Transcripción automática
0:00:00 Bueno, vamos a hablar entonces de Miguel Ángel y la Basílica de San Pedro.
0:00:04 Basílica cuya construcción tuvo mucha importancia en el sisma de la Iglesia.
0:00:12 Ciertamente.
0:00:13 Porque para recaudar fondos, alguien tuvo la idea, probablemente el mismísimo Papa León,
0:00:21 de vender indulgencias.
0:00:24 Y ese fue... vender indulgencias, es decir, vender perdones.
0:00:29 ¿No pecabas y herpabas?
0:00:31 Te comprabas una indulgencia plenaria por 100 pesos.
0:00:35 Bueno, ¿cómo querés que hagamos la Basílica si no hacemos algo?
0:00:40 Vendemos lo que tenemos, que es perdón.
0:00:45 Otra que cálcate de la Iglesia.
0:00:46 Bueno, imagínense que causó el horror de muchos dentro de la Cristian Díaz, pero por eso hay otras razones el sisma.
0:00:56 Pero bueno, Miguel Ángel tuvo participación en la construcción de esta Basílica y estuvo en medio de algunas intrigas que vamos a contar.
0:01:06 En el año 1546, el Papa Pablo III, le encargó a Miguel Ángel la continuación de la obra de la Basílica de San Pedro,
0:01:15 que está en el mismo lugar donde, según la tradición, está sepultado San Pedro.
0:01:23 Por ahí cerca estaba, según me han dicho, cerca del Vaticano, el Circo Máximo, que era...
0:01:30 El Coliseo no es el estadio más grande que tenía nomás.
0:01:35 Es un poco posterior el Coliseo, y el Circo Máximo tenía más bien la forma de un hipódromo,
0:01:43 y era un lugar donde cabían los cientos mil neatos, según se dicen, y era todo de mármol.
0:01:48 ¿Se podían dar incluso y se desarrollaba un batalla en el que se estaba en el Coliseo?
0:01:51 No, ese era el Coliseo.
0:01:53 ¿Y algunos los desmienten también?
0:01:55 Puede ser que el Circo Máximo también.
0:01:57 Pero en cualquier caso había mucho mármol ahí, y durante toda la edad media lo fueron afanando.
0:02:04 Se fueron afanando.
0:02:06 ¿Eran como una cantera, claro?
0:02:08 Una cantera ya armadita, ¿no?
0:02:10 Ahora, buena parte de los templos de la Cristianidad tienen mármol que provenía desde el Circo Máximo de otros lugares.
0:02:20 Pero bueno, ahí en 1546, en el Papa le dice, bueno, qué sé yo, continúa la obra, había estado el bravante,
0:02:31 famoso arquitecto, Rafael, nada menos que Rafael, el diurbino, el enemigo además de Miguel Ángel,
0:02:38 se odiaban, se odiaban.
0:02:41 Miguel Ángel le tenía especial odio a Rafael.
0:02:44 Y también Antonio Zangalo, que había muerto justamente ese año en 1546.
0:02:50 Miguel Ángel puso algunas condiciones, por ejemplo, que no sería importunado por colaboradores inútiles.
0:02:56 Es una condición casi imposible.
0:02:58 No me ayuden más, de seguro, que yo conozco.
0:03:00 Y que no recibiría visitas molestas.
0:03:02 Bueno, visitas molestas, por ejemplo, en japonés, visitas molestas es ya visitas.
0:03:08 Es una redundancia, claro.
0:03:11 Por ejemplo, la palabra visita y la palabra molesta se escriben igual en japonés.
0:03:18 Bueno, Miguel Ángel impuso esa condición y aceptó el ofrecio inmediante.
0:03:25 Tenía 71 años, no pocos.
0:03:28 Advertió al Papa que los trabajos de sus predecesores no servían para nada.
0:03:34 Eso es lo primero que uno debe hacer cuando llega a un lugar.
0:03:38 Y entonces volvió a pensar la obra.
0:03:41 Miguel Ángel expulsó de la construcción a todos los curiosos que iban ahí a pasearse entre los pilares.
0:03:48 Y también expulsó a muchos que se aprovechaban del desorden para qué?
0:03:52 Para afanar mármol.
