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5 de Junio de 2008

los mitos chinos (cinco montes encantados)

Transcripción automática

0:00:00 Hablaremos de los mitos chinos. Hay cinco montes encantados.
0:00:06 Cantados, bien.
0:00:08 Es los mitos chinos.
0:00:10 Acá en estos montes, en esta historia, hay mucho taboísmo, mucha búsqueda de la inmortalidad,
0:00:16 que es desde luego el asunto central del tabo, para que esta boista buena, sino para no morece.
0:00:23 Los taboístas han buscado la inmortalidad de diversos modos, lo han buscado por dentro, por fuera,
0:00:28 lo han buscado en el sexo.
0:00:32 Algo que ver con el sexo tan tríclico que tanto sea bravo.
0:00:35 Algo que ver, claro.
0:00:36 Los taboístas sostienen que hay unos procederes que dilatan la consecución del placer,
0:00:49 y que al mismo tiempo producen una especie de elixir que contribuye a la buena salud y a hacerse inmortal.
0:01:03 Hay también métodos respiratorios, que sirven para mejor conseguir esos fines,
0:01:08 pero también se dice que si usted aprende a respirar cada vez menos, al cabo es inmortal.
0:01:14 Pónele.
0:01:16 Empezase a respirar una vez por minuto.
0:01:18 Y después, una vez cada dos minutos.
0:01:23 Y cuando puedes respirar una vez en mil segundos, sos inmortal.
0:01:28 Y prácticamente sí.
0:01:30 Si no temoriste antes, ¿no?
0:01:32 Como es lo que suele ocurrir cuando una persona está cinco o diez minutos sin respirar.
0:01:38 Los yogis entrenan para ese tipo de cosas.
0:01:43 Pero acá hay latidos de las pulsaciones del corazón.
0:01:46 Estran allá más.
0:01:48 Pero el guanchipunau, que es una serie de procedimientos sexuales,
0:01:57 ¿hay algún tipo de...?
0:01:58 Le voy a contar algunos.
0:01:59 Sí, en el que tienen su gracia, ¿no?
0:02:02 Tienen que ver con la inmortalidad y tienen también con la posibilidad de contentar a muchas señoritas sucesivamente sin depreinarse.
0:02:14 Y así el general...
0:02:15 En el mismo momento?
0:02:16 No, sucesivamente.
0:02:18 En el mismo momento...
0:02:21 Pero digamos...
0:02:22 Se dice que el emperador amarillo tenía 1200 concubinas y que las amaba una tras de la otra con la mayor efectividad.
0:02:35 Si sobrevivía toda esa ronda de la inmortalidad.
0:02:37 No era noche sin olvidable.
0:02:41 No la tienes, no, señorita.
0:02:42 En una noche, mire.
0:02:45 O sea, mil en una noche hago la cuenta y no me dan la noche.
0:02:48 Ah, por eso, no.
0:02:49 Es como Cleopatra que tenía 108 amantes, tuvo en una noche esto es histórico más que el legendario emperador amarillo.
0:02:57 Cleopatra?
0:02:58 Cleopatra amarillo, el emperador.
0:02:59 Pero esto no habla muy bien de los amantes de Alejandría.
0:03:02 Igual de todas formas, es distinta la situación de la mujer y el hombre, ¿no?
0:03:06 Es distinto, claro.
0:03:07 Una mujer puede tener más sin dejar de leer la revista Cuéntame.
0:03:18 Disculpe, igual en Chepunau se llama el procedimiento.
0:03:21 Sí, esto me compra la colección completa.
0:03:22 La colección completa.
0:03:23 Viene en video.
0:03:25 En videos, ahí.
0:03:26 Hombre arriba, mujer abajo, lo va a costar.
0:03:31 Esa no la tenía, dijo el francés.
0:03:35 Había un procedimiento para los tabuistas para comprobar si alguien había alcanzado la inmortalidad.
0:03:51 La inmortalidad requería para ellos una perfección espiritual.
0:03:55 El esfuerzo de mejorar la espíritu era también un esfuerzo para alcanzar la inmortalidad.
0:04:01 Y parece que tenían este procedimiento que aplicaban para ver si un tipo había alcanzado la inmortalidad.
