias trágicas.
0:01:40 En el año 1688 había nacido en el reinado de Sicilia y Sardinia una princesita,
0:01:47 llamada María de Uiza de Sabolla.
0:01:51 En el año 1700, cuando Felipe quinto pondría a España como rey,
0:01:55 Luis XIV decidió casar a su nieto con esa musacha.
0:02:00 Dizan las crónicas acerca de María de Uiza.
0:02:03 Era caprichosa, antojadiza, impertigente y algo obstinada.
0:02:10 Pero hermosa.
0:02:12 Su té era de notable blancura, su talla de aeroso y sus manos encantadoras.
0:02:20 ¿A quién mandaron para ver una mena?
0:02:24 Y yo pregunto que tal vez sea una mena y me dice que su té es de notable blancura,
0:02:29 su talla de aeroso y sus manos encantadoras,
0:02:32 y contestó que no me han dicho nada.
0:02:34 Estamos despedidos.
0:02:35 No, estamos como cuando venimos de España, ¿qué sabemos?
0:02:39 Bien, al hacer que talla de aeroso quiera decir lo que yo quisiera que...
0:02:44 ...lo segan.
0:02:46 Su figura dice, agradará siempre a cualquier hombre de gusto delicado.
0:02:55 ¿Se le dijo mucho esto?
0:02:56 Le dice poco y mal porque lo que se llama gusto delicado...
0:03:02 ...es más bien, más que delicado es un gusto sufrido.
0:03:09 Bueno, y confunden delicadeza con resignación.
0:03:14 Pero no importa, esto es lo que es.
0:03:16 Parece que estaba muy angustiada María Luisa por tener que alécarse de la familia.
0:03:22 Había sido destinada, como se había ocurrido en estos casos,
0:03:25 a ser reina de un país desconocido y mujer de un rey que no había visto calas.
0:03:31 Entonces, se desesperaba María Luisa, enfrentó a su padre, en lo que les aboya,
0:03:35 negándose, redondamente, a ser esposa de nadie.
0:03:40 El padre le dio dos posibilidades.
0:03:43 Cuando le dice, le dio dos, creí que iba a decir que le iba a dar dos patadas.
0:03:47 Pero no, le dio dos posibilidades.
0:03:50 O la obediencia, o el encierro en un convento, ¿no, hijo? Le dio dos patadas.
0:03:56 María Luisa, él hizo España.
0:03:59 En Cerona, ahí en Cataluña, Felipe V, iba a encontrarse con su nueva esposa.
0:04:07 El cortejo siciliano iba a acompañar a la princesa, hasta Mista.
0:04:16 Y después, a partir de aquella ciudad, ahí, ayer, le voy a continuar a cargo de una rama llamada
0:04:22 María Ana de la Tremual, en calidad de camarera mayor de la nueva soberana.
0:04:29 Muy bien, se despedieron los familiares italianos y aquella despedía fue un escándalo.
0:04:34 Debió intervenir la Guardia Francesa para separar a la muchacha de los parientes.
0:04:38 No se quería ir, se agarraban las rodillas de los tíos y así.
0:04:43 A partir de ese momento, María Luisa juró quejarse ante su prometido en cuanto pudiera verlo.
0:04:50 Describamos en poco a Felipe V, entonces.
0:04:54 Parece que era un muchacho muy atractivo, de mediano estatura, rubio, de ojos azules.
0:05:00 Y se enquiera muy serio y que hasta ese momento lo habían visto sonreír solo cuatro veces.
0:05:06 Entonces a ver quién se la contaba.
0:05:10 Y Felipe, naturalmente, estaba desesperado por saber cómo era María Luisa.
0:05:14 Y decidió observarla sin que viva lo reconocida.
0:05:18 Se vistió de tan pescino, pero ya advirtieron que con esas pizas no iba a poder acercarse a la regla.
0:05:26 Entonces se disfrazó de paje, pero dijeron que no podrían, en tal caso, mirarla a los ojos.
