Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de Mesa Lina, de la mujer del emperador Claudio, muy célebre por cierto,
0:00:07 y hay que decir que ya hemos hablado muchas veces, pero como la historia tiene muchas
0:00:12 alistas, vamos a encarar hoy lo que concierne a su desmesura amorosa, ¿no?
0:00:20 Y eludiremos algunas intrigas famosas, como por ejemplo aquella que Mesa Lina mantuvo
0:00:28 con Agrippina, disfrutándose la sucesión del imperio nada menos, ¿no?
0:00:34 Como bien sabemos, Mesa Lina daba por seguro la sucesión en su hijo británico, británico
0:00:41 en el hijo de ella con Claudio, pero Agrippina, la siguiente mujer del emperador Claudio,
0:00:46 hizo todo lo posible para que llegara al trono fuera su hijo domicil, después conocido como
0:00:52 negrónimo. Pero vamos entonces con la historia entre el emperador Claudio y la emperatriz
0:00:58 Mesa Lina. El matrimonio entre ellos había sido precedido por dos uniones de gracia de
0:01:04 Claudio. El emperador se separó de su primera esposa, Pláusia Urgulanila, por adultelio
0:01:12 y sospecha de intenciones homicidas. El hijo de aquel primer matrimonio se llamaba
0:01:18 Madruso y murió cuando era chico. Parece que se traían todo con una pedra. A los cinco
0:01:26 meses del divorcio, Pláusia dio luz a una niña pero Claudio la abandonó porque duraba
0:01:32 la supa eternidad. La segunda unión del emperador fue con Elvia Pettina, hijo de un ex
0:01:37 consul, pero el matrimonio también duró poco tiempo. Finalmente, o no finalmente, en
0:01:43 tercer lugar, a los 49 años, Claudio desposó a Mesa Lina que era hermosa, convenientemente
0:01:49 hermosa para las historias que habíamos de contar. Tuvieron dos hijos, el ya nombrado
0:01:54 británico y Octavia. Un día a Mesa Lina, que según los pronistras era de una sensualidad
0:02:00 exuberante y víctima de arrebatos amorosos que no podía controlar. Es decir, una persona
0:02:07 que me hubiera gustado mucho conocer. El amororio, un hombre llamado Callos Cilio,
0:02:15 presumiblemente el romano más apuesto de aquellos días. Cilio estaba casado pero esa
0:02:20 circunstancia no fue imperimento para que me saliera reclamada al hombre para sí y la
0:02:26 misma casada. La emperatriz exigió a Julias y Lina, la esposa de Callos Cilio, que abandonara
0:02:33 su matrimonio. Una vez divorciado a Cilio, que mientras tanto había sido nombrado a
0:02:41 Consul, se vio colmado de cargos honorísticos, donativos y regalos para que pudiera dedicar
0:02:49 sinceramente al amor. Cuando a Mesa Lina se lo cubría, se caía a la villa de su favorito
0:02:58 y daba rienda su venta a su mi cubría. Cuentan que Mesa Lina pasaba noches enteras
0:03:05 junto a son manteñadas que a Julio estaba en una campaña. Entonces, si has mado y seguro
0:03:11 de su situación, el muchacho de este Cilio ya le dijo a Mesa Lina que era yo quiero ser
0:03:19 el único. Decidiste, elegí al emperador o yo. Esas cosas que a la larga o la corta hacen
0:03:26 los amantes y que vienen a arruinar todo con esto. Daba fenomenos y una vez se dice
0:03:32 que es pulano o yo. Bueno, por qué digo. Y eso es una mala conclusión. Este muchacho
0:03:45 Cilio le dijo, mira, Mesa Lina, yo ya no estoy casado, no tengo hijos, estoy incluso dispuesto
0:03:50 a adoptar a tu hijo británico. Naturalmente esto implicaba también…
0:03:57 Decide que grita en el bójo baja. Esto implicaba también alguna clase de tradición política.