0:04:11 Se morían y ato, lo enterraban, cajón, estiérro, pobre que se yo.
0:04:15 Por ahí como los dos meses lo desenterraban, siempre con un ritual adecuado.
0:04:21 Si hay cadáveres, se levantaba y caminaba.
0:04:24 Estaba vivo.
0:04:25 Era una comprobación fiaciente de que se había convertido el tipo en un inmortal.
0:04:31 Una exigencia probatoria cuasi poperiana.
0:04:35 Es decir, la mayor prueba, la mayor falsación es someter a un cadáver a la siguiente prueba.
0:04:43 Camina o no camina.
0:04:44 Si camina, evidentemente está vivo.
0:04:49 Ya que un cadáver se moviente es un contradicción inacciente.
0:04:55 Hoy hablaremos de una de las formas de buscar la inmortalidad.
0:04:58 Se ha dicho que al este del mar de Bohai, en el fondo de las aguas de este mar,
0:05:04 había un valle llamado Gixú.
0:05:07 Cerca de este valle subacuático, flotaban cinco grandes montes encantados.
0:05:16 Dai Yu, Yuan Yao, Fang Yu, Jin Xiu y Pen Lai.
0:05:22 Digo yo que tengo un poco de acento cantones.
0:05:27 Eran extraordinariamente altos estos montes.
0:05:30 Algunos mitógrafos calcularon las mediciones legendarias,
0:05:34 las tradujeron a medidas actuales y determinaron que cada monte tenía 15.000 kilómetros de altura.
0:05:43 Calcúrese que el monte Hebres tiene aproximadamente 9 kilómetros de altura.
0:05:50 Quiere decir que 15.000 kilómetros es muy alto.
0:05:54 Pero la puntita sale de la nófera, me parece.
0:05:58 Ya veremos.
0:06:00 Los cinco montes estaban alineados en el mar y entre cada uno había unos 35.000 kilómetros de distancia.
0:06:06 Nada cuesta calcular que el mundo de la cosmología china era bastante más grande que éste en que nos toca vivir.
0:06:12 Pues no hay nada en este mundo que esté a 35.000 kilómetros de distancia.
0:06:18 Ya que calcula si la circunferencia de la Tierra tiene 42.000 kilómetros, 41.000 kilómetros,
0:06:26 no hay nada que esté más lejos de 20.000 kilómetros, salvo que usted vaya por el lado equivocado.
0:06:32 Sí, de esta vuelta va el taxi.
0:06:34 Que va el taxi por ahí.
0:06:37 Bueno, estos montes aparecían y desaparecían, lo cual es mucho más meritorio.
0:06:44 Había cuenta de su enorme tamaño.
0:06:46 Cuando se ha oído buen tiempo uno podía ver desde lejos en aquellos montes palacios y salones majestosos por jados de oro,
0:06:55 con balaustradas esculpidas en jade, que eran las casas de los genios y de los inmortales.
0:07:01 Los genios montaban las nubes y podían viajar varias veces al día de un monte a otro.
0:07:08 Todos los animales y las aves eran de color blanco, no sé con qué ventaja.
0:07:13 Crecían numerosas flores y árboles frutales, muy raros.
0:07:17 Por ejemplo, uno de esos árboles daba perlas, así que muy frutales no eran.
0:07:24 Algunos otros árboles daban los famosos frutos de la inmortalidad.
0:07:29 Hemos hablado aquí acerca de los duraznos de la inmortalidad, que crecían en las islas de los inmortales.
0:07:35 Aquellos durazneros eran un poco mesquinos, un durazno cada 6.000 años.
0:07:41 Había que esperar mucho, había que ser inmortal para comer.
0:07:43 Ya de antes.
0:07:44 De antes.
0:07:46 Un durazno cada 6.000 años es poco durazno.
0:07:51 Para mi gusto.
0:07:53 Por eso es que no hay tantos inmortales.
0:07:56 Hay que decir que los habitantes de estos montes flotantes que estaban en otra parte,
0:07:59 estaban un poco mortificados por el siguiente motivo.
0:08:02 A pesar de ser tan altos, los montes, como se ha dicho, flotaban, no estaban cimentados.
