Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos esta noche de Martina Céspedes, así que vamos a Buenos Aires y vamos al año 1807 para aquellos que dicen que nunca hablamos de que tina lo cual es verdadero.
0:00:16 Pero aquí el conflicto es con los ingleses, así que si salvo a algún empleado de consulado del ferrocarril pacífico, no creo que nadie se enqueje si tomamos partido por los criollos.
0:00:33 Santiago de Liniers escuchó en 7 de julio de 1807 acerca de un hecho notable.
0:00:41 Parece que luego de la batalla por la defensa de Buenos Aires, Liniers y los jefes españoles del Virre Inato decidieron proponer a los ingleses un pacto generoso para que se retiraran para siempre del río de la Plata.
0:00:56 Tras la firma de un armisticio con el general Whitelock en el retiro.
0:01:03 Liniers y Alsaga fueron al convento de Santa Catalina, que estaba en las calles de Santa Catalina y Santísima Trinidad, es decir hoy sería en San Martín y Viamonte.
0:01:15 Fueron hasta el convento con el propósito de honrar ese edificio en virtud de los agravios que el lugar había recibido por parte de los ingleses, que parece que habían ocupado el convento brutalmente y aún peor habían agraviado a las monjas que allí vivían.
0:01:37 Entonces los jefes del Virre Inato fueron hasta allí a consolar y reconfortar a aquellas mujeres.
0:01:47 Volvía Liniers de esta misión cuando, al entrar al fuerte, que estaba donde había estado la Casa Rosada, advirtió un tumulto producido por una mujer que discutía gritos con un grupo de soldados.
0:02:03 Forsegeaba con ellos e intentaba abrirse paso para llegar a donde estaba Liniers.
0:02:09 Preocupado por el desorden, Liniers preguntó quién era aquella dama y qué quería.
0:02:16 Los soldados dejaron libre a la mujer, la mujer se acercó o se presentó, dijo llamarse Martina Céspedes y aseguró que tenía algo muy importante que contar.
0:02:27 Pidió estar a solas con Liniers y después de algunas discusiones se produjo la entrevista en esas condiciones.
0:02:35 Martina contó que frente a la iglesia, nuestra señora de Belén, ella tenía una fonda que atendía junto a sus tres hijas.
0:02:46 En aquella iglesia se veneraba al patrón del lugar San Pedro González Telmo.
0:02:55 Patrón no dijo de alguna equivocación porque Pedro González no era santo sino beato y Telmo se lo pusieron después equivocándose.
0:03:05 Lo confundieron con otro. El caso es que igual lo veneraban aunque se equivocaban.
0:03:10 El San Pedro Telmo, hoy en día esa iglesia debe ser la que queda en la calle Humberto Pérez.
0:03:18 Vivían así unos curas y había un convento y la mena tenía en frente una fonda.
0:03:25 Tal como había sucedido con Santa Catalina, donde habían estado los ingleses,
0:03:36 esta iglesia, nuestra señora de Belén, después llamada San Pedro González Telmo, había sido tomada por los ingleses.
0:03:42 Liniers, que estaba al tanto de todas las invasiones que se habían producido, le dijo, bueno, está bien, ya sé lo que pasó ahí, tome será.
0:03:53 No, no, la mujer le dice, yo quiero seguirle contado.
0:03:56 Dice, ah, y nosotros estábamos horrorizadas por la vecindad de los invasores, entonces decidí cerrar la fonda, dijo la mera,
0:04:05 y no aceptar a ningún cliente hasta terminado el conflicto.
0:04:10 Por eso es que una noche después de la batalla, Martina y sus hijas sintieron unos fuertes golpes a la puerta de la fonda
0:04:20 que suena igual que la puerta de la casa de mi amigo.
0:04:23 Sí, bro.
0:04:25 Y también voces de soldados ingleses.
0:04:29 Chonto.
0:04:30 Horríe, te he dicho, te pido pensar en la casa.
0:04:37 Dice, se cae.
0:04:38 Muy raro lo que decían, pero, o sea, escucho voces.
0:04:44 ¡A una puerta! dijo uno en perfecto inglés.
0:04:47 ¡Opendedor!
0:04:51 Ingleses que gritaban, ¡Opendedor! ¡Opendedor!
0:05:02 Martina se asomó por una ventana y vio a doce soldados de casaca roja,
0:05:06 supo que estaban borrachos, no porque llevaran casaca roja, sino porque lo vio en actitudes que denotaban su ebreidad.
0:05:16 Abrió la ventana y le gritó que dejaran de molestar.
0:05:20 Cuenta, Martina, que uno inglés le gritó con voz aguardentosa
0:05:24 que ellos eran soldados del amado Rey Jorge,
0:05:28 que debían ser aceptados y que lo único que querían era disfrutar de una buena comida española y de unos buenos vinos.
0:05:36 Martina insistió en que se fuera.
0:05:40 Toma esa idea.
0:05:42 Los ingleses entonces se enojaron y amenazaron con entrar a la fuerza, vio cómo son.
0:05:47 Uno incluso ordenó ir a buscar un cañón.
0:05:51 Y se volvieron a buscar un cañón y se dieron que vamos a abrir la puerta a cañar,
0:05:55 es medio prepontente al inglés.
0:05:57 ¿Y ha creosado también?
0:05:58 Sí, caber.
0:06:01 Aterrorizada, Martina y sus hijas decidieron hacer algo para evitar mayores problemas.
0:06:08 Entonces Martina disimuló el susto, dispuso a sus hijas en distintos puntos de la Fonda
0:06:15 y nuevamente a través de la ventana se dirigió el jefe de los soldados hebrios.
