Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de milagros, de un milagro.
0:00:06 Aquí cada tanto,
0:00:10 damos cuenta de milagros que han ocurrido antes, que ocurren ahora o que
0:00:15 ocurrirán en el futuro.
0:00:17 En este caso se trata de algunos sucesos milagrosos, pero todos están
0:00:21 vinculados
0:00:23 con
0:00:24 conquistadores
0:00:26 que son conocidos nuestros. El primero es Álvaro Núñez cabeza de vaca.
0:00:31 Ya hemos contado sus famosas caminatas.
0:00:34 Recorrió América del Norte de este a oeste
0:00:39 caminó desde Santa Catalina, en el Brasil, del Golfo de Santa Catalina
0:00:44 hasta Asunción del Paraguay.
0:00:46 Es caminar, aprendan esa persona que dicen
0:00:50 hasta la estación me tomo el coletivo,
0:00:52 como ocho cuadras.
0:00:55 En el camino de su primera gesta
0:01:00 por lo que más tarde serían los Estados Unidos
0:01:03 sucedieron algunas cosas sorprendentes.
0:01:06 Saben ustedes que Álvaro quedó solo
0:01:09 junto a tres hombres
0:01:10 después del famoso naufragio que mató al jefe de la expedición llamado
0:01:16 Pánfilo de Narváez,
0:01:17 aquel, el enemigo de Hernán Cortés,
0:01:20 pero no solo murió en aquel naufragio Pánfilo de Narváez sino también
0:01:25 seiscientos tripulantes
0:01:26 y quedaron tres,
0:01:30 quedaron cuatro en realidad,
0:01:32 Álvaro Núñez y tres más.
0:01:34 Era el año de 1528.
0:01:37 Justamente el libro que escribió Álvaro Núñez contando todas estas cosas se
0:01:41 llama
0:01:41 Naufragios.
0:01:43 Álvaro comenzó entonces su caminata.
0:01:46 Los indios de la zona de la Florida, los caríbes que era donde habían
0:01:50 naufragado,
0:01:51 eran según algunos
0:01:53 antropófagos.
0:01:55 Tenían como dieta
0:01:58 las personas.
0:02:00 Y lo atraparon
0:02:02 a Álvaro Núñez y a sus compañeros.
0:02:04 Con ese nombre era tentador.
0:02:07 Pero parece que los españoles estaban tan flacos
0:02:11 que los indios los despreciaron
0:02:14 y los tiraron a un pozo porque no se rían para comérselo.
0:02:19 Poco tiempo después del inicio de ese cautiverio ahí en el pozo
0:02:23 los indios se propusieron sacar algún otro provecho de sus presos.
0:02:27 Los sacerdotes caríbes creyeron que
0:02:31 unos hombres
0:02:32 que habían demostrado tanto valor y tanta determinación
0:02:35 no podían dejar de tener una facultad
0:02:38 igual o superior a la de sus propios hechiceros.
0:02:42 Una conjetura audaz, si se quiere,
0:02:46 que también puede aparecer razonable.
0:02:48 A mi juicio es verdadera.
0:02:50 Entonces los caríbes pidieron a Álvaro Núñez y a sus compañeros
0:02:54 que intentaran curar
0:02:56 algunos de sus compañeros que andaban medio fulería
0:02:59 si es que alguna ciencia tenía.
0:03:02 Los españoles al principio creyeron que se estaban burlando de ellos, pero luego
0:03:07 vieron que el asunto iba en serio.
0:03:09 Y además
0:03:11 si no excedían al pedido
0:03:13 les iban a quitar la poca comida que les daban.
0:03:16 Entonces cabeza de vaca les dijo
0:03:19 que ni él ni sus compañeros eran sanadores ni entendían nada de la
0:03:23 materia
0:03:24 pero al final tuvo que ceder
0:03:27 porque le dijeron que además de la comida les iban a quitar la vida
0:03:31 si no procedían alguna curación.
0:03:33 Entonces aceptaron.