0:08:09 Y andaban como barcos a la deriva.
0:08:12 Y a veces las corrientes del mar los arrastraban hacia el oeste,
0:08:18 que era un lugar que se mantenía sumergido en las tinieblas.
0:08:21 Hacían el oeste mucho frío y no se veían ni el sol ni la luna.
0:08:25 El único habitante de este mundo de tinieblas del oeste era un dragón conocido como el dragón de Sirio,
0:08:33 pues siempre llevaba en la boca una vela que desprendía, es decir, de Sirio con C.
0:08:39 No de la estrella, Sirio.
0:08:41 El dragón del Sirio, que siempre llevaba en la boca una vela, es un lugar raro para llevar una vela,
0:08:47 pero hay cosas peores.
0:08:50 Esta vela les prendía una luz bastante pobre.
0:08:53 Es curioso que este dragón lleve una vela en la boca porque parece un chiste del truco, ¿no?
0:09:00 Para cantar flor.
0:09:03 Ah, claro, porque...
0:09:04 Que se den al mundo del oeste donde la luz es muy poca, había un dragón violeta con una vela en la boca.
0:09:20 Ahí va a cantar flor.
0:09:22 Con flor de vela en la boca, sí te acondaz que usted quiera.
0:09:24 Bueno, ante esta situación flotante de los montes y el peligro de ir a parar al mal del oeste donde nadie quería ir,
0:09:31 los inmortales que vivían en aquellos parajes, sí quejaron al soberano del cielo, a la divinidad.
0:09:38 Y la divinidad envió a uno de sus funcionarios, el dios del mar, Yu-Kyang.
0:09:45 Yu-Kyang envió 15 tortugas para que cargaran acuestas a los montes.
0:09:50 Debe ser tortugas muy grandes, ¿no?
0:09:53 Así que cada monte estaba soportado por una gran tortuga,
0:09:59 y la tortuga tenía instrucción de quedarse quieta para que los montes ya no se movieran.
0:10:03 Bueno, con el fin de que estas tortugas no se fatigaran tanto,
0:10:11 Yu-Kyang, el dios del mar, las dividió en varios turnos de trabajo para que descansaran.
0:10:16 Los turnos se alternaban cada 60.000 años.
0:10:20 Es obvio que una tortuga por gigante que fuera, al cabo de 60.000 años llevando sobre el hombro el mundo,
0:10:28 empieza a fatigarse o acaso a aburrirse.
0:10:31 Bueno, las tortugas acataron las órdenes, soportaron los montes,
0:10:35 manteniendo la cabeza erguida fuera del agua para no hogar, si imagínense.
0:10:39 Día y en adelante los montes permanecieron estables, y sus moradores, genios e inmortales, se tranquilizaron.
0:10:48 Pero vino a suceder algo inesperado.
0:10:52 Cerca de donde estaban los montes había una colina llamada Bo-San.
0:10:58 Allí, o muy cerca de allí, había un país de titanes.
0:11:05 Un país de titanes llamado Lung-Bo vivían de la pesca y naturalmente se hacían alamar para pescar.
0:11:12 Cierto día unos titanes descubrieron a las tortugas y las casaron con un cebo.
0:11:18 Casaron las tortugas.
0:11:20 Las tortugas mordieron el bocado en el cebo, seis de ellas fueron capturadas
0:11:26 y se convirtieron en mancares de los titanes.
0:11:29 Se las mordaron.
0:11:30 Desde luego los titanes regresaron a Lung-Bo con sus tortugas.
0:11:34 Poco después, dos de los cinco montes, Dai-Yu y Yuang-Yao, que perdieron sus tortugas y con ellas sus soportes,
0:11:43 comenzaron a andar nuevamente a la deriva.
0:11:46 Los inmortales que vivían en ellos se trasladaron rápidamente a los otros montes.
0:11:51 Poco después estos dos montes fueron arrestados por la corriente y desaparecieron y se hundieron en el mar.
0:12:00 Esto debe hacernos meditar acerca de la profundidad media de los océanos,
0:12:04 ya que si se hunden ellos un monte de 15.000 kilómetros,
0:12:10 no creo que se pueda tapar con la profundidad media del océano que es 4.5 kilómetros.