0:06:19 Le dijo que aceptaba darle comida y vino,
0:06:23 pero que debían ir entrando de a uno por vez a fin de poder ubicarlos mejor.
0:06:28 El inglés estuvo de acuerdo.
0:06:31 Después del diálogo, Martina dio unas últimas indicaciones a sus hijas y abrió la puerta.
0:06:35 Ni bien pasó el primer inglés, medio tambaleante por la curva.
0:06:40 Le encajaron un garotazo en la cabeza.
0:06:44 Le quitaron el arma y lo llevaron para dentro, lo ataron.
0:06:49 Y lo llevaron para el patio, lo llevaron.
0:06:54 Linears, que estaba habliéndote relato, empezó a mirar a Martina con estupor.
0:06:59 Pues no podía creer lo que oía, ni yo tampoco.
0:07:03 Porque los ingleses eran ingleses, pero no estupidos.
0:07:07 ¿No solo atraparon?
0:07:10 No. Parece que Martina siguió y dijo que habían hecho pasar al siguiente inglés, nuevo garotazo, otra vez al patio.
0:07:18 Y así se cargaron a los doce.
0:07:21 Los desmayaban a los golpes, no mataron a ninguno.
0:07:25 Y orgullosa, Martina, le dijo a Linears que tú habías los tenías atados.
0:07:29 Y que había llegado hasta el fuerte para ofrecer la entrega de los once prisioneros en el medio.
0:07:35 Linears preguntó cómo es que tenían once si habían capturado a doce.
0:07:39 Preguntó si acaso habían matado alguno.
0:07:43 Entonces Martina, Martina Cespedes, le dijo que una de sus hijas, Josefa, la menor,
0:07:49 de tanto atender a los prisioneros, se había enamorado de uno y quería quedárselo para ella.
0:07:57 ¿Y también lo tenía atado o lo tenía suelto?
0:08:01 No lo sé. Pero Linears preguntó qué opinaba el inglés al respecto.
0:08:06 Y Martina dijo que a aquel soldado también se había enamorado perdidamente de Josefina.
0:08:11 Y quería desertar y quedarse.
0:08:16 Linears aceptó el trato y le pidió eso así que no le contara nada a nadie.
0:08:21 No sé por qué. Martina Cespedes fue nombrada a Dapol Linears, sargento mayor del ejército,
0:08:27 con derecho a sueldo y uso de uniforme.
0:08:31 Muy orgullosa por aquel nombramiento, participó durante muchos años en todos los festejos que se hacían
0:08:38 en ocasión del aniversario de las invasiones inglesas.
0:08:41 Y lo hacía luciendo su medalla de defensor a Buenos Aires.
0:08:45 En 1825 a los 65 años desfiló a Caballo, junto al general Juan Gregorio de las eras,
0:08:52 y cuentan que durante el defile le susurró a las eras.
0:08:57 Ay, si me viera el mi rey Linears.
0:09:01 Así que se quedó nomás la menor de las hijas de Martina Cespedes con el inglés.
0:09:09 Otras guerras, otros tiempos, ya no pueden suceder estas cosas,
0:09:16 o a lo mejor es necesario que los ingleses pierdan para que sucedan estas cosas.
0:09:21 Así que vamos a dedicar este pequeño episodio que hemos contado a Linears y a las cuatro damas,
0:09:30 especialmente a la mayor de las hermanas porque seguro que era la que estaba más urgente de soldados.
0:09:37 Y sin embargo se lo dejó a la más chica.
0:09:41 Y al WhiteLock que viene de una familia muy perdedora para suerte de los argentinos.
0:09:52 Hemos sido a la discoteca, le hemos contado este episodio al discotecario
0:09:59 que empezó a llorar de fervor patriotico.
0:10:03 Sin bien supo que el episodio transcurría durante las invasiones de Inglésia,
0:10:07 corrió a la almacén más cercano, compró un litro de aceite o la vina y la puso a hervir.
0:10:15 Y me dijo, no me van a llevar por delante esos gringos junigrancias.
0:10:23 Y dice, cuando pasen por aquí los ingleses, le voy a tirar todo un litro de aceite de recoltores
0:10:32 y ir bien. Yo no quise contradecirlo.
0:10:36 Pero la verdad es que el muchacho que no las tiene todas coincidiendo.
0:10:40 Y no. Se puede estar dos años.
0:10:43 Y le volví a explicar enseguida, y dijo, ¿y dónde quiera esa iglesia?
0:10:50 Y dije, en San Telmo.
0:10:52 Y me dio el tango que se llama a San Telmo.
0:10:58 Muy atinado.
0:11:00 Es la versión de su autor, Don Roberto Grela.
0:11:03 Y este tango evidentemente fue hecho pensando Martín Aséspedez.
0:11:09 Yo cada vez que digo San Telmo enseguida me viene a la cabeza Martín Aséspedez,
0:11:15 sus hijas, las invasiones inglesas.
0:11:18 Están vientadas en la reconquista.
0:11:21 El tango no tiene letras, es un tango instrumental.
0:11:24 Así que se puede pensar lo que quiera.
0:11:30 Eso es lo que tiene de bueno la música.
0:11:34 ¿Por qué usted toca esto, por ejemplo?
0:11:41 ¿Ustedes se imaginan un tren o algo? No.
0:11:44 Y sin embargo se llama tomando el tren A.
0:11:47 ¿Y por qué tiene una letra y dice,
0:11:50 yo tomo el tren A? No, no tiene.
0:11:56 Escucharemos entonces el tango de Roberto Grela a San Telmo en la versión de la otra.
0:12:20 La canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción de la canción
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