0:03:35 Álvaro Núñez se presentó junto a algunos enfermos
0:03:39 hizo algunos pase con la mano.
0:03:43 En su crónica dice que rezó un padre nuestro y una bemaria
0:03:46 al tiempo que se se antiguaba
0:03:49 y soplaba a los enfermos
0:03:51 en la parte donde les dolía.
0:03:53 No se le ocurrió nada mejor.
0:03:56 Y se produjo un milagro inesperado.
0:03:59 Los enfermos sanaron.
0:04:09 Y pasaron más cosas aún.
0:04:11 La admiración por Álvaro Núñez y su compañero fue mayor
0:04:15 cuando soplaron
0:04:19 a cinco tujidos
0:04:21 y al día siguiente salieron caminando
0:04:24 con tanta soltura como si nunca hubieran tenido nada.
0:04:30 Aquellos náufragos terminaron por ganarse el favor de todos los indios de la región
0:04:35 cuando revivieron o muerto.
0:04:46 Y incluso cuenta Álvaro Núñez
0:04:48 que el muerto se sabía muerto
0:04:51 y se quejó por haber sido de resucitar.
0:04:54 Sus primeras palabras al volver a la vida fueron
0:04:59 Si estaba muerto.
0:05:01 Esta es toda una revelación metafísica.
0:05:05 Es decir, el muerto sabe que está muerto.
0:05:08 Ah, ahí está. Parece que sí.
0:05:10 Porque si al volver a la vida te quejas
0:05:13 es que sabías que estás muerto.
0:05:16 Y sí, la pucha que vale la pena estar muerto.
0:05:21 Bueno, al final imagínense, todos acudían a cabeza de vaca
0:05:25 y a sus amigos para que los tocasen.
0:05:28 Tóqueme, toqueme acá, toqueme allá,
0:05:31 un poquito más arriba, más abajo.
0:05:34 Ahí va queriendo.
0:05:37 Y le daban todo lo que tenían.
0:05:40 Algo importante que recibieron fueron unas calabazas
0:05:43 símbolo de autoridad mágica o sacerdotal.
0:05:46 Calabazas que llevaron en adelante consigo.
0:05:49 Los caríbes los dejaron marchar, inclusive.
0:05:53 Pero les pidieron que se acordaran siempre de ellos.
0:05:56 Otras comunidades supieron de aquellos sanadores
0:06:00 por donde los peregrinos pasaban
0:06:03 acudían los indios con sus hijos a cuestas
0:06:06 y las manos llenas de regalos.
0:06:09 Entonces los españoles los tocaban y listo.
0:06:13 Millares de indios acudían
0:06:15 al paso de cabeza de vaca y sus hombres.
0:06:18 Así que todo iba bien.
0:06:20 Pero imagínense, los importunaban demasiado.
0:06:23 Casi no tenían tiempo para continuar el viaje.
0:06:26 Por eso tardaron ocho años
0:06:29 en llegar desde la Florida hasta Los Ángeles.
0:06:31 No es cerca, pero tampoco da para ocho años.
0:06:35 En una oportunidad le vieron soplar a tres mil.
0:06:38 ¿Y los curaron?
0:06:40 Uno por uno naturalmente.
0:06:42 No bastaba un soplido colectivo.
0:06:44 No. Uno por uno.
0:06:47 No dice si los curaron.
0:06:50 Supongo que sí.
0:06:52 Cuando los indios me guían
0:06:55 o presumían que los españoles
0:06:58 estaban descontentos por alguna razón,
0:07:01 no se atrevían a ponerse en su camino
0:07:05 por miedo a caer muertos.
0:07:08 Tenían miedo que se enojaran los españoles
0:07:11 y los hicieran caer muertos
0:07:13 en el seda sus poderes.
0:07:15 Por ese motivo que uno de los hombres,
0:07:18 Alfonso del Castillo,
0:07:21 empezó a creer que sí tenía poderes.
0:07:24 Se las tomó en serio.