0:12:17 Bueno, enterado de esto, el soberano del cielo, que estaba muy enojado,
0:12:21 en maquineses, redujo la estatura de los titanes de Lung-Bo como castigo.
0:12:30 Y en el mar quedaron solamente tres montes con las tortugas sobrevivientes.
0:12:33 Ya en la historia china, en el período que se llaman los reinos combatientes,
0:12:38 los reinos de Qi y de Yang, que eran dos de los reinos que combatían, quisieron llegar hasta esos montes.
0:12:45 Porque se habían enterado de que en ellos se encontraba el élixir de la inmortalidad.
0:12:50 Ordenaron 500 barcos y estos históricos para la expedición,
0:12:53 pero una en tempestad envistió a los barcos y los que lograron quedar a flote apenas se pudieron vislumbrar los montes.
0:13:01 Y no pudieron tener más que una breve visión de aquellas moles.
0:13:05 También se cuenta que el Siguan T, aquel de la muralla y los libros, el artículo de Borges,
0:13:10 el que soñaba con ser inmortal, planeó una expedición.
0:13:14 Hizo construir mil barcos. Ninguno de ellos pudo llegar a los montes y peor aún ninguno de ellos pudo regresar.
0:13:23 Posteriormente en tiempos de la dinastía Han vivió un mago llamado Li Yao Hong,
0:13:29 que informó al emperador Wu Ti, este es uno de los emperadores más famosos de la China,
0:13:35 al que habían regalado la niebla de la inmortalidad y el que no lo dio Bolivia.
0:13:40 Entonces Li Yao Hong informó al emperador Wu Ti que cierta vez cuando viajaba por el mar
0:13:47 había visto a un genio llamado Anki Sen, el cual comía una especie de zapallito
0:13:52 que según el mago era fruto de los montes encantaba.
0:13:55 Muy bien, expedición a buscar el zapallito, otro fracaso.
0:14:00 Uno de los capitanes regresó y temeroso de demostrar su derrota le dio al emperador un durazno.
0:14:10 Un durazno cualquiera, que dijo que lo había arrancado en Pen Lai
0:14:15 y el emperador Wu Ti lo comió desafortunadamente y murió muy tranquilo, eso sí, seis años más tarde.
0:14:22 No era de la inmortalidad.
0:14:23 Curioso destino, el de Wu Ti, que desdeñó la niebla que hubiera podido mantenerlo inmortal
0:14:29 y se comió un durazno totalmente impropio para esos menesteres.
0:14:35 ¿Qué pasará cuando uno se come un durazno de la inmortalidad pero verde?
0:14:40 Mmm, es raro porque esperar la inmortalidad es algo extraño.
0:14:45 Sí, esperar a que me aduye.
0:14:47 Mientras uno no...
0:14:49 Mientras nada sucede y uno sigue siendo inmortal, eso es lo bueno.
0:14:53 De engañar a alguien diciendo, este es el elixir de la inmortalidad.
0:14:57 Pero tomar, y bueno, ahora me estoy vivo.
0:14:59 ¿Cuándo estás en condición de reclamar, moreste?
0:15:03 Aquello que te hace poder reclamar es justamente lo que te lo impide.
0:15:10 Claro, pero afrontar la vida con las certeza de la inmortalidad debe provocar un letargo, un...
0:15:16 Uno se hace un poco canchero cuando se inmorta.
0:15:20 Si hace un poco que la inmortal es canchero, eso ya no pasa nada, que me importa.
0:15:25 Cruza la calle por la mitad de la cuarta.
0:15:27 Písame, le dice al taxista.
0:15:28 Písame.
0:15:29 Claro, lo hago mañana.
0:15:31 Si hace canchero, y todo lo deja para mañana.
0:15:34 Pero básicamente lo que no hace es escribir poesía.
0:15:37 ¿Para qué voy a escribir poesía si soy inmortal?
0:15:41 La poesía es la sangre del que se va a morir.
0:15:44 Uno escribe poesía porque se va a morir.
0:15:47 Y escribe milonguitas y rock and roll, y balsesitos, y...
0:15:53 cosas para trompeta porque se va a morir.
0:15:55 Cuando uno se hace inmortal, deja la trompeta, deja todo.