0:05:31 Entonces se disfrazó de primera escolta real, de escolta de cilismo, y se adelantó a sus reglas.
0:05:39 La viola espió y quedó impresionada.
0:05:44 Además, la mujer estamariana de la Samuel le permitió una breve conversación.
0:05:51 El celito se enamoró.
0:05:53 Cuando se fue, todavía diciendo se escolta, María Luisa le confesó a su camarera que el con soldado era muy apuesto.
0:06:03 Cuando María Luisa llegó a Gerona y dio que el monarca era nada menos que el con el caballero que había visto antes,
0:06:08 se olvidó de todo reproche y se procedió a festejar el casamiento.
0:06:14 Y la fiesta del castorio fue un desastre.
0:06:18 Un grupo de cortesanos franceses borrachos empezaron a los ritos sin el menor respeto a los reyes.
0:06:25 No le gustaba la comida.
0:06:27 Se habían ofrecido únicamente platos de la cocina española.
0:06:31 Y entonces los franceses empezaron a tirar la bronca.
0:06:35 La discusión, en un verdadero motín, volaron los platos, los platos más caros del reino, además.
0:06:43 El rey se abstuvo de tomar partido.
0:06:45 Y luego se abrieron las cómicas.
0:06:47 Devorado por la impaciencia y el deseo desde antes de la ministra,
0:06:52 sólo esperaba que sonara la hora de llevarse a su aposento a la novia, a materia de comida ni comida.
0:06:59 Los cronistas también cuentan que después de varios discursos de distintos personajes,
0:07:03 se presentó un cura que, dirigiéndose al rey, dijo,
0:07:07 Majestad, los discursos calzan aquí en los de cocha.
0:07:11 Y al permiso, os cantaré una canción.
0:07:15 Y la cartó también que el rey pilló insistentemente un bich.
0:07:18 Y el cura la volvió a cantar.
0:07:20 Cuando los protejos terminaban, el cura, se había vivido mucho también,
0:07:25 le pidió al rey una limosna para los pobres.
0:07:28 El rey le dio un escudo de oro y el cura valuseó.
0:07:32 Bich, Majestad, bich.
0:07:36 Felipe, que estaba contento, le dio otro escudo y ahí se fue a buscar a la novia.
0:07:41 Llegó el momento de ir a la pinesa.
0:07:43 Felipe se despiló cortesmente de los invitados y se fue con María Luisa.
0:07:48 En cuantico cruzó la puerta, el rey comenzó a sacarse los bienzos.
0:07:53 María Luisa empezó a los gritos.
0:07:56 Llamó a su camarera y ordenó que la llevará inmediatamente de regreso a su patria.
0:08:03 Felipe, desesperado, comenzó entonces a ofrecerme cosas.
0:08:07 María Luisa lo obligó a prometerle con toda su alemidad que no consintiera en el futuro
0:08:15 que daba alguna de diez órdenes y tratara de unillarlas
0:08:19 y lo más importante que se estuviera en sucesivo de recibir órdenes de Luis XIV.
0:08:24 Que cosa, que diga.
0:08:25 Y Felipe aceptó todo.
0:08:30 Bueno, aquí es la reina, aquí es la no axela reina,
0:08:34 solo consintió a los breve juegos y primeros escarseos a los que la sometió el rey.
0:08:42 Sin embargo, parece que no fue muy delicado porque a los pocos minutos
0:08:46 podía ver si María Luisa correr por los pasillos.
0:08:51 Finalmente recibe una semana después, tuvo lugar la noche de Bogotá, propiamente de lucha.
0:08:58 Y nadie lo hubiera sospechado jamás, pero María Luisa le gustó.
0:09:02 Hasta el extremo de Jesús Camarena, la chica de la Tremual, escribió a París, informó los siguientes.
0:09:09 No hay manera alguna de que el rey abandone la coba
0:09:12 y por su gusto estaría en la cama todo el día con la reina.
0:09:17 María Luisa, por su parte, escribió a sus antiguas amigas.