0:03:54 Seguí de la Fano de Mármol.
0:03:56 Y también a los ayudantes de Zangalo.
0:03:58 Y entonces se encerró en aquella vacílica.
0:04:02 Por esas expulsiones, Miguel Ángel entró en conflicto con un grupo de hombres que empezó a conspirar en su contra.
0:04:11 Había empresarios que, con la complicidad de los maestros de obras, entregaban materiales defectuosos.
0:04:20 Por suerte tal cosa ya no sucedió.
0:04:24 Bueno, también había grupos de arquitectos a los que la llegada de Miguel Ángel privaba de un posicionamiento lucrativo, y honorífico, etc.
0:04:34 Cardenales, había también que iban prendidos con los empresarios.
0:04:39 Todos esos tipos perdían con Miguel Ángel a libertad con la que habían trabajado durante la dirección de Zangalo,
0:04:45 que parece que era un poco atorrante, niato.
0:04:49 Bueno, todos estos hombres empezaron a conspirar contra Miguel Ángel.
0:04:53 Afirmaban que a los 71 años ya era demasiado viejo, etc.
0:04:58 Corrieron, incluso, el rumor de que laburaba toda la noche solamente para re-mendar los errores que se mandaba durante el día.
0:05:06 La severidad con la que Miguel Ángel prohibía la entrada a las obras daba también lugar a Bladurías.
0:05:13 Aseguraban que lo hacía para que no se viera el despilfarro de dinero.
0:05:17 También decían que había destruido todo lo que sus predecesores habían hecho para que no se pudieran comparar con sus groseras construcciones arquitectónicas.
0:05:26 Nani Dibachovillo era el más exaltado de los descontentos, apoyado por dos cardenales, cuyo nombre no revelaremos por una cuestión de desconocimiento.
0:05:41 Llevó el asunto ante el Tribunal del Papa y medio los convenció algunos arquitectos y obreros para que supieran de qué manera tenían que abrumar a Miguel Ángel
0:05:53 con testimonios durante una especie de juicio que iba a tener lugar.
0:05:57 Y hubo un proceso en 1551.
0:06:00 Lo acusaron al Miguel Ángel o a unos jueces, rechazó él las denuncias de los cardenales, contestó a las calumnias de los maestros de obras,
0:06:08 denunció las maloestaciones de sus acusadores, etc.
0:06:14 Como el Papa Pablo III se había muerto, el proceso lo escuchó Julio III, que finalmente le dio la razón a Miguel Ángel.
0:06:23 Bueno, entusiasmado por aquel apoyo, Miguel Ángel continuó los trabajos.
0:06:27 Julio III quería tanto a Miguel Ángel que un día le dijo a su ayuda de cámara que de buen grado daría su sangre
0:06:35 y los años que le quedaban de vida a cambio de prolongar la existencia del artista.
0:06:41 Dijo también que sin Miguel Ángel moría antes que él deseaba que embalsamaran el cuerpo de Miguel Ángel para tenerlo siempre con él.
0:06:52 Bueno, el cielo escuchó sus súplicas y Julio III murió muy poco después.
0:06:58 El que vino atrás, por darle un nombre a la sucesión, se llamaba Marcelo II.
0:07:05 Era justamente uno de los cardenales que había tomado partido contra Miguel Ángel, así que imagínese.
0:07:11 Por suerte murió también a los tres meses. Miguel Ángel se alegró mucho, pero subió como Papa Pablo IV,
0:07:18 que tenía los mismos pensamientos que Marcelo, así que así no vamos a ninguna parte.
0:07:23 En esa época cada muerte de obispo significaba...
0:07:25 Esta charla podría durar seis años sin poner un solo ladrillo.
0:07:28 ¿Sinificaba rápidamente cada muerte de obispo?
0:07:30 Sí, claro. La obra avanzaba pero muy lentamente.
0:07:35 Los proveedores le entregaban materiales maldísimos, imagínense.
0:07:40 Pero Miguel Ángel resistió, hasta que algo vino a perturbarlo muchísimo.
0:07:46 Entre los amigos de Miguel Ángel figuraba un muchacho de mucho talento, Luis Gigaeta.
0:07:56 Que se había convertido en su mejor ayudante, por decirlo así.