0:16:01 Incluso deja el amor.
0:16:02 Porque el amor tiene sentido si somos mortales.
0:16:07 Y no nos vamos a morir.
0:16:08 ¿Para qué quiere la especie, la reproducción?
0:16:10 Para montonarnos nada más.
0:16:14 Hasta nos levantamos cada mañana porque sabemos que vamos a morir.
0:16:19 Bueno, si no, te quedas un rato más en la cama también.
0:16:21 Un rato más en la cama es propio del inmortal.
0:16:23 Yo reconozco el inmortal porque no se levanta nunca.
0:16:26 Si no te vas a morir, escúcheme.
0:16:28 Bueno, eso creo en todo esto.
0:16:30 Que hemos dicho, que lo creí en todo.
0:16:32 ¿Qué quiere que crea?
0:16:34 En el Discovery Channel.
0:16:40 ¿Qué dice Discovery?
0:16:42 Que el mundo no está sostenido por una corto-ortuga.
0:16:46 No me lo creo.
0:16:48 ¿Por qué no se cae?
0:16:50 Así que fuimos a...
0:16:53 A la discoteca buscar... no hay temades.
0:16:56 Yo creo en la atracción de los cuerpos.
0:16:58 Eso sí creo.
0:17:00 En Newton creo.
0:17:02 La atracción de los cuerpos me gusta.
0:17:04 Usted nunca sintió la atracción de un cuerpo.
0:17:10 Me dirá, sí, pero no de un cuerpo celeste.
0:17:14 Bueno, dedicamos también a celeste.
0:17:16 Celeste te busca un señor Newton.
0:17:22 Hemos ido a la discoteca para ver si había un disco sobre montes chinos.
0:17:28 Pero sí, el discotecario me explicó que había un disco...
0:17:36 que hablaba de la esperanza en la inmortalidad.
0:17:38 La esperanza de alcanzar, o bien estos montes tan altos, tan ingentes.
0:17:46 O de conseguir la inmortalidad por medio del guanchipunau.
0:17:52 O de conseguir un durazno o un zapallo celeste que no sabe mortal.
0:17:58 Son tres esperanzas.
0:18:00 Y tres esperanzas se llama el tango que va a cantar ahora.
0:18:03 Jorge Vidal, que fue compuesto por Enrique Santos,
0:18:06 dice por lo seguramente pensando en la inmortalidad, en los montes chinos.
0:18:15 O quizá lo cual es lo mismo en los deseos que no se cumplen.
0:18:44 No doy un paso más, hay más terra que hay el mí.
0:18:56 Me siento desmayar, mirámoslos aquí.
0:19:00 Si el mundo sigue así, made cien cualofa aquí.
0:19:04 Si el mundo sigue igual, si el sol vuelve a salir.
0:19:13 La gente me engañaba el día en que nací.
0:19:17 La sembración burlana, mi hija la perdí.
0:19:21 No ves que estoy en llanta y bandía por ser un guí.
0:19:26 Casa el bufo su y chan, vamos a dormir.
0:19:35 Tres esperanzas, tu ver mi vida, no serán blancas y una punchón.
0:19:43 Una mi madre, vieja y vencita, otra la gente, otra un amor.
0:19:50 Tres esperanzas, tu ver mi vida, dos me engañaron y una humurrieron.
0:20:01 No tengo ni rencor ni veleno de manda.
0:20:09 Son ganas de olvidar, terror al porvenir.
0:20:13 Me he vuelto pa' mirar y el pasado me ha hecho reír.
0:20:17 Las cosas que soñé, me caché en pie que gí.
0:20:25 Plantas tías quino más al montar y aquí hay el mí.
0:20:30 Contra pa' que pedí, pa' valen o jugar.
0:20:33 Si aún paso de la dios, no hay un beso para mí.
0:20:38 Casa el bufo su y chan, vamos a dormir.
0:20:48 Tres esperanzas, tu ver mi vida, dos eran blancas
0:20:54 y una punchón.
0:20:56 Una mi madre, vieja y vencita, otra la gente, otra un amor.
0:21:03 Tres esperanzas, tu ver mi vida, dos me engañaron y una humurrieron.

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