Transcripción automática
0:00:00 Miguel Ángel hizo paso por Bolonia. Así que vamos a empezar diciendo que al fin de
0:00:07 el año 1494 Carlos VIII, Carlos VIII de Francia, entró en Italia y ocupó cuatro bastiones
0:00:16 toscanos. Por esas derrotas y por su incompetencia, los florentinos echaron de gobierno a Piero
0:00:26 de Mévichis, que había sido un mal sucesor de Lorenzo de Mévichis, Lorenzo Magnífico.
0:00:34 Con aquella caída rajaron también de Florencia unos cuantos personajes y uno de ellos fue
0:00:41 Miguel Ángel, que tenía por entonces 20 años y que ya había trabajado en el combate
0:00:48 de los centauros, en la Virgen de la Escaldera, unas esculturas que le habían dado algunas
0:00:54 famas durante los años que sirvió bajo el mesenazgo de Lorenzo de Mévichis. En su
0:01:01 huida de Florencia, Miguel Ángel pasó primero por Venencia y luego llegó a Bolonia y así
0:01:09 me sucedió lo siguiente. Miguel Ángel iba con dos amigos. Las crónicas no dicen sus
0:01:16 nombre. Y parece que los muchachos de Bolonia no eran muy hospitalarios con los extraños,
0:01:23 con los que venían de otras ciudades, mucho menos con los extranjeros, propiamente dicho.
0:01:31 Todos cuantos frankeaban sus puertas debían dirigirse inmediatamente a la Guardia, declarar
0:01:38 a su estado civil, dejar notadas su descripción física y pagar unos derechos de entrada.
0:01:45 A cambio se le ponía un sello de cera roja en la uña del dedo pulgar, señal al mismo
0:01:54 tiempo desde que habían agarpado el impuesto y de que habían satisfecho la curiosidad
0:02:00 de la Guardia. Ignorando esa costumbre o tal vez con intenciones de transgredirla, Miguel
0:02:08 Ángel y sus acompañantes se hicieron los osos y pasaron de largo y no agarparon el
0:02:14 viaje. Tampoco sometieron su pulgar al estampillado. La primer Guardia que lo vio, a lo servar
0:02:23 a lo servar sus rostros de conocidos y sus manos vírgenes de cera, lo detuvo. Hay que
0:02:29 decir que los ventibos oblió los señores de Bologna, eran muy puntuosos en lo relativo
0:02:36 a qué es eso del dedo. Siempre temeroso que las intrigas y de los atentados vigilaban
0:02:43 cuidadosamente a todos los extranjeros que entraban en sus muros. Y lo primero que hacían
0:02:48 era mirarte el dedo. El tenía de la calle, si a veces dedo. Miguel Ángel y sus amigos
0:02:55 no hicieron media cuadra cuando fueron detenidos y conducidos a la fuerza ante el juez. El
0:03:03 dedo era patente, sincera, grasa, sospechoso. Bueno, los muchachos se derredieron, afirmaron
0:03:09 su buena fe, la inocencia en sus intenciones, lo que se ente. El juez medio se apiadó de
0:03:15 ellos y consiguió emponarnos en libertad en cuantito pagaron una multa. Pero la multa
0:03:22 era elevadísima. Solo Miguel Ángel tenía algo de vista y no podía pagar por los tres.
0:03:30 Entonces se quedaron todo en cara. Cuentan que estaban ahí lamentándose, que se lloro,
0:03:37 parecen mentiras. Y estas quejas llamaron la atención de un gentil hombre que se encontraba
0:03:44 allí por casualidad. Bueno, era Jean Francesco Aldo Grande, un amante de la pintura y buen
0:03:55 conocedor de las artes. Cuando se enteró de que eran artistas, bueno, los interrogo.
0:04:06 En nombre de Buenarrotiles sonó un poco, le pareció que había oído hablar de él,
0:04:14 así que se ofreció a pagar de la multa en Buenarrotiles y llevarlo a su casa. Miguel
0:04:22 Ángel, objeto que no podía abandonar a sus amiguetes, digo, a ver, estoy acá con estos
0:04:28 amigos. Y como no tenía ganas, el Aldo Grande no tenía ganas de llevarse también a los
0:04:37 amiguetes de Miguel Ángel, le digo, mira, si te neguitas, hazela y que se arregle, porque
0:04:43 te vas a llevar a vivir al casay, no vas a tener necesidad de nada. Entonces, Miguel
0:04:48 Ángel le dio la guita que tenía a sus amigos y no se vieron nunca más, nunca más. Ni
0:04:54 aparecieron más en esta historia, ni en ninguna otra delancia. No sabemos si estuvo bien o
0:05:00 mal en Michelangelo, en Michelangelo, porque no sabemos exactamente cuánta guita tenía.
0:05:07 Para pagar a los tres no alcanzaba, alcanzaría para dos. ¿Quién sabe? ¿Qué dice?
0:05:14 Se fue con el Aldo Grande. En el palacio de Aldo Grande, Miguel Ángel vivió como un
0:05:24 reinaldo y aprendió mucho, pudo disfrutar de la obra de Jacopo de la Cuerza, que había
0:05:31 trabajado mayormente en Bologna y que había dejado allí unas cuantas cuantas de suerte.
0:05:36 Pero sucedía que el rico San Francisco Aldo Grande pedía a Miguel Ángel unas comisiones
0:05:46 que no le permitían trabajar. Cuentan que en el tirombre se pasaba todo el día discutiendo
0:05:53 acerca de problemas artísticos y lo agarraba a Miguel Ángel para hablar de esas cosas.
0:05:58 Cuando llegaba la noche, lo retenía junto a su cama para que le llegara a Dante y a Petraca,
0:06:04 o sea que, descultir nada. Y así transcurrían los rigas. Miguel Ángel moría de impaciencia
0:06:10 por ponerse a trabajar en la piedra. Aldo Grande le explicaba que no era conveniente para su salud
0:06:16 que trabajara en Bologna. Pero Miguel Ángel no terminaba de entender por qué.
0:06:21 Buen día. Arto de ser caballero de lectura de Aldo Grande, Miguel Ángel se presentó para un laburo.
0:06:28 Bologna tenía la tumba de Santo Domingo, decorada con bajo relieves por Nicola Pizano.
0:06:34 En aquella época era un monumento modesto en el que el viejo maestro había rivalizado con los escultores
0:06:41 de sarcópago griego y romano, pero con el paso del tiempo se había pensado que aquel humilde
0:06:47 sarcópago ya no bastaba para glorificar al santo y se encargó un ejultor con ansiación.
0:06:54 El elegido fue Nicoló de Larca. El tipo hizo todo lo que pudo, pero se murió.
0:06:59 La decuda muerta no pudo ser gran cosa. La tumba quedó ahí sin terminar
0:07:05 hasta que llegó Miguel Ángel y ofreció su trabajo.
0:07:08 Los nobles de Bologna aceptaron su propuesta. Había que hacer dos estatuas.
0:07:15 El gran petróleo y otro hay un querudín que es eso.
0:07:19 Miguel Ángel se puso a trabajar ahí con entusiasmo.
0:07:22 Los bolognenses amantes en el arte se felicitaban de que el elegido hubiera sido este muchacho,
0:07:29 pero los artistas estaban locos de sermán.
0:07:32 Todos los escultores y los pintores de la región estaban con mucha bronca.
0:07:41 Y entonces empezaron a pasarle algunas cosas.
0:07:46 El que empezó a comprender por qué Aldo Grande le había dicho que trabajar en Bologna
0:07:52 podía acarrear de problemas de salud.
0:07:56 Parece que empecé una especie de conspiración.
0:08:04 El tipo caminaba por ahí, encontraba cuchillos tirados en el suelo.
0:08:18 Incluso los que se habían peleado entre sí para tratar de obtener el trabajo de la tumba
0:08:26 se unieron en contra de Miguel Ángel.
0:08:29 En otros caminos, por ahí además de cuchillo había animales desperazados.
0:08:35 Y eran como una menaza.
0:08:38 Después las brujas, propetizas, cualidades y pagadas por los artistas bolognenses
0:08:44 le aseguraban una muerte pronta, pero además sin que les hubiera preguntado nada.
0:08:50 Por ahí le venía una vieja, una bruja.
0:08:54 Y decía, mire, le había sido una propesía, lo van a liquida.
0:08:59 Los párracos que culturaban al santo este San Domingo aseguraron que habían oído
0:09:07 incluso las quejas de santo.
0:09:11 Otras intimidaciones fueron más certeras.
0:09:13 Un día se les acercó un tipo y le dijo que si no se les ha tomado de bologna
0:09:16 iba a terminar una santa.
0:09:19 Es un poco más directo.
0:09:22 Y Miguel Ángel entonces hizo algo verdaderamente sabio,
0:09:27 que acredita la rapidez de su mente.
0:09:32 Se la tomó.
0:09:34 Junto a todas sus cosas y se había grabado.
0:09:38 Por suerte el ligo que lo había dejado de bologna había terminado.
0:09:44 Los médicos que habían sido expulsados de la ciudad de manera vergonzosa
0:09:48 habían recuperado de algún modo la gracia del pueblo
0:09:52 y Miguel Ángel volvió junto con ellos.
0:09:55 Su ausencia había durado una año.
0:09:59 Esta fue la brevísima y un poco indigna historia de Miguel Ángel en Bologna.
0:10:06 No le dieron mucha bolicia.
0:10:12 Además de Miguel Ángel, Miguel Ángel no vale.
0:10:14 A la gente de algunos pueblos alejándoles son muchos más receptivos,
0:10:21 mucho más coreanos.
0:10:23 Esa gente que uno lo recibe.
0:10:27 Y especialmente a Miguel Ángel.
0:10:29 No valís.
0:10:31 Yo le voy a nombrar a Miguel Ángel y dice
0:10:33 vengo al queim y voy a mandar una flor de tumba de San Domingo
0:10:36 y nadie le dice nada.
0:10:38 Los pueblos de la provincia de Buenos Aires
0:10:40 y los tres arroz de la provincia de Buenos Aires.
0:10:42 Y me dice, a ver, ¿dónde está la tumba que hay que matar?
0:10:48 Bueno, ven, escúlpame lo que quiera.
0:10:51 ¿A dónde está el tumba?
0:10:53 A González Chávez.
0:10:55 No es de los tres arroz, lo que se va a González Chávez.
0:10:58 Dice, a ver, ¿dónde está el tumba?
0:11:00 Quiere que le ha grande.
0:11:02 No esperen, entienden.
0:11:05 Entonces, termina de hacer una tumba y González Chávez se va a jugar.
0:11:10 A ver, juárez.
0:11:12 Sí, venís.
0:11:14 ¿Dónde está la tumba acá?
0:11:16 Termina la tumba, ¿cuál es su azul?
0:11:18 Termina la vida azul a Ciudad.
0:11:20 Y así, por todas las rutas tres, a pie,
0:11:23 y no hay un pueblo que lo reciba más, señor.
0:11:28 Aparte de lo que son los de un pueblo, si quieren copiárselo,
0:11:30 claro, pero está bien todo.
0:11:32 Lo invitan a Zado.
0:11:34 Ven a Témile Ángel, así como incluso hasta comer una taza.
0:11:37 Ven acá, mi casa, el tipo le hace una tumba de porquería y todo.
0:11:40 Le pongo un poco lindo que le ha salido.
0:11:43 Cuando andan criticando, ¿ah?
0:11:45 Yo soy, ¿entendieron?
0:11:47 No, miren, ¿y ese quién es?
0:11:49 Y si son Petro, no, miren, ¿o?
0:11:51 Está igualito.
0:11:59 Así que qué lástima que Mielánzel no estuvo acá,
0:12:03 ¿eh? ¿Aca lo hubieran tratado mejor?
0:12:05 Sí, se lo hubieran tratado.
0:12:07 Claro, no sé con qué piedras iba a esculpir.
0:12:09 Bueno, también tenemos un polo,
0:12:11 todo lo que me nombré que no hay,
0:12:13 la piedra más grande son las del ferrocarril.
0:12:15 Son las del Dinecti, el Segundo.
0:12:17 ¿No fue a la fallada?
0:12:19 No, no, no, pero en el Taldí, en Taldí,
0:12:21 en Taldí, en Taldí, hay piedras.
0:12:23 En el Taldí, que Rada Vintana, ahí tiene la razón.
0:12:27 aquí en Lela, que le he dedicado,
0:12:29 ¿se? Ah, la gente de los pueblos de la ruta.
0:12:31 Sí, y sin de ahí, no se tendría que haber ido, Miguel Ancrí,
0:12:33 como cuando no saca de bronca.
0:12:35 Ya, ya, le agarró bronca, le jubo.
0:12:37 때도.
0:12:39 No sé por qué lo he agarrado.
0:12:43 en pista de
0:12:45 de cerraje de mi alfiel,
0:12:47 hemos resuelto elegir
0:12:49 esta
0:12:51 canción que va a cantar Alfredo
0:12:53 Citarroza,
0:12:55 que es muy conocida y que es la más palca que se va
0:12:57 y que le cae como anillo al dedo
0:12:59 al Michelangelo.
0:13:01 Adelante, don Alfredo.
0:14:01 En el largo, nos ha habido
0:14:03 pan que va cargado de man
0:14:05 que va cargado de man
0:14:07 Aura que no hemos grito
0:14:09 y ha habido todo el que más
0:14:11 nos cambia nunca de frío
0:14:13 aunque nos tenga
0:14:15 para jugar.
0:14:17 No te olvides que el camino
0:14:19 es mal que viene
0:14:21 y mal que va
0:14:23 No te olvides
0:14:25 el pago
0:14:27 si te va para ciudad
0:14:29 cuando si mal lejos
0:14:31 te va a gran pago
0:14:33 si te va para ciudad
0:14:35 cuando si mal lejos
0:14:37 te va a gran pago
0:14:39 si te va para ciudad
0:14:41 cuando si mal lejos
0:14:43 te va a gran pago
0:14:46 que no sabe
0:14:48 cuant olur
0:14:52 그러,
0:14:53 si se va para ciudad
0:14:56 donde se come
0:14:59 paravenir
0:15:02 ah y des stead
0:15:05 coming
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