0:08:03 Un día el jefe de obras llamado César de Castell Grande murió asesinado.
0:08:12 Lo asesinaron.
0:08:15 Y entonces Miguel Ángel nombró a su amigo Luis Gigaeta, jefe de obras.
0:08:22 Imagínense la maledicencia.
0:08:25 Acusaron a Miguel Ángel de haber causado la muerte de Castell Grande,
0:08:30 a fin de darle el puesto a su amigo.
0:08:32 Y fueron tan fuertes las acusaciones que el Papa las tuvo en consideración.
0:08:37 Y no permitió el ascenso de Gigaeta.
0:08:41 Y eligió como jefe de obras nada menos que a Nani Dibachovillo,
0:08:45 aquel enemigo de Miguel Ángel, que había fraguado el primer proceso.
0:08:50 Bueno, las noticias son cada vez peores.
0:08:53 Yo estaría a punto de detener aquí el relato.
0:08:57 Mas por riesgo de que nunca aparezca el David y de otra obra.
0:09:01 Bueno, entonces, astiado, Miguel Ángel fue a ver al Papa para presentar su renuncia.
0:09:06 Dijo, mire, santo padre, me las tomo.
0:09:10 Incluso le mostró al Papa las cartas del duque Cosme de Medici
0:09:14 que le rogaba que volviera a Florencia. Le voy a mostrar esto.
0:09:18 Volví a Florencia, por favor, firmado Cosme de Medici.
0:09:22 Que lo ruido.
0:09:23 Bueno, Miguel Ángel dijo que quería aceptar esa invitación
0:09:26 y que su trabajo en Roma se había puesto insoportable.
0:09:29 Pero vino a suceder que Nani Dibachovillo resultó incapaz
0:09:34 de llevar a buen término la obra. Empecé a poner campanarios en planta baja.
0:09:41 Si equivocaba en los frijoles también, sí.
0:09:43 Mire, cosa que ya le había ocurrido a los otros.
0:09:46 Hay un dato aquí que es el domo, ¿no?
0:09:49 Esa construcción...
0:09:51 Cúpula.
0:09:52 Cúpula cuya primera expresión gigantesca estuvo en Santa Sofía
0:09:58 que hoy es una mezquita con Tantino Pladerante y ahora en Istanbul
0:10:03 que es más o menos lo mismo.
0:10:05 Pues no lo sé.
0:10:07 Bueno, esa forma de construcción siempre tuvo grandes dificultades.
0:10:11 Y todos metían la pata ahí.
0:10:13 Bueno, justamente un amigo nuestro de este programa, que es Brunelleschi,
0:10:16 había resuelto el asunto en Santa María de Ifiores.
0:10:20 Señores, debido a estas macanas que se mandaba al Dibachov,
0:10:30 Miguel Ángel tuvo que volver.
0:10:33 El papa lo invitó a regresar al trabajo.
0:10:35 Miguel Ángel le va a ser contratado en 1546.
0:10:41 Era 1564 y la obra estaba por la meta.
0:10:45 Volve, volve, volve.
0:10:47 Por esos días, Miguel Ángel ordenó hacer un modelo en madera
0:10:51 de la cúpula que había pensado
0:10:53 para que en el caso de morir, la obra pudiera ser terminada.
0:10:58 Miguel Ángel padecía insomnio y cuando no podía dormir salía a andar a caballo,
0:11:04 como hacemos todos.
0:11:06 Tenía 89 años y una noche pescó un frío tremendo
0:11:10 que es lo que pasa cuando uno sale a andar a caballo y tiene 89 años.
0:11:14 Entonces se enfermó.
0:11:16 Tuvo fiebre tres días y después se murió.
0:11:20 Nunca pudo ver la obra terminada por suerte para él.
0:11:24 Y menos solo lo que pasaba dentro, ¿no?
0:11:26 Claro. En cuantito murió los enviados del papa, que ya era otro incluso.
0:11:32 Pasaba como dice Cazca, que pasaba en el Imperio Chino.
0:11:40 Un emperador daba una orden y cuando ésta se cumplía, ya era otro emperador.
0:11:44 El hijo del cielo era otro.
0:11:46 Tomaron entonces posesión del taller
0:11:52 y estos enviados tenían orden de hacer un inventario
0:11:56 y apoderarse todo lo que allí estuviera.