0:07:26 Y en verdad las cosas que sucedían
0:07:28 le causaba mucha sorpresa.
0:07:31 Pero a éste le dio por creer
0:07:34 que él era brujo de verdad.
0:07:37 Y a veces,
0:07:40 cuando no podía curar alguna enfermedad,
0:07:43 decía que no había podido hacerlo
0:07:45 porque los antiguos pecados de su vida
0:07:48 lo estaban estorbando.
0:07:51 Pero sí creía que él era mago.
0:07:54 En cambio, Álvaro Núñez nunca lo creyó.
0:07:57 Sin embargo, me huele
0:08:00 a que estas historias de su propio libro,
0:08:03 náufragos, fueron inventadas,
0:08:06 desde luego no creo que haya resucitado ningún muerto.
0:08:09 Pero hay una actitud interesante,
0:08:12 que es la de Álvaro Núñez y es ésta.
0:08:15 Yo digo que no soy mago,
0:08:18 pero cuento las cosas de un modo tal
0:08:21 que ustedes sí lo creerán
0:08:24 No, yo no soy mago, dicen en el libro,
0:08:27 pero por casualidad, me... no sé,
0:08:30 de pura suerte, una vez resucito un muerto.
0:08:33 Pero no, mago no soy, mago no soy.
0:08:36 Vale, creo que es el problema.
0:08:38 Un recurso interesante.
0:08:40 Los milagros siguientes están relacionados
0:08:43 con el Papa Clemente Noveno y Santa Rosa de Lima,
0:08:46 que es una de las pocas santas americanas,
0:08:49 como ustedes saben.
0:08:51 En el año 1617,
0:08:54 era famosa por sus penitencias,
0:08:57 sus raptos místicos y sus curaciones.
0:09:00 Las exequias fueron multitudinarias,
0:09:03 las autoridades la despidieron,
0:09:06 estuvo el virey Don Francisco de Borja y Aragón,
0:09:09 el arzobispo de Lima, Bartolomé Lobo Guerrero,
0:09:12 cuatro años después de la muerte de Santa Rosa,
0:09:15 de Rosa mejor dicho, el rey Felipe IV de España
0:09:18 y lo primero que firmó fue una carta dirigida al Papa,
0:09:21 pidiendo la canonización de Rosa de Lima.
0:09:24 Pero nadie le dio bolilla esa carta.
0:09:26 Recién en 1667,
0:09:28 la reina Mariana de Austria
0:09:30 volvió a pedir por la santificación de Rosa
0:09:33 a Clemente Noveno.
0:09:35 Curiosamente, el Papa tuvo un ataque de sentisismo.
0:09:38 Parece que preguntó, desdeniosamente,
0:09:41 Santa Ilimenia.
0:09:44 Si eso fuera posible, dijo el Papa,
0:09:47 que caiga una lluvia de rosas.
0:09:50 El pontífice no podía concebir que un sitio cristianizado
0:09:53 no hacía mucho, como era Lima,
0:09:56 pudiera dar frutos tan tempranos de santidad.
0:09:59 Pero nuestro alinario fue que apenas produció
0:10:02 aquellas palabras a saber si eso fuera posible
0:10:05 que caiga una lluvia de rosas,
0:10:08 cayó una lluvia de pétalos.
0:10:11 Una cantidad de pétalos de rosas,
0:10:14 cayó sobre el escritorio del Papa.
0:10:16 Entonces, Clemente Noveno se arrojó el suelo
0:10:20 y empezó a gritar perdón
0:10:23 y se frageló durante dos semanas.
0:10:25 ¿Cómo haría cualquiera de nosotros si le llovieran
0:10:28 pétalos de rosas sobre el escritorio?
0:10:31 ¿Qué hace usted si le lloven pétalos de rosas sobre el escritorio?
0:10:34 Inmediatamente se arrojó el suelo, grita perdón
0:10:37 y se surte con un frajelo durante dos semanas.
0:10:40 Entonces el Papa se entusiasmó muchísimo
0:10:43 con la canonización de Rosa de Lima.