0:04:12 Imagino, ese emperador no va a consentir, libremente, que su mujer se quede con otro
0:04:18 tipo. O sea que había que dar un balda a clavo.
0:04:23 Muy bien, mientras que a Dios estaba en el puerto de hostia por un asunto oficial, o
0:04:27 que ya quedaba muy cerca de Roma de cualquier manera, Mesa Lina y Cilio se casaron. Directamente
0:04:34 se casaron. Los consejeros del emperador Calixto, Narciso y Palante se espantaron cuando recibieron
0:04:40 esta noticia. Lo que más preocupaba a los tres consejeros en verdad era su propia posición
0:04:46 concluyente. Si se produció una conjura de Mesa Lina y Cilio para desbarrancar a Claudio,
0:04:53 era seguro que ellos iban a caer también. Así que resolvieron eliminar a Mesa Lina.
0:04:58 La empresa era peligrosa porque ella tenía un gran número de adectos, pero más peligrosa
0:05:02 era encargarlo, dice. Porque Claudio la amaba. Esto se fue muy difícil, era contar a Claudio,
0:05:10 y Cilio miraba a Mesa Lina lo que hizo porque lo más probable era que Mesa Lina consiguiera
0:05:18 algún modo, perdón, y que después Claudio se volviera contra aquellos que habían acusado
0:05:23 a su mujer. Porque las acutaciones fueran verdaderas. Así que el asunto era peligroso.
0:05:31 Era necesario de todos modos convencer al empeador que encabezara el escarminante. Narciso
0:05:43 entonces eligió a dos personas en las que el empeador confiaba mucho. Igles era Calpurnia
0:05:51 y Criopatra, dos cortesanas que gozaban del cariño de Claudio. Y ambas partieron a Bosque
0:06:00 y solicitaron una violencia. Ya frente al empeador Calpurnia le dijo que Mesa Lina se había
0:06:04 casado con Cilio. Perturbado, Claudio miró a Criopatra para que confirmara esa noticia
0:06:10 y Criopatra la confirmó. Inmediatamente, Claudio mandó a Criopatra a Narciso. El consejero
0:06:16 se mostró consternado, pidió disculpas por no haber sido más atuto y después de las
0:06:27 noticias, le pidió a Claudio que rompiera el contrato matrimonial y exigiera la restitución
0:06:34 de Mesa Lina. Claudio aceptó el consejo, pero bueno, preparó la guardia y a sus generales
0:06:42 para arrancar a Mesa Lina de las Garas de Cilio, que pasó por las cuaresas y apacadas.
0:06:48 Cuentan que en su delirio amoroso, mientras tanto Mesa Lina y Cilio parecian no percibir
0:06:54 el conflicto que se los amenazaba. Se habían organizado para festejar el Casorio una vacanal,
0:07:03 ese es un Casorio, no es un plovabu, no hay ni salguchis, una vacanal en el Palacio de
0:07:09 Mesa Lina, dice la crónica, no diario, sino la reseña de esta fiesta, que el vino manaba
0:07:17 de ánforas y arzillas, estos son de trajes incluso incómodos. Los músicos tocaban sin
0:07:26 detenerse nunca, estos tampoco es muy cómodo que digamos, estos sí, y muchachas de nuevas
0:07:31 ejecutaban danza premia que cayó. Pero llegó el vino y dígale a los músicos que se callen.
0:07:39 En medio de ellas, Mesa Lina y Cilio se amaban a la vista de todo, bueno, es la idea de una orquilla.
0:07:48 Bueno, y el resto de los cilitos también, haciendo propio y lo forastero.
0:07:57 En un momento alguien trepó un árbol, que era vos.
0:08:05 Y dijo, de hostia viene avanzando una gran tormenta y no era una metáfora,
0:08:12 la lluvia desbandó a muchos de los participantes de la vacanal que era el aire libre,
0:08:17 pero otros estuvieron de orquilla bajo la lluvia.