0:12:00 Todo se catalogó y etiquetó.
0:12:05 Pío IV del papa temía que los amigos del muerto, que eran muchos y malos,
0:12:11 se aquearan la casa y que se perdieran entonces los bocetos para terminar la vacílica.
0:12:16 El dinero fue enviado al heredero, sería Leonardo o Buenarotti, ¿no?
0:12:21 Pero la iglesia se quedó con los bocetos, que no eran muchos
0:12:25 porque Miguel Ángel había quemado más de uno en sus días de agonía.
0:12:29 El permiso para trasladar el cuerpo del Michelangelo a Florencia fue denegado.
0:12:34 Y el sobrino, Leonardo, dijo aceptar aquella sorda.
0:12:38 Dijo, muy bien, santo padre, no me llevaré el cuerpo.
0:12:41 Se las tomó rumbo a Florencia.
0:12:43 Los guardias que revisaron las cosas no encontraron nada sospechoso,
0:12:47 pero pocos días después el cuerpo de Miguel Ángel fue robado
0:12:51 y se lo llevaron nomás para Florencia.
0:12:54 Entre los que levantaron el cajón de Miguel Ángel durante las exequias ya en Florencia
0:12:59 figuraba Benvenuto Cellini.
0:13:02 El cuerpo se depositó en la Iglesia de la Santa Cruz
0:13:05 y gulíamos de la Porta y Doménico Fontana fieles a los proyectos de Miguel Ángel,
0:13:10 terminaron finalmente la vacílica de San Pedro, no como está ahora,
0:13:16 porque ya se sabe que muchos años más tarde Bernini agregó la plaza circular,
0:13:23 esas columnas que hay en frente, columnas que tantas discusiones han provocado.
0:13:28 Que a mangas de un par de manos intentan abrazar el mundo.
0:13:31 Sí, así es. De esas columnas es inocente Miguel Ángel.
0:13:35 Y esta es la historia tremenda de esta obra,
0:13:40 que fue tan desgraciada para él como la mayoría de las que hizo.
0:13:44 La tumba de Julio II, que no terminó, siempre abrumado por las obligaciones,
0:13:50 justamente por esto de tener que veranear 10 años en el mismo lugar.
0:13:54 Nos queda un fragmento de la tumba de Julio II en San Pietro y en Vincolé.
0:14:00 Parla, le dejo.
0:14:03 Sí, parla dándole martillazo.
0:14:05 Pero era un grupo.
0:14:07 Esa es parte de un grupo gigantesco que le había verificado.
0:14:13 Y, bueno, y hablar de la Sigtina, lo que él mismo contaba que le pasaba,
0:14:18 era un buen sonetista.
0:14:21 Miguel Ángel escribió unos muy buenos sonetos en Italias.
0:14:26 No, nada, lo óptimo artista en Cunconceto empieza bueno.
0:14:31 En el que dice, en ese soneto,
0:14:36 dice que no hay ninguna idea en el artista, ni aún en el mejor,
0:14:42 que ya la piedra no contuguiera dentro de sí.
0:14:46 Claro. Lo único que tiene que hacer es el artista es un guasar.
0:14:49 Y sacar lo que sobra.
0:14:50 Y sacar lo que sobra.
0:14:51 Y sacar lo que sobra.
0:14:52 Es una bella idea.
0:14:53 Yo la escuché en boca de Vittorio Gassmann hace algunos años,
0:14:59 que dijo que lo primero que hiciera
0:15:03 era componer un personaje muy, muy lleno de cosas, muy groseramente.
0:15:10 Y después iba a sacar.
0:15:12 Bueno, es la tarea de algunos poetas que reclaman para sí
0:15:16 esta dura maniobra de tener que ir sufriendo adjetivos
0:15:20 hasta que no quede más que algunas palabras solamente la necesaria,
0:15:24 que de ese modo es como se va construyendo la poesía, seguramente.
0:15:30 Estoy construyendo poesía.
0:15:33 Bueno, a mi gran gente no le gustaban las obras chiquitas.
0:15:40 Por ejemplo, de Cellini, sin saber esto, sin saber esto, fue al velorio.