0:09:21 Al rey le encanta y le divierte el grado, se volvó a jugar al cucú y al escondite
0:09:27 para hacer posteriormente más apetecible el encuentro.
0:09:31 Estuvieron juntos 150 jornadas consecutivas tras la noche de Bogotá,
0:09:37 casi sin salir de los aposentos.
0:09:39 Aprendan.
0:09:46 A los seis años de matrimonio de 18 de edad, María Luisa quedó embarazada.
0:09:50 La dinastía borbónica estaba asegurada.
0:09:53 El niño nació el 25 de agosto de 1707,
0:09:56 recibió el nombre de Luis, desde luego un homenaje al Rey de Francia.
0:10:01 A María Luisa no le gustó nada, pero se cayó.
0:10:04 Dos años más tarde dio a Luis un segundo hijo,
0:10:08 pero murió antes de que pudiera cumplir una semana.
0:10:11 Luego tuvo otro al que se llamó Felipe.
0:10:14 Después de que nacimiento María Luisa empezó a tener los primeros cintos
0:10:18 había una estrago enfermedad.
0:10:20 Tenía fiebre constante y ningún médico aceptaba en decir qué la producía.
0:10:26 Algunos llegaron a decir que el origen del misterioso mal estaba en el cuero cabelludo.
0:10:31 Entonces la pelaron y estudiaron su cabeza después de pelarlas
0:10:36 y ningún resultado desde luego.
0:10:39 María Luisa pensó que por su aspecto el rey la abandonaría.
0:10:42 Por encima del dolor físico intentaba mantenerse lo más atractiva posible.
0:10:49 Cuando quedó pelada mandó a romper todos los espejos de palacio.
0:10:52 Felipe Quintón, que ha preocupado por el estado de su esposa,
0:10:56 procedió como si nada ocurriera.
0:10:59 Mantenían sus encuentros amorosos y la pensaba hacer todo menos en sus palabras
0:11:04 propiciar que el rey buscaba, buscar bajo tecio pecador,
0:11:09 lo que ella bien podía dar.
0:11:12 Nació otro hijo, Fernando, que fue después el rey Fernando Sexto.
0:11:17 La familia entendía cómo había sobrevivido al parto.
0:11:20 Y cinco meses después María Luisa murió.
0:11:23 Tenía 26 años.
0:11:26 Felipe Quinto quedó destrozado.
0:11:29 Un aval llamado Julio Alberoni,
0:11:31 que presentó una nueva candidata,
0:11:33 hija de los soberanos de Parma,
0:11:35 llamada Isabel de Farnesio.
0:11:37 Pero ella ha sido otra historia.
0:11:40 El rey, tras la muerte de María Luisa, fue enloqueciendo.
0:11:45 Se acababa de dejarse afeitar.
0:11:48 No se cortaba el pelo ni las uñas.
0:11:51 El pelo le sobresalía de la peluca que no se quitaba nunca.
0:11:54 Las uñas de los pies las tenía tan largas que no podía caminar.
0:11:58 Vivían en un estado de ansiedad horrible
0:12:00 que mordían los brazos, se creía muerto.
0:12:03 Preguntaba por qué no la enterraban,
0:12:05 o bien afirmaba que no tenía piernas.
0:12:09 Cuando no se creía muerto,
0:12:10 se creía envenenado o transformado en rana.
0:12:13 Esto se soltaba unos salarios horrorosos
0:12:15 que de noche despertaban a todos los habitantes del palacio.
0:12:18 Iba deplorablemente vestido.
0:12:21 Un documento de 1720 dice que no se cambió la ropa por un año.
0:12:26 Su traje caía a girones
0:12:28 y a veces él mismo cocía los remiendos.
0:12:31 Tenía caprichos extravagantes,
0:12:33 como mandar abrir las ventanas en los días que hilaba,
0:12:36 o envolverse en mantas durante el verano.
0:12:39 Durante los calores,
0:12:40 obligaba a mantener todo herméticamente cerrado.
0:12:44 El calor ahogaba en el interior de las habitaciones.