0:08:21 No se va la orquilla, no se va.
0:08:30 Que sueva, que sueva, sí, y sueve, y sueve, y Cilio no se mueve, igual de la cuerda.
0:08:40 Pero lo que ocurre es que el negocio, además de la tormenta, provenía en los
0:08:46 enturiones del emperador Claudio.
0:08:48 Dicen que los embriagados con tertulios, a los que ya nada podían sorprender,
0:08:53 los imagines estaban en una orquilla, tuvieron que ser atados,
0:09:00 porque se obstinaban en continuar con su frenestía,
0:09:03 aunque después de la llegada de la policía, no, de los enturiones.
0:09:08 Y Mesa Lina y Cilio lograron escapar.
0:09:10 Cilio buscó refugio en el foro y Mesa Lina se subió a un carro,
0:09:15 envecinó al transporte de basura.
0:09:18 Quiso salvar su situación, enfrentando al emperador,
0:09:21 y entonces puso rumbo a hostia para pedir clemesias a Claudio.
0:09:25 Mientras tanto, Claudio corría en su carro y irció en la droga.
0:09:29 Lo acompañaban varios de sus ayudantes.
0:09:31 De pronto se encontró justamente con Mesa Lina que venía para encontrarlo.
0:09:36 Bueno, el emperador no reaccionó.
0:09:39 Narciso, uno de los ayudantes de Claudio, le dijo que era acusada de ultraje,
0:09:44 pero más importa.
0:09:47 Se acuntó, se usó un papel donde tenían notados
0:09:49 todos los adultillos de Mesa Lina, parecía que era un rollo interminable.
0:09:55 Y los leyó todo, debió ser una escena de la más aburrida,
0:09:58 porque nuestros amantes convertidos en nombre de una lista
0:10:02 no se diferencian mucho de la vida telefónica.
0:10:07 No varían mucho.
0:10:08 Y qué horrible es eso, ¿eh?
0:10:11 Es absolutamente deprimente hacer una lista
0:10:14 de las personas que nos han amado, que han tenido alguna clase de entreviero con nosotros.
0:10:21 Porque la lista carice toda emoción.
0:10:26 Imagínense, en una dama tuvo centenares de amantes, una cosa,
0:10:30 que venía a los vecinos, a ver qué pasaba.
0:10:32 Y hace una lista y después la ley.
0:10:35 Y de Robertis,
0:10:43 Incluso con el aprecio de Hidango.
0:10:45 Sí, peor.
0:10:46 Con la amante parece mucho peor,
0:10:48 o sea, parece toda intimidad en orden alfabético.
0:10:51 Ragu Fethi Adriana.
0:10:54 Una mina.
0:10:55 Nada, pero supone que es lo de Ragu Fethi Adriana.
0:10:59 Y primero el aprecio.
0:11:01 El aprecio es toda una consternación.
0:11:05 La verdad es que a veces uno ni siquiera conoce
0:11:08 el aprecio de sus amantes.
0:11:10 Porque no lo pregunto de entrada y después de algunos meses de relación
0:11:15 le resulta vergonzoso preguntar el aprecio.
0:11:17 Es más en cierta situación.
0:11:20 Imagínense, uno está ahí, que se dio.
0:11:22 Armando, por decirlo así.
0:11:25 Y además, ¿y cuál era tu apellido?
0:11:28 Más si la mina se llama Ragu Fethi.
0:11:32 La contestación Ragu Fethi da por terminar cualquier situación erótica.
0:11:38 ¿Cómo es tu apellido Ragu Fethi?
0:11:40 Bueno, es tí.
0:11:44 Bueno, en caso de que Narciso, en la sudanza de Claudio,
0:11:49 le leyó a Mesalina a la lista de sus adultes,
0:11:54 incluso tenía hechos y frechas.
0:11:57 Estos peor, los hechos están bien por la frecha.
