Transcripción automática
0:00:00 Miguel Ángel y el juicio final.
0:00:03 Así, algunas semanas, comenzamos a contar los problemas que tuvo Miguel Ángel,
0:00:10 los momentos en que trabajó en algunas de sus obras, contamos lo que le pasó con Luis Oldaville,
0:00:16 o cuando diseñó la Basílica de San Pedro, y hoy hablaremos de algunos de los problemas que estuvo con el juicio final.
0:00:25 Cuando murió el Papa Julio II, con cuya tumba, el Ángel ya había tenido problemas,
0:00:31 desde luego antes de la muerte de Julio, porque Julio le encargó su tumba muy previsto durante el morir,
0:00:40 es una de las obras que nunca pudo terminar, Miguel Ángel, y después llegué en el lupro,
0:00:45 unas cosas que pertenecen a esa tumba, pero no me acuerdo.
0:00:49 Bueno, cuando se murió Julio II subió al trono pontificio, Pablo III.
0:00:55 Se lojo de los trabajos que Miguel Ángel había hecho, para Julio,
0:00:59 bueno, piso que su gobierno en Roma también tuviera algo de la creación de Miguel Ángel,
0:01:07 y le encargó que pintara en la capilla tixina, no es del techo que estaba pintado,
0:01:14 sino el muro que se encuentra detrás del altar frente a la entrada.
0:01:19 Se indicó a Miguel Ángel que el celebrante debía tener frente a sí, cuando dijese la misa,
0:01:24 la imagen edificante y convenientemente fantosa del juicio final.
0:01:30 Miguel Ángel lo pensó, pues si al 15 años había terminado el techo,
0:01:34 que el trabajo le había costado muchísimo.
0:01:36 Ya hablamos de las molestias físicas que pareció trabajando sobre un talón de espaldas.
0:01:46 Recuerdan algunos que se oían los gritos de Miguel Ángel,
0:01:50 los fuera de la capilla, que estaban indignados por aquellas molestias.
0:01:53 ¡No soy pintor!
0:01:54 Él se consideraba, desde luego, un escultor, y pensaba que la pintura era una cosa que no le pertenecía,
0:02:02 y someterse a aquellas penurias con un arte ajeno.
0:02:05 De todos modos, Miguel Ángel aceptó y le encargo, y se puso a trabajar.
0:02:12 En cuanto en Roma se supo de aquel encargo, entró en escena un personaje tenible,
0:02:18 del cual ya hemos hablado, que era Piero Adetino.
0:02:22 Todos los poderosos le iban con delerte las innobles epístolas de Adetino.
0:02:30 Todos evitaban que enanistarse con él para no convertirse en el tema de sus cartas.
0:02:38 El Adetino era un poeta que escribía cartas y las distribuía en todas las cortes de Europa.
0:02:44 Existía un medio sencillo para no figurar en aquellas cartas, que era luego las cartas acusadoras.
0:02:51 Era una especie de chismoso de la televisión y de aquellos años.
0:02:55 La mejor forma de no figurar en aquellas cartas consistía en pagarle.
0:03:05 Había que dar par de Adetino para que no te incluyeran sus epístolas.
0:03:10 A este momento, jamás Piero Adetino había prestado atención a Miguel Ángel.
0:03:16 Miguel Ángel no era lo bastante rico para merecer la consideración de un chantajista.
0:03:23 Además, se conocía el carácter violento de Miguel Ángel, lo que lo hacía una víctima poco dócil.
0:03:31 Además, su vida no era de mucho lugar al artismo.
0:03:35 Adetino lo había ignorado, hasta el día en que la amistad del artista, como muchachos, como Fuego de Pollo,
0:03:41 Llegado Perini y Tomás Ocaba-Leguieri, dio pie a algunos comentarios indecentes.
0:03:46 A partir de entonces Miguel Ángel se convirtió en blanco de Adetino,
0:03:50 que era aficionado al arte por otra parte de la verdad que sabía muchísimo.
0:03:55 Un día, en medio de los trabajos iniciales del juicio final,
0:04:00 el Miguel Ángel recibió una carta de Adetino que estaba en Venezuela.
0:04:05 En esta carta le daba sugerencias, lo alagaba con cierta incocresía
0:04:11 y pedía sutilmente tributo para que una vez la obra estuviera terminada,
0:04:16 el Adetino hablara bien de ella.
0:04:21 Dice cómo le va y qué le parece, no sé si le va a hablar bien o mal,
0:04:27 pongase, lo conoce a Diego.
0:04:36 Pero Miguel Ángel no tenía necesidad de consejos,
0:04:39 y además obviaba al Adetino, rechazó educadamente las propuestas estéticas
0:04:44 y le prometió mandarle algún regalo.
0:04:47 Siguo con sus trabajos pero se olvidó de mandarle regalo.
0:04:50 Y esa era una neglicencia que el Adetino no sabía perdonar.