0:12:48 Imaginaba que querían envenenarlo
0:12:49 con las camillas que le ponían.
0:12:52 Por esa razón,
0:12:53 sólo accedía a ponerse la esclerada Isabel de Barnecio
0:12:56 después de haberla llevado a ella.
0:12:58 Quería escaparse del palacio.
0:13:01 Parías veces llegó desnudo a los jardines.
0:13:04 Pusieron centinela con su cuarto
0:13:05 que tenían la hora de impedir
0:13:07 que saliera bajo ningún pretexto.
0:13:10 San Simon lo visitó.
0:13:12 Al hablar escribió,
0:13:14 arrastraba las palabras
0:13:16 y adoptaba una expresión tan nesia que quedé perplejo.
0:13:20 Tuve que apelar a toda mi sangre fría para reponerlas.
0:13:24 El 17 de enero de 1724,
0:13:27 Felipe V abricó o lo hicieron abricar
0:13:29 en su hijo Luis I,
0:13:31 casado con Luisa Isabel de Francia,
0:13:33 hija de Felipe de Avias.
0:13:35 Su hijo barnazó a lo de una año porque se murió de viruela.
0:13:38 Felipe V retomó al reino,
0:13:40 aunque en realidad lo manejó su mujer Isabel de Parnecio.
0:13:44 Murió en 1746 a los 62 años
0:13:49 y hacía ya tiempo que vivía solo en su nación.
0:13:53 Pues ya era la historia de amor,
0:13:56 de amor y de locustos.
0:14:01 ¿A quién quiere dedicar esta charla, Rolom?
0:14:04 Cura cantor,
0:14:06 que me cazó muy simpático.
0:14:09 A él le habían pedido bis
0:14:10 y él también pedió bis cuando le dieron un escudo.
0:14:13 Sí, y al reino, por supuesto.
0:14:14 Al pobre Felipe V.
0:14:16 No pudo vivir sin el cuento.
0:14:18 Hemos pasado muchas historias de Felipe V.
0:14:20 Entre ellas la visita de Castrato Parinelli,
0:14:26 que tuvo mucho tiempo en la corte de Felipe V
0:14:29 que le hizo muy bien.
0:14:31 Me gustaba poderlo cantar al reino.
0:14:35 Hemos sido la discoteca
0:14:38 y hemos decidido escuchar el bellísimo tango
0:14:41 que se llama Sineja
0:14:43 en la versión de Chagno.
0:15:31 Con tristeza y el bajo de la alcaldía no me asunan.
0:15:37 No puedo verlo vivir sin ella.
0:15:41 Sin ella que era todo, nada solo.
0:15:47 Sin ella que es sin ella triste y solo.
0:15:51 Pensar que por quererla le hace que pensar
0:15:57 entre la vida de mis ojos
0:16:00 que el talque de mi choco narra en verde
0:16:05 jamás a deshaber lo que le lloro.
0:16:10 Jamás a deshaber que me maté
0:16:14 que bebo mi amargura como un doco
0:16:19 que muero por la cuncia de querer.
0:16:30 Si no le digas que me vieron solita
0:16:35 y que me vuelvo a ir a cuncar
0:16:38 o que la compra del pasado
0:16:41 o las cosas que me hablan de amor
0:16:46 que vino de la noche que me responde
0:16:51 y es esa vida tuércoles que me castiga
0:16:55 y que la sona me responde
0:17:00 de la lluvia de la ausencia y de la tía.
0:17:05 Mientras tu insinuencia triste y solo
0:17:11 pensar que por quererla le hace que pensar
0:17:17 entre la vida de mis ojos
0:17:20 pensar que de mis ojos
0:17:23 que la tranquea.
0:17:26 Jamás a deshaber lo que le lloro
0:17:31 jamás a deshaber que me maté
0:17:35 que bebo mi amargura como un doco
0:17:44 que muero por la cuncia de querer.
0:17:53 A Cantado Charlo de Charlo y Castillo Cinella
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