0:10:46 Ex pidió el breve de Beatificación,
0:10:49 acortó los plazos establecidos por Urbano Octavo
0:10:52 para proceder a la canonización,
0:10:55 la proclamó protectora de Lima y de Luis Renato del Perú,
0:10:58 y al morir Clemente encontraron que su testamento
0:11:01 había un legado para construir en Pistolla
0:11:04 una ciudad donde había nacido Clemente,
0:11:07 una magnífica capilla dedicada
0:11:10 a la bienaventurada Santa Rosa de Limeria.
0:11:13 Así que ese fue el milagro relacionado con Rosa de Lima,
0:11:17 que está relacionado también con una lluvia de rosas.
0:11:22 Y contemos para terminar algo que no es un milagro,
0:11:26 pero que es un lindo decir.
0:11:29 Diógenes del Cínope, diógenes del Cínico,
0:11:32 el más famoso de los diógenes, el Cán,
0:11:35 hizo una vez lo siguiente.
0:11:38 Y ahí se quedó, hasta donde estaba una estatua,
0:11:41 y se quedó quieto frente a ella
0:11:44 y le tendió su mano pidiendo limosna.
0:11:47 Y allí, frente a la piedra, quedó inmóvil.
0:11:51 Pasaron largas horas
0:11:54 y un hombre se le acercó y le preguntó por qué hacía eso.
0:11:57 Y diógenes, sin mirarlo,
0:12:00 sin dejar de esperar la limosna imposible,
0:12:04 lo hago para acostumbrarme al rechazo,
0:12:09 lo hago para acostumbrarme a una tierra sin prodigios.
0:12:13 Así que este es el final de nuestra colección de milagros,
0:12:18 catálogo que estamos glosando
0:12:21 en un tiempo sin prodigios,
0:12:24 en un tiempo sin fe en esos prodigios.
0:12:27 Lo hemos contado con un rectus más bieneséptico
0:12:30 y burlón,
0:12:33 no en contra de los milagros, pero sí como diógenes,
0:12:36 tratando de adiestrarnos
0:12:39 para poder vivir en un mundo sin milagros.
0:12:42 Y es un adiestramiento que no termina nunca.
0:12:45 Algunos hombres saben que nada prodigioso les ocurrirá,
0:12:49 pero no dejan ni un segundo de sentir el dolor
0:12:53 de vivir en un mundo donde los milagros que se esperan
0:12:57 no han de ocurrir nunca.
0:13:00 Y ahora voy a ser un paréntesis, porque me voy a dirigir
0:13:03 a cara vereda de enfrente
0:13:06 a entrenarme un rato a pedir limosna a un estaco
0:13:09 aquí y ahí.
0:13:12 Yo que no he hecho otra cosa durante largos años,
0:13:15 que pedir limosna a estatuas de piedra.
0:13:23 Vamos a escuchar lo que nos dio
0:13:26 el discotecario para ilustrar la charla de esta noche,
0:13:29 que está dedicada a todos
0:13:34 nuestros amigos que extienden
0:13:37 su mano ante estatuas de piedra.
0:13:40 Incluso es un entrenamiento cotidiano, porque el discotecario
0:13:43 nunca le da lo que pide.
0:13:46 El discotecario no es otra cosa que un estato de piedra.
0:13:49 Escucharemos hoy,
0:13:52 no de la discoteca, sino de nuestro propio peculiar,
0:13:55 una huesa
0:13:58 tocada por Ariel Ramírez y Jaime Torres,
0:14:01 que es la peregrinación
0:14:04 en atención
0:14:07 al largo caminar
0:14:10 de Álvaro Núñez, cabeza de vaca,
0:14:13 y los que sobrevivieron al naufragio
0:14:16 de Pánfilo de Narvaz. Así que escuchemos
0:14:19 la que para mí es la más linda de las canciones
0:14:22 de la Mesa Creosa. Ariel Ramírez, Jaime Torres,
0:14:25 la peregrinación. Adelante.
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