0:12:00 Narciso justiguó los caballos y la emperatriz quedó atrás.
0:12:04 Esto justiguó los caballos y ese objeto literario absolutamente super.
0:12:09 Bueno, el caso es que Claudio no la perdonó, si iba adelante.
0:12:13 Después aparecieron incluso los hijos a pedirle Británico de Octavia,
0:12:17 a pedirle por Mesalina, pero bueno, no importa.
0:12:20 No, no la perdonó.
0:12:21 Llegaron Claudio y los acompañantes al cuartel de los pretorianos,
0:12:25 a donde ya estaba Silio,
0:12:27 porque lo habían encontrado en el foro y lo habían metido en cala.
0:12:31 Silio no intentó si quiere justificar.
0:12:33 Claro, quiero decir, disculpe, me, si me casé con su esposa
0:12:37 y si para festejarlo, organizé una vacanal
0:12:40 y si a los efectos de dar un corte legal al asunto me proponía derrocarlo.
0:12:48 Si habían atrapado a otros amantes que Mesalina veía ocasionalmente
0:12:54 y fueron con todos condenados a muerte,
0:12:57 Ticio Proculo, que era guardia de honor de Mesalina,
0:13:00 el senador Junco Virgiliano, que era director de la escuela de gladiadores,
0:13:04 Sulpicio Rufo, Décrio Calcurniano,
0:13:08 Vesio Valens, compoño burbico y Sanfello Trogo.
0:13:12 Todos aceptaron su sentencia sin hacer objeciones.
0:13:16 Solo dos condenados aventuraron una tímida propuesta.
0:13:20 Traulo Montano dijo que no le cabía culpa porque era lindo.
0:13:26 Aseguró que Mesalina lo había usado una sola noche como objeto de placer
0:13:34 y a la mañana siguiente lo había despedido pero lo mataron igual.
0:13:38 Y el actor Nester trató de salvar su cabeza con argumentos similares.
0:13:44 En realidad gritó que se había entregado a Mesalina obligado a la TIGASOR.
0:13:49 Dijo que de la mina lo había citado a su presencia y que había apelado un revenche
0:13:55 y que bajo esa amenaza no tuvo más remedio que actuar según los recebios de la dama.
0:14:02 Está muy bien que una dama lo llama
0:14:08 y lo dice con un revenche.
0:14:10 Le dice, ama, me debo.
0:14:13 Que más remedio.
0:14:15 Pero guardar revenche.
0:14:19 El caso es que lo mataron también a ese, ¿no?
0:14:22 Lo mataron a la TIGASOR, ¿sabes?
0:14:26 Estaba actuando, decía.
0:14:28 Solo un hombre llamado Cessonio escapó de la condena.
0:14:33 En verdad iba todas las orgías de Mesalina.
0:14:37 Pero mediante su comportamiento logró convencer a los jueces de que solo le gustaban los hombres.
0:14:44 Mientras tanto, Mesalina se había refugiado en una villa de los jardines del úculo.
0:14:50 No se animaba a volver a su palacio.
0:14:54 Mientras tanto, que ha habido estado muy amargado, imagínense en eso que se había enterado de la mujer.
0:15:00 No hacía más que entregarse alivaciones hasta perder la conciencia.
0:15:06 Había llegado a la conclusión de que su esposa también debía ser castigada con la muerte.
0:15:10 Entonces mandó un emisario a Mesalina para que se presentara el día siguiente y asumiera su responsabilidad.
0:15:17 Entegado Narcísi para impedir si el emperador se dejara a ablandar por la compasión.
0:15:21 Eso es el de miedo que tenía.
0:15:23 Después yo enseguí un grupo de cicarios hasta donde estaba la emperatriz.
0:15:27 Lo vayan y maten.
0:15:30 Dos censuriones, un tribuno y el divertido enodo, abrieron la puerta de la casa de Mesalina.
0:15:36 La emperatriz no se resistió.
0:15:38 El tribuno tomó una espada, la acercó a la garganta de Mesalina, luego a su pecho, pero bueno como vacilaba.
0:15:46 Uno lo empujó y ahí le echó el espada en el corazón.
0:15:51 Claudio estaba borracho cuando un mensajero se acercó al triquino imperial, así lo así todo,
0:15:58 para informarle que su esposa estaba muerta.
0:16:04 El emperador no dijo nada.
0:16:06 Después pidió más vino y empezó a repente.
0:16:11 No hemos contado aquí...
0:16:16 ...algunas de las...
0:16:18 ...una de las más extraordinarias actividades de Mesalina antes de enamorarse de Silvio.
0:16:27 Que era, según cuenta la leyenda, la de prostituirse cada noche en el barrio de la suburra,
0:16:35 donde estaban aquellas cárceles llamadas leinos actuales.
0:16:42 Que de los lugares donde las prostitutas recibieron sus clientes.
0:16:45 Parece que Mesalina iba todas las noches y se ofrecía, como una prostituta más,
0:16:52 se quedaba allí hasta la mano de Silvio pues lo volvía a lo más tranquila.
0:16:57 Vale a saber si será cierto.
0:16:59 Bueno, de todos modos, no es que uno duele esto en consideración a las prendas morales de Mesalina, no?
0:17:09 No, no parece muy tentador, ni siquiera para una persona muy proclinita estacionada.
0:17:19 Pero sí, teniendo tantos tipos a su disposición, para que demonios iba ahí hasta el barrio de Barrio de la suburra,
0:17:28 tenía todos unos carreteros viejos, gordos, estando ahí en la amigosidio y otros.
0:17:37 Pero esa era forma de ver.
0:17:39 Claro, parece mentira, mirá.
0:17:41 A mi hermana que ha sucedido lo humilde.
0:17:44 Bien, ¿a quién dedicar esto?
0:17:47 No, no lo sé. Al pobre Britán, y cual hijo bircozo, el que abrió que al final se perdió, el imperio.
0:17:55 Y hemos ido a buscar discos y les llamamos mucho la atención,
0:18:02 de mismo modo que nosotros, al de la discoteca, el argumento del actor Nester, claro, de Revenge.
0:18:12 Claro que dijo que Mesalina lo había obligado a proceder Revenge en mano.
0:18:17 Entonces nos entregó una canción críos ya, que se llama justamente el Revenge plateado.
0:18:24 Y que va a cantar Don Alberto Merlo. Es una chica del Revenge plateado, y el Revenge tal vez no es el Revenge.
0:18:32 Adelante, Don Alberto.
0:18:47 Revenge, parcero.
0:18:55 Tuve un Revenge, parcero, pucha, que Revenge hermoso.
0:19:03 Y hasta llegó ser famoso por los pesados del talero.
0:19:11 Y no hubo nunca un pulpero que no lo haga codicia.
0:19:18 Y hasta me le han oferta una plata que no varía.
0:19:25 Oh, el mundo lo quería, a mis Revenge plateados.
0:19:40 Cuando a una carrera fui,
0:19:52 cuando a una carrera fui, mi Revenge llevaba.
0:20:00 Porque no se me apartaba ni se alejaba de mí.
0:20:07 Y que alguna vez corría un caballo por río,
0:20:14 siempre salí en para, y he ganado con mucha suerte.
0:20:21 Y eso, sin pegarle fuerte con mis Revenge plateados.
0:20:37 Me ha dicho más de una moza.
0:20:49 Me ha dicho más de una moza que si se lo regalaba.
0:20:58 Y si ese gusto le daba aletimia en secualquier cosa.
0:21:06 Alguna vez caprichosa al ver que no se lo era.
0:21:13 Que el saludo me ha negado total por una pava.
0:21:22 Por estar enamorada de mis Revenge plateados.
0:21:41 Ha cantado Alberto Merlo, el Revenge plateado.
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