0:15:46 De Cellini decía que era un vagatellista.
0:15:51 Le decía, bueno, usted lo ha usado una expresión cercana
0:15:54 esto como Amores de Villuteris.
0:15:57 Masedonio, ¿no?
0:16:00 Díon me acordé de Masedonio, me decía,
0:16:04 placeres de juguetería, placeres de barretería.
0:16:07 Y Cellini terminaba bien las cosas, terminaba, buena terminación.
0:16:13 Y me decía, ángel, no.
0:16:15 Todo siempre tenía un aspecto de inacabado
0:16:19 y a veces era porque estaba inacabado.
0:16:21 Pero a él le gustaba esto, así.
0:16:23 Y el hube quedan todas esas monumentales,
0:16:25 figuras que están como saliendo de la roca.
0:16:28 Además, te dan la perfecta exploración de lo que hacía el amigo Bonarossi.
0:16:31 Y por eso también se odiaban, por eso y por muchas otras razones,
0:16:35 se odiaban con otro amigo de este programa, que es Leonardo da Vinci.
0:16:39 Fíjese, toda gente de Florencia, que es a quien deberíamos dedicar esta charla de hoy,
0:16:43 porque estaba pensando que el menuto a Cellini,
0:16:45 si no me equivoco, también formó parte de esa tropa variopinta
0:16:48 en la que estaba Pedro de Mendoza y que participó del saqueo de Roma.
0:16:52 Era amiguete de Luisa de Sabolla.
0:16:56 Fue, me parece a mí, la mamá, no sé si de Francisco I de Valois
0:17:04 o si del rey anterior, creo que era Luis II.
0:17:08 Y él estuvo, estuvo a Cellini del Bando equivocaba.
0:17:15 Como de costumbre.
0:17:16 Pero bueno, de todos los gente que, digamos,
0:17:18 se dedicaba a la escultura, a la orfebrería
0:17:21 y en los ratos libres saqueaba Roma, creo que merecen todo nuestro respeto.
0:17:24 Sí, de luego.
0:17:25 A mí me gustaría mucho dedicarme a la orfebrería
0:17:28 y ponerle una semana a todos los años durante 10
0:17:33 y ir a saquear Roma con una mina.
0:17:35 ¿Por qué es el trabajo de una artista?
0:17:37 Alejandro, ¿qué es ahí?
0:17:39 Claro. A mí me llaman por TV, me dicen,
0:17:41 ¿qué estás haciendo?
0:17:43 ¿Por febrería o saqueando Roma?
0:17:45 Ya lo veo.
0:17:46 Ya lo veo, le digo.
0:17:48 Me sorprende justamente con las manos en la masa.
0:17:51 Estamos muy atrasados de manera que vamos a escuchar una canción muy breve
0:17:55 que canta en Mundo Rivero acompañándose solamente con la guitarra,
0:17:59 solamente nada menos, con su propia guitarra,
0:18:02 ya que era un gran guitarrista en Mundo Rivero.
0:18:05 La canción se llama Suplicando a la Cruz.
0:18:18 Mujemis de los...
0:18:23 En la pila bendita de sus ojos
0:18:29 Mujemis de los...
0:18:34 Mujemis de los...
0:18:44 En la pila bendita de sus ojos
0:18:51 La señal de la Cruz
0:18:56 Con sus lágrimas y se...
0:19:00 Se marchaba muy lejos
0:19:05 El amor de vivirá
0:19:08 Me quedé sin sus besos
0:19:13 O al paloma perdía
0:19:18 Volveré
0:19:22 Me decía sonando
0:19:27 Yo juré
0:19:31 Sus consejos seguí
0:19:36 Y a una Cruz
0:19:39 Solitario en el campo
0:19:42 Le pedimos rezando
0:19:46 Que nos guiará hasta el fin
0:19:58 Quiere tan solo
0:20:02 Como quedan los pidos en invierno
0:20:08 Como queda el rosar
0:20:13 Cuando no tiene rosas
0:20:17 Con la paz del silencio
0:20:21 Escondido en la sombra
0:20:24 Añorando su ausencia
0:20:27 Añorando su ausencia
0:20:30 Y ha abrasado a su cosa
0:20:36 Volveré
0:20:45 Volveré
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