0:04:54 Los trabajos del prejo de la capilla duraron desde 1536 a 1941.
0:04:59 Los funcionarios papales quedaron desconcertados cuando se descubrió la obra,
0:05:03 que era de una crueldad y una desesperación terrorífica,
0:05:08 pero no fue el significado metafísico de la obra lo que impresionó,
0:05:12 sino que los personajes estaban legnudos.
0:05:15 Al igual que los frescos del techo, Miguel Ángel no había disimulado ninguna de las partes del cuerpo,
0:05:21 pero el techo no lo miraba nada.
0:05:26 No eran tiempos turísticos en los que la gente andaba como cogotes de yesero,
0:05:35 inspeccionando las alturas.
0:05:37 Además, para observar, la mezclófica manera para observar bien,
0:05:42 hasta el techo tirarse en el piso de Albarreira.
0:05:45 Y nadie hacía esas cosas.
0:05:47 Ahora tampoco, desde luego, porque no se puede.
0:05:50 Tanto caponeses de pinta que pinta que tira,
0:05:53 es uno que se tira el solo boca arriba.
0:05:55 Es un problema que crea que es una forma parte del circuito turístico.
0:06:00 ¡Defa que el podre!
0:06:02 ¡Defa que el podre!
0:06:09 En este caso, los desnudos ahí estaban delante de los ojos de todos los dientes.
0:06:19 Entonces, reapareció el aretino.
0:06:23 Descontento como estaba por no haber recibido su tributo
0:06:26 y por no haber sido aceptados sus consejos artísticos.
0:06:31 Aretino, que había sido un poeta useno,
0:06:33 se erigió en portavoz de la moral untrascada
0:06:36 y tomó posición contra Miguel Ángel,
0:06:39 que era más altero y más enero que nadie.
0:06:42 La carta con la que atacó Miguel Ángel
0:06:44 es una maravilla de insolencia y de sarcasmos.
0:06:47 Elefió las palabras que más podían herirlo
0:06:50 y hasta tomó las hablarurías de espíritu de sobraciones
0:06:53 con muchachos jóvenes.
0:06:55 También escribió acerca de su puesto negociado
0:06:57 con el dinero que el Papa Julio había entregado
0:06:59 para que se ejecutase su tumba, la famosa tumba.
0:07:02 Además, Aretino se atrevió a pedirle al artista
0:07:06 otro tributo, a menos que quisiera seguir padeciendo sus ancianos.
0:07:11 Aquella carta, aquella crítica,
0:07:13 recorrido a todas las Cortes de Europa,
0:07:15 Miguel Ángel quedó muy decrimido,
0:07:17 pero no le respondió nunca.
0:07:20 Los ataques también llegaron hasta la propia obra.
0:07:24 El Papa Pablo IV, que había sucedido Pablo III,
0:07:27 quiso destruir la pintura.
0:07:29 Supongo con la protesta de muchos artistas
0:07:31 que consideraban que la obra era una maravilla.
0:07:35 Pablo IV aceptó no destruirla,
0:07:38 pero ordenó corregirla.
0:07:40 Y allí convocó para eso,
0:07:42 que me dio, porque ya sabemos, en Victoria.
0:07:45 Daniela de Volterra.
0:07:48 Volterra. Volterra es una ciudad
0:07:51 cercana a San Jimineño.
0:07:54 Es una pequeña historia de personas con esa ciudad.
0:07:57 Bueno, Daniela de Volterra,
0:08:00 tuvo que vestir a los personales.
0:08:04 A los que estaban dentro no le pintó no casonsillo.
0:08:08 Hay un tipo de eso, ¿eh?
0:08:10 Un casonsillo, que en sí.
0:08:13 Al otro que estaba dentro, un casi.
0:08:16 Imagínense lo que es.
0:08:18 Y ese pintor, como sabemos,
0:08:20 adquirió el sobre el nombre del braquecone.
0:08:23 Por la estrella con el que cubrió aquel doce.
0:08:27 Y el ángel vio sin intervenir
0:08:29 los esfuerzos de Daniela de Volterra
0:08:32 para tapar su obra.
0:08:34 Dicen que incluso lo visitaba al bargestón
0:08:36 y lo miraba a trabajar.
0:08:38 Pasaba por el lado, lo miraba con desprecio
0:08:40 y se mandaba una carcajada impostada, ¿no?
0:08:45 Desde orden.
0:08:46 Cada vez que Volterra
0:08:48 iniciaba un trato.
0:08:52 Tanto por así que incluso el propio Daniel D.
0:08:54 pidió que se alejara el mecanal
0:08:56 de su lado para poder terminar el trabajo en paz.
0:08:59 Pero los asaltos repetidos
0:09:01 después de la corrección de Volterra
0:09:03 hicieron todavía más daño.
0:09:05 No puede imaginarse ir a la obra
0:09:07 en su estado original.
0:09:09 Hay una copia de Marcelo Benustin
0:09:11 que ofrece una vaga idea de lo que fue eso.
0:09:14 Después vino el despreso completo
0:09:16 con el módulo, la humedad,
0:09:18 la degradación de los muros.
0:09:20 Nadie la cuidó.
0:09:22 Y así fue como la crítica de Pietro Arecino
0:09:25 y su influencia destruyó con toda literalidad
0:09:28 una de las obras más vencias de liderazgo.
0:09:33 Esta es la historia de hoy.
0:09:35 La historia de la maledicencia.
0:09:38 Por suerte, en estos tiempos
0:09:40 los personajes como el Arecino ya no
0:09:43 no ejercen ninguna influencia.
0:09:47 Nadie debe tener temer a los maledicentes,
0:09:51 a los que andan espiando, a los demás para ver qué hacen.
0:09:57 ¿Estás seguro que?
0:10:00 Estamos seguros, ahora que lo miré a usted.
0:10:03 Y acá el equipo de producción
0:10:08 me hace quino con la cabeza.
0:10:14 A los partistas que se opusieron
0:10:16 a la destrucción de esta obra,
0:10:18 y los vicículos de la ley.
0:10:34 para ver si había algún tango
0:10:37 que hiciera referencia al Pietro Arecino
0:10:41 y a este episodio en particular
0:10:44 suponiendo que la historia del tango
0:10:46 había por lo menos 10 o 15 obras
0:10:49 que puntualmente se refirían al Arecino.
0:10:54 ¿Sí sabe que?
0:10:57 Se va a sorprender nada más.
0:10:59 Ni una.
0:11:01 Ni una.
0:11:02 Le pregunté al de la discoteca.
0:11:05 ¿Quién tenemos?
0:11:07 Sí, hay un tango
0:11:10 sobre una persona que acostumbró
0:11:12 a pedir dinero a sus amigos.
0:11:14 ¿Y dinero a los amigos?
0:11:17 ¿Qué chanta?
0:11:19 Es lo que tenemos.
0:11:21 Entonces ya
0:11:27 fuimos a lo general
0:11:29 y encontró tango sobre cartas.
0:11:32 Dicimos tango y se llama
0:11:34 ¿Qué es las cartas?
0:11:36 ¿Qué no dice mucho?
0:11:38 Mejor dicho dice, pero
0:11:40 de lo que dice no se puede inferir
0:11:42 que estaba hablando de las cartas
0:11:44 reveladoras del Arecino.
0:11:46 Pero eso me parece que fue justamente
0:11:48 una forma de ocultar el verdadero
0:11:50 propósito de aquel tango
0:11:52 que era mencionar el infame
0:11:54 el chantaje que Pierre Arecino hizo a Miela.
0:11:57 Pero para no ofender
0:12:00 a nadie
0:12:03 y particularmente al comisario
0:12:06 disimularon un poco.
0:12:08 La ley no la disimularon absolutamente.
0:12:11 Pero esto es muy simple,
0:12:13 maquella cartas y sí,
0:12:15 yo sabemos qué está hecho para el Arecino.
0:12:17 Escucharemos el tango,
0:12:19 aquí las cartas en la versión clásica
0:12:21 de Carlos Américo.
0:12:41 La ley no la disimularon absolutamente.
0:12:44 Pero esto es muy simple,
0:12:46 maquella cartas y sí,
0:12:48 yo sé qué está hecho para el Arecino.
0:12:50 Pero esto es muy simple,
0:12:52 maquella cartas y sí,
0:12:54 yo sé qué está hecho para el Arecino.
0:13:00 yo sé qué está hecho para el Arecino.
0:13:10 maquella cartas
0:13:12 y sí,
0:13:21 les va.
0:13:26 ¡Bueno!
0:13:31 ¡S energies!
0:13:39 El silas que os doy, mi abandón rojo, y hoy nubla mi toco, si la muevo a ver,
0:13:47 y lo como lo tiene, que adora la sufrir, con tanto cojoto cero,
0:13:53 tu imaginador es, que mi alma al fin de darles,
0:13:58 es la misma que hoy perdiste, que el coro no la vi,
0:14:01 pero a mí perdiste, pues hoy cuando en los coros,
0:14:06 tu amor mi toco, entre este pacián,
0:14:10 el bebé y el placer, no olvides que el silencio,
0:14:14 para el asociador, me adoran cuando en las tardas,
0:14:18 tu eres el solas tu cere,
0:14:24 con el río, tu asume, con la cirrosa,
0:14:29 donde respetan cosas que no puedo creer,
0:14:33 y no me seré, pues no es tu tiempo de ver,
0:14:37 es la mi alma del fin de querer,
0:14:41 para este primo placer, no tal morir,
0:14:45 y el dolor del amor, que el silencio, mi ayer,
0:14:49 es que las que te doy, me avan son rojos,
0:14:53 y hoy nubla mi toco, si la muevo a ver,
0:15:03 ha cantado Carlos Garvin, aquí las